Tuve que ayudar a mi amiga Lili

La muy decente señora Lili requiere mi ayuda para arreglar su computadora... Pero creo que le brindé más ayuda de la que yo pensaba...

Lugar de los hechos: Morelia, Michoacán, México.

Liliana no es un monumento de mujer, pero a cualquier hombre llama la atención por su cuidado cuerpo, la ropa tan ajustada que utiliza y la cara que tiene de inocente y perversa a la vez. Morenita, delgada y con unas piernas largas y bien torneadas.

Se casó hace un año muy a mi pesar pues nunca logré tirarmela ya que se decía muy enamorada de su novio, sin embargo, lo sucedido el mes pasado cambió por completo mi suerte...

Me llamó a casa pidiéndome ayuda con su computadora (ordenador) por que no podía iniciar, sin pensarlo mucho y debido a nuestra gran amistad decidí ir, aún después de caer en la cuenta de que su esposo bien podría arreglar la computadora ya que se dedica a la informática...

(llego y toco la puerta de su casa)

  • Hola Lili ¿cómo estás?

  • Bien Fer, gracias, discúlpame que te haya molestado pero es que necesito la computadora para terminar un trabajito y ya no quiere encender la porquería...

-Ah, claro, ¿y Carlos? -trataba yo de investigar por que demonios no se encargaba él del problema

-No está, lo mandaron a México a un curso por dos semanas y regresa hasta el viernes en la noche,... cierto, si estuviera no te hubiera molestado, mira si...

-Ok, ok, no te preocupes ¿dónde está la compu?

-En mi recámara, ven vamos ...

Me tomó de la mano y subió ella por delante, me sentí nervioso por sentir sus tersas manos entre mis dedos y todavía más por mirar esas piernas diabólicas que se asomaban por debajo de la faldita negra, más insinuante aún por el par de aberturas hasta mitad de pierna...

-Aquí está.

-A ver, veamos ...

Encendí la computadora y sólo cargaba el sistema operativo pero después se quedaba en negro la pantalla, estuve unos quince minutos revisándola mientras platicaba banalidades con ella...

-Mmmm ¿algo fuera de lo común que hayas hecho con la compu?

-nn-no, nada

-¿Segura?

-Si... Ay Fer, es que me da pena.

-¿Qué, qué te da pena?

-Decirte qué es lo que pienso que tiene.

-Pero tienes que decirme para que quede más rápido.

-Es que, ... es que .. ay Fer, es que ayer entré a ver pornografía.

Su respuesta me dejó helado, pero la explicación me sorprendió aún más.

-Ay Fer, es que ya tiene una semana que se fue Carlos, y pues... Ay Fer, no sé, no me entenderías.

Sabía que era el momento para atacar, era ahora o nunca, entonces dije con voz cómplice:

-Oye, ¿y cómo qué buscabas?

-Pues cosas, Feeeer, me vas a poner nerviosa, ay cosas que no te puedo responder.

-Anda, seguramente si sé en qué sitio entraste podré saber más rápido cómo arreglar el problema.-(qué mentiroso salí, verdad)

-Bbbueno, mira, entré al buscador y puse "tremenda tranca", me mandó a un sitio donde aparecen hombres con... Fer, tu sabes ¿no?

Esa última frase la dijo en tono juguetón, por lo que advertí que se estaba empezando a calentar, yo ya estaba calientísimo, y mi verga se puso muy dura, ella lo notó por que muy discretamente le echó un vistazo y se puso roja.

-¿Y te calentaste?

-Fer, basta, no me sigas preguntando esas cosas, soy una mujer casada por si no lo recuerdas.

Temeroso de que todo se saliera de cauce, la tomé de las manos y le pedí disculpas, sin embargo yo ya estaba puesto, y tomé la iniciativa, el sentir de nuevo sus delicadas manos entre las mías me calentó aún más y empecé a juguetear con mis dedos acariciándole el torso de la mano, y sin poder contenerlo más le dije:

-Lili, me encantas, eres una bella mujer, irradias dulzura y cuando se está contigo se tiene la sensación de que nada más existe en la tierra.

