Uff!!!

Descubro lo puta que soy.

Soy un hombre casado de 30 años de edad, delgado, moreno y muy velludo. Vivo feliz con mi esposa pero tengo un defecto: Soy muy caliente y por esta razón he descubierto que no me importa como ni cuando pero requiero estar gozando constantemente.

Esta circunstancia me ha acarreado ciertos problemas pues en ocasiones he sido descuidado y me ha provocado hechos vergonzosos. En una ocasión me estaba masturbando en el baño cuando vi un cepillo de mi mujer que tenía el mango un poco grueso y de inmediato mi cuerpecito pidió placer. Empecé a juguetear con el hasta que mi culo me pidió participar. Y ahí me tienes, dedeandome y lubricando mi ojetillo con el enjuague del cabello, que placer más grande! Sentir como mis esfínteres cedían al paso de mis dedos me enloqueció. Luego, comencé a meterme el mango del cepillo, me dolía pero me gustaba hasta que lo metí completamente. Mi mano estaba como loca jalándome la verga y mi ano se aferraba al cepillo. En eso, oigo los pasos de mi mujer y de inmediato me siento en la taza del baño apretando firmemente mi culito al cepillo, rogándole a todos los dioses que no se me cayera. Ella entró, saco la secadora y salió sin siquiera imaginarse lo que su maridito estaba gozando.

En otra ocasión, me cogi una sandia y la folle con frenesí. Que rico se siente! Pero esta vez mi esposa me descubrió y al notar que era "vegetariano", saco una zanahoria y me la metió en la cola. Delicioso! Nunca me había sentido tan feliz.

Ella es muy caliente y consiente todos mis caprichos, como desnudarnos en público (donde no nos conocen, claro), hacerle o hacerme una mamada, enseñar sus tetas a los peatones e incluso, satisfacernos de forma diferente a la tradicional al utilizar juguetillos y artilugios varios con el fin de proporcionarnos placer.

Un día me dijo que le gustaría que invitáramos al repartidor del agua para formar un trío. La idea de imaginar a mi esposa clavada por otro hombre me puso loco y mi poronga se alistó de inmediato. Los días subsecuentes yo me dedique de convencer al chico para que accediera y lo logre al invitarlo a una fiesta que tendríamos en nuestra casa. El día acordado llego muy puntual pero se sorprendió al saber que el era el único invitado. Bebimos, cenamos y todo normal. El ya estaba relajado y platicaba muy amenamente. Mi esposa estaba vestida con un vestidito negro transparente, no traía brasier y usaba una tanguita. El se la comía con los ojos y note como su paquete estaba listo para la batalla. "Vamos a bailar señora" y así lo hicieron. El mozo se estaba pasando de verga ya que estaba pegadito a ella y le arrimaba su rabo a su panochita semidesnuda. De pronto, le agarro las nalgas y volteo maliciosamente hacia mi. "No va a bailar?", y me pare y bailamos los tres juntos. En una de esas, volteo hacia mi a mi mujer y le empecé a bajar el vestido hasta que quedo en pura tanguilla. El no pudo resistir y su mano se poso en su pene.

Ella comenzó a desnudarme y se hinco levantando muy putita su colita. Ya estábamos los dos encuerados pero faltaba nuestro invitado. Fuimos hacia el y entre los dos los desnudamos. Al llegar a su bóxer, me encargue de bajarlo lentamente hasta que afloro su mástil en todo su esplendor: estaba afeitado, circuncidado, y muy pero muy rojo. Tenía unos huevos grandes parecidos a dos duraznos tiernos. Su culo, macizo, lindo. Su pecho estructurado y unos pezones negros como lunares. Sus pies perfectos, dedos largos sin callosidades y las uñas perfectamente cortadas.

Mi esposa se abalanzo a su vergajo y comenzó a lamerlo lentamente mientras yo le masajeaba su conchita. La separe de el y la gire para que el apreciara su culo. El ni tardo ni perezoso se abalanzo sobre sus nalgas y comenzó a morderlos mientras ella me mamaba mi palito. El frotaba entre sus nalgas su pene y me miraba muy coqueto. De pronto, mi esposa se aparta y me agacha en cuatro patas. "Mámalo papito" y ahí tenía la varga del repartidor frente a mi cara. Dios santo! Lo joto me afloro de inmediato y comencé a restregarlo en mi cara mientras ella me ordeñaba por detrás. No pude mas y lo comencé a succionar, a lengüetear todo su palo, sus bolas. En esas estaba cuando siento que mi esposa me empieza a culear con vaselina metiendome primero sus dedos y luego un roll on de ella.

Era increíble el placer que sentía al mamar pito y sentir como me frotaban la próstata. Mi esposa me dejó y recostó al mocillo boca arriba y le mamó la verija de nuevo. Yo no resistí y comencé a masturbarme "He bombón! Deja eso, ahora vas a gozar!

Me puso de nuevo a gatas y jalando al niño de su palo lo hinco. Luego, me abrió mis nalgas y dirigió el palo del repartidor hacia mi ojete hasta que lo metió despacito, primero la cabecita, luego lo mas gordo de su palo y al ultimo, sentí sus bolas tocando las mías. Que puta me convertí! Ella se masturbaba mientras veía que su hombre era cogido como vil perra. Mis intestinos eran penetrados por el vergajo del chaval y mi culo destrozado sin piedad. El me nalgueaba y pellizcaba mis nalgas, me agarraba de la cintura y me embestía como una animal jarioso cuando de pronto siento que su miembro se tensa y su leche inunda mis entrañas.

Se separó de mi y mi esposa se dio a la tarea de limpiar su verga ¡pero con la lengua! "no desfallezcas culerito, ahora me toca a mi" dicho eso, mi esposa se hinco y le puso el culo a su vista y le tomo de las piernas y las levanto para que el culo del repartidor quedara totalmente extendido. Lo culee y le empuje mi tranca. Que culo más apretado!, le agarre los tobillos y lo bombee buen rato mientras mi vieja recibía una dotación de sexo oral. Cuando iba a terminar, saque mi pija y le bañe su carita con mi leche abundante.

Rato después, lo meti a bañar y de nuevo me dio garrote en la regadera. Al salir, se cambió y se fue. Nunca regreso, pero su huella había quedado ya grabada en mi cola cachonda.

Suyo por siempre dream4uevercx.yahoo.com.mx