Un Acoso diferente

Os voy a confesar una experiencia que me ocurrió, hace tiempo. La cual me la ha hecho recordar, una chica la cual estuvimos dialogando por el Messenger (mientras jugábamos, ambas con nuestros deditos).

Un Acoso diferente

Hola lectores, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, aun más a los que me habéis escrito. Ante todo me voy a presentar me llamo Susana.

Como sabéis soy una chica muy morbosa, me atraen los sitios públicos, los púb de intercambios de parejas, y en la intimidad me gusta dejarme hacer, tanto a los chico como a las chica, ya que me cuesta decir "no". Os debo reconocer que soy infiel por naturaleza, pues mantengo una relación con un chico al cual no le importa mis aventuras, siempre que sea discreta. Suelo frecuentar los fines de semana, club de intercambios de parejas (Guarana en el polígono Pisa, entre otros). Los cuales son tan satisfactorios para mí, como dejarme manosear en público.

Soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 21 años, soy bisexual y morena. Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, practico mucho deporte… Soy muy juguetona, reírme, lo típico. Tengo una manera especial de ver la vida (creo, que os habéis dado cuenta), algo independiente. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo.

Os agradecería que en la calle no me digáis nada, por fa. Me gusta mucho mi intimidad, creo que tanto como a vosotros la vuestra. Si queréis dirigiros a mi, que sea por email o por el Messenger, o si me encontráis en alguna "bulla", colectivo (transporte publico), o acumulación de gente, pero "ojo" siempre que este sola (sino, atento a las consecuencias). Procuró que mis experiencias sean solo buscadas por mí.

Os voy a confesar una experiencia que me ocurrió, hace tiempo. La cual me la ha hecho recordar, una chica la cual estuvimos dialogando por el Messenger (mientras jugábamos, ambas con nuestros deditos). Entre nuestros comentarios de nuestras experiencias, le desvele mi gran secreto, en un momento dado, a merced del gusto que me estaba proporcionando. Este acoso, lo tuve hace tiempo, casi recién cumplido los 17 años. Que con el tiempo, creí olvidar, e intruso creer que era una fantasía.

Recuerdo que fue en verano, mis padres y yo fuimos invitados por los padres de Andrea, a pasar el día en su casa de campo, para poder disfrutar de la compañía, del buen día y por que no de la piscina. Durante el transcurso del día, todo estaba fenomenal, nos divertimos, jugamos y almorzamos. Hasta que a media tarde, estábamos Andrea y yo echadas en la tumbonas de la piscina, tomando el sol. Cuando divisamos, que su padre se acercaba hacia nosotras. Este nos comento que se marchaban a dar una vuelta, pues querían que se les bajara la comida, y de paso tomar una copa o un café por ahí, lo cual nos íbamos a quedar ambas solas. Pero para nuestra mayor seguridad habían soltado al perro, dicho esto se marcho.

Por fin pensábamos nosotras, ahora comenzaba lo mejor, e haríamos nuestras locuras. Comenzamos a hablar, de los chicos los cuales estábamos saliéndoos, de experiencias nuevas, nos metimos en la piscina a darnos un chapuzón, y tras salirnos en vez de echarnos en la tumbona nos echamos sobre la toalla en el césped. Me fui hacia ella, con el bote de bronceado solar para echárselo, se puso boca abajo y empecé a untarle, comencé por la espalda retirándole la parte superior de su bikini, para que hiciera top-less.

Una vez acabado yo con ella, comenzó ella a untarme crema a mí. Me coloqué boca abajo también, comenzando Andrea a echármela, sin dudarlo me despojo de mi parte superior de mi bikini (me soltó el nudo), notando lo fría que estaba la crema. Echo un poco, comenzando a vestirlo por toda mi espalda, bajando hasta mi cintura llegando hasta mi bikini, donde se detuvo. Retiro sus manos de mi cuerpo, llevándolo hacia mi prenda inferior sujetándola con ambas manos, tirando de ellas hasta sacármelas por los pies, dejándome completamente desnuda. Alego que con un cuerpo, tan bonito como el mió, no se merecía marca alguna.

Comenzando a masajear mis nalgas, con la crema. Bajando por mis muslos hasta mis tobillos, volviendo a subir sintiéndolas de nuevo en mis nalgas. Comenzó a introducir sus dedos entre mis piernas, acariciando mi ingle, y comenzando a calentarme, notando ambas mi humedad. Se deleito conmigo más de la cuenta, dejándome necesitada de cariño.