Al parecer Lili entendió que yo sentía un amor platónico por ella, y trató de consolarme, al tiempo que respondía las caricias en sus manos de la misma forma.

-Fer, estoy casada y amo a mi marido, olvídate de eso...

Y entonces me abrazó, yo ya la tenía totalmente erecta, y treté de ponérsela justo entre las piernas esperando reacción por parte de ella, entonces la sujeté fuertemente de la cintura y posé mis labios en su cuello...

-Feeeeer, qué haces, déjame.

Yo estaba poseso, ya no había marcha atrás, con mis dientes superiores y el labio inferior le "mordí" a mitad del cuello, ella trataba de soltarse e insistía suplicante en que la dejara.

-Fer, no fer, respétame por favor, aqui duermo con mi marido.

No sé si lo dijo para que la soltara o para calentarme más, pero definitivamente el resultado fue el segundo. Yo ya la llenaba de besos en la cara y el cuello, y mis manos habían tomado camino a sus piernas y su culo

-Feeeer, ahhhhh, Feeeer, no Feeer ahhhh ¿Dioooos, que cosa traes ahí? ahhhh Fer, ya déjame por favor, andale no seas malito ay, ahhh auuuh.

-Lili, que rica estás, cuántas ganas te tengo desde que te conocí.

-Feeeeeer, ay noooooo, ahhhhhh que ricaaa, ahhhhh nooo Fer, déjame ya ahhhhh.

Con habilidad inverosímil la despojé de la blusa de donde salieron un par de tetas colosales, ni tardo ni perezoso la recosté en su cama (donde ella dormía con su marido) y me trepé en ella, mamando con fuerza esos pechos divinos.

-Feeeer, no, no me estés haciendo esto, ay Feeer tienes una verga enormeeee, no no, no ya no bájate

-Necesitas verga ¿verdad?, por eso andabas buscando pornografía, pues ahora tendrás una "tremenda tranca" en vivo y para tí solita.

-Ya basta Fer ahhh, soy una mujer decentehee ahhhhhhhhhh.

Su falda no tardó en salir de escena, así como mi ropa, hasta que quedamos ella en tanga y yo desnudo totalmente, me posé dejando reposar toda mi herramienta en ese hilito ya empapado.

-Ay Feeer, ¿qué me vas a hacer? ya no Fercito, ya no que no soy ninguna puta.

Después de quitarle su tanguita, puse mis labios en su boca y supe cuan caliente estaba ya ella, quizás más que yo por que casi se traga mi lengua, mis labios abandonaron los suyos pero sólo para ir a sus mejillas y de ahí dibujando formas en su cuello hasta llegar a sus hombros y luego a sus pechos, donde mis ansias se encargaban de succionar con fuerza sus pezones, bajé un poco más a través de sus costados, regresando luego a la parte frontal a la altura de su ombligo y de ahí a su panochita caliente y mojada, comencé con unos besitos tiernos en su clítoris, para después abrirme paso con la lengua por entre sus labios vaginales, ella se torcía y retorcía en la cama..

-Feeeer, ahhhhhhh, ¿qué me haceeeeeeees?, aahhhhh ahhhhhh, Fercito qué rico, ay no Dios mío aaaaaaayyyyy.

El momento era justo para volverme más ambicioso, entonces me metí un dedo a la boca para ensalibarlo y se lo ensarté en el culo, mientras le seguía comiendo su caliente coñito, viéndome inmediatamente impulsado a darle toquecitos en el clítoris con mi lengua bien dura, su reacción no se hizo esperar...

