Tus eternos ojos azules.

Desde que tengo memoria me habían llamado la atención las rubias, recuerdo cuando estaba pequeña y en las noches miraba novelas con mi familia, veíamos una novela de Edith Gonzales y ahí la vi era una rubia de unos ojos azules me quede woow una rubia así quería yo.

**Título:

Tus eternos ojos azules.**

Quiero una rubia de ojos azules.

Desde que tengo memoria me habían llamado la atención las rubias, recuerdo cuando estaba pequeña y en las noches  miraba novelas con mi familia, veíamos una novela de Edith Gonzales y ahí la vi era una rubia de unos ojos azules me quede woow una rubia así quería yo. En aquel entonces no entendía nada a mí me gustaba ver a esa mujer y eso era todo. Con el tiempo soñaba que esa rubia me daba besos en las mejillas y yo me ponía muy nerviosa pero no había malicia alguna y ahí quedaron esos sueños enterrados en mi pasado. Fueron sueños dormidos y para mi olvidados hasta que se dio el día que la conocí y ahí despertaron.

Capitulo único …..

Capítulo I: Momento actual.

Supe que mi vida se marcó aquella mañana en que la vi por primera vez.

Los recuerdos a veces me turban y por un instante pienso que soy una mujer de mala suerte. Pero está decidido hoy es el gran día, después de lo que haré  sin duda me echará a la calle como un perro así que para ahorrarle y ahorrarme el mal momento ya tengo preparada mi carta de renuncia irrevocable.

Miro a mi alrededor y me doy cuenta que teniendo lo que tengo no soy feliz y tampoco tendría que estar aquí en este pequeño escritorio siendo una simple secretaria cuando soy toda una licenciada en Administración de empresas y podría estar en otra empresa con un mejor trabajo.

Pero mejor empezare desde el principio.

Buscando en este instante en el que me decido a escribir sobre mi vida en estos dos años y todo lo que me ocurrió en ella hasta el día de hoy finalmente me decido a empezar así.

Capitulo II: Recordando cómo empezó todo.

Todo empezó ese trágico día en que conocí a la licenciada Mateus había llegado a casa de mis padres a dar el pésame por la muerte de mi tío Jorge. El funeral había pasado y estábamos llegando a casa cuando la encontramos en la sala tomando un café.

-          Buenas tardes Don José.

-          Buenas tardes Señorita Danitza.

-          Disculpe que venga hasta ahora pero estaba fuera de la ciudad y ahora que no tengo secretaria se me ha hecho un poco difícil organizarme y me di cuenta de la muerte de Don Jorge demasiado tarde, apenas vengo llegando y lo primero que quería hacer era venir y darle el pésame.

-          No se preocupe señorita nosotros entendemos y le agradecemos por tomarse la molestia de venir de inmediato solo por darnos el pésame.

-          Usted sabe cuánto aprecio a su familia, ustedes son como mi familia ya que perdí a mi padre hace unos años y ustedes eran los únicos amigos que realmente estaban para el cuándo los necesitaba.

-          Fue un honor trabajar con su padre, él nos trató como amigos y no como lo que éramos sus empleados. Siempre que lo desee puede venir las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para usted.   Por cierto quiero que conozca a nuestra hija Nicole, nunca la había visto porque estudiaba en la capital y se quedaba donde mi hermana Julia solo venia los fines de semana así que jamás pudo conocerla. Acaba de terminar su carrera en la universidad y decidió volver para buscar trabajo aquí.

-          Un placer Nicole.

-          Igualmente –respondí con una sonrisa apagada ya que ni siquiera la volví a ver al rostro, estaba cansada y con sueño solo quería dormir y que ese día terminara.

-          Felicidades  por tu graduación, estas muy joven cuántos años tienes 18?

-          Jajaja claro que no acabo de cumplir 21.

-          No es mucha la diferencia jajaja. Ohe pero si quieres podrías trabajar para mí en lo que encuentras algo mejor.

-          Claro señorita sería un honor trabajar con usted, gracias por la oportunidad.

-          De nada, te espero el lunes a primera hora.  Ahora ve a descansar que se ve que te caes de sueño –dijo sonriendo al igual que mis padres.

-          Si hija ve a descansar –dijo mi padre- la pobre no ha dormido bien esta semana pues se quedaba cuidando de Jorge en el hospital por las noches, ella lo quería mucho, la muerte de mi hermano ha sido un golpe fuerte para ella.

Eso fue lo último que escuche ya que iba camino a mi cuarto a dormir….

Al siguiente día mis padres me contaron de la licenciada Danitza Matteus y de su empresa. Debía presentarme en su empresa y ya que no conocía me llevaría mi padre.

Capitulo III: Trabajando a su lado.

Lunes a las seis de la mañana estaba lista para partir a mi nuevo trabajo, pase a la cocina a saludar a mamá y ahí estaba mi padre conversando con ella mientras revisaba el periódico y tomaba su café.

-          Lista para tu nuevo trabajo mi amor –dijo mi mamá emocionada- .

-          Si mami estoy lista –respondí sonriendo-.

Después de desayunar papá me llevo hasta la empresa de la licenciada Matteus.

Entré  a la empresa, llegue a recepción y pedí información de ¿dónde quedaba la oficina de la Lic. Matteus? La chica fue un poco grosera conmigo cuando le dije que era la nueva secretaria.

-          Así que tú eres la nueva secretaria, já, no duraras ni un mes a su lado hará lo mismo contigo –me dijo con una sonrisa irónica que me molesto- .

-          ¿A qué te refieres con lo mismo? –pregunte enojada–.

La chica por un momento sonrió burlándose de mi pero luego su rostro cambio de pronto  se puso muy pálida, busque la razón de su nerviosismo y ahí estaba una mujer rubia alta de unos ojos azules tan profundos como el mar, de piel muy blanca y con un cuerpo escultural, lo note porque había llegado con ropa deportiva y llevaba un traje en la mano. Me miro y sonrió para luego volver a ver a la chica y decirle:

-          Respóndele a la señorita.

-          No es nada de importancia señorita Danitza.

-          La señorita solo preguntaba por usted –dijo mientras bajaba la mirada–.

-          Ok, vamos –me dijo mientras me miraba y me señalaba con una mano hacia donde ir–

Camine a su lado mientras nos dirigíamos a su oficina.

Ahí empezó todo, con el tiempo fui aprendiendo todo lo que hacía y también aprendí a enamorarme de ella.

Recibía muchos clientes en especial mujeres que no estaban en la agenda, unas llegaban improsultas preguntando si estaba ella y queriendo pasar cuando les decía que estaba ocupada o que simplemente no estaba ya que ella así me lo ordenaba durante dos años creí  que era imposible tener algo con ella pensándola una heterosexual intachable comprometida con el tal Jhon que la visitaba una vez por semana y con el cual se tomaba los miércoles para estar con él ...

Todo una mentira hasta la semana pasada que me había ido con mi amiga Suyen a conversar a su casa y  llorando le conté lo que me pasaba y ella se echó a reír al principio me enoje porque pensé que se burlaba de mis sentimientos y que no aceptaría mi nueva condición pero no era así y la verdad hubiera preferido que fuese así y no lo que ella me dijo después.

-          Todos se han dado cuenta de cómo miras a la licenciada y también de que te has enamorado, lo que no entiendo es como has aguantado recibir a sus amantes así como si nada... –eso me dejo fría "sus amantes" pero cuales amantes?.  – uuu que carita amiga. No me digas que no has visto las mujeres que recibes con la cual tarda tanto encerrada en su oficina. Ahí se me vinieron los recuerdos de aquellas mujeres exigiendo verla.

Con los ojos llenos de lágrimas empecé a recordar a las dos rubias que siempre llegaban los lunes y jueves, la morena que llegaba martes y viernes, dios si hasta tenia establecido los horarios. Me llene de ira y dolor, todo este tiempo creyéndola una santa y era una puta de mierda y para colmo jamás me ha hecho la más mínima insinuación a mí, no me ve como mujer, para ella soy un cero a la izquierda y derrumbándome en el piso grite:

-          Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

-          No puede ser que todo este tiempo estuve tan ciega.

-          ¡Qué estúpida fui!

-          Maldita desgraciada.

Y golpeando el piso mientras lloraba y repetía groserías, sacando así el sufrimiento que sentía.  Hasta que mi amiga ayudándome a levantarme me llevo a un asiento y me hablo.

-          Sé que te duele amiga pero debes controlarte. Además lamento decírtelo pero la jefa tiene todo el derecho de hacer con su vida lo que quiera y tu ni como reclamarle porque la verdad no eres nadie para decirle que hacer y qué no. Ella no te dice a ti con quien salir y con quién no. Ella solo habla de trabajo contigo y deberías de estar agradecida porque si no respetara a tus padres ya te habría pasado la cuenta y la verdad eres la primera secretaria que ha respetado y por tanto tiempo. No hay que negarlo la jefa a cambiado un poco.

-          Tienes razón Suyen no tengo ni derecho de sentirme así, porque entre ella y yo solo hay una relación estrictamente laboral.

Suyen me llevo a mi casa, solo entre salude a mis padres, me ofrecieron comer pero no tenía ánimos así que les dije que me dolía mucho la cabeza y que solo quería dormir.

Me fui directo a mi cuarto me di un baño y me puse un short y una camiseta me tire en la cama y trate de dormir cosa que logre después de un rato,  como no, si me sentía cansada y me ardían los ojos necesitaba dormir y olvidar por esa noche todo lo que sentía. Pero nada es perfecto así que llego  la mañana y al igual  que ayer me sentía pésimo.

Me vestí con paciencia tratando de alargar el momento de verla pues no quería ir a trabajar para no verla.

Baje a desayunar ya que no había comido nada el día anterior y como dice mi madre uno debe comer porque el cuerpo lo necesita aunque no sienta hambre, obviamente me decía esto siempre que no quería comer y de esta manera lograba convencerme de comer algo.

Desayune con mis padres y luego papa me llevo al trabajo. Se detuvo frente a la empresa nos despedimos yo me baje y él se fue. Y yo entre a la empresa y a cada paso que daba recordaba la primera vez que entre aquí. Sin darme cuenta ya estaba frente a mi escritorio y al frente de su oficina al parecer no había llegado. Así que me senté y me centre en encender la computadora y revisar los pendientes del día.

Todo iba bien pues había logrado olvidarme de ella por unos momentos hasta que la puerta de su oficina se abrió de golpe y salió una mujer rubia furiosa y mi jefa detrás de ella pidiéndole que se detuviera que aún tenían algo de qué hablar.

Ver eso me enojo más pues era evidente que era una de sus amantes quizás la más importante, pero como disfrute cuando el ascensor se cerró en sus narices.

-          Maldita sea –Expresó mi jefa llena de ira–.

Yo sonreí inconscientemente y ella me miro.

-          ¿Tú de que te ríes?

-          De nada jefa.

Me miro con coraje como si el enojo fuese conmigo y dijo:

-          Que nadie me moleste ok, no estoy para nadie.

Ni siquiera espero que respondiera y se fue así sin más.

Los malos pensamientos llegaron a mí y empecé a recordar lo que mi amiga me había dicho, su salida detrás de esa mujer era obvio que estaban teniendo relaciones, ya ni un poco de respeto le tiene a esta empresa, pero claro que respeto le va tener si es suya, pero debería ya que fue recinto sagrado de su padre.

Porque se fija en todas esas viejas y no en mi obviamente porque tienen dinero y están guapas. Pero si al menos yo la tuviera una sola vez me conformaría porque así no me habría quedado con estas ganas que ella despierta. Yo creyéndola imposible y resulto que no pero la muy hija de puta no se fija en mí, mierda estoy tan enojada que no me importa decir tantos improperios total los estoy diciendo mentalmente y nadie más que yo lo sabe.

Debería de tomarla a la fuerza y hacerla mía pero sabría que fui yo y como mínimo me despediría si es que no me denuncia por violación. Definitivamente solo pienso estupideces mejor me concentré en el trabajo y dejo de pensar tantas tonterías.

La tarde llego y ni siquiera salí almorzar la jefa salió y volvió a las tres pero venia acompañada de una morena muy hermosa esa no la había visto antes y lo primero que pensé es que como una se le había ido ya le había encontrado remplazo pero ¿porque no yo? ¿Qué había de malo en mí? Me cuestione en el mismo momento hasta que su voz me saco de mis divagaciones.

-          Nicole que rayos te pasa llevo rato hablándote y tu nada que prestas atención.

-          Disculpe no volverá a pasar

-          Eso espero. Ahora espera que atienda a la señorita para que luego hablemos de algo  muy importante.

-          Como usted diga.

Ella se retiró y se encerraron en su oficina. Dieron las 6 de la tarde y ellas ahí todos se habían retirado desde las 5 que era la hora de salida solo yo no podía retirarme porque tenía que esperarla, ya estaba muy aburrida ni siquiera los juegos en mi celular me distraían.

Capítulo IV: Regreso al momento actual.

Seis treinta y ocho minutos con veinticinco segundos se abrió la puerta y salieron juntas la llevaba de su brazo pero solo la iba a acompañar hasta el ascensor como lo hacía con todas.

Yo  estaba muy tranquila había planeado algo que se llevaría a cabo hoy.

Entre en su oficina y apague las luces, quedo únicamente iluminada por la luz del computador que estaba encendido.

Me recosté a la pared muy cerca de la puerta y espere paciente. Tenía muy claro lo que haría y no me echaría para atrás ahora que estaba a punto de hacer lo que tanto he deseado durante todo este tiempo.

La escuche llamarme pero no respondí, después escuche sus pasos y la vi cerca de la puerta entre abierta al parecer tenía dudas de entrar, al final se decidió y entro a paso lento buscando el interruptor y ahí empezó el juego.

Tome su mano y la jalé hacia mi dándole media vuelta pegando su espalda a mis senos y su trasero en mi sexo. Uuuufff, sentí un corrientaso muy rico que hizo que inconscientemente la pegara más a mi cuerpo.  Jajajaja no pude evitar sonreír al escuchar su grito de susto y de inmediato hacer preguntas:

-          ¿Quién eres? ¿Qué pretendes al tomarme así?

-          ……………. –me quede callada y metí mi rostro en su cuello–.

-          Suéltame o llamo a seguridad.

-          Jajajajaja –sonreí aun pegada a su cuello mientras sostenía sus manos pegadas a su abdomen, tenía la respiración agitada al parecer si estaba asustada–.

