Últimos días de colegio con Tomás (1)
Mi primera relación gay y como pierdo la virginidad
Acá está la primera parte...se subió primero la segunda que la pueden leer entrando a mi perfil. Mañana va a estar subida la tercera. Gracias por los mensajes y valoraciones!
Fue a los 18 años en el último año del cole. Cuando faltabamos por alguna prueba le pedíamos la llave de la casa a un compañero que vivía a media cuadra y nos quedabamos durmiendo o jugando a la play. La madre de este compañero salía muy temprano a trabajar y volvía a la siesta por lo que podíamos estar tranquilos durante la mañana y no dar vueltas. Varios en el curso hacíamos lo mismo. Esto que les voy a contar transcurrió una mañana de octubre en la que había planificado faltar y el día anterior me avisó el dueño de casa que arreglara con Tomas porque también iba a estar ahí.
Me alegré por tener compañía así no me aburría toda la mañana aunque no era amigo me caía bien Tomas. Era un chico introvertido de mediana estatura, un físico normal con buenas piernas ya que practicaba fútbol y aunque nunca me había fijado también linda cola. Esa mañana el dueño de casa me dio las llaves y Tomas me esperaba en la esquina. Sin que nadie nos viera entramos rápido a la casa y nos pusimos a charlar un poco, luego desayunamos algo y nos pusimos a jugar a la play. A la media mañana ya estábamos un poco aburrido y aún quedaban cerca de 3 hs para que termine el día escolar.
Era el 2005 por lo que muy pocos tenían celular y en la casa había una sola computadora con internet que en ese momento andaba muy lento. Pero en el aburrimiento entramos para que se pase el tiempo y yo empecé a buscar en páginas porno. Una paja para matar el tiempo y en ese momento me resultaba natural ver pornografía con amigos y masturbarnos aunque nunca me fijé en ellos ni me exitaba. Mí atención sólo estaba en las mujeres. Mientras estábamos viendo y ya muy calientes los dos Tomas se empezó a tocar por encima del pantalón y ya se le veía un bulto importante. Yo estaba igual por lo que le dije que me iba a hacer una paja. Me desprendi el pantalón y empecé y Tomas con más vergüenza sacó una pija mucho más gruesa y larga que la mía. Me sorprendió cuando la vi pero seguí en lo mío. Luego para estar más cómodo me bajé el pantalón hasta las rodillas y la sensación de estar junto a otra persona y el aire que acariciaba entre mis piernas me exito más. Notaba que Tomas deslizaba miradas hacía mí y de repente me preguntó tímidamente si alguna vez había cambiado de manos con alguien.
Me quedé helado pero la pregunta me dio algo de curiosidad. "No y vos?" le pregunté. "Tampoco, pero se de chicos que lo hacen. Querés probar?". Tomé la iniciativa y acerque mí silla a la de él y dirigí mí mano a su pija. No era muy consciente de lo que estaba haciendo. Estaba muy caliente y el hecho de que otra mano me masturbe me generaba más exitacion. El hizo lo mismo. El roce de mí mano con esa pija dura y caliente, tocar su piel suave y sin bellos me calentaron aún más. No iba a aguantar mucho tiempo y se ve que el estaba igual porque a los pocos minutos se le empezó a poner más dura y su respiración empezó a acelerarse. Me di cuenta que iba a acabar pero no saqué la mano y aceleré la masturbación hasta que acabó cuatro o cinco chorros de semen caliente y espeso que mancharon su remera y mí mano. Me éxito tanto que también empecé a acabar. Nos quedamos callados unos segundos hasta que se paró para ir al baño a higienizarse y luego hice lo mismo. En el baño, habiendo pasado la exitacion, se me vino el mundo abajo. No quería que nadie se enterara de lo que habíamos hecho. Salí serio y ninguno hablaba. No queríamos hablar del tema hasta que le dije que prefería que esto quede entre nosotros y el dijo lo mismo. Volví a mí casa como cualquier día al salir del colegio pero no podía de parar de pensar en lo que hicimos. Nunca me había fijado en un chico y tampoco me atraía hacer algo con Tomas, pero la situación, el hecho de que sea algo "prohibido" (ya que si bien es r
eciente había mucha homofobia en ese momento), me volvía a calentar. En esos días me masturbaba pensando en ese momento y terminaba en poco tiempo con orgasmos explosivos. Con Tomas nos cruzabamos en el colegio pero nos saludabamos como siempre como si nada hubiese pasado. Luego de los primeros días fui sacando la escena de mí cabeza como un momento que no se iba a repetir. Ya por noviembre, una tarde chateando en el MSN, me escribió Tomas. Me parecía raro ya que nunca habíamos chateado y mí corazón me empezó a latir a mil. Me decía que el viernes de esa semana iba a faltar porque no llegaba a la prueba de químicas. Le respondí de manera cortante sin dar lugar a nada, pero los días siguientes volví a pensar y masturbarme imaginandome muchas situaciones con él. No sabía que hacer. Al dueño de casa no le iba a decir nada por miedo a que sospechen que dos veces seguidas faltaba con Tomas siendo que no éramos amigos. El jueves a la noche no podía dormir porque estaba indeciso pero cuando me desperté me dije a mí mismo que no iba a ir pero nuevamente dudaba mientras iba en el colectivo rumbo al colegio.