Llevaba un rato, cuando comencé a notar una respiración sobre mis nalgas, pensé que Andrea, seguramente se habría levantado para acabar, con lo que había comenzado. Comencé a notar cierta aspereza (deduciendo que no se trataba de la lengua de Andrea, quien se bastante bien como es), pero la deje seguir, comencé sentir esa lengua recorrer mis nalgas, comenzando a estremecerme. Rápidamente me humedecí aun mas, note como esa lengua se me introducía entre mis nalgas, bajando hasta llegar a mi vagina, e intento introducirse, para acabar por chupar mi vulva, y de nuevo mi vagina (joder, creí morirme del gusto). Comenzó a recorrer, mi entre pierna, hacia la entrada de mi agujero anal, dejándolo totalmente dilatado, me notaba como me excitaba mas y mas. Comencé a suspirar, a jadear, exclamar una y otra vez su nombre "Andrea, Andrea, Dios no pare, sigue… Uuummmm".

Esa lengua, no dejaba de chupar mi vagina, de saborear mis nalgas, comencé a abrirme de piernas (casi por intuición, dejándome llevar por la sensación), dejando mis muslos completamente abiertos. Deje que me hiciera (me entregue totalmente). Su lengua comenzó a lamer mi vagina, a limpiar todos los jugos que salían de mí. Comencé a darme cuenta que no se trataba de ella, pero en ese momento me daba igual saber de quien se tratara. Casi me muero de gusto, al sentir esa lengua cuando comenzó a lamerme el ano, dándome tanto placer (pensaba que sería algún chico de la zona, un amigo de Andrea, el cual deseaba que me penetrara).

Cuando note, como iba a tener mi primer orgasmo, casi me desmayaba. El primero fue muy intenso, tanto que tuve que agarrarme fuertemente con una mano a la toalla, mientras que la otra la hundí en el césped. Comencé a levantar mi trasero hacia arriba, arquee la espalda, levantando aun mas mis nalgas, le mostré lo entregada que estaba. Esa lengua, la sentía como recorría de arriba hacia abajo, limpiado mi néctar, mi jugo. Volviendo a notar un segundo orgasmo, tan rápido que apenas pude reponerme del primero. De mi vagina no dejaba de fluir mis jugos, pues el placer que estaba sintiendo era fabuloso, esta extraña persona, me siguió succionándome, a base de lamidas con su lengua sobre mi vulva recogiendo mis líquidos.

Notaba como la punta de su lengua, rozaba mi vagina haciéndome jadear de placer, fue como un remolino el sentir esa endiablada lengua como recorría mis labios vaginales, primero el superior para notar como fue descendiendo hacia mis labios inferiores (locura o no, me deje hacer, ya que no me importara de quien se tratara, mientras que no se detuviera).

Gemía como nunca lo había echo (pensaba, donde coño sea había metido este chico), era un pulpo, como su largo tentáculo recorría cada milímetro de mi interior. Comenzando a penetrarme con su lengua, entraba y salía libremente, me tenía tan caliente que me hacia gritar de placer. Sentí como una corriente eléctrica, cuando otro orgasmo tan profundo como el anterior, comenzaba a llegar, como recorría mi cuerpo. Pero este ser, sin piedad seguía chupando, lamiéndome, introduciendo su lengua cada vez más profundamente, hasta dejarme seca. Haciéndome gritar de placer, comenzando a llamar a Andrea, una y otra vez.

Cuanto esta me contesto, esa voz no provenía de detrás mía, ya que sonaba un poco más lejana. Por lo que, al girar mi cabeza hacia un lado donde provenía, me quede un poco sorprendía, pues Andrea estaba tendida sobre la toalla, girada hacia a mí, observándome mientras que se estaba masturbando, con una mano a mi costa.

Me entro mucho miedo, pues tenía miedo por mirar hacia atrás, por averiguar de quien se trataba, pero también quería saber de mi amante, de saber quien me estaba haciendo disfrutar tanto. Poco a poco fui girando mi cabeza hacia atrás, sorprendiéndome que era un perro (ningún tío, me había sentir tanto placer como este animal, era el amante perfecto. Callado y complaciente). Seguramente, le habría atraído mi olor a hembra en celo (sedienta de sexo).

Salí de mi trance, cuando comencé a notar como una cosa caliente, rozaba mis piernas (por el movimiento del animal, ya que iba, de un lado al otro), humedeciéndome de un liquido que salía por el. Comenzó mi lucha, por intentar alejar el animal de mi, este como si entendiera mi propósito coloco una de sus patas sobre mi cintura (como si estuviera marcando su propiedad), e intruso empezó a gruñirme, aumentando mi miedo, haciendo que me fuera imposible apartarlo, ya que entre su peso y la fuerza que ejercía sobre mí el animal, me lo impedía (comencé a notar, como me excitaba, el morbo de ser acosada por algo distinto).