-          Déjame ir por favor, dime quien eres y hablemos no hagas algo de lo que te puedas arrepentir.

-          Jajajaja –volví a sonreír–  le aseguro jefa que de esto jamás me voy arrepentir.

-          ¿Nicole? –se escuchaba sorprendida–.

-          Si –dije mientras mordía suavemente su cuello– mmmmm hueles delicioso.

-          Por favor Nicole basta de esto, aahhhhhh –se le había escapado un pequeño suspiro cuando pase mi lengua donde segundos antes había mordido–.

-          Mmmmm, ¿en serio quieres que me detenga?

-          Por supuesto que sí dijo empujándome mientras se soltaba de mis brazos –encendió las luces– ¿Quéé es lo que te pasa? ¿Qué pretendes con esto? –dijo evidentemente enojada, yo estaba sorprendida por un segundo me correspondió y ahora actuaba así–.

-          ¿En serio no sabes lo que me pasa? - le grité enojada.

-          No, no sé qué diablos te pasa.

-          Entonces yo te voy a enseñar lo que me pasa –dije a la vez que tomaba su rostro entre mis manos y le plantaba un beso-.

-          Suéltame –dijo empujándome para luego plantarme una bofetada-.

-          …………….. –no dije nada solo puse una mano en mi mejilla y baje la mirada mientras caían un par de lágrimas, me di  por vencida ya no había nada que hacer ella jamás seria mía. Lo acepte de una buena vez y me dirigí a paso lento hacia mi escritorio. Tome un sobre y volví para entregárselo.

-          ¿Qué es esto?

-          Algo que te encantara –dije con un nudo en la garganta.

-          Lo dudo, en este momento nada que venga de ti podría gustarme –ups ese fue un golpe bajo que me dolió mucho más que la bofetada anterior-

-          Adiós jefa –dije mientras me retiraba a  paso lento como esperando que me retuviera y todo fuese diferente, pero nada de eso paso.

Llegue a mi escritorio y me senté un momento para tomar unas cosas que aún no había metido en mi caja pero no pude evitar llorar más, me dolía inmensamente, por primera vez  me habían roto el corazón y había sido ella la única mujer que he amado en la vida. Recosté mis brazos sobre el escritorio y ahí hundí mi cabeza ya desconsolada. Lloraba a moco partido, nada había salido como lo había planeado.

No me di cuenta que estaba ahí hasta que la  escuche decirme:

-          Tú no te puedes ir y dejar el trabajo así. Debiste avisarme 15 días antes para buscar un remplazo.

-          No se preocupe descuéntelo de mi liquidación no hay problema –dije aun sin mirarla.

-          Además como te vas a ir, que les diré a tus padres. Tú no puedes hacerme quedar mal ante ellos, pensarán que te hecho algo y no es así.

-          No se preocupe yo asumo la responsabilidad, soy yo quien se va usted no tiene nada que ver –dije levantándome y tomando mi cartera y la caja con mis cosas– hablare con ellos y no habrá problemas se lo aseguro.

No espere más y empecé a caminar hasta el asesor. La escuche hablarme pero no me detuve.

Espere el ascensor y cuando se abrieron las puertas y me disponía entrar sentí que me tomaron del brazo haciendo que me tambaleara y provocando que botara mi caja, las cosas cayeron regadas y yo soltándome de su brazo no dije nada solo me arrodille para recoger mis cosas. En esa posición solo veía parte de sus piernas y sus zapatos de tacón.

-          Porque haces esto –la escuche preguntarme.

-          Porque ni modo de dejar tirada mis cosas aquí –dije aun sabiendo que no se refería a eso.

Se agacho a la par mía y tomo mi rostro entre sus manos para que la mirara, así lo hice y llevo su mano a mi rostro, limpio un par de lágrimas y se acercó a darme un beso en la frente.

-          Eres muy caprichosa pequeña. –la vi sonreír y quedo acariciando mi rostro y mis labios.

-          Supongo que es por ser hija única, mis padres me han mimado  mucho, ellos tienen la culpa.

-          Nena malcriada, ese lado tuyo no lo conocía jejejeje –su sonrisa y que me estuviera tratando así me desconcertaba-.

-          Hay muchas cosas que no conoce de mi –dije apartando su mano de mi rostro y terminando de recoger mis cosas para luego entrar en el ascensor.

-          Está bien sal de ahí y hablemos.

-          Ya me dijo todo lo que me interesaba saber así que no hay nada más de que hablar

-          Claro que si, además déjame llevarte a casa es tarde y no quiero que andes sola por ahí podría pasarte algo.

-          Pediré un taxi. Adiós y buenas noches –dije al cerrarse las puertas del ascensor.

Camine hasta la salida de la empresa y le pedí al vigilante que por favor me consiguiera un taxi mientras yo ordenaba un poco las cosas de mi caja.

Vi el auto de mi jefa detenerse frente y abrir la puerta para decirme:

-          Entra te llevare a tu casa

No le preste atención y mire al vigilante que me hacía de señas que el taxi estaba esperando, así que solo la mire por última vez y me dirigía al taxi sin decir nada.  Me subí y agradecí al vigilante.

No pude evitar llorar en el trayecto hacia mi casa. Nada había salido como lo planee y ni siquiera sabía que les diría a mis padres solo sabía que me sentía morir y  alejarme de ella era la mejor decisión que pude haber tomado.

Llegue a casa y salude a mis viejos que sentados uno al lado del otro veían las noticias  en el tv. Me vieron con la caja y en mi rostro rastros de haber llorado así que supongo que por ello no quisieron preguntarme nada. Yo solo me dirigí a mi cuarto.  Coloque mi caja sobre una silla y me recosté en la cama abrazando  una de mis almohadas. Así me dormí llorando el rechazo de mi jefa.

Por la mañana me sentía terrible, los ojos me ardían y el cuerpo me dolía, había dormido mal  y ahora se venían las explicaciones. Me quite la ropa y me di un baño con agua fría. Necesitaba reactivarme y bajar con buena cara para hablar con mis viejos.

Cuando bajé y me senté frente a ellos con mi taza de café los note preocupados por mí.

-          Buenos días –les dije sonriendo para tratar de calmarlos, pero no resulto ellos querían una explicación.

-          He renunciado a mi trabajo porque ya no me sentía a gusto trabajando ahí. Y he decidido buscar otro trabajo un poco más acorde a mi carrera, no quiero pasar toda mi vida  siendo una simple secretaria, les dije para tratar de convencerlos. Pero obvio no lo había logrado del todo. Papa me miro y me dijo:

-          Hija porque no confías en nosotros y nos dices la verdad, somos tus padres y tú eres nuestra única hija la luz de mis ojos.

Ante esas palabras no pude contenerme y me derrumbe, tenía un nudo en la garganta que no me dejaba pronunciar palabra alguna.  Mi mamá me miro y tomando mi mano me dijo:

-          Siempre lo hemos sospechado pero queremos saberlo de ti y no por otras personas. Quiero que nos tengas la confianza de decirnos lo que te pasa:

Respire profundo y tome un poco de café para tratar de deshacer el nudo en mi garganta.

-          Soy gay –dije finalmente, ellos solo me miraron sin decir nada.

-          Ustedes saben que solo he tenido un novio con el que dure años de noviazgo hasta que  se fue a estudiar y me dejo alegando que no podríamos vernos más  por sus estudios, desde entonces me dedique a mi familia y mis estudios. Hasta que llego ella, no sé ni como pero me termine enamorando de la licenciada Mateus. Ella no me corresponde y me lo ha dejado claro y es muy doloroso para mí seguir en el mismo espacio, así que por eso renuncie y no me importa si me da mi liquidación o no. Necesito empezar a olvidarla y para eso tiene que haber distancia o no lo lograre.

Los mire a los ojos y en ellos no había repulsión, me comprendían aun cuando yo sabía que les era difícil aceptar lo que les decía.

-          Esa es la verdad. Quizás más adelante cuando la haya olvidado me encuentre un buen hombre y me case para dares muchos nietos –dije tratando de hacerles sonreír y lo conseguí aun cuando fue una pequeña sonrisa.

-          Sé que no tengo derecho de pedirles nada ya que quizás los he decepcionado  al no ser lo que esperaban pero les ruego que no le quiten su amistad a la licenciada Mateus o le hagan un tipo de reclamo, entre nosotras nunca hubo más que una relación laboral y sé que ella los aprecia mucho y no quiere perder su amistad de tantos años :

Me tomaron la mano y me sonrieron. Mamá hablo:

-          Está bien hija será como quieras.

-          Gracias por entenderme.

No dijimos más pues sabían que no era el momento de hablar más  del tema. Lo que yo necesitaba era su apoyo y era lo que me estaban brindando.  Ya después habría tiempo para que me preguntaran lo que quisieran.

Me despedí de ellos y salí a caminar un poco al parque que quedaba a dos cuadras de mi casa. De camino me compre  un periódico para ver si salía una oferta de trabajo que me interesara.  Estuve por dos horas sentada en una pequeña banca  sintiendo el viento envolverme entre sus brazos. Leí el periódico y decidí irme a casa para marcar los anuncios que me interesaban y así llamar y pedir más información.


Pasaron dos semanas en las que fui a varias entrevistas de trabajo pero pedían como mínimo 5 años de experiencia otras me pedían carta de recomendación de mi último trabajo y la verdad no quería volver a la empresa y ver a la licenciada Mateus. Pero la verdad es que aunque tenía mis ahorros y podría mantenerme un tiempo sin pedirles nada a mis padres el hecho de no aportar nada para la casa me estaba haciendo sentir mal, pero no quería verla, antes preferiría de hacerle de putita fina jajajaja si me oyeran mis padres les daría un infarto  ya que la niña de sus ojos (soy hija única) tiene tales pensamientos impuros jajaja. Al menos mi carácter se está normalizando eso de andar amargada por la casa le estaba afectando a mis viejos y el hecho que sufra yo no quiere decir que vaya dejar que les afecte a ellos.

Decidí bajar a la cocina a tomar mi café con mis padres aunque ya eran las 7:18 am seguramente mi papa ya se había marchado. En ese estado de trascendental meditación llegue (no sin antes hacerme una idea de las tarifas del mercado del sexo, por si acaso) a la cocina..

Al llegar me lleve una sorpresa, la licenciada Mateus estaba ahí.

-          Buenos días-dije sin volverla a ver mientras tomaba mi café–

-          Buenos días Niki

-          ¿Dónde están mis padres?

-          Tu papá en su trabajo y tu mamá anda comprando algo en el súper de la esquina así que no tarda.

-          Ok, gracias y con permiso –dije al tiempo que caminaba hacia mi cuarto con la taza en mis manos.

-          Por favor no te vayas.

-          Como dijiste mamá no tarda así que espérala aquí.

Me retire sin esperar respuesta. Llegue a mi habitación y no me di cuenta que ella me seguía.

-          Espera Niki tenemos que hablar.

-          Tu y yo no tenemos nada de qué hablar –dije entrando a mi cuarto–.

-          Claro que sí, de tu liquidación.

-          No me interesa te lo regalo.

-          No te comportes como una niña malcriada.

-          Déjame en paz.

-          No lo haré hasta que hablemos y aceptes el sobre.

-          Ya te dije que no quiero tu dinero.

-          No es mi dinero es dinero que te pertenece, te lo ganaste con tu trabajo.

-          Ya dije que no lo quiero.

-          Está bien entonces esperare a tu mamá para dárselo a ella.

-          Haz lo que quieras pero lárgate de mi  cuarto.

La tome a la fuerza de un brazo para sacarla de mi cuarto solo que ella sin duda es más fuerte que yo y me tomo de los brazos me empujó en la cama y puso seguro a la puerta.

-          Ya basta de tantos berrinches, eres demasiado malcriada para entender.

-          Y a ti que te importa que sea malcriada, déjame en paz que yo puedo ser como me dé la regalada gana.

-          Estas así porque no deje que me cogieras ¿no es así?

-          Pues te equivocas ahora por favor vete.

-          No me voy a ir hasta que cambies tu actitud.

-          Pues espera sentada.

-          Que malcriada eres, te portas como un niño que no le dieron el juguete que quería. Debería darte unas buenas nalgadas a ver si así se te baja lo malcriada.

-          Ayy si tú, ¡¡¡¡¡¡¡qué miedo!!!!!! Mira como tiemblo.

No sé en qué momento se me lanzo encima agarrando mis manos sujetándola sobre la cama quedando ella sentada sobre mis piernas dejándome inmóvil.

-          ¿Qué te pasa? ¡Suéltame de inmediato!

-          No te voy a soltar. ¿No que no me tenías miedo?

-          Jajajajaja ¿miedo yo a ti? Por favor seguro quieres matarme pero de la risa.

-          Si te voy a matar de placer y ahora mismo vamos a dar fin a tus berrinches.

Metió una de sus piernas entre las mías y se pegó completamente a mí y me beso de una manera que no sabría decir si era un beso lleno de pasión o de coraje ya que ella se notaba enojada.  Quiso meter su lengua en mi boca pero no la deje, lo intento varias veces y no lo consiguió hasta que mordió mi labio inferior  y yo solté un gemido de dolor.  No se detuvo me besaba con fiereza explorando cada rincón de mi boca yo la verdad solo me dejaba hacer. Hasta que se fue calmando y empezó a besarme de una manera tierna, ahí no pude resistirme y le correspondí.  Nos besamos con amor, aunque quizás era lo que yo quería creer, me sorprendió cuando empezó a ejercer presión sobre mi sexo y no pude evitar gemir eso se había sentido demasiado rico, mis caderas empezaron a moverse solas rozándome con su pierna buscando mi propio placer, ella me besaba el cuello y eso me volvía loca, no me importaba si me dejaba marcas, lo que me hacía me gustaba muchísimo sentía que el orgasmo estaba próximo y quería retenerlo pero me fue imposible empecé a tener pequeñas contracciones y me vine. Me sentí un poco avergonzada me hizo venirme sin haberme sacado una sola prenda y en cuestión de minutos. Me quede con los ojos cerrados y la respiración entre cortada, la sentí levantarse. Abrí los ojos la mire y me dijo:

-          Creo que con eso bastara para que se te pase lo malcriada. Aunque la verdad no pensé que fuera tan fácil y rápido jajajajaja.

