Ultima Vez

La lluvia con vientos fuertes y su respiración era todo lo que se oia en aquella habitación. Dalia se acercó y sentándose en la mesa le acarició con la mirada cada parte de su cuerpo.

"La vida no se mide por el tiempo que respiras sino por los momentos que te quitan el aliento"

No se que vayan a pensar de este relato. Lo soñé hoy y quise compartirlo con ustedes :) Un saludo a todos aquellos que me leen.

Carmina yacia casi inmovil en la habitación con tonos claros. Tenia tan agudizado el oido que podia escuchar la gotita que caia hacia el cateter de su mano. Se sentia débil y mirando hacia la ventana notó a su madre mirándola con desesperación mientras volteaba a ver a la enfermera en turno y preguntaba por el doctor. Esbozó una sonrisa tierna y pensó que su madre no podia controlar las situaciones de hospital puesto que siempre le habian dado miedo y que ella tenía que calmarla. La mujer mayor entró y miró a su hija de cabello rubio y ojos azules

  • La tonta enfermera dijo que no puedo quedarme que para eso estamos pagando enfermera nocturna- dijo mientras le tocaba el cabello a su pequeña- tu padre quiso venir a verte pero ya sabes como es, tuvo varios contratiempos, pero ya será mañana...prometes que intentarás dormir?-Carmina miró a su mamá y asintiendo le tomó la mano

-Si mamá, te prometo que dormiré, gracias por venir, hasta mañana-Le hablaba en automático porque siempre habia sido así. No eran las grandes amigas ni habia un amor incondicional pero ella a diferencia de quien le habia prometido dicho amor estaba allí.

Las enfermeras del turno nocturno estaban juntas tomando café y platicando. El turno era aburrido puesto que ese piso no tenia enfermos que ocuparan mucha atención y cualquier cosa estaban cerca de cada uno. La noche era fría y lluviosa por lo cual algunos relámpagos las hacian reir por los sustos. De pronto una sombra entró rápidamente y se acercó a ellas mirándolas amablemente. La enfermera en jefe la miró

-Hospital Cew buenas noches- dijo y de pie a ella quitandose el impermeable miraron todas con envidia a una mujer de cabello castaño y ojos miel que con una dulce voz respondió

-Buenas noches soy la enfermera particular de la señorita Carmina Bork, se me hizo tarde y el oficial no me dejaba pasar pero tengo los documentos- la enfermera en jefe le tomó poca importancia a los papeles

-Siga adelante hasta el fondo y la puerta a la derecha- La chica sonrió y dando las gracias caminó a paso rápido al pasillo las demás la miraban con algo de burla: Carmina Bork era una mujer de caracter bipolar lo que hacia que nadie quisiera atenderla y por eso le dieron el pésame mentalmente a la pobre y dulce enfermera.

Dalia quitó la sonrisa que dió al ver a aquellas enfermeras y la tristeza que tenia la inundó de nuevo mientras caminaba en aquel pasillo oscuro. Encontró la puerta con el nombre de Carmina Bork y la abrió lentamente haciendo el mínimo ruido. A su derecha estaba ella recostada en aquella cama amplia de sabanas azul apagado y suave, cuya sombra se veia gracias a la luz del exterior que se asomaba por las persianas.

La lluvia con vientos fuertes y su respiración era todo lo que se oia en aquella habitación. Dalia se acercó y sentándose en la mesa le acarició con la mirada cada parte de su cuerpo: sus piernas largas, sus caderas que se veian anchas a comparacion de su cintura pequeña y su vientre algo llenito hasta llegar a sus hermoso senos llenos de juventud y tersos como duraznos. Miró su rostro que dormía plácidamente y sus labios se entreabrieron para besarle la frente. Carmina despertó y antes de que dijera algo Dalia le cerró la boca con un dedo

-...Te amo...-diciendo esto Carmina la atrajó a ella con sus manos en el cuello y Dalia le rodeo la espalda en un abrazo fuerte mientras buscaba sus labios con desesperación, le quitó la bata lentamente bajando y tocando cada parte de su cuerpo intentando tatuarselo en el suyo, Carmina al igual que ella comenzó a desnudarla, queria sentir su piel como tantas veces lo habia hecho, Dalia se puso encima de ella y comenzó a besar su cuello, sus senos los cuales besó con delicadeza mientras sus hábiles manos le recorrian el vientre. Carmina suspiraba y le decia entre susurros cuanto la amaba mientras ella bajaba y llegaba a su intimidad la cual comenzó a lamer. Dalia sentía como su amor se contraia con cada beso, cada que pasaba su lengua por su clítoris, sus labios, su entrada, sentia esa excitación pero con un sabor a diferente. Volvió a su rostro y la besó apasionadamente mientras le introducía un dedo hasta el fondo y su dedo pulgar le rozaba el clitoris comenzó a moverse lenta y profundamente mientras Carmina se agarraba de la espalda de su compañera de ojos miel besandola profundamente, sintiendo sus caricias cada vez mas rápidas, haciendola llegar al extasis y cerrar los ojos logrando olvidar todo.

Al abrirlos volvió a ser por un momento quien habia sido hace meses y sus dedos buscaron la entrepierna de Dalia lo que hizo que el rostro de esta cambiara y se contrajera al sentir aquellos delicados dedos. Carmina comenzó a moverlos despacio y después fue a su ritmo. Ambas se miraban a los ojos sin decir una palabra. Ambas sabian que esa seria su última noche, que no habia futuro. Dalia besaba cada parte del rostro de Carmina para no olvidarlo nunca. Esta la penetraba mas fuerte y gemia con sentir el mismo movimiento que ella hacia. Era como si estuviera frente a un espejo y su reflejo fuera Dalia porque sus movimientos eran sincronizados. En un momento Carmina no pudo más y se detuvo abruptamente volviendo a adoptar su debilidad de aquella enfermedad que la estaba acabando. Dalia se detuvo y la abrazó mientras ambas estaban recostadas una frente a la otra

-¿Estas bien?- el rostro de Carmina se llenó de lágrimas

-Pensé que no te veria antes de...-Dalia besó sus labios

-Aqui estoy...y no me iré...y tu tampoco te irás de mi...esta noche me he robado tu alma...-dijo esto mientra le sonreia intentando olvidar lo que pasaria mañana.

-Prometeme que seguirás, que harás todo lo que habiamos planeado- Dalia asintió y la abrazó mas fuerte. Carmina se pegó a su pecho y lo beso mientras olia el perfume

  • Amé tu perfume desde que te conocí...al igual que a ti...-y diciendo esto volvio a mirar a su amada para besarla y dar su último suspiro.