Pero mi miedo, también era por la posibilidad de ser mordida, más aun cuando note como sus pezuñas sobre mi cintura me arañaba. El animal como si la cosa no fuera con el, de nuevo, introdujo su áspera lengua en mi vagina, sentí una sensación extraña de placer, haciendo rápidamente echara mi cabeza hacia arriba, con la mirada fija en el cielo, y casi aullé de gusto (solo de recordarlo, me vuelvo a mojar, me hace sentirme una perra… su perra).

Ante mis gritos de pánico, miedo ser penetrada o intruso sodomizada (lo cual ya me veía, aunque lo deseaba toda dentro). Andrea se levanto rápidamente hacia a mi, cogio la toalla comenzando a golpear al animal, pero este le hizo frente enseñándole los dientes (ya que este, no quería soltarme, luchaba por mi como si fuera de su propiedad, yo era su hembra, a quien pretendía montar y saciar sus instintos, como de cualquier macho). Andrea, se sentía tan aterrada, al ver al animal cada vez más encima de mi.

Me humedezco, el solo recordar como esa lengua larga, y áspera, y muy caliente (casi me dio la sensación, que era como, cuando cojo una manopla húmeda y me voy a acariciando mi pubis, recorriendo mi entre pierna, muy despacio y suavemente). La sentí, como recorría desde mi vagina hasta mi ano, me daba sensaciones tan ocultas en mí que hasta desconocía de tenerlas. Al principio, sentí repugnancia de lo que me estaba haciendo, aun mas de lo que estaba sintiendo y más por ser un animal, pero he de reconocer, que me hizo sentir mas placer que cualquier hombre (por mucho que me repita, y quien se moleste que aprenda, a comer y chupar mejor, que lo que tenemos no es una "tapa de caracoles"). Ha habido veces, que hasta lo he echado de meno, esas sensaciones y gustos tan extraños.

Mi gran error, fue el creer que era una persona quien me estaba proporcionando tanto placer. Aun más, cuando me di cuenta, que yo me encontraba rodillas, que estaba a su completa dispocision. Como todo animal (hombres incluidos), pensaba de mí, que era su hembra. Cada movimiento, que hacia para estar más cerca de mi, sentía como su líquido (el cual salía de su miembro), caía sobre mis piernas, sobre mis muslos, salpicando mis nalgas, y de estas resbalar por mis glúteos, recorriendo hacia mis muslos.

Sentí como la punta de su miembro, apoyarse sobre mis nalgas, el animal apoyo su otra pata sobre mi cintura junto a la otra. Comenzaba a sujetarse sobre ellas, yo solo podía aguantar su peso, pues al intentar este enderezarse, comenzó a oprimirme su fuerza sobre mí. El animal, empezó a soltar una mezcla de gruñidos, jadeos y casi sollozos.

De pronto comencé a sentir, como el animal movía sus caderas. Sentí su miembro recorrer mi rajita de mis nalgas, resbalando de arriba hacia abajo, comencé a notar escalofrío. Sus movimientos sobre mi, no solo sentía el dolor que me producía su peso, sino como por culpa de sus pezuñas me arañaba mi espalda. La repugnancia de notar su miembro rozar mi vagina (mas dolor por no sentirla dentro, que otra cosa), como dejaba sus líquidos en mi entre pierna, como si quisiera dejarme bien lubricada, su impregnación sobre mis partes intimas sirvió para calentarme aun mas.

Nerviosa cada más vez, asustaba porque pensaba, que en cualquier momento me podía penetrar, sentí acelerar mi corazón. Pero lo peor de todo, fue el sentir mi vagina humedecida (soltaba mis propios jugos, impregnaba en el aire un olor de hembra en celo, que el solo lo podía notar), notaba como chocaba su miembro sobre mi vagina a modo de palmadas (como si hubiera, sido mala y me estuviera castigando… Que castigo por mi, seria su sumisa), en el recorrido por mi agujerito anal, me daba la sensación que era lo que deseaba dentro.

En unos de esos vaivenes, sensaciones como palmadas sobre mis nalgas, notaba como chocaba una y otra vez, contra mi húmeda vagina. Comenzando a introducirse, solamente centímetros, la notaba muy caliente. Andrea, apareció de nuevo, empujo al animal hacia un lado, cayendo este, pero rápidamente ahuyento a la pobre de mi amiga, volviendo a agarrarme a mí (aunque para ser honesta, yo no me moví de mi posición ni siquiera un centímetro, me quede hay mismo para que volviera a montarme).