Algo se me rompió dentro al escucharla decir esas palabras, unas lágrimas inundaron mis ojos, me levante llena de ira y frustración, empujándola hasta la puerta, la abrí y la saque.

-          Lárgate de mi casa no quiero volver a verte nunca más.

Cerré la puerta con llave y me lance a la cama a llorar  se había burlado de mí. Pero quizás yo tenía la culpa, era lo mismo que yo le quería hacer, la única diferencia era que yo lo quería hacer por amor.

-          Vamos Niki no seas malcriada, si quieres te doy otra dosis de sexo, algo más competo para que se te quite lo malcriada. ¿Qué dices?

-          ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Vete a la mierda!!!!!!!!!!!!!!!!!

Grite mientras me levantaba dispuesta a sacarla a empujones de la casa.

-          Yo sabía que si te decía eso saldrías, se lo mucho que te gusto.

Vio mi cara de odio y se sorprendió.

-          Lárgate de mi casa y espero que no vuelvas nunca más.

La saque hasta la sala y cuando iba a sacarla completamente llego mi mamá

-          Niki que está pasando aquí.

-          Que te lo explique ella mamá, solo vino a burlarse de mí.

Salí corriendo a mi habitación, vi sobre la cama el sobre, lo tome y salí corriendo nuevamente a la sala y se lo tire en su cara.

-          Llévate tu mugroso dinero yo no lo necesito y no vuelvas que no quiero volver a verte.

Mire el rostro y la mirada confusa de mi madre pero no le di importancia y me retire a mi habitación de la cual no salí en todo el día. Por la noche mi mamá volvía a tocar insistentemente la puerta.

-          Hija abre por favor, no has salido todo el día de ahí.

-          Si quieres, no te preguntare nada pero déjame entrar te traje algo de cenar.

-           Hija abre no has comido nada.

-          Mi amor, háblale a mamá

-          Tú sabes que te amo y jamás obtendrás un rechazo de mi parte.

No me gustaba que mamá me rogara de esa manera así que haciendo de tripas corazón me limpie las lágrimas respire profundo y le abrí.

-          Perdón mamá pero por favor no quiero hablar de lo que paso ¿sí?

-          Está bien mi amor pero con una condición.

La mire como diciendo no por favor, ella me sonrió y me dijo:

-          Tranquila mi vida, sé que no quieres hablar y no te obligare a que me cuentes solo quiero que comas.

-          ¿Sí? Anda mi amor come mientras yo te preparo el baño para que te bañes y te duermas.

-          Si lo haces no le contare nada a tu padre y tú ya sabes lo que hará si se entera.

La mire y trate de regalarle una pequeña sonrisa

-          Está bien mami voy a comer

-          Esa es mi princesita. Recuerda que siempre estaré aquí para ti. Bueno ahora siéntate a comer mientras tu mami se encarga de prepararte el baño.

-          Ok mami.

-          Por cierto mi amor, te llamaron de una empresa dicen que les gusto tu currículum y tu entrevista y quieren que te presentes mañana a primera hora para ultimar detalles de tu contratación.

-          ¿En serio mami?

-          Si mi amor.

-          Que súper mami. Ya estaba preocupándome no me gusta estar sin hacer nada.

-          Me encanta que esa buena noticia te haya devuelto la felicidad mi amor. Bueno ahora a comer para que te bañes y descanses así mañana vas relajada y tranquila mi amor.

-          Si mami, así será


Capítulo V: Conociendo la otra cara de la moneda.

Danitza

Han pasado dos meses desde lo que paso en su casa, la he seguido varias veces y sé que ya está mejor, todos los días su papá la lleva al trabajo y la recoge para llevarla a casa. Esta sumergida en una rutina muy aburrida ni siquiera sale con sus amigas y supongo que las tiene. Tiene una mirada dura y fría que no había visto nunca.

-          ¿Otra vez pensando en ella?

Jhon te he dicho que no entres a mi oficina sin avisar.

-          Cuando ella estaba no tenía que avisarte y nunca te enojaste.

-          Si pero ahora es diferente.

-          Diferente porque la extrañas.

-          No la extraño.

-          Olvidas que te conozco como la palma de mi mano mujer y es obvio que te enamoraste de esa chiquilla.

-          Eso no es cierto.

-          Claro que lo es. Lo que no entiendo es porque te empeñas en mantenerla alejada de ti si por todo lo que me contaste ella se muere por ti.

-          Yo no quería perder la amistad que tenía con sus padres por eso me mantuve al margen de ella y la trataba como una empleada más. Por Dios le llevo muchos años, 14 para ser exactos y sus padres son muy importantes para mi después que murió mi padre fueron un gran apoyo.

-          Y mira como les pagas haciendo sufrir a su única hija.  Además,¿ por qué no te acercas y hablas con la chica? Es obvio que ninguna de las dos está bien.

-          Tengo miedo de que me rechace y por otro lado ella apenas es una nena hasta podría asegurar que es virgen y yo estoy muy vieja para ella.

-          Jajajaja no lo puedo creer, ¿que no te has visto en el espejo?  Estás súper guapa y déjame decirte que cualquier persona que te vea te diría que tienes unos 28 años. No aparentas para nada más de 30 años.

-          Pero resulta que tengo 37 años y ella apenas 23. Por Dios cuando ella nacía yo ya estaba dando mis primeros besos.

-          Vamos cariño arriba esos ánimos que la edad no importa, y bueno mejor que tengas experiencia así le enseñas como se hace el amor cuando realmente se ama.

-          También temo el rechazo de sus padres porque ellos saben que soy lesbiana y quizás no acepten que tenga algo con ella. Por otro lado, que tal si le hago daño, no me lo perdonarían sus padres y menos ella.

-          El daño ya se lo estás haciendo con tus miedos.

-          Ella no me va a perdonar Jhon en mi intento de alejarla de mi le hice mucho daño. –dije soltándome a llorar desconsoladamente pues sabía que no me iba a perdonar–.

-          Vamos ella te ama y seguro te perdonara. Anda cambia esa cara y arriba esos ánimos. Mejor cuéntame ¿por qué dices que hasta virgen ,eh pillina? ¿No me digas que te acostaste con ella?

-          Estuve a punto de hacerlo pero ella tuvo un orgasmo apenas con mis caricias, fue muy lindo, vi su carita avergonzada quiso evitarlo y no pudo. Eso solo le puede pasar a una persona que tiene poca experiencia y la verdad es que no la había acariciado por mucho tiempo. Al menos eso creo yo. He estado con muchas mujeres y esta es la primera que pasa algo así. Pero ahí lo arruine todo porque recordé que lo que quería alejarla de mí y entonces me comporte de lo peor. Le hice creer que todo lo había hecho para que se le quitara la obsesión de estar conmigo y quedara todo bien para que aceptara su liquidación.

-          Dios creo que en eso si te pasaste.

-          Lo sé pero ella me dejo marcada y lo sabes.

-          Pero eso fue hace 5 años princesa, además esta niña no creo que sea igual. Aquella se le notaba a kilómetros que lo único que le interesaba de ti era tu dinero.

-          No cuando estábamos juntas, me hacía sentir que me amaba.

-          No te amaba o de lo contrario no se hubiera ido después que le abrieras una cuenta con cien mil dólares más el auto nuevo que le regalaste que, por cierto, lo disfrutó con la chica por la que te dejó y que hasta donde tengo entendido tenía 3 años de estar con ella.

-          Si tienes razón. Pero el dinero ni lo material me importo nunca, yo tengo mucho dinero y compartirlo con quien amo me pareció bien ya que no tengo familia.

-          Si pero para esa chica solo eras un cajero donde podía sacar el dinero que quisiera y lo peor es que tu dinero lo usaba para vivir de maravilla con su mujer.

-          Si fui muy estúpida al no querer verlo cuando todos me lo decían, estaba ciega. Pero lo peor fue lo que me dijo cuando estábamos en ese centro comercial donde me llevaste con segundas intenciones. ¡Qué tonta fui al ir a reclamarle! Así jamás me habría dicho que ella nunca se enamoraría de una vieja como yo, que ni placer podía darle.

-          Ya amiga no recuerdes mas eso que sé que aun te duele.

-          Me duele porque fui una estúpida que no supo ver la verdad cuando la tuvo en su cara.

-          Ya, por favor, cálmate.

-          Desde ese día he vivido en la oscuridad, viviendo solo de noche conociendo mujer tras mujer con las cuales he obtenido placer pero que me dura tan poco.

-          Jajajaja, ni tan poco placer,  bien que  todas esas mujeres te venían a buscar acá a tu oficina

-          Lo sé yo siempre se los permití. Pero llegaba un momento que me cansaban y las mandaba por un tubo.

-          Y que paso con ella. ¿Cómo te enamoraste de ella?

-          Como me enamore pues desde la primera vez que la vi entrar por la puerta de su casa con su cara que revelaba lo cansada que estaba, me miraba pero era como si no lograba coordinar ideas con respecto a mi jajajaja estaba que se moría de sueño. En su mirada no vi ni el más mínimo rastro de que yo le hubiera agradado. Pero ella a mí me lleno de ternura, por un momento sentí la necesidad de abrazarla y dormirla en mis brazos como una bebé.  Además, no puedes negar que es muy guapa con su cabello negro tan crespo y esos ojitos tan oscuros sobre todo su piel canela tan suave.

-          Y no olvides esos labios que se gasta son carnositos, muy apetecibles.

-          Y tú que no eres gay –dije viéndolo con una mirada fulminante–.

-          Uuuuffff querida, menos mal que las miradas no matan de lo contrario ya estaría muerto. No pensé que fueses tan celosa. Además que yo sepa no es nada tuyo así que no tienes derecho a enojarte.

-          No somos nada pero pronto será mía, y que ni se te ocurra echarle una mala mirada, ehh?!!!!

-          Jajajaja sabes que soy gay y aunque no niego que es muy linda, ella a mí no me mueve ni media hormona querida así que pasemos la página y dime como piensas reconquistarla y hacer que te perdone para que corras a sus brazos.

-           Mmmmmmmmmmmm si muero por estar entre sus brazos, huele tan rico como a colonia de bebé.

-          Jajajaja si admito que huele a colonia de bebé. Es la primera vez que conozco una niña tan grande jajajaja

-          No te burles de la nenita. Ella es aún una niña y sobre todo muy  inocente. No merece la burla de nadie.

-          Mira quien habla quien peor se burló de ella.

-          Ya lo sé pero fue porque yo pensé que hacia lo correcto no quería lastimarla más y eso sumado a mi miedo me hizo una estúpida de lo peor.

-          Bueno y ¿qué piensas hacer?

-          ¿Qué voy hacer? Pues hablar con ella, sé que será difícil pero lo intentaré hasta que me escuche. Por ahora debo hablar con sus padres sobre todo con su mamá ella me vio aquel día y no sé si Niki le habrá contado lo sucedido.

-          Espero que tu suegra te escuche antes de sacarte a patadas de su casa. Aunque pensándolo bien me encantaría verlo. ¿De casualidad, no quieres que te acompañe querida?

-          No gracias esto es algo que debo hacer sola. Y me pondré manos a la obra ya mismo porque dentro de unas 2 horas don José llegara a almorzar así que debo aprovechar hablar a solas con doña Magdalena.

-          Entonces vamos salgamos juntos así me acompañas hasta el estacionamiento y no solo al ascensor como a tus ex amantes jajajaja

-          Deja de molestarme y pobre de ti que cuando tenga novia hagas esos comentarios porque te arranco tus miserias y mando que te hagan mujer

-          Oye la idea no suena tan mal, apartando eso de arrancarme lo que tú ya sabes ya que si lo haces seguramente moriré antes de que me hagan mujer jajajajaja. ¡¡Eyy y no son miserias!! La tengo grande y si quieres te la muestro.

-          Bueno pasemos la página que ver eso… ¡¡Ayy no, Dios me libre de semejante castigo, antes preferiría estar ciega jajajajaja!!

-          No es chistoso, que mala eres. Ojala tu suegra te trate como zapato viejo.

Jajajaja mi amigo era un loco pero era lo que más me gustaba de él, me hacía sentir bien y siempre me apoyaba era como el hermano que nunca tuve.

Él se subió a su auto y se fue, yo subí al mío y emprendí camino hasta la casa de Niki. No podía evitar sentir un hueco en el estómago de solo pensar que las cosas no serían fáciles y que quizás todo podría salir mal.

Toque el timbre y espere. Unos minutos después abrió doña Magdalena, me miro sorprendida  al parecer no esperaba mi visita.

-          Buenos días doña Magdalena

-          Buenos días señorita

-          Disculpe que la moleste, sé que vine sin avisar y que obvio no esperaba que viniera pero necesito hablar con usted –los nervios me estaban matando–

-          Pasa adelante

-          Gracias

Entre a paso lento, ella cerró la puerta y me hablo.

-          Vamos a la cocina te serviré un café y de paso sigo pelando unas verduras.

No dije nada solo la seguí.

-          Siéntate.

-          Gracias.

La vi tomar café y por primera vez note que Niki era idéntica a ella.

-          Aquí tienes, espero que este al punto que te gusta.

-          Gracias.

-          Me estas desesperando con el gracias, se supone que venias dispuesta hablar conmigo pero no has dejado de decir gracias.

-          Discúlpeme pero estoy muy nerviosa lo que quiero hablar con usted no es fácil y no quiero que se me vaya el valor de hablar con ustedes.

-          Está bien, pero habla ya y déjate de rodeos.

-          Antes de empezar quiero saber si Niki le conto lo que paso la última vez que estuve aquí.

Y ahí su mirada me fulmino, recordarle ese momento no fue buena idea.

-          No quiso decirme que paso pero algo muy malo debió ser ya que desde ese día dejo de ser la niña alegre y feliz que solía ser. No sabe cómo me arrepiento que haya empezado a trabajar con usted ya que solo le ha traído sufrimiento a mi niña que no se lo merece. –Escuché cada cosa con la mirada puesta en mi taza de café tenía razón y me sentía avergonzada de ello aunque eso no arreglaba nada–.

-          Tiene razón pero le pido que me escuche por favor –ella solo me miró fijamente–.

-          Está bien, habla.

-          Usted sabe que soy lesbiana –empecé diciendo–.

-          Eso todo mundo lo sabe, la única inocente que no lo imaginaba era mi niña –la mire con asombro–.

-          Yo no sabía que le interesaba.

