Two Words

Recuerdo las veces que con tan solo dos palabras él podía hacer que mi mundo se volviera inestable, esas dos simples palabras que por separado no quieren decir absolutamente nada y unidas quieren decir todo

Esta historia surgio en un momento sin nada que hacer, obviamente es ficticio, bueno espero que les guste la introduccion, comenten y valoren, me gustaria saber su opinión.

Recuerdo las veces que con tan solo dos palabras él podía hacer que mi mundo se volviera inestable, esas dos simples palabras que por separado no quieren decir absolutamente nada y unidas quieren decir todo…

Caminando por las calles oscuras y vacías en pleno mes de diciembre, mi cuerpo estaba a merced del viento y el frio, me quedaba algo de camino aun para llegar a mi piso, estúpido auto en buen tiempo se descompuso, maldije.

Una silueta alta llamo mi atención, al parecer estaba perdido el pobre tipo, en otro momento me hubiera detenido y le preguntaría si se le ofrece algo, pero no ahora lo único en lo que pensaba era en llegar a mi piso, recostarme en el sofá, tal vez con un café caliente mientras veía televisión.

Pase a lado de dicha silueta sin prestar mayor atención pero claro la suerte no estaba de mi lado.

-Hola, oye disculpa estaba buscando la imprenta San José, sabes donde se encuentra?- pregunto con cierto tono de desesperación en su voz, pero… esa voz se me hacia jodidamente familiar.

-Eh si claro, mira… que caraj…-Al dar la vuelta para mirarlo tremenda sorpresa me lleve o mas bien nos llevamos al vernos, no creí volver a ver a esos ojos azules que tan feliz me hicieron un día- Leonardo?- pregunte de forma estúpida.

-Andrés?-  Joder, aun el al pronunciar mi nombre hacia que mis piernas temblaran-Que gusto encontrarte pero que haces aquí caminando con este clima?- Pregunto como si le importara.

-Voy a mi piso, un gusto verte pero llevo algo de prisa, la imprenta esta en esa calle en la primera cuadra a la derecha, dudo que este abierto a esta hora pero no pierdes nada viendo- respondí tratando de dar por terminado el encuentro, aun me alteraba tenerlo cerca después de todo, es incomodo reencontrarte con tu ex –Adiós Leonardo- me di la vuelta para continuar mi camino, pero él se interpuso y me hizo chocar con su cuerpo fibroso, mierda esta mas musculado que antes, pensé y rápidamente sacudí mi cabeza vaya con mis ideas.

-Vamos, te llevo, al fin de cuentas ya es tarde y como dijiste seguramente ya esta cerrada la imprenta- dijo con su típica sonrisa de “Galán de película”.

-No creo que sea buena idea, además no te quiero desviar- respondí tratando de zafarme de la conversación.

-No era una pregunta, sube testarudo- dijo riendo, como extrañe esa sonrisa, mis pensamientos nunca me son útiles.

Entramos a su auto, esta cálido ahí y tenia un aroma típico de auto nuevo, emprendió el camino tras mi dirección a donde dirigirse, conversamos acerca del pasado y lo nuevo en nuestra vida, sin tocar el tema de nuestra relación, pero como siempre mi curiosidad gano y esta vez hubiera preferido quedarme callado.

-Y dime, para que buscabas la imprenta que me dijiste- pregunte.

-Ah eso, pues veras… venia a recoger unas invitaciones- hizo una pequeña pausa y continuo- Me voy a casar en un mes- mi pulso se aceleró involuntariamente, mi boca se seco y sin querer dije:

-Buena broma Leo-

-Si, seria buena si en verdad fuera broma- mierda, pero ¿porque me ponía así? No somos nada.

Le indique donde se encontraba mi edificio después de un gran silencio incomodo, él se estaciono y baje tras decir un “Gracias y felicidades”, subí rápidamente a mi piso, no me apetecía nada mas que dormir pero me era difícil, no paraba de repetir mentalmente las palabras que él me dijo, al fin pude dormir pero una pesadilla se apodero de mi estado inconsciente…

-Andrés no te quiero, te amo y lo sabes, por eso no puedo hacerte esto, sabes que los miembros de mi familia no son buenos, no soportaría que te hicieran algo, prométeme que buscaras quien te haga feliz- sus ojos azules se veían brillosos a causa de las lagrimas.

-Lo prometo, pero…- El altavoz del aeropuerto me interrumpió e hizo que Leo me diera un gran abrazo y lo vi partir rumbo a su nueva vida sin mi, cuando desapareció tras la puerta de abordaje me tuve que sentar en las sillas de espera perdí por un momento las fuerzas-mi felicidad eres tú-.

Me desperté exaltado, que mierda de sueño ademas ya ameneció, parecia que apenas y habia sido unos minutos, hacia años que no tenia ese sueño, y siempre es el mismo,  me fui a duchar, y después prepare el desayuno, las vacaciones siempre fomentan mi ociosidad, recibí una llamada al móvil, el cual encontré debajo de la cama por alguna razón fue a parar ahí, numero desconocido, y lanzé el típico, respondo o no respondo.

-Hola-

-Hola Andrés- Mierda Leonardo

-¿Cómo conseguiste mi numer…?... Ya, ¿que se te ofrece?- pregunte.

-Pues quería invitarte a tomar un café, el clima lo amerita ¿no crees?- la verdad si quería volver a verlo, pero no estaba seguro que fuera una buena idea, pero al carajo las dudas.

-No lo se…-pensé por un momento-Vale, ¿A que hora?-

-Paso por ti en 30 minutos- y colgó antes de que yo si quiera pudiera responderle algo.

Joder con Leo seguramente puso investigar mi numero a alguno de los chicos de su padre,  lo cual me hacia pensar, seguramente ya mando a alguien a que me espié, sabe que eso me molesta, esos jueguitos eran típicos cuando éramos adolescentes, pero ahora creo que ya me asusta, creo que pensándolo bien lo mejor fue que se fuera, después de todo su padre es narcotraficante y cuenta con mucho poder, seguramente el seguirá sus pasos.