Un accidente de mucho placer
Una caída fortuita hace que nuestro protagonista pueda serle infiel a su mujer con una hembra de bandera, con el pretexto de ayudarla a caminar la lleva a la casa de ella y en el salón le echa un estupendo polvo.
Mi nombre es Alberto, tengo 24 años y les contaré una historia que se gestó en un autobús, viajaba regreso a casa cuando en una parada sube una mujer que me dejó sin habla; era bellísima todos los hombres volteaban a verla, era aproximadamente de 35 años, 1.75 de estatura, cabello largo y ondulado de color rojizo, vestía un peto blanco muy ajustado con un escote que dejaba al descubierto parte de sus dos maravillosos pechos y sus pezones, mi mirada se deslizó hacia su cintura luego más abajo y quedé pegado observando esas piernas que se lucían perfectamente tras una minifalda de color negro con un pequeño tajo al lado de la pierna. Yo no daba más, la desnudaba con mi mirada y a ella le gustaba, se mostraba y le gustaba que los hombres la observaran, se sentó un asiento en diagonal al mío, yo tenía una posición estupenda podía contemplarla en su plenitud, sentada se veía su cuerpo esplendoroso y bien trabajado tenía una colita redonda que le levantaba su mini mostrando casi el final de sus medias. Yo observaba atónito cuando ella se para y se dispone a descender, casi por inercia me paro también y bajo con ella. Ya en la parada ella toma su rumbo y yo la sigo disimuladamente hasta que ocurrió el accidente más hermoso que pudo ocurrir, ella en una esquina se tropieza en una cuneta y cae al suelo yo me le acerqué y le pregunté si estaba bien me dijo que no podía sentir su pie, ella estaba sentada en el suelo e intentó levantarse pero yo se lo impedí y le dije que se sentara que no era bueno forzar su pie, le tomé el tobillo y se lo comencé a tocar, le pregunté si le dolía y ella me dijo que no sentía nada no sentía su pie, mientras conversábamos yo dirigía mi mirada a su entrepierna tenía una bombacha de color negro muy pequeña con encajes lo mejor era que estaba un poco hundida en su vagina mostrándola totalmente. No sé, si dio cuenta, pero me dijo que vivía cerca de allí y yo me ofrecí para cargarla a su casa, le dije que me abrazara y la tomé por las piernas y de un golpe la levanté, fue una sensación deliciosa ella aferrada a mi cuello y yo tocándole las piernas, me controlé como pude para no meterle mano ahí mismo pero mi pene estaba paradísimo y se me notaba mucho por encima del pantalón, llegamos a una puerta y del bolso sacó una llave con la cual entramos, me dijo, déjame en el sofá, cosa que hice me dio las gracias y me dijo que me tenía confianza de otro modo nunca me hubiera dejado entrar a su casa pero dada la situación y se sonrió de una manera tan sexy , le pregunté si estaba sola y ella respondió afirmativamente le dije si necesitaba algo y me dijo que no por ahora pero que no quería quedarse sola en esas condiciones. Me agaché y tomé su pierna dejándola estirada hacia una mesa de centro, la volví a tocar y le dije que si sentía algo ella dijo que no, subí mi mano a su pantorrilla y me dijo que todavía no sentía nada le comencé a masajear su rodilla y seguía diciendo que no sentía nada pero su rostro era otro; sus ojos ocultaban un juego de seducción en el cual no tardé en participar subí mi mano a su muslo y lo comencé acariciar y apretar con fuerza su rostro cambió dio un pequeño suspiro y dijo que no sentía nada, al notar ese deseo oculto de ella cambié el tratamiento y le dije que iba soplar en su pierna y ella me diría si sentía mi aliento, me puse enfrente de ella y le separé las piernas quedando yo en medio comencé a soplar en su muslo casi tocándolo con mis labios ella comenzó a acelerar su respiración y me dijo que todavía no sentía, fui subiendo de a poco hasta que llegué a su entrepierna estaba húmeda y un poco hinchada comencé a soplar por el ligué de su bombacha y ella tomó mi cabeza con sus manos y comenzó gemir muy despacio no aguanté más y por encima de su bombacha comencé a pasar mi lengua esto la puso a mil y se levantó un poco del sofá para que se la sacara y justamente eso hice la saqué pero con mis dientes la miré a los ojos y le dije ahora si sentirás, me incliné y comencé a besar esa vagina deliciosa estaba mojadita mi lengua se deslizaba a gusto entre esos labios, con mis manos abrí un poco sus labios y mi lengua comenzó a jugar con su clítoris esto la tenía loca gemía como una condenada me presionaba mi cabeza contra su sexo con fuerza, comencé a introducir mi lengua en su vagina a un ritmo enloquecedor hasta que sentí una corrida en mi cara esos jugos eran deliciosos, me paré y le dije ahora sentirás algo mejor, ella se enderezó y se sacó el peto pude ver unos pechos increíbles la verdad deseaba comérmelos hace rato, ella se paró del sofá y se terminó de desnudar. Yo no perdí tiempo y también me despojé de lo mío, al ver ella mi pene vi que sus ojos se llenaron de deseos nuevamente, nos abrazamos y comenzamos a besarnos con desesperación ella quería más, y rápido estaba excitadísima , se arrodilló ante mí y comenzó a besármelo me dio varias chupadas y luego me comenzó a besar mis testículos esto hizo que se agrandara un poco más, yo le tomé su rostro y la levanté le di un beso muy apasionado y comencé a besar su cuello ella disfrutaba mucho mi objetivo eran sus pechos sentí unos pezones erectos y duros los cuales comencé a mordisquear y luego a lamer y besar suavemente ella presionaba su cuerpo con fuerza contra el mío y me decía que la penetrara por favor la seguí acariciándola unos minutos más hasta que ella no pudiera más sólo pedía que la tomara rápido que me quería sentir adentro. Le dije que se recostara y ella accedió rápidamente comencé a frotar mi pene por sus labios lentamente y ella gritaba adentro, adentro por favor, la toqué un poco más y le dije que se lo metería, ella se enloqueció más, me preparé y se la metí de un solo golpe ella gritó de placer y clavó sus uñas en mi espalda y comenzó a moverse como una condenada yo capté su ritmo y me presioné dentro de ella apretándola con fuerza y comencé a mover mi pene dentro de ella, gozábamos mucho, yo estaba a punto de acabar y se lo dije al oído ella me dijo que quería sentir mi leche corriendo dentro suyo no aguanté más y me corrí era delicioso a su vez ella tuvo un orgasmo llegamos a un momento clip donde nos abrazamos y gemimos de placer luego el ritmo fue descendiendo hasta quedar abrazados yo con mi pene dentro de ella nos besamos y continuamos amándonos por un largo tiempo, mas no sé cuántos orgasmos habrá tenido pero fue de lujo me besó y me dijo que le encantó estar conmigo yo la acaricié y le dije la verdad eres una mujer muy bella y disfruté mucho contigo eres genial la mejor y tu cuerpo es delicioso pero soy casado y amo a mi esposa me vestí y sin saber su nombre me fui satisfecho de haber estado con una mujer tan maravillosa como ella.
Ella en su habitación no se arrepintió de nada hace mucho que no gozaba igual envidio a la esposa de ese hombre tan bueno para la cama cuyo correo electrónico es aherne@yupimail.com
Chaoo espero les haya gustado mi relato y por favor denme su opinión el correo esta arriba.