-          En cambio, yo sé que a ella le interesas desde que entro a trabajar contigo. Ella no me ha dicho nada pero su insistencia en saber todo de ti y como se le iluminaba la mirada cada vez que yo le contaba sobre ti dejaba al descubierto sus sentimientos.

-          Yo me entere de cuando ella renuncio.

-          Y por eso la has hecho sufrir tanto –me miro con rencor–.

-          Sé que no tengo justificación pero yo estaba ciega no quería aceptar que me había enamorado de su hija por varias razones.

-          ¿O sea que estas enamorada de mi hija? –me miro sorprendida–.

-          Sí, pero soy algo mayor para ella y no me quería arriesgar a vivir lo mismo que hace unos años y menos a sufrir una decepción tan grande. Por otro lado, no quería perder la amistad con ustedes ya que son muy importantes para mí y lo saben.

-          Y la mejor opción que encontraste fue hacer sufrir a mi princesita que no tiene la culpa de haberse enamorado de ti.

-          Yo pensé que hacer que alejarla de mí era la solución para todo y que tarde o temprano se le pasaría y me olvidaría. Pero no contaba con que la realidad me golpeara tan fuerte. La extraño demasiado  y me doy cuenta que la amo más de lo que imaginaba y que aunque le llevo muchos años y tenga un miedo terrible a que en un futuro eso sea motivo de separación ya que podría enamorarse de alguien de su edad, quiero vivir lo que el destino tenga preparado para nosotras.

-          ¿Qué me quieres decir? ¿Qué vas a luchar porque mi hija te perdone?

-          Si doña Magdalena. Quiero luchar por ella. Y quiero pedirle permiso de cortejar a Niki.

-          No quiero que mi hija sufra más.

-          Por favor doña Magdalena, déjeme demostrarle que amo a Niki y que puedo hacerla feliz.

-          Aunque yo te diera mi consentimiento no creo que mi hija te perdone tan fácilmente ella se ha vuelto muy fría y no creo siquiera que quiera escucharte.

-          Sé que no será fácil pero yo pondré lo mejor de mí para lograr su perdón.

-          Está bien pero no me pidas que hable con ella al respecto porque no lo haré.

-          Por supuesto que no le pediré que interceda por mi ante ella, eso es algo que debo lograr yo pero quería pedirle que me ayude con don José.

-          ¿Con mi esposo?

-          Si, emmm quiero pedirle permiso de cortejar a Nicole.

-          No se cómo lo vaya a tomar pero hablare con él al respecto. Pero dime ¿cuándo hablaras con él?

-          Quiero hacerlo hoy mismo. Luego hablare con Nicole.

-          Está bien, ayúdame a poner la mesa mientras él llega.

-          Está bien.

Puse la mesa y espere que llegara.

-          Cálmate mujer que tienes una ventaja.

-          ¿Una ventaja? ¿Y cuál es esa?

-          Él no sabe nada. El solo dice que mi hija ha cambiado pero no sabe lo que ha pasado entre ustedes.

-          Uuufff no sé si alegrarme o ponerme más nerviosa ya que si  él no sabe nada no sé cómo vaya a tomar mi petición.

-          Jajajaja pues debes enfrentar al suegro si quieres a nuestra princesa. Ella es la niña de sus ojos así que si ella te perdona el no pondrá problema, lo único que le interesa es que nuestra niña sea feliz.

-          Esperemos que así sea –dije aun nerviosa–

A los 20 minutos llego don José me saludo con un beso en la mejilla como siempre y nos sentamos en la mesa. Comenzamos a conversar y la verdad me estaba acobardando pero doña Magdalena le dijo que yo tenía algo que decir y con los nervios de punta le dije todo sin respirar. Pobre don José casi se ahoga con el jugo que se estaba tomando. Y yo solo lo miraba un poco asustada temía que reaccionara mal y me echara de su casa. Después de un sin número de preguntas que me hizo y que doña Magdalena me ayudara a responder algunas que yo no sabía ni que decir. Al final dijo las palabras que la verdad no espere escuchar:

-          Si mi hija te corresponde y tú a ella pues no soy quien para oponerme. Además mi hija no podría quedar en mejores manos. Estoy segura que tú me la cuidaras y no me le harás daño –y ahí doña Magdalena me miro con su mirada fulminante–

-          Le prometo que voy a poner todo de mi parte para que su hija me acepte y si lo hace voy a cuidarla y mimarla en todo.

-          Eso espero porque solo quiero que mi princesita sea feliz.

-          Gracias don José no sabe lo feliz que me hace que usted responda de esta manera.

Después de comer con ellos y de despedirme me dirigí a la empresa donde trabajaba Nicole. En media hora estaba sentada en un asiento esperando que la secretaria me dijera que podía pasar. Pero no fue de inmediato ya que pasaron 20 minutos y nada que me dejaba pasar. Después de un rato me dijo que siguiera, yo sentía mi corazón en la garganta.

Respire profundo y  abrí la puerta, ella se encontraba concentrada en el computador.

-          Hola –fue lo único que se me ocurrió decir, estaba muy nerviosa–.

-          ¿Qué es lo que quieres?

-          Quiero hablar contigo.

-          Entonces ve directo al grano y dime lo que vas a decirme estoy muy ocupada y no tengo mucho tiempo.

-          Entonces te invito a cenar y hablamos con calma.

-          ¿Qué pretendes al venir aquí? ¿No te bastó con burlarte de mí?

-          Yo estaba confundida y tenía miedo. Solo pensaba que lo mejor para ti era alejarte de mí.

-          Si y tienes razón, no sabes cómo te lo agradezco. Ahora si ya terminaste podrías retirarte por favor.

-          Yo no quería hacerte daño y tampoco que me lo hicieras tú, yo sufrí mucho y tenía miedo de vivir lo mismo. Me costó mucho aceptar que estoy enamorada de ti y querer darme una oportunidad contigo. Por favor déjame explicarte mis razones.

-          No es necesario que me expliques nada ahora por favor vete.

No pude contener mis lágrimas y salí de su oficina llevándome en mi memoria su mirada llena de odio y rencor hacia mí.  Le había hecho demasiado daño y eso no me lo perdonaría nunca.

Me fui a mi casa, no tenía ánimos de trabajar y tampoco quería hablar con nadie así que me encerré en mi casa. Todo cuanto había planeado se me había ido a la basura.

Sabía que sería difícil pero no espere que tanto. Ahora no sé qué hacer lo mejor será darme un buen baño y acostarme a dormir un poco quizás cuando despierte piense en algo.

Desperté sí, pero al siguiente día a las 5 de la mañana. Quizás salir a correr me haría bien y me despejaría un poco así que me vestí en ropa deportiva y salí a correr al parque que estaba a solo dos cuadras de mi casa. No llevaba ni cinco minutos de corriendo cuando vi una floristería y me pareció muy raro que estuviera abierta tan temprano. Me acerque a paso lento y ya frente a la entrada salude:

-          Buenos días

Una señora quizás de unos 60 años salió a recibirme.

-          Buenos días señorita, ¿qué se le ofrece?.

-          Quisiera comprar unas flores y que las envié a una dirección con una nota que yo escribiré.

-          Con gusto lo are solo que tendrá que ser mas tarde porque mi sobrino es quien entrega las flores y viene hasta las siete.

-          Está bien. –dije sonriendo– además le reconozco que me sorprende que una floristería este  abierta tan temprano.

-          Antes abría normal a las ocho de la mañana pero las ventas no han estado muy buenas así que decidí abrir más temprano y bueno hay gente que busca flores muy  temprano así que las ventas han aumentado un poco.

-          Que bien. Pues yo le pagare el doble si cada día usted envía las flores a las a la dirección acordada, tienen que estar ahí a las seis en punto. ¿Qué me dice? ¿acepta?

-          Por supuesto yo acepto pero falta ver si mi sobrino quiere ir  tan temprano.

-          Está bien sé que es muy temprano y quizás no quiera empezar a trabajar dos horas antes de lo normal así que por las flores le pagare tres veces más de lo que cuesta y por aparte pagare el envío.

-          Bueno siendo así no habrá ningún problema de entregarlo a esa hora.

-          Ok entonces por hoy la entregaran en esta dirección es el lugar donde ella trabaja. Ya mañana la entrega será en su casa.

-          Muy bien señorita. Ahora elija las flores y el tipo de arreglo que le gustaría enviar.

Elegí rosas rojas y para los siguientes días serian de un color diferente. La señora me hizo una factura y yo pague una semana por adelantado, sin embargo pasaría cada día a la misma hora para escribir mis tarjetas.

No sabía que le podía escribir así que me decidí por algo que naciera de mí en ese momento.: Hola Niki, sé que no quieres saber nada de mi pero por favor dame la oportunidad de explicarte mis razones, mis miedos, para que puedas comprenderme un poco al menos y quizás llegues a perdonarme. Te amo déjame demostrártelo princesita.

Esa fue la primera de las muchas tarjetas que le envié, pasaron dos meses y no obtuve respuesta a ninguna de ellas y tampoco quiso recibirme las veces que fui hasta su oficina a tratar de hablar nuevamente con ella.  Su mamá trataba de darme ánimos y apoyarme pero un día  me llamo para invitarme a almorzar quería hablar conmigo así que a las once fui a visitarla.

-          Buenos días Doña Magdalena.

-          Hola hija ¿Cómo estás?

-          Bien, ¿y usted?

-          Bien hija, pero pasa y vamos a la cocina así me ayudas a terminar de cocinar mientras conversamos.

-          Me parece bien.

Nos dirigimos a la cocina y me ofreció un vaso de jugo de naranja.

-          Bueno siéntate hija. Tenemos que hablar.

-          ¿De qué quiere que hablemos Doña Magdalena?

-          Sobre mi hija –eso me desconcertó un poco yo creí que todo estaba claro–.

-          Tiene alguna duda? O quiere preguntarme algo?

-          No, nada de eso. Quiero decirte algo.

-          Ok, soy toda oídos –dije sonriendo–

-          Ella está saliendo con una chica –me lo soltó así sin más y mi sonrisa se borró por completo–.

-          ¿Ella se las presento como su novia?

-          No, la presento como su amiga pero ya llevan una semana saliendo y por lo que me dijo trabajan juntas.

-          Creo que ya me está olvidando.

-          Lo lamento, a  mí me habría gustado que formalizaran algo pero era mi deber decírtelo.

-          Lo sé y se lo agradezco, es mejor enterarme por usted y no de otra manera.

-          ¿Qué vas hacer ahora?

-          Dejarla en paz para que me olvide más rápido. Yo le hice daño y ella no me lo perdona. La he buscado muchas veces y siempre me pide que me vaya sin dejarme hablar y las últimas veces se niega a recibirme. Le he enviado flores todo este tiempo con infinidades de tarjetas pidiéndole una oportunidad de explicarme, la he llamado y no atiende mis llamas o apaga su celular.

-          No sé qué paso entre ustedes pero lamento que se hagan daño de esta manera. Yo las quiero a las dos y me duele.

-          No se preocupe Doña Magdalena  me lo merezco por tonta, es mi culpa todo esto. Lo mejor que puedo hacer es alejarme y dejar que al menos ella sea feliz.  –A estas alturas ya no pude contener mis lágrimas y recorrían mis mejillas sin mi permiso–.

-          Piénsalo bien hija no te vayas arrepentir después. Quizás aún haya alguna posibilidad entre ustedes.

-          No la hay se lo aseguro ella no quiere nada mío y menos quiere verme ni en pintura.

-          Deberías intentarlo una última vez.

-          No, eso solo serviría para hacernos más daño ella no quiere escucharme y ya estoy cansada.  Bueno ahora tengo que irme debo resolver unos asuntos de la empresa.

-          Pero hija no estás bien, no quiero que manejes así.

-          Tranquila, no me pasara nada.

Tome mis cosas y con el corazón más lastimado me retire hasta el consultorio de mi psicóloga personal. En realidad era más mi amiga que mi psicóloga.  Me atendió su secretaria y me pidió que esperara mientras atendía una paciente. Después de casi una hora de espera la secretaria me hablo que ya podía pasar.

Entre con la mirada pegada al piso y con las lágrimas a punto de salir otra vez me las volví a limpiar con el pañuelo que tenía en mi mano derecha.

-          Dios mío querida no pensé volver a verte así

-          Pues ya ves el amor no es lo mío.

-          Tranquila, siéntate mientras te doy un calmante y  un masaje para que te relajes  y me cuentes todo.

Me deje caer en el típico asiento donde se sentaban todos sus pacientes.

-          Tomate esto y recuéstate.

Lo tome sin decir nada más. Ella sabía que para haber llegado hasta su consultorio debía de sentirme fatal de lo contrario no iría y le pediría vernos en otro lugar como cada vez que lo necesitaba desde hace 5 largos años.

-          Quieres contarme ¿qué paso?

-          Ella está saliendo con otra chica, ya hasta la llevo y la presento con su familia –dije rompiendo a llorar nuevamente– .

-          Tranquila, respira.  Si quieres puedes parar y luego seguimos.

-          Ella ya me olvido Lucia.

-          Ven y te abrazo.

Mientras me consolaba me daba suaves palmadas en mi espalda tratando de calmarme.

-          Te lo advertí Dani. Si no vencías rápido todos tus miedos la ibas a perder.

-          Pero bueno porque no le explicaste de tus miedos. Porque no le dijiste que desde que te diste cuenta de lo que sentías por ella no habías estado con nadie más.

Yo no respondía solo me quede ahí en sus brazos que me brindaban consuelo.

-          Vamos Dani tienes que sacar lo que sientes. Sabes yo hasta había pensado que estaban juntas ya que últimamente no hemos hablado.

-          Yo quise conquistarla, quería que me perdonara pero ella no quiere ni verme.

Volví a llorar desconsoladamente y ella siguió consolándome por un rato hasta que la escuche decirle que me llevaría a casa.

-          Arriba Dani, te llevare a tu casa así descansas un rato.

Ella me llevo a casa y yo me dormí  no quería pensar en nada y ella me conocía sabía que cuando me hundía en depresión me daba mucho sueño.

Al siguiente día me levante muy tarde así que llame a Jhon para pedirle que se hiciera cargo de la empresa por una semana al menos. Él es un gran amigo y un gran profesional, trabaja en una empresa con su  padre y el me conocía así que no habría problema con que me lo prestara por unos días.