Casi por simular mi acoso, di un grito de dolor, casi de socorro que dolor sentí (la puta de mi amiga, me pidió que no gritara, ya que podía hacer que algún vecino alertado por mis gritos viniera, podría pensar de lo que esta ocurriendo distinto de lo que estaba ocurriendo. Me pedía que luchara, pero creo que de alguna manera le gustaba el acoso que estaba siendo, pues se me quedaba mirando e incluso se humedecía los labios). Se me ocurrió decirle a Andrea que fuera por la manguera (gilipolla de mi, pues incluso hoy día sigo pensando que hubiera podido disfrutar aun mas de mi macho), por lo que mi amiga desapareció durante unos 5 o 10 minutos.

En su frotamiento contra mi vagina, como descendía y volvía a ascender, no se como ocurrió, perdí el equilibrio bajando mi trasero. Lo que provoco, que el miembro de animal se quedara a la altura mi agujero anal, de un solo golpe seco, me penetro hasta sentir una gran bola chocar contra la entrada de mi ano, me hizo gritar de dolor y placer, me sentía llena. Echando su cuerpo hacía atrás, la note sacar haciéndome alcanzar un maravilloso orgasmo.

Nada sentir mis agujeros vacíos de el, note como unos chorros, chocar contra mis nalgas, recorriendo y bajando por mis muslos (se había venido, poco me importo, solo pensar en todo lo que me había dado). Para sorpresa mía, la volví a sentir chocar contra mis nalgas, tan gruesa como antes. Estaba siendo acosada por un animal, no tan distinto a los que me humillan e intruso me vejan, e intruso en mis morbosas fantasías nunca pensaba ser poseída por un perro.

A lo lejos, vi como Andrea se acercaba a nosotros, apareció con una manguera en mano, echándonos rápidamente agua (fría como el hielo), como si de algún modo quisiera apagar un incendio. La solución funciono, no solo apago el incendio del animal, sino el volcán que había producido en mí. Una vez el animal más dócil, lo cogido se lo llevo para sujetarlo delante de la casa. Más tarde apareció para ayudarme, me encontraba llorando echada sobre la toalla (por echar de menos, esa verga dentro de mí), fue una experiencia extraña (fue dolorosa, pero de lo más placentera, perdí la cuenta de los orgasmo que tuve). Andrea, me ayudo a levantarme, llevándome dentro de su casa, al cuarto de baño para buscar el botiquín para curar los arañazos, no vayan hacer que se infectes.

Más tarde me metió en la ducha, para limpiar mi cuerpo, no solo pringado de su líquido blanquecino de mi vagina, mis nalgas y mis piernas. También del interior de mi dolorido agujerito anal. Comenzando la muy pervertida, a preguntarme por las sensaciones de mi nuevo, que por que, le deje seguir sabiendo que no era ella. De cierta manera, creo que se sentía algo celosa, que el animal me cojiera a mi, en vez de ella ya que era su dueña (aunque creo, conociendo como conozco a Andrea, había conocido a un nuevo amante).

Sentada sobre el wc, me cogio de la barbilla pues vio en mi mirada, algo de pánico todavía. Me sujeto de la barbilla, tirando hacia ella, comenzando a besarnos muy tímidamente, bajando sus manos hacia mis pechos, bajando sus labios por mi cuello hacia mis pechos, comenzando a mordisquearlos, suavemente e ir pellizcando mis pezones, primero con uno para luego comenzar con el otro, no dejaba de preguntarme por mis sensaciones, de cómo me chupaba el animal.

Fue arrodillándose hasta encontrarse entre mis piernas, abriendo aun más mis muslos, colocando sus manos por detrás de mi cintura. Tiro de mí, hacia delante para tenerme más cerca de ella. Luego introdujo su lengua en mi pubis, chupando toda pasando la lengua por toda mi vagina e introduciéndola dentro. Sin dejar de preguntarme, "si el animal lo había echo igual de bien que lo hace ella". Como castigo, no le contestaba solamente abría mis muslos aun mas, mientras que con una mano me sujetaba a la cisterna de atrás por no caerme, la otra mano le sujetaba de la cabeza para que no la retirara. No le deje, hasta que no, me hizo lograr otro orgasmo.

Antes de retirarme a dormir un rato, pues estaba destrozada, le dije, "que quizás, simplemente lo hice, por sentir el placer de algo prohibido, y mas morboso que ser poseída en publico o ser el manjar de jóvenes y viejos solamente por sentir sus miembros".

A veces, me cuesta comentarlo todo lo que sentí en esos momento, por lo que si mi escritura no esta bien redactada, o apenas es legible o da mal sentido del placer obtenido. Lo siento enormemente, pero intentare que se pueda leer bien.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com