Tu, yo, y un café

Lo que pasa cuando dos desconocidos se atraen en un café.

Tú, yo y un café

Es una tarde fría y he quedado con una amiga para tomarnos un café, llevo un buen rato esperando en la cafetería y a esas alturas ya estoy muy aburrida.

Te veo entrar por la puerta, te sientas en una mesa frente a mí y me observas sin reparos.

Suena mi móvil, es mi amiga que me avisa que viene atrasadísima, llegara dentro de una hora. Pienso en irme y volver luego, pero luego te miro, veo como me observas, y decido que quedarme a esperarla, puede no estar tan mal después de todo.

Me pido una bebida, y me quito el abrigo que aun llevaba puesto, repentinamente me ha dado mucho calor.

Llevo una falda corta, medias con liguero y una blusa blanca, delgada que trasluce la forma de mi sostén, también blanco, y mis lindos pechos.

Desde tu mesa la vista no puede ser mejor, alcanzas a ver donde las medias ya no cubren el muslo, y si muevo las piernas un poco, separándolas, podrás ver parte de mi pequeño tanga blanco que ya esta empezando a humedecerse de la calentura que me ha dado sólo ver que me miras.

Me traen mi bebida y me pongo a jugar con la pajilla en mi boca, lentamente me acaricio los labios con ella, tomo un poco de bebida, luego pasó mi lengua por lo punta

Cuando estas por levantarte para venir a hablarme yo me levanto, dejando el abrigo en la mesa y camino lentamente hacia un pasillo del local, ibas a volver a sentarte, pero decides seguirme aunque no sabes por que.

Llego a la puerta del baño, la abro y miro hacia dentro, no veo a nadie, entonces me doy media vuelta, tomo tu mano y te arrastro dentro conmigo, cierro la puerta con pestillo y te beso.

Vas a decir algo, pero no quiero presentaciones, no quiero saber quien eres, solo quiero que me tomes, aquí y ahora. Así que te hago callar poniendo un dedo sobre tus labios mientras me arrodillo para abrir tus pantalones.

Me tomas de los brazos y me levantas, me das vuelta de cara a la pared y en un solo movimiento bajas mi tanga y levantas mi falda, acaricias lentamente mis nalgas y me das un par de palmadas suaves, no sabes lo que me excitan las palmadas en mis nalgas, luego empujas mi cabeza hacia adelante y me penetras desde atrás, metes una de tus manos debajo de mi blusa buscando mis pechos y yo gimo de placer. Me encanta ser penetrada desde atrás, te da a ti todo el control de la situación. Tus movimientos son suaves y acompasados, al principio lentos y luego cada vez más rápidos, tengo que morderme los labios para no gritar de placer. Me tiemblan las piernas y casi no puedo mantenerme de pie de lo bien que se siente, tus manos en mis caderas dirigen el movimiento y cuando siento que ya no puedo, que me voy a caer al piso de tanto placer, entierras tu pene totalmente dentro de mi y tenemos un tremendo orgasmo los dos.

Luego te doy un beso y entro a uno de los cubículos a limpiarme, quito el pestillo de la puerta y vuelvo a mi mesa, tu vuelves a la tuya unos minutos después y me encuentras con mi amiga ya sentadas y conversando.

Nos tomamos un café y decidimos ir de compras, pero antes de irme dejo sobre tu mesa en una tarjeta mi nombre y mi teléfono. Espero que me llames.