Lucia venía a almorzar conmigo  a casa y cuando me encontraba dormida me mandaba a bañar para que comiéramos juntas.  Éramos amigas desde que estudiábamos juntas hasta que en la universidad ella eligió psicología y yo administración de empresas, nos veíamos poco pero seguíamos siendo muy buenas amigas. Nunca había requerido de sus servicios como psicóloga únicamente como amiga, hasta mi fracaso en el amor con esa niña que solo se burló de mí. Ahora vuelvo a requerir sus servicios como amiga y psicóloga. Y de nuevo por una niña, solo que esta vez  yo tuve la culpa.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la entrada de mi amiga.

-          Buenos días bella durmiente

-          No te han enseñado a tocar antes de entrar.

-          Sí, pero tú y yo somos intimas así que esos formalismos están demás jajajaja

-          Eso se llama mala educación y de vez en cuando que demuestres un poco nunca esta demás.

-          Ya, no seas gruñona Dani

-          Lo siento.

-          Olvidémoslo ¿vale?

-          Vale

-          Ahora levántate de ahí floja que quiero que te des un baño porque hoy he decidido dedicarle el día completo a mi paciente favorita.

-          ¿En serio?

-          Si muy enserio.  Aunque te va a salir muy caro ya que tendrás que pagar mi día completo y tú ya sabes cuánto cobro jajaja.

-          No importa, yo pagare con gusto si me haces sentir mejor.

-          Jajaja sabes bien que jamás te cobraría un solo centavo amiga.

-          Lo sé pero me gustaría pagarte, después de todo soy una paciente más y no es justo que dejes de atender a personas que si te pagan y no quieras aceptar mi dinero, al menos déjame que me sirva para algo.

-          Amiga yo sé que el dinero te sobra pero somos amigas y entre amigas todo es gratis.

-          Bueno es inútil seguir discutiendo contigo mejor me voy a bañar.

-          Si eso está mejor. Ve que acá te espero.

Me fui a bañar y después de una larga hora sali del baño vestida con ropa deportiva y peinada con una cola alta. Tome una chaqueta gris a juego con mi ropa y busque a mi amiga que no estaba en la habitación, supuse que estaba con doña Juanita mi ama de llaves y la que se encarga de todo en la casa claro que con la ayuda de una sobrina suya y de don Orlando el jardinero que también se encarga de traer  las cosas pesadas  o cosas así, en fin ellos son los que mantienen en orden esta casa.  Me coloque un poco de perfume y salí en busca de mi amiga la cual encontré en la cocina.

-          Ya suponía yo que te encontraría aquí.

-          Mmmm es que doña Juanita cocina riquísimo.

-          Si pero ¿no se suponía que nos iríamos ya?

-          Así es pero primero vamos a desayunar que yo no he comido nada y tú tampoco.

-          Pero yo pensé que nos iríamos ya.

-          Vamos a comer ok. Además Doña Juanita ya puso la mesa y está todo listo para que empecemos a comer.

-          Está bien pero yo solo quiero un jugo de naranja

-          Nada de eso al menos tendrás que comer un poco de fruta.

Nos sentamos a comer  bueno ella empezó a comer como si no hubiera un mañana.

-          Dios Lucia, es que de verdad no tienes educación?

-          Jajajaja es que este pollito a la plancha esta delicioso mmmmm y con esta salsita uuufff que rico. Por cierto pásame la ensalada.

-          ¿Y dónde está el por favor?

-          Pues en tu boca que tú lo has mencionado jajaja.

-          Ja ja que chistosa.

-          Bueno pásamela ya porfis.

-          Jajaja ok.

Así transcurrió la comida hasta que nos fuimos en su auto a un mirador muy bonito que quedaba a las afueras de la ciudad.

-          ¿Qué te parece Dani?

-          Tú sabes  que siempre me ha encantado venir aquí aunque hace muchísimo tiempo no venía.

-          Es un lugar muy hermoso y súper tranquilo hasta alquilan caballos por si te dan ganas de ir a montar.

-          Sabes que no se montar. Por otro lado, tampoco tengo ánimos para aprender.

-          Dani venimos a disfrutar de este lugar no a que te pongas triste. Por favor trata de no pensar en nada que te duela.

-          Lo intentare amiga.

-          Bien. Ahora mejor vamos a jugar billar ¿te parece?

-          No, mejor tiro al blanco.

-          Está bien lo que tú quieras pero después jugamos billar.

-          No, eso es más aburrido mejor  después jugamos boliche.

-          Lo dices solo porque te gusta jugar eso y yo solo se jugar billar.

-          Jajaja yo no tengo la culpa que seas tan mala en esos juegos.

-          Pero tienes la culpa de mi mal humor ya que solo te la pasas burlándote de mí porque no acierto a ninguno.

-          Jajajaja es que es chistoso.

La verdad que la tarde fue divertida y logre relajarme un poco. Pero ya casi eran las 5 así que debíamos irnos.

-          Es hora de irnos princesa pero te propongo ir a cenar al restaurante mexicano que está en el centro y después nos vamos al cine a ver una película ¿Qué te parece la idea?

-          Me parece genial. Yo pensé que ya me llevarías a casa.

-          Claro que no. Esto aún no termina.

-          Qué bueno porque no quiero aun irme a casa.

-          Pues eso no pasara ahora arriba porque vamos directo a comerme unos taquitos picosos que me encantan.

-          Tú siempre tienes hambre Lucia.

-          ¿Y eso qué? Déjame decirte que no todos los días me tomo un día libre y menos con mi mejor amiga, así que hay que disfrutarlo al máximo.

-          Gracias amiga. Te quiero mucho –dije dándole un abrazo.

-          Bueno basta de sentimentalismos y vámonos.

Capítulo VI: Volviendo a ver todo desde mi punto de vista.

Nicole.

Había empezado a salir con una compañera de trabajo pero aun así no me podía  sacar a  Danitza de mi cabeza y como lo iba lograr sino dejaba de llamarme, de enviarme flores y tarjetas que pedían una oportunidad. Aunque ayer y hoy ya no había recibido flores ni llamadas.

-          ¿Será que ya se dio por vencida?

Pues si fue así ya era hora ya tiene como dos meses enviándome flores y llamándome cada día. Dios hasta estoy quedando más loca no dejo de pensar en ella ni dejo de hablar sola.

Mejor llamo a Brenda, mi compañera de trabajo con la cual he salido. Preferí escribirle un mensaje de  texto diciéndole que aceptaba su invitación a comer después de salir del trabajo. A los minutos me respondió diciendo que le parecía súper que aceptara su invitación y que no me iba arrepentir.

La hora de salida llego y al caminar hasta parqueo apareció Brenda en su auto se detuvo cerca mío yo le sonreí y ella me abrió la puerta. Me dio un beso en la mejilla y me dijo:

-          Te prometo que no te vas arrepentir.

-          Seguro que no, contigo jamás me aburro.

-          Y hoy no será la excepción te voy a llevar a un restaurante en el centro donde preparan una comida mexicana deliciosa.

-          Pues espero que las comidas no lleven mucho picante porque no soy buena al chile.

-          A mí me encanta el chile, pero si quieres podemos ir a comer otra cosa.

-          No es necesario cambiar de planes. Además debe haber algo en el menú que no pique mucho –dije sonriendo–.

El tráfico estaba un poco pesado y es normal ya que esta es la hora normal que salen todos de sus trabajos.

Después de largo rato viendo por la ventana me aviso que habíamos llegado. Nos bajamos y caminamos hacia la entrada, un mesero nos acompañó hasta una mesa al parecer ella ya había reservado una, nos sentamos y pedimos algo de tomar y para mi mala suerte al volver a ver al frente vi a Danitza. Aunque estaba de espalda a mí la logre reconocer y estaba con una de sus amantes no lo podía creer, decía amarme y que rápido se le fue el amor ahora está feliz sonriendo con esa mujer. Dios que rabia es una hipócrita, menos mal que no caí en sus redes  pero esto no se queda así se lo gritare a la cara.

-          Brenda, ¿me disculpas un momento?

-          Si claro. ¿Vas al baño?

-          No, voy a saludar a mi ex jefa.

Me levante rápido sin darle la oportunidad de decir algo ya que ella sabía bien que entre ella y yo había pasado algo.

Camine con dirección a su mesa.

-          Buenas noches –dije al tiempo que me sentaba en una silla y  ellas me volvían a ver un poco sorprendidas.

-          Buenas noches respondieron ambas.

Ella me miraba fijamente con una hermosa sonrisa como si le gustara verme ahí con ellas. Yo ignore  eso y me deje llevar por los celos si porque no había podido dejar de amarla y me dolía verla con otra.

-          No puedo creer lo hipócrita que eres –le dije mirándola directo a los ojos, se le borro la sonrisa al escucharme–.

-          ¿A qué te refieres? ¿Por qué dices eso?

-          No te hagas la estúpida que no te queda. Has pasado meses enviándome flores notas y reventándome el teléfono de tantas llamadas para disque pedirme una oportunidad y mientras esperas que yo caiga de nuevo en tus redes tú sigues revolcándote con tus amantes.

-          Nada de eso es cierto. Déjame explicarte yo

-          Tú nada. No quiero escucharte ni volver a verte, eres lo peor que me ha pasado en la vida.

Cuando vi sus lágrimas recorrer su rostro me arrepentí de haberle dicho todo eso pero ya era demasiado tarde solo la vi levantarse y salir corriendo para segundos después ver como se levantaba esa mujer y quiere salir corriendo tras ella pero la detuve.

-          Que no tienes dignidad que sabiendo que a ti también te engaña quieres ir tras ella.

La mujer solo me vio con sus ojos brillantes llenos de ira, me dio un empujón y salió corriendo tras ella. Yo solo me quede asimilando lo que acababa de pasar. No lo podía creer había cometido una estupidez, me había dejado llevar por los celos.

Me senté  donde segundos antes estaba esa mujer  y al volver a ver al frente me encontré con la mirada de Brenda la cual no pude descifrar. Pero algo estaba claro estaba decepcionada de mi.  Le debía una explicación así que me levante para ir hablar con ella pero una mano me retuvo, era esa mujer nuevamente.

-          Tu y yo tenemos que hablar.

-          No veo de que, yo a usted ni la conozco.

-          Te equivocas tenemos mucho de qué hablar. En cinco minutos arruinaste lo que llevo intentando todo el día.

-          ¿Y que se supone que  querías llevártela a la cama?

No la vi venir solo sentí un fuerte dolor en mi mejilla, esa mujer me había dado una bofetada y quise devolvérsela pero me tomo de las manos y me dijo.

-          Estoy harta de ver a mi amiga llorar por ti. No eres más que una niña estúpida que no sabe ni donde esta parada.

-          No te permito que me trates así

-          Y yo no te permitiré que le hagas más daño.

-          Tú qué sabes idiota.

-          Se todo. Así que te sientas que tú y yo vamos hablar y no quiero excusas así que ve donde tú amiga y dile que vas hablar conmigo y que no te espere porque esto va para largo.

No sé  porque le hice caso o quizás por miedo a que me volviera a dar otra bofetada porque tiene la mano bien pesada. En fin, fui donde Brenda y le dije que tenía que arreglar un problema, que me disculpara y que luego la llamaría para darle una explicación.  Tome mi bolso y me fui a la mesa de esa mujer que no se ni como se llama. Me senté donde segundos antes estaba Danitza.

-          Bien, dime lo que tengas que decirme rápido porque debo irme.

-          Ahora lo que harás será callarte porque voy hablar y tú vas a limitarte ¿de acuerdo?

-          No, yo no soy nada tuyo y menos tengo la obligación de escucharte.

-          Carajo me estas sacando de mis casillas y no quiero enojarme más porque te advierto que voy a desquitarme contigo –Me volvió a ver con una mirada llena de furia–

-          Ok  soy toda oídos.

-          Así está mejor.

-          Bueno empiece.

-          Cállate ok. –yo solo asentí con la cabeza– bueno para empezar llevo todo el día con Dani, ya que quería hacerla sentir bien ya que por tu culpa ha entrado en una depresión terrible y si no estoy ahí ella se la pasara durmiendo todo el día y eso no es bueno.

-          ¿Quién eres tú y porqué estas con ella?

-          ¿No te parece que esa pregunta debiste hacerla desde un principio? ¿No sé,  antes de suponer que entre ella y yo había algo más que amistad?

-          ¿Me vas a responder si o no?

-          Está bien. Ella y yo somos amigas desde hace muchísimos años de hecho estudiamos juntas. Soy su mejor amiga y su psicóloga.

-          Su psicóloga? Por dios ni que estuviera loca.

-          No es necesario estar loco para necesitar ir a un psicólogo. Ahora te callas y  me escuchas.

-          Está bien habla.

-          Estoy de acuerdo que lo que hizo para que te alejaras de ella no fue la mejor manera. Pero ella tenía miedo y con justa razón hace años sufrió demasiado, además tenía miedo de perder su amistad con tus padres ella los aprecia mucho ya que fueron amigos de su padre cuando trabajaban para él y más que trabajadores eran sus amigo. Por otro lado la diferencia de edad entre ustedes y su mala experiencia con una chica que solo se burló de ella la dejaron muy mal con miedos que le ha costado mucho vencer.  Es verdad que ha tenido  amantes pero eso fue en una época que paso de la tristeza a querer borrar de su piel las caricias de aquella chica.

Ella siguió explicándome todo y pase de sentirme mal a querer que me tragara la tierra.  Me había equivocado y no le había dado a mi amor la oportunidad de explicarme cada vez que me lo pidió.

-          Soy una estúpida, no puedo creer lo tonta que soy –dije mientras agarraba mi cabeza con ambas manos–

-          La verdad que si la regaste muchísimo. Pero ella te ama demasiado y estoy segura que todo se arreglara.

-          Eso espero –a este punto las lágrimas se me salían solitas sin poder evitarlo–.

-          Vamos tranquila. Mejor toma tus cosas iremos a buscarla no me gusta que este sola debe sentirse muy mal.

-          Está bien vamos

Nos fuimos en su auto y cuando llegamos no reconocí el lugar pero wooowww la casa donde mi amor vivía era inmensa. Ella se parqueo  y antes de bajarnos me tomó una mano y me dijo:

-          Por favor no arruines más este día que yo había hecho de todo para hacerla sentir mejor y está claro que tú con unas simples palabras podrías arruinar todo.