Al bajarme me fui hasta la esquina por dónde tenía que pasar Tomás. Si lo veía me había decidido ir con él. Sino entraba a clases. A los dos minutos apareció y me vió desde la otra esquina. Cruzamos las miradas y me dirigí por la vereda contraria a la casa de nuestro compañero. Una vez que abrió la puerta me crucé percatandome de que nadie me viera. Una vez adentro empezaba a caer en que fui a buscar un nuevo encuentro con él y que está vez no sería sólo masturbarnos. Ambos sabíamos que iba a pasar algo más. Pero al mismo tiempo estaba muy exitado y queriendo que algo pase sin saber muy bien qué. Empezamos a hablar de cualquier otra cosa, le dije que no había llegado con el estudio y que me acordé de que el también faltaba. Me fui al baño para hacer tiempo, no sabía cómo encarar la situación. Cuando salí lo veo sentado en la computadora viendo videos pornos. Era como la clave que estaba buscando. Sin decir nada me senté a su lado y a los minutos nos estábamos masturbando. Pero yo no lograba una buena erección. Estaba muy nervioso pero tomé la iniciativa y sin mediar palabra lo empecé a masturbar. Pero no me era suficiente. Quería algo más. Y de a poco fui bajando mí cabeza y el no lo impedía. Empecé a chupar esa pija grande, dura y caliente. Tomas soltó un gemido. Se la chupaba con timidez, suave y de a poco. No sabía muy bien lo que estaba haciendo pero estaba muy caliente. Me empezaba a relajar. En eso Tomas me frena y mirándome me dice que vayamos a una de las piezas. Al llegar se quitó el pantalón, boxer y camisa del colegio. Yo hice lo mismo. Se acostó boca arriba con las piernas abiertas mantiendo esa gran erección. Recién ahí pude contemplar sus lindas piernas sin bello y unos huevos también grandes y lampiños. Tímidamente me recosté a su lado y seguí con lo que había empezado. Tomas me acariciaba la espalda y fue bajando hasta mí cola. Me sentía muy exitado y asumiendo mí rol pare la cola para que me la pudiera tocar mejor mientras seguía chupando. Con sus dedos empezó a masajear la entrada de mí cola y colocar saliva y de a poco introducir uno de sus dedos. No me gustaba mucho pero me dejaba hacer. En ese momento estaba dispuesto a todo y quería ver hasta donde llegaba esto. Cómo vio que no me resistía, Tomas frenó mi chupada, me dejó acostado boca abajo y se fue detrás y empezó a darme un beso en la cola. Me abría los cachetes, pasaba su lengua e introducía sus dedos. Ya estaba metiendo tres dedos y yo sentía como me habría. Una sensación única hasta el momento y me encantaba. Siguió así unos minutos y yo lo ayudaba parando mí colita y moviéndome para facilitar su masturbación anal. En un momento frenó y siento su torso sobre mí espalda y su hermosa pija abriéndose paso en mí colita. Ahí estaba boca abajo esperando se penetrado por un compañero del colegio. Sentí como iba entrando. Estaba muy bien dilatado por lo que sentí un cierto ardor y presión pero no dolor. Tomas respiraba entre cortado mientras sentía como iba entrando toda. Una vez que sentí sus huevos calientes y su abdomen entero en mí espalda, me di cuenta que había entrado toda. Tomas se quedó unos segundos así y empezó a moverse lentamente. Yo también movía mí colita acompañando su ritmo.
Acababa de perder mí virginidad anal y me estaba gusta si mucho. Dos jóvenes ocultos dándose placer. La imagen en mí mente de nosotros en esa pieza me calentaba más aún. Estuvimos un rato así y continuamos en cuatro. Yo al borde de la cama y el parado dándome más fuerte. Ahí me solté mucho y empecé a gemir sin que nada me importe. Luego el se salió y se acostó boca arriba en la cama para que lo cabalgue. Me sentia muy puta saltando sobre el, moviendo mí colita y ahí yo también la tenía muy parada y golpeaba contra su abdomen en cada movimiento. El me empezó a masturbar y aceleró sus movimientos hasta que acabó en mí cola lo que me produjo un orgasmo inmediato dónde acabé muchísimo encima de su cuerpo e incluso su cara. Fue el mejor orgasmo que había tenido hasta ese momento y uno de los mejores que mí cuerpo recuerda. Una vez que nos relajamos salí de a poco y me fui al baño. A diferencia de la otra vez, estaba confundido, con un poco de miedo, pero seguro de lo que había hecho. Cuando salí entro Tomas y luego nos cambiamos. Nos pusimos a jugar a la play como si nada hubiese pasado. Pero luego de un par de horas, antes que acabara el día escolar, cogimos de nuevo. Esta vez fue rápido y caliente, parados y yo contra la pared. El acabó y yo no. Nos fuimos de la casa de nuestro compañero los dos muy contentos, habiendo disfrutado mucho esa mañana que para ambos iba a ser inolvidable. El cómo siguió nuestra relación es otra historia...