-Aaaay no, eso no Fer... ayyyyyyyyy ay Dios qué es esto, dame más ahhhhh, no, no ya no ya Fer, ay aah, ahhhhhhhhhhhhh, Fer, ahhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhh, auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Y terminó en un orgasmo magistral, no sé si le importaría que los vecinos escucharan, pero gritó como una perra. Después se quedó exhausta, como muerta, yo me recosté a su lado mientras le daba besos tiernos en la mejilla. Verla así me calentó aún más, y sabía que había llegado mi momento, le acerqué mi verga y se la puse entre las nalgas, poco a poco comencé a moverme detrás de ella, lo cual sin duda surtió efecto, pues se comenzó a mover a mi compás, la puse de nuevo boca arriba y me subí de nuevo en ella, mi tronco estaba a mil, y lo pase por entre sus labios para comenzar a tentarla, no tardé mucho en ponerla calientísima de nuevo, lo noté en sus ojos y en su voz entrecortada por los gemidos:

-Feeer, ya déjame [ahhhh], soy una mujer [uuuuy] casada y muy [ahhhhh] recatadaaah.

-¿A sí? Pues ahora me vas a pedir que te la meta.

-No Fer [ahhhh], no me digas [aaay] esas cosas.. [ahhhh] ¿o crees que soy una PUTA?

-Si, mi putita, eres una zorrita calentorra que no puede estarse una semana sin verga.

Yo seguía pasando mi verga por su sexo y mis palabras ya la habían puesto como quería, pues su rajita estaba empapada de nuevo.

-Fer ahhh no, no me digas eso, ahhhhhhh

Mis movimientos se hicieron más provocadores.

-Ay Fer, ahhh sí, sí, hazme tuya.

-No putita, me lo tienes qué pedir como la buena puta que eres.

-Feeer, ahhhh, la tienes deliciosa, uuuuuy, ah ya méteme la verga.

-¿Quieres mi verga?

-Si Fer, ahhhhh, dame tu verga.

-¿Por qué?

-Por que soy una puta a la que le encanta la verga, ahhhhhh

-¿Y quieres que te deje bien cogida aquí?

-Si mi amor, ahhhhh, cójeme, cójeme aquí en mi lecho conyugal, ahhhh, donde el pendejo de mi marido no me hace sentir esto, mmmmm, pero ya cójeme, ya métemela, ahhhh, métemela que soy una puta.

Sus palabras me calentaron ahora a mí, y con la verga enorme y erecta ataqué ese agujero empapado y sediento de ser apaciguado con un buen trozo de carne, ella levantó la cabeza y arquéo la espalda mientras sentía cómo cada centímetro de mi hombría se iba abriendo paso entre sus paredes interiores.

-Mi amoooooor, ahhhhhh, que rica verga tienes, ahhhhhh dame lo mío, dame lo que me merezco por ser tan puta, ahhhh, pero que enorme es, ahhhhhh

-Toma perra, toma mi verga.

-Ahhhhh, ahhhh, me encanta la verga Fer, ahhhhh, quiero que desde hoy me cojan todos los hombres del mundo, ahhhhh, qué rico es tener una verga adentro, ahhhhh

Sus piernas me sujetaban por los costados mientras las acaraiciaba vehementemente, ese par de piernas que tanto deseaba y que seguramente tantos quieren y que seguramente, pensaba yo, muchos tenrdrán. La bombeaba frenéticamente y después de 20 minutos:

-Ahhhh, Fer, ahhhh, ya me viene, ahhhhh, ahhhhhh, aaaaaaaayyyyyyyyyy auuuuuuuuuuuuuuuuu.

Y le vacié toda mi carga, su cuevita era ahora una mezcla cálida de líquidos y nuestros cuerpos descubrían, piel a piel, el éxtasis extremo del sexo apasionadamente concebido.

...

Ella se fue a bañar y regresó cambiada, me dijo que lo que había sucedido no era nada, que se había dejado llevar pero que no podía pasar de nuevo por ningún motivo. Yo quedé prendido y no pensaba en otra cosa más que en cojérmela de nuevo, aunque entendía que ella tenía que salvaguardar su imagen...

Ayer recibí una llamada de Lili nuevamente:

  • Hola Fer, ¿me puedes ayudar de nuevo con mi computadora?

Escriban ;)

kooma_281@hotmail.com