-          Está bien te prometo que esta vez no seré tan tonta. Por cierto ¿Cómo te llamas?

-          Lo dicho tu preguntas todo a última hora pero en fin. Me llamo Lucia.

-          Gracias por explicarme todo.

-          Me daré por bien servida si la haces feliz.

Salimos del auto y nos dirigimos a la puerta ella toco el timbre y minutos después una señora salía a recibirnos.

-          Buenas noches señorita Lucia

-          Buenas noches Juanita.  ¿Sabes si Dani ya llego?

-          Si, llego muy mal. No saludo a nadie y paso corriendo a encerrarse en su cuarto.

-          Gracias Juanita. Ella es una amiga de Dani –dijo presentándome a la señora–.

-          Un placer Juanita   -salude extendiendo mi mano–.

-          Vamos a subir hasta su habitación. Por favor prepara algo de cenar en un rato volveré para subirle algo de cenar.

-          Como usted diga señorita.

Yo solo seguía a Lucia a paso lento tenía miedo de que Dani al verme no quisiera hablar conmigo y si era así lo merecía.

-          Cambia esa cara ella te ama y lo último que quiere es hacerte daño.

-          No sé qué le voy a decir.

-          Pues tendrás tiempo para pensarlo –dijo abriendo  las puertas de un hermosa habitación–

Era la habitación de mi amor   y ahí estaba ella recostada boca abajo con una expresión muy triste, estaba claro que se había dormido llorando. Quise ir y abrazarla para que no se sintiera triste nunca más.

-          Ve y abrázala ella lo necesita más que tú. Tomate tu tiempo y cuando estés lista la despiertas sino lo haces podría dormir hasta mañana y levantarse muy tarde ya que cuando entra en depresión se la pasa durmiendo, pero no te preocupes es su manera de evadir el dolor que siente.

-          Gracias por lo que has hecho.

-          De nada, lo hago por ella, por verla feliz. Ahora te dejo a solas ya es un poco tarde y debo irme pero antes cenaré algo y le diré a Juanita que les suba algo de comer  pero dentro de una media hora así tienes un poco de espacio.

-          Gracias nuevamente, no tengo como pagarte todo lo que has hecho.

-          Ya te dije hazla  feliz. Bueno me voy, mañana vendré a verla como esta y más te vale que este bien o te las veras conmigo.

Yo solo sonreí y me recosté a un lado dándole un beso en su mejilla. Estaba muy hermosa así, dormidita, podría pasar horas disfrutando de verla dormir.  Me acosté a su lado y después de un rato acariciando su rostro ella se abrazó a mí, ese contacto me encanto me daba mucha ternura tenerla abrazada a mí. Me aproveche de eso y la acomodé bien sobre mi pecho así acariciaba su cabeza y su espalda.

Después de estar en esa posición tan linda abrazada a mi amor vi a Juanita entrar con una bandeja en las manos, la coloco sobre una mesita y se fue sin decir nada.

Quería tenerla así para siempre pero ella debía comer así que muy a mi pesar tendría que despertarla. Me baje a su altura y le robe un beso   muy tierno que no respondió de inmediato sino hasta después y fue la gloria mmmm que rico besa mi amor.

Cuando despertó por completo se asustó un poco y se separó, era normal estaba dormida y la habitación casi en penumbras no podía ver que era yo  así que le hable.

-          Calma mi amor, soy Nicole –dije abrazándola como al principio–.

-          ¿En serio eres tú?

-          Si mi amor, soy yo.

Ella no dijo nada más y eso me extraño así que tome su rostro en mis manos y le di un tierno beso.

-          ¿Qué pasa nenita?

-          Tengo miedo porque esto es solo un sueño y cuando despierte no estarás.

Me partió el alma verla en ese estado. No pude evitar llorar junto a ella pues al final yo le había hecho más daño. Ahora solo quedaba comprendernos y tratar de olvidar todo y en eso yo le ayudaría en lo que fuese necesario con tal de volver a ver esa hermosa sonrisa que me hipnotiza cada vez que me regala una.

Le hable con ternura con amor:

-          Mírame Dani.

Ella se volvió hacia mí y yo tome su rostro entre mis manos y con mis  pulgares limpie sus lágrimas.

-          Yo sé que no me he portado bien porque  en su momento me lastimaste y sentí que no había oportunidad entre nosotras, para mí que tú no sentías nada por mí así que me cerré completamente para no lo volver a sufrir.

-          Yo lo siento –dijo ella bajando su mirada–.

-          Quiero proponerte que empecemos de nuevo  y que dejemos atrás todo. Vamos a vivir lo que sentimos y a ir conociéndonos día a día.

-          Me parece lo más lindo que he escuchado en estos dos últimos meses.

-          No hay nada más lindo que tu mi amor. –su carita se le ilumino al escucharme–.

-          Yo también quiero proponerte algo princesita.

-          Pues dime lo que quieras mi amor.

-          ¿Quieres ser mi novia?

Eso no me lo esperaba y para qué negarlo estaba que saltaba de la felicidad pues jamás había imaginado ser su novia.  Le plante un beso lleno de alegría y pasión tratando de demostrarle que nada me haría más feliz que ser su novia.

-          Claro que si mi vida. Obvio que si quiero, es lo que más he deseado en la vida.

-          Entonces es oficial ya somos novias –dijo antes de robarme un pequeño beso que me dejo con ganas de más besitos–.

-          Bueno ya que somos novias, tú te acomodas en la cama mientras yo te paso la bandeja para que comas.

-          No, yo no quiero comer comida, yo lo que quiero es comerte a ti a besos.

-          Mmmm ¿muchos besos? –le pregunte mientras me acercaba y le daba un pequeño beso–

-          Siiiii muchos besitos ricos.

-          Jajajaja eres linda mi amor. Pero ahora tienes que comer que no has comido nada y prometo que luego te daré todos los besos que quieras.

-          Conste que todos los que yo quiera.

-          Si mi amor los que quieras. Ahora acomódate mientras yo voy por tu bandeja.

Había dos platos servidos, al parecer Lucia había enviado comida para las dos. Lleve la bandeja y la acomode a un lado de la cama.

-          Mira amor lucia nos envió comida a las dos.

-          Me parece súper porque no me gusta comer sola.

-          Jajaja sabes amor eres muy tierna, ese lado tuyo no lo conocía.

-          Me lastimaron mucho y desde entonces no volví a ser así, lo siento.

-          Pues ahora puedes comportarte así o como lo desees que yo  te voy a consentir mucho.

Comimos entre miradas llena de amor y uno que otro beso que ella me robaba.   Después quite la bandeja y la coloque de nuevo en la mesita y volví a la cama junto a mi amor.  Ella de inmediato se abrazó a mí.

-          Bebé  quiero preguntarte algo –me dijo un poco triste–.

-          Pregunta lo que desees mi amor yo te responderé lo que sea.

-          ¿Qué va pasar con esa mujer con la que sales?

-          Ella y yo solo somos amigas, de hecho ella sabe lo que siento por ti. Y que no tiene oportunidad conmigo porque te amo a ti.

-          ¿En serio me amas? –me mato ver su carita llena de felicidad al escuchar esas dos palabras que nos cambia la vida  a todos cuando la persona que amamos nos lo dice–.

-          Si mi amor, te amo muchísimo. Nunca he dejado de hacerlo.

-          Yo también te amo y ya no me da miedo aceptarlo.

-          Me parece excelente mi amor porque quiero llevarte a pasear todos los días y presumir que tengo la novia más linda de todo el mundo.

-          Jajajaja no exageres mi amor. Además ya estoy un poco viejita no todos estarán de acuerdo contigo jejeje

-          ¡No estas viejita! ¡Al contrario, estas buenísima por algo traes a tantas mujeres detrás de ti!

-          Amor a mí solo me interesas tu ellas son pasado mi amor.

-          Más te vale, porque no estoy dispuesta a compartirte con nadie y no dejare que ninguna ofrecida se te acerque.

-          Mmmm no sabía que mi princesita fuera tan celosita.

-          Pues ya ves. Por cierto ¿quién te dijo lo de que yo salía con alguien?

-          Tu mamá me lo dijo el otro día que fui a visitarla.

-          Y se puede saber desde cuando frecuentas tanto a mi mamá.

-          Desde siempre amor aunque por un tiempo me aleje de ellos pero hace unos meses volví a visitarlos muy seguido de hecho ellos saben lo que yo siento por ti.

-          ¿Quéeeee? –dije muy sorprendida pues ni yo había tenido el valor de decirles que estaba enamorada de una mujer y menos que era de su amiga Dani–.

-          No te preocupes ellos lo tomaron bastante bien. Y bueno los padres siempre saben los que nos pasa así que aunque no se los hayas dicho saben que te gustan las mujeres.

-          No me gustan las mujeres. Me gustas tú solamente.

-          Eso está muy bien porque yo tampoco voy a dejar que se te acerque ninguna  ofrecida.

-          Jajajaja así me gusta que cuides lo tuyo.

-          Jajajaja te amo bebé.

-          Y yo a ti mucho –nos fundimos en un beso que nos transportó fuera de este mundo.

-          Uuufff que rico besas.

-          Y no solo eso hago rico mmmmm –me miro con su mirada llena de deseo–.

-          Jajaja pues antes de que me sigas mostrando las cositas ricas que sabes hacer debo llamar a mi mamá. Debe estar preocupada ya es tarde y yo nunca llego tan tarde.

-          Amor quédate, por favor

-          Jajaja no se vale que me pongas esa carita mi amor, me derrite y no sé por qué no puedo decirte que no. Pero  mañana tendré que levantarme muy temprano debo ir a trabajar no puedo dejar el trabajo tirado así como así.

-          Deja y llamo a Rafael para avisarle que he decidido transferirte a la empresa central y ya que eras la jefa de recursos humanos ese será tu nuevo puesto en la empresa solo será un cambio.

-          ¿Y tú como vas hacer eso?

-          Porque para eso soy la dueña para decidir lo que yo crea que sea bueno para la empresa.

-          Y porque se supone que sea bueno para la empresa si el actual jefe de recursos humanos es bueno en su trabajo y lo vas a transferir.

-          Es bueno porque necesito tenerte cerca mío y así volver a la empresa y sino estas ahí no quiero volver.

-          Amor como  dices eso si es tu empresa el patrimonio que te heredaron tus padres y debes cuidarlo.

-          De que me sirve tener dinero sino tengo a la mujer que amo. Yo quiero ser feliz amor y para eso te necesito conmigo. –dijo poniendo esa carita triste que no me gustaba–

-          No pongas esa carita  aremos lo que tu desees mi amor. Te amo

La abrace y le robe unos besos antes de separarme y llamar a mi mamá. Tras explicarle que me quedaría en casa de Dani y que llegaría mañana temprano me despedí porque mi hermosa novia no dejaba de darme besitos  en mi cuello y en la comisura de los labios, estaba jugando a calentarme y lo estaba logrando.

La tome de la cintura y la fui llevando hasta la cama quería recostarla y seguirla comiendo a besos pero ella en un momento rápido se dio la vuelta sentándome sobre la cama y quedando ella a horcajadas sobre mí,  mientras me besaba de una manera intensamente apasionado sin poder evitarlo me había excitado y no era para menos tener semejante mujer sobre mí con las piernas a cada lado y sentada en mis piernas me tenían a mil. Acaricié su espalda hasta llegar a su hermoso trasero era una delicia tenerlo entre mis manos no pude resistirme y metiendo las manos dentro de su ropa lo acaricié pero esta vez no había nada que se interpusiera. Abandone sus labios para seguir bajando por su cuello quería probar sus hermosos senos pero no quería sacar mis manos de tan rico lugar así que le pedí que se quitara la camisa, le escuche sonreír y luego me dijo:

-          ¿y porque no me la quitas tú?

-          Porque tengo mis manos ocupadas

-          Sácalas de ahí y quítamela tú.

-          No, por favor sácatela tú. No quiero dejar de tocar tu hermoso trasero.

-          Jajajaja sabía que te encantaba mi poto pero jamás imagine que tanto.

-          Pues ya lo sabes me trae loca y muero por probarlo.

-          Pero si no las sacas no podrás hacerlo jajaja .

-          Mmmm si pero no quiero dejar de estar así –yo seguía tocando su traserito y devorando su cuello–.

-          Aaahhhh!!! Vamos bebé sin ropa estaremos mejor y podrás tomarme como quieras y las veces que quieras.

-          Está bien pero que conste que si fuera por mí no me separaría de ti ni un solo momento.

-          Hay mi amor que linda eres. ¡Me encantas!

Nos fundimos en un beso muy apasionado. Saque mis manos de tan rico lugar y le quite su blusa para encontrarme con un brasier negro que  “uuuuffff”, se le veía increíblemente sexy, su piel blanquita se me antojaba demasiado y mi primer pensamiento fue:

“Eres increíble, si por mi fuera pasaría toda mi vida recorriendo cada centímetro de tu piel”.

-          Pero si te quedas así pensando en voz alta jamás vas a recorrerme.

Y dicho esto llevo sus manos hacia atrás y se desabrocho el  brasier quitándoselo y tirándolo no sé dónde, mientras yo me había quedado perdida en esas preciosuras uuufff esos pezones rosaditos  estaban duritos y apuntaban directo a mí, la verdad es que se me hiso agua la boca y me moría por comerlos quería comérmelos pero su belleza me tenía muy tonta y lo pensaba pero no lo hacia jajajaja que estúpida estaba la verdad pero es que jamás imagine tener a semejante mujer sobre mí y lo peor es que sentía mi corazón a mil y las punzadas de deseo en mi sexo eran terribles, sentía que me iba a correr en cuanto tocara esas preciosuras.

-          Amor no es divertido que te congeles así. Ya hasta me está dando vergüenza estar sin ropa frente a ti. Mejor continuemos ¿sí?

-          Ajá.

Yo solo asentí y ella de inmediato tomo mi cabeza me pego a esas preciosuras. Ante ese contacto si reaccione y de inmediato abrí mi boca y metí uno de esos lindos pezoncitos rosa que me volvían loca, con mi  mano libre tome su otro seno  y lo acariciaba la otra estaba ocupada en su potito uuuuufffff me traía loca y no podía dejar de tocarlo. Ella gemía muy despacito y eso me encantaba. Yo estaba concentrada comiéndome esas lindas cositas y sentía que pronto me iba a correr Dios no soportaba esas ricas contracciones. Ella me pego sus senos más, si es que aún se podía, y mordiendo su pezoncito me vine escuchando un fuerte gemido que no sabía si era de dolor o de placer. Me quede así unos minutos tratando de recuperar el aliento que no era fácil ya que tenía llena mi boca y estaba muy pegada a ella pero no quería despegarme sentirla así me encantaba.

