Ummmm.....que sensación!!!!!! Juegas??????

Todos deberiamos probar estas sensaciones, no hay nada más excitante. Te atreves????

Pienso que en esto del sexo lo más bonito y lo más excitante es el experimentar día a día, el probar nuevas experiencias, salir de la monotonía habitual. Afortunadamente, con las chicas que he estado, he podido aplicar todo esto, y de los varios juegos que he practicada hay uno que me gusta especialmente y que me encanta realizar siempre que puedo. Os contaré como lo practiqué por primera vez.

Salía con una chica dos años más joven que yo, por aquel entonces yo tenia 22 años (tan sólo hace 3 años de esto). Ella era morena, 1’67 de altura más o menos y de unos 54kg, tenía una 85 de pecho, es decir, unas tetas normalitas, ni grandes ni pequeñas, a mí me parecían ideales, pero sobretodo de ella me volvía loco su culo, un culo tremendamente magnifico, redondito, prieto y ancho, era fantástico. Bien para las chicas les diré que yo mido 1’78, unos 70kg de peso, y también soy moreno. Nosotros ya habíamos practicado el sexo en varias ocasiones, pero ese día aparte de repetirlo, realizaríamos un juego fantástico.

Habíamos salido a cenar y teníamos decidido pasar la noche en su casa, aprovechando que ese fin de semana sus padres y su hermano habían salido a pasar el fin de semana al apartamento que tienen en la costa. Ese día ella llevaba un top negro que dejaba ver su ombligo, una minifalda de color rojo, un tanga negro, sandalias y lo que seria más importante en su pelo llevaba un pañuelo color rojo que hacia juego con su falda. Ella sabia que a mí me encantaba que fuese vestida como yo solía decir al estilo "pijita". Yo opté por unos tejanos ajustados, que me marcaban bien, se podía distinguir el "bulto", y una camisa negra y blanca.

Cuando llegamos a su casa, los dos sabíamos muy bien lo que queríamos así que nos dirigimos directamente a su habitación, donde empezamos a besarnos apasionadamente. Yo colaba mis manos bajo su falda y acariciaba su precioso culo, esa era una de las razones por las cuales me encantaba que se pusiese falda. Mientras le acariciaba su pelo me topé con su pañuelo, el cual se enredó en mis manos. De pronto se me ocurrió usar el pañuelo para hacer algo distinto. Le até el pañuelo tapándole los ojos, me aseguré de que no viese nada y la tumbé en la cama boca arriba. Le comenté que jugaríamos a las sensaciones, se trataba de que ella tan solo con su lengua y con sus labios debería ir probando las partes de mi cuerpo que yo decidiese dejarle probar. Ella aceptó encantada, ya que sabia que seria algo excitante y novedoso.

Intentando hacer el menor ruido posible me desnudé completamente, aunque ella aún estaba vestida el verla tumbada en la cama a la espera de lo que yo hiciese ya me provocó una tremenda erección. Era el momento de empezar, me acerqué lentamente a ella y lo primero que le ofrecí fue la puntita de mi nariz. La tocó con la lengua, me aparté y sentí como deseaba más, aún no sabia que era y eso la excitaba. Esta vez esperé más tiempo, la recorrió con su lengua y sus labios hasta que reconoció que rea mi nariz. Lo siguiente fue mi lengua, volví a acercarme lentamente ella ya tenía su lengua a la espera de contactar con algo, notó la humedad, y rápidamente reconoció mi lengua, con lo que nos fundimos con unos fantásticos besos. Así fueron pasando por su boca, mi codo, un dedo, mi pelo, un pezón, mientras yo notaba como ella se excitaba cada vez más y más.

Tanto ella como yo sabíamos que el momento cumbre llegaría cundo yo le diese a probar mi polla. Así que me puse de pie sobre la cama, ella ya intuyó que había llegado el momento, pero no sería así. Una vez tuve su cara bajo mi polla, empecé a agacharme muy lentamente, pero primero le ofrecí a probar mi culito, Empezó a recorrerlo con su lengua, y no tardó demasiado en descubrir de que se trataba, y ahora ya si que estaba muy muy caliente, así que mientras lamía mi ano su mano se coló bajo su falda y empezó a masturbarse. Me levanté rápidamente, yo tb estaba muy excitado pero quería que estuviese aún más ansiosa. Y lo conseguí, noté que me levanté cuando ella estaba en su mejor momento, la miraba y veía como su lengua se movía rápidamente exigiéndome más, pidiendo mi vuelta, pero sin saber con que iba a encontrarse ahora. Ya era el momento, me giré y bajé nuevamente, esta vez fueron sus labios los primeros en contactar con mi polla, ella ya no podía más y en cuanto supo de que se trataba alzó su cabeza y se la metió entera en la boca. Ante tal ímpetu no tuve más rápido que arrodillarme sobre ella y mientras me hacia una de las mejores mamadas, empecé a lamer sus tetas para finalmente inclinarme sobre su coño y terminar realizando un 69 de lo más maravilloso y excitante.

Los dos terminamos, ella al fin se despojó del pañuelo me besó y me dijo que era lo más excitante y fantástico que había hecho jamás, que había disfrutado muchísimo.

Ya podéis imaginar que otro día ella quiso repetir, pero esta vez iba a ser yo la "victima", me tocaba llevar el pañuelo, pero bueno eso ya es otra historia.

Aunque lo nuestro ya terminó esos momentos fueron fantásticos y sobretodo permanece en mí ese genial juego que hoy, tres años después, aún práctico, siempre que tengo ocasión, con la mismo pasión y con el mismo misterio que la primera vez.

Así que si alguna chica quiere jugar algún día conmigo espero que me lo haga saber.