Yo estaba fuuullll de feliz hasta que ella se levantó y me dejo con ganas de seguir ahí. Yo la mire sorprendida.

-          ¿Qué pasa mi amor?

-          ¿Cómo que pasa? Te has venido y ni siquiera me has dejado tocarte. Ni siquiera la ropa te has quitado y eso no es justo.

Yo la mire sorprendida y la excitación se me fue al carajo cuando vi su rostro serio y pensé que la había hecho enojar así que baje mi rostro y con lo sensible que estaba ya estaba a punto de llorar cuando sentí que tomaba mi rostro entre sus manos.

-          Mírame bebé. No estoy enojada ¿ok?

-          Perdón, yo no pude evitarlo.

-          No hay nada que perdonar mi amor ok? Yo solo estaba bromeando bebé cómo crees que voy a enojarme porque te hayas venido al contrario me encanta saber que te caliento a extremos que jamás imaginé, la verdad es la primera vez que veo que pasa algo así ,de hecho la otra vez vi algo parecido y también fue contigo. Mi amor yo solo estaba bromeando no quiero que te pongas triste ok? Tú puedes venirte las veces que lo desees mi vida. Ahora ven levántate.

Yo le hice caso y ella me beso de una manera increíble con amor y ternura. Me tomo de la mano y me llevo hasta la cama se recostó y me pidió que hiciera lo mismo. Yo le obedecí y ella me tomo entre sus brazos para quedarnos así abrazadas mientras en esa posición ella me acariciaba el cabello.

Sentí que pasamos así mucho tiempo y solo podía escuchar los hermosos latidos de su corazoncito, pensé que se había dormido porque había dejado de acariciar mi cabello así que le hable:

-          ¿Te dormiste mi amor?

-          No pero ya casi –me dijo con su vocecita cargada de sueño–.

-          No te duermas princesita.

-          Solo un ratito

Me levante y me acomode sobre ella y la bese, al principio no respondió bien mi beso pero ella seguía sin camisa y yo pellizque sus pezoncitos eso la hizo reaccionar y responder mi beso con más pasión.

Me separe un poco y me quite la camisa. Nos volvimos a besar pero esta vez sentía prisa de bajar por su cuellito y lo fui besando hasta llegar a su hermoso abdomen pero de ahí me hizo volver a subir a besarla y yo le correspondí pero solo fue una trampa para desabrochar mi brasier y para darme vuelta, ahora ella quien estaba sobre mí, me besaba mientras tomaba mis senos entre sus manos y los acariciaba, no pudo más y bajo a besarlos, me volvían loca sus caricias, me encantaba sentirla así y le acariciaba su cabello mientras la veía pegada a mis senos como una bebe cuando se amamanta del pecho de su madre me parecía tan excitante tenerla así, me sentía tan suya y yo la sentía tan mía.

Se despidió de mis senos dando besos mordelones a mis pezones mientras seguía su camino hacia el sur, beso mi pancita y su camino se vio interrumpido por mi jeans, o al menos eso creía yo ya empezó acariciarme por encima de él y se detuvo para decirme:

-          Wooowwww bebé ya viste la mancha que tiene tu jeans.

-          No y tampoco quiero verla –dije cubriendo mi cara con mis manos– para la próxima recuérdame ponerme ropa oscura.

-          Tan linda mi amor. Pero no tienes por qué sentir vergüenza y menos con tu mujercita.

-          Pero es que solo imagínate si así está mi pantalón mi ropa interior debe estar peor.

-          Eso a mí me encantaría verlo.

Y dicho eso me lo bajo de un tirón y se quedó mirando mi entrepierna por unos momentos y yo buscando una explicación del porque se había detenido mire su rostro pero ella no me miraba así que le hable:

-          ¿Qué pasa?

-          Dios amor, estas mojadísima. Me cuesta tanto creer que te mojes de esa manera por mi causa.

-          Te amo y tú me vuelves loca.

Sin previo aviso metió su cabeza entre mis piernas y sentí su nariz pegada a mí sexo aspirando mi olor. Uuuuuufff eso me saco un gemido de excitación y sorpresa:

-          Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhh

-          Mmmm que rico hueles me encanta, pero ahora muero por probarte.

Y empezó a bajar mi tanga muy suavemente mientras me iba dando besitos en las piernas hasta sacarla por completo. Y se volvió hundir entre mis piernas sin previo aviso. Provocando que me mojara más de lo que ya estaba.

Sentí sus dedos abrir mis labios y luego pasar su lengua por toda mi vagina mmmm que rico.

-          Aaahhhhhhhhhhh

-          Uuuuuuuuuuffffffff que rico

-          Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh aaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh

-          Aaaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaahhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhh

-          Me matas mi amor aaaaahhhhhhhhh

-          No puedo más amor aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh

Si, que mal, me había corrido de nuevo y ella no decía nada solo tomaba todo lo que salía de mí. La sentí pasar su lengua por toda mi vagina hasta llegar a mi ano y era ahí donde me hacía dar saltitos pues sentía un cosquilleo muy rico.  Cuando estuve totalmente limpia dio un beso a mi clítoris y empezó a subir besando mi vientre hasta llegar a mis senos dio besitos sobre ellos y subió por mi cuello hasta llegar a mi barbilla le dio una suave mordida y luego me planto un beso dulce y apasionado. Se separó y sonriendo me dijo:

-          Te has venido otra vez.

-          Lo siento

-          No es reproche mi vida me encanto que te vinieras en mi boca.

-          Bueno tú ya me probaste ahora me toca a mí.

En un movimiento rápido estaba sobre ella, la bese apasionadamente y le pedí que se acomodara boca abajo.  Ella me obedeció y woooowww que maravillosa vista ahí estaba la mujer que traía loquita desde que la conocí. Se veía realmente hermosa y no pude resistirme así que colocando mis piernas  a sus costados me acomode sobre su traserito.

-          Uuuuuufffffff bebé tu sí que no pierdes el tiempo

-          Jajaja mi amor sabes que me encanta tu potito mmmm y esta riquísimo uuuuffff

-          Haaaaaaaaa bebé, que rico se siente tus pezones duritos clavarse en mi espalda.

-          Me vuelves loca mi amor –le dije antes de empezar a comerle su cuellito. Mmmmm olía muy rico, me encantaba el olor de su piel.

-          Cógeme mi amor soy toda tuya.

Después de escuchar tan rica proposición no pude resistirme y baje besando su espalda y descubrí que era uno de sus puntos débiles pues cada vez que yo pasaba mi lengua de abajo hacia arriba Y viceversa ella pegaba saltitos al igual que cuando mordía sus hombros. Decidí no hacerla sufrir más y baje hasta su hermoso traserito uuuuuuffff ese pottito que me quitaba la respiración cada vez que la veía  me dedique a besarlo, morderlo, lamerlo no hubo una sola parte de él que yo no probara y por mi seguiría comiéndomelo pero tenía que seguir había un olor riquísimo que llamaba mi atención y tenía buscar de donde venía además mi amorcito gemía desesperada quería que llegara rápido  y  ya había esperado mucho así que ubica entre sus piernas hundí mi nariz del lugar de donde venía ese rico olor a hembra caliente mmmmmm olía exquisito. Sin más preámbulos pase mi lengua de abajo hacia arriba, abrí un poco sus nalguitas para recorres muy bien  cada pliegue de su vagina y llegar hasta su ano el cual humedecía con mi legua. Ella gemía cada vez más fuerte y abría sus piernas lo más que podía y levantaba sus hermosa cola para que la recorriera como ella deseaba  no supe en que momento tomo dos de sus almohadas y se las coloco debajo de su vientre dejando completamente expuesta su rica vagina.. Empecé a lamer más rápido mientras con mi dedo pulgar acariciaba circularmente su anito. La penetre con mi lengua y de vez en cuando atrapaba y chupaba su clítoris para luego soltarlo y seguir penetrándola con mi legua ella gemía fuerte.

-          Aaaaahhhhhhhhhhhhhhh asi mi niña asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

-          Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh aaaaaaahhhhhhhhh

-          Sigue bebé

-          Ya casi

-          Ahhh aaaaaahhhhhhhhhhhh

Subí una vez más a su ano para humedecerlo más y luego bajé, ahí atrapé su clítoris y empecé a chupárselo de una manera desesperada mientras ejercía una suave presión sobre su anito para que mi dedo entrara un poco.. Y entre gemidos me lo dijo:

-          Ahhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh

-          No puedo más bebé ahhhhhhhhhh

-          Me vengoooooooooooooooooo

-          Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh

Por mi parte, empecé a beber cada gota que salía de sus juguitos.  Limpie  a lengüetazos su hermosa vagina hasta que estuvo muy limpia. Me separe y le dije que se volteara boca arriba para que estuviera más cómoda. Así lo hiso y yo aproveche para quitar las almohadas y acostarme a su lado.

Tenía la respiración agitada y sus hermosos ojitos azules cerrados. Le pedí un dulce beso y luego seguí dando besitos por todo su rostro sobre todo en sus ojitos azules que tanto me encantaban.

Me acomode en su pecho y así me dormí escuchando los hermosos latidos  de su corazón.

Capítulo VII: El despertar.

Al abrir los ojos seguía en la misma posición solo que estábamos abrigadas  con una sábana blanca. Alce la vista y mi amorcito seguía dormida, no pude resistirme y di besos en su pecho y fui subiendo hasta llegar a sus labios, llene su rostro de besos.

-          Despierta mi amor.

-          Abre esos ojitos y déjame ver ese pedacito de cielo que llevas en tus ojitos.

La vi sonreír pero aun con los ojos cerrados, luego los abrió y me dejo embobada por ver sus hermosos ojitos azules, volvió a sonreír y me  dijo:

-          Mmmmm que rico es despertar así.

-          ¿Verdad que si? Y más hermoso es dormir en los brazos de tan maravillosos ángel.

Me jaló  hacia ella y me beso.

-          Te amo princesita linda.

-          Y yo te amo más mi vida.

-          Muero por volver hacerte el amor.

-          ¿y que estas esperando?

-          Jajajaja que empezaras tu bebé

-          Tu eres la jefa, la mayor así que tu mandas jajaja.

-          Mmmmm como que me está gustando ser mayor que tú.

-          ¿Sí?

-          Ajam.

-          ¿Y por qué?

-          Pues porque eres muy educada, respetas y obedeces a tus mayores.

-          Ok, entonces ¿qué tal si me dice que quiere?

-          Mmmm quiero que me hagas el amor chiquita.

-          Mmmm para luego es tarde.

La bese con ternura y los besos fueron subiendo de tono hasta que volvimos hacer el amor. Luego nos bañamos y bajamos a comer.  A las cuatro de la tarde aún estaba en sus brazos y ella no me quería dejar ir, quería que me quedara de nuevo con ella.

-          Amor mi mamá ya me ha llamado dos veces y le dije que ya iba en camino y mira donde estoy.

-          Mmmmm sí. Aun estas en mis brazos y aquí te vas a quedar porque yo no quiero que te vayas.

-          Mi amor no seas así, vamos hacer las cosas bien.

-          No quiero¡¡¡¡

-          Jajajajaja pareces una niña chiquita cuando haces eso.  Mejor ve a dejarme y así estamos más tiempo juntas.

-          Eso me parece bien.

Entre besos y sonrisas llegamos a su auto y ahí fue otra lucha de besos hasta que por fin arranco.

-          Amor pensándolo bien aún esta temprano porque no vamos a recoger mis cosas a la empresa y luego me llevas a casa.

-          Me parece una buena idea así pasamos más tiempo juntas.

-          Ok mi vida. Entonces rumbo a la empresa.

Me distraje observando las calles de la ciudad, sin darme cuenta cerré los ojos por un momento o al menos eso me pareció a mí. Los abrí porque sentí que mi amor me daba besos en la mejilla.

-          Llegamos princesita. ¿quieres que te acompañe?

-          Si, por favor amor.

-          Ok, vamos.

Bajamos del auto y nos encaminamos a lo que era mi oficina.

-          ¿Amor, tu diste la orden de que me contrataran aquí?

-          En parte sí. Pero no especifique ningún puesto solo pedí que se te contratara.

-          ¿Por qué lo hiciste?

-          ¿Cómo que porque? Pues porque te amo y no me gusto que te quedaras sin trabajo y como eres tan terca ni siquiera quisiste aceptar.

-          Bueno ya no hablemos más de eso y pasa a la que aún es mi oficina.

-          Gracias señorita y por favor me gustaría un café

-          ¿Es en serio?

-          Jajajaja no bebé solo juego. Mejor apurémonos  a meter tus cosas en la caja y así nos vamos pronto.

Empecé a recoger todas mis cosas y ella me ayudaba a ordenarlas. Pronto tenía todo en la caja y estaba lista para marcharme pero una idea maquiavélica tomo posesión de mis buenos pensamientos.  Me levante y camine hasta la puerta le puse seguro y le dije:

-          Amor tengo una fantasía que quiero que me cumplas.

-          ¿Aquí?

-          Si mi amor precisamente aquí.

-          ¿Y qué fantasía es?

-          Quiero que me hagas el amor aquí y ahora.

-          Uuuuffffffff me excité de solo escucharte, pero que  tal si viene alguien.

-          La puerta está asegurada y además no vendrá nadie al contrario ya deben de estarse yendo todos, mira es la hora de salida –dije mostrándole el reloj en mi mano izquierda.

Se le iluminaron los ojos, como lo dijo antes estaba excitada. Camino y se sentó en la silla y yo me quede al frente del escritorio.

-          Así que desea hacer horas extras señorita.

-          Jajajaja, si jefecita es que necesito el dinero y aún tengo muchas energías –le dije mientras me mordía el labio y la miraba con deseo.

-          Está bien, venga y siéntese aquí –me señalaba sus piernas.

Yo fui y me senté a horcajadas sobre ella. Comenzó a besarme dejando claro que ya tenía muchas ganas de hacerme el amor, pero estaba jugando a calentarme así que mientras me besaba me acariciaba la espalda y el potito. Bajo besándome el cuello mordiéndome la clavícula, paso sus manos hacia delante y tomo mis senos. Quise hacer lo mismo pero tomo mis manos y las puso a los lados. Y sonriéndome me dijo:

-          No, tú no puedes tocarme mi amor.

-          Pero no es justo.

-          Jajajaja ya lo sé y eso lo hace más divertido

Iba a quejarme pero me planto un delicioso beso. Se levantó y me tomo de las piernas me recostó en el escritorio y  empezó abrirme uno a uno los botones de mi camisa y a cada botón que abría iba dejando un caminito de besos hasta que estuvo completamente abierta llevo sus manos a mi espalda y desabrocho mi brasier  y empezó a comerse mis senos mientras bajaba sus manos hacia mis piernas para acariarlas. Sentía tus labios atrapar mis pezones y eso me ponía más excitada aun.

-          Aaaaahhhhhh

-          Dios mi ojitos azules que rico se siente

-          Siento que estoy a punto de explotar.

Y sin previo aviso te levantaste y desabrochaste mi pantalón para luego sacármelo a la misma vez que mi tanga, los tiraste en la silla y te hundiste entre mis piernas dando lametones  en toda mi vagina, la sentía atrapando entre sus labios mi clítoris y succionaba de el para luego soltarlo y volver a repetirlo. No podía más, estaba a punto de venirme y así se lo dije:

-          Uuuuuffffff mi amor, no puedo maaaaaaaaaaaaaassssssssssssssss.

-          Me vengooooooooooooooo .

-          Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

-          Aaaaaaaaahhhhhhhhhhh aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

Y ahí perdí la noción de donde y como estaba. Fue minutos después que volví en si ya que me había quedado como desmayada.  Ese estado de relajación me encantaba y más después que sentí como mi rubia hermosa se inclinaba y me daba un delicioso beso con sabor a mí.  Lo que siguió después fue comerme a mi hermosa novia de ojitos azules y eso no se los cuento ya que es de mala educación hablar con la boca llena y en ese momento tenía la boca ocupada entre sus piernas y por lo tanto mi mente estaba en blanco.

Una hora después

-          Amor ya debemos irnos mi mamá debe estar preocupada .

-          A mí me encanta tenerte así desnudita sentada sobre mí y con mis manos en ese rico potito.

-          A mí también me encanta que me tengas así siempre pero por hoy debemos irnos antes de que venga el guardia de seguridad a revisar porque seguimos aquí jajaja

-          Ok, pero con una condición.

-          La que quieras mi princesita.

-          Que me vistas.

-          Uuuufffffffff esa va a ser una tarea muy difícil con lo que a mí me encanta verte así desnuda. Mmmmmm empezando por esos hermosos pezoncitos rosaditos mmmm es que me encantan así pequeñitos lindos mmmmmm.

-          Jajajaja siiiiii….. tu boquita le está diciendo lo mucho que le encantan.

-          Mmmmmja  mmmmmmmm.

No podía separarme de esas hermosuras. Definitivamente mi rubia me traía loquísima.

Otra hora después…..

Después  de hacer un esfuerzo enorme y lograr vestirnos por fin estábamos listas para irnos. Ella tomo mi caja y yo abrí la puerta para que saliéramos.  Aún recuerdo la mirada de complicidad del guardia de seguridad al decirnos.

-          Que pasen buenas noches señoritas.

Nos miraba  como si supiera lo que estábamos haciendo, y mi amor solo sonreía. Metió la caja en el asiento de atrás del auto y nos subimos. Casi me da un infarto al ver la hora.

-          ¿Dios amor, ya viste la hora que es?

-          Si, las ocho ¿por?

-          ¿Cómo que por? Mis papas deben estar esperándome enojados por no haber llegado y peor aún por no avisarles que no iba llegar temprano.

-          Tranquila chiquita yo hablare con mis suegritos.

El trayecto a mi casa se me hizo eterno quería llegar ya a casa. Mi amor solo entrelazo mi mano con la suya  la beso y  manejo hasta estar frente a mi casa.

-          Bueno mi vida ya estamos en tu casita. –lo dijo en un tono triste-

-          Si amor pero no pongas esa carita que no es la última vez que nos veremos. O pasa algo más princesita.

-          No puedo estar sin ti bebé. ya estuve demasiado sin ti.

-          Hay mi vida eres tan linda me encantas. Y bueno, para empezar debemos hablar con mis padres. Luego veremos que les invento para que te quedes conmigo, eso si mi cama no es tan grande como la tuya.

Se le iluminaron sus hermosos ojitos azules al decirle que por hoy no tendríamos que separarnos. Ella me daba el valor que necesitaba para hablar con mis padres y decirle lo que sentía por ella. Nos dimos varios besos sabiendo que no podríamos darnos ni un piquito en frente de mis padres. Cuando estuvimos lista ella tomo mi caja y yo busque mis llaves para abrir pero sorpresa no encontraba mis llaves, ya estaba enfrente de la puerta y nada que las encontraba.

-          ¿Amor, no las dejé en tu casa?

-          No lo sé princesa pero no te preocupes mañana vamos y las buscas.

Estábamos tan distraídas que no vimos en que momento mi mamá abrió la puerta y nos observaba con una cara llena de sorpresa.

-          ¡¿Así que amor y princesa ?¡ ¿Se puede saber de qué me perdí?

-          Mamá yooo… , eeemmm… pues.

-          Buenas noches Doña Magdalena  ¿Cómo está?

-          Bien y tu hija. ¿Y ese milagro tú a estas horas por aquí?

-          Vine a dejar a mi novia ¿Espero que no le moleste?

-          Para nada hija pero pasa y coloca esa caja en la mesa. Y tu mi niña entra que te voy a dar un vaso de agua porque te veo muy pálida y no quiero que te me desmayes.

Y lo que paso después fue increíble pues resulto que mis padres ya sabían todo lo que había pasado y que estaban felices de vernos juntas. Se dieron las diez y yo estaba que me dormía en el hombro de Dani ya que mis padres se llevaban de maravilla con ella.

No me entere de nada más porque me quede dormida. Luego solo recuerdo que mi amor me hablaba para que nos fuésemos a dormir a mi cuarto.

Esa fue la primera de muchas noches ya que mi amorcito no iba a permitir que estuviéramos lejos tanto tiempo.

Al siguiente día les pidió a mis padres permiso para quedarse conmigo en las noches y que pasara los fines de semana que lo pasáramos en su casa. Mis padres decían que íbamos muy rápido pero ella respondió.

-          Ya estuvimos mucho tiempo lejos y no pienso estar más tiempo sin ella.

Esa era mi novia, una mujer valiente que no permitiría que nada nos separara.

Con una hermosa sonrisa me invito a un paseo así que le di un pequeño beso y fui por mis cosas pero me detuvo antes de que avanzara más de dos pasos.

-          Ya hable con mis suegritos y nos iremos de vacaciones estos días, volveremos el domingo en la tarde ya que el lunes tenemos que volver a trabajar pero estos días quiero disfrutarlos al máximo así que quiero llevarte a un lugar hermoso.

-          Si? Y donde me llevara mi amorcito.

-          Tengo una casa en la laguna y pensé que te gustaría ese ambiente

-          ¿En serio? Uuy que súper me encantaría mi amor.

-          Bueno, entonces toma una pequeña maleta y prepara lo necesario para estos días.

-          Si mi amor. Pero ¿y mis padres?

-          Jajajajajaja bebé ya hable con ellos y digamos que les pedí permiso.

-          Ok entonces dame 15 minutos y nos vamos.

-          Ok entonces ve mi vida.

A los 15 minutos baje con una pequeña maleta y fui a despedirme de mis padres ella ya me esperaba en el auto. Y yo me apresure por despedirme y salir corriendo a encontrarme con ella.  Tire la maleta en el asiento trasero y me subí, ella me miraba sonriente.

-          Si tardabas un poco más me iba ir! Jajajaja.

-          Pero si no tarde tanto mi amor.

-          Jajajaja lo sé por eso lo decía bebé. Ahora ven y dale un rico beso a tu novia.

Nos fundimos en un delicioso beso. Después fuimos por su ropa a su casa luego al súper porque ella decía que seguramente no había nada de comer allá, aunque bien podríamos salir a comer a los restaurantes que había a los alrededores de la laguna. El trayecto a su casa en la laguna se me hizo cortísimo íbamos muy felices conversando de lo que haríamos al llegar.

Al estacionarse frente a un portón verde, sonó la bocina del auto y luego vimos a un señor abrirle el portón y luego cerrarlo.

-          Buenas tardes señorita Dani, ¿cuánto tiempo sin verla por aquí?

-          Hola Juan. Si tenía mucho que no venía. ¿Y tu madre?

-          Está en la cocina.

-          Bueno Juan te presento a mi novia Nicole.

-          Un placer señorita es usted muy guapa.

-          Eey Juan, es mi novia así que no me la mires así jajajajajaja.

-          Un gusto Juan.

-          Bueno vamos a ver a Teresa y de paso vemos que preparo de comer. Por cierto Juan, saca las maletas y las compras las llevas a la cocina para guardar todo en el refri.

Me presento a Teresa quien era una señora muy agradable luego arreglamos nuestras cosas en su cuarto, después comimos con Juan y con Doña Teresa.   Se retiraron a petición de mi amorcito y quedamos solas.

-          Bebé hace mucho calor, que te parece si vamos a nadar un poco

-          Mmmmm siiii. Me encanta la idea.

-          Entonces vamos a cambiarnos mi princesita.

Nos dimos un pequeño beso y nos fuimos a cambiar, luego cada una tomo una toalla y partimos a la parte trasera de la casa abrió una puerta y pude ver que había un pequeño muelle el cual nos permitía lanzarnos al agua fácilmente.

-          Aquí no se permiten lanchas ni nada que pueda contaminar a la laguna pero a mi papá se le ocurrió hacer este pequeño muelle para que mamá disfrutara de este lugar que tanto le encantaba. Cada año aunque no suelo venir mando a que le den mantenimiento y si hay que hacerle reparaciones. se las mando hacer.

-          Es un lugar sumamente hermoso mi amor.

-          Eres la primera persona a la que traigo aquí de hecho hace años  que jamás cruzaba esa puerta.

-          Te amo mi amor. Gracias por compartir tan maravilloso lugar conmigo.

-          De nada mi bebé, tu sabes que mereces esto y mucho más.

-          Sabes que es lo mejor de todo?

-          No. Pero dime que es lo mejor.

-          Ver la laguna es como ver el hermoso reflejo de tus ojitos.

-          Ya veo que te gustan mucho el color de mis ojos.

-          Si porque los míos son negros y yo amo tus ojitos.

-          Amor quiero darte este anillo como símbolo de mi amor y de mi compromiso contigo.

-          Woooww la verdad no esperaba un anillo. A qué hora lo compraste que no me di cuenta   –dije sonriendo mientras miraba ese hermoso anillo en mi dedo y luego me lanzaba a sus brazos a plantarle un delicioso beso.

-          Lo tengo hace tiempo, lo di hacer cuando decidí reconquistarte. Yo quería estar preparada para cuando te pidiera que fueses mi novia.

-          Oye amore pero no estabas lista, porque eso fue antier y yo no recibí anillo jajajaja.

-          Estaba muy distraída, como querías que me concentrara contigo encima mío ehh!

-          Jajajaja me encanta sentir que me amas y me deseas.

-          Y a mí me encanta hacértelo sentir.

Nos fundimos en un beso lleno de amor y de ternura.  Ahí en ese hermoso lugar nació la promesa de amarnos por siempre nos entregamos en cuerpo y alma la una a la otra. Y yo me sumergí en su eterna mirada azul

Capítulo VIII: Tiempo después

Esos días la pasamos increíbles y desde entonces no nos volvimos a separar. Si no nos volvimos a separar porque mi hermosa mi novia no paro hasta conseguir que me fuese a vivir con ella. Así es a los dos meses de noviazgo empezamos a vivir juntas.

Hoy 26 de agosto del año 2014 han pasado 4 lindos años al lado de esa preciosa mujer y mañana es mi cumpleaños y mientras vemos tv la tengo aquí en mis brazos en nuestra cama y sonrió al escuchar su pregunta:

-          ¿Qué quieres de regalo de cumpleaños?

-          Yo ya tengo lo que quiero.

-          ¿En serio?

-          Si mi amor.

-          Pero mañana es tu cumpleaños mi bebé. así que pídeme lo que quieras que yo te lo doy. Además déjame recordarte que mañana nos tomaremos el día y haremos lo que tú desees.

-          Ya lo tengo pero me parece bien que me lo vuelvas a dar así me aseguro tenerlo por siempre. Pero son dos cosas!

-          Trato hecho mi vida. Ahora dime, ¿qué quieres?

-          Quiero una rubia de ojitos azules.

-          Eso ya lo tienes porque soy tuya chiquita hermosa. Ahora dime que más quiere mi bebé.

-          Quiero sumergirme en tu eterna mirada azul.

Se le ilumino el rostro al escucharme, sonrió y se acercó a mí para que viera sus hermosos ojitos azules que tanto me encantaban y nos fundimos en un dulce beso que no era el primero que nos dábamos pero si el primero que reafirmaba nuestra unión y nos hacía sentir que lejos de que este amor se acabara apenas estaba comenzando. Nos separamos sin ganas de hacerlo y aun sonriendo me dijo:

-          Te amo mi bebé

-          Y yo te amo a ti mi princesita de  ojitos azules.

Fin

########################################

Gracias a todos por leer mi relato y sobre todo gracias a los que se toman la molestia de comentar.

Espero que este relato les haya gustado y les ofrezco mil disculpas por los que no he continuado ahora que tendré más tiempo trabajare en ellos.

Quise subir este que este en compensación de la espera que los he tenido con mis relatos.

$$$$$$$$$$$$$$

Este relato lo escribí como un regalo de cumpleaños para una persona muy especial y aunque tú cumple ya paso  lo envió el día del mío para que sea más especial, en compensación por no habértelo dado el día del tuyo.

Besos y abrazos desde mi tierra de lagos y volcanes.

Saludes

Rossy.

Yo también SONREÍ cuando alguien me estaba contando algo que en realidad me estaba DESTROZANDO.

$$$$$$$$$$$$$$

Pd: Hoy es mi cumpleaños ¿alguien me regala una rubia de mirada azul? Jajajajajaja.