Tu y Yo / desde Chiquita mi Madurito
Delicia de nuestras primeras veces
Aún recuerdo todo lo que he vivido contigo lo recuerdo como si fuera sido ayer, cuando en las escaleras del edificio en que vivíamos y como casi todos los días me saludabas despues de llegar del colegio eras eras mi vecino de arriba y casi tio politico siempre me hacias la platica y vigilabas ya que sabias que estaba solita en casa a esas horas. Trabajas de madrugada y al irme al colegio venias llegando y cuando llegaba ya sabias mis horarios por semana. Salias a tu puerta y me saludabas esto era constante que ya era constumbre para mi. Comenzamos a platicar mas seguido me encantaba tú trato tan cariñoso y atento conmigo. Nuestra confianza ya era muy amplia pero al margen de ser solo mi vecino. Recuerdo aquel dia que me preguntaste so había visto a mi mamá y a papá dormir juntos y lo que hacian, yo te respondí que en una ocasión, aunque había sido en varias ocasiones y diferentes momentos colo cuando oia los gemidos y el sonido de la cama me despertaban muy seguido de madrugada. Te pregunte si hacias lo mismo a lo que me respondiste si es normal entre un hombre y una mujer pero es temas de adultos los demas detalles.
Aunque querias hacer feliz a una sola Mujer. En eso acariciate mi cabello me miras y senti una conexión contigo. Quiero hacerla muy feliz y si deseas puedo demostrártelo, pero tienes que prometerme que me dejaras hacer lo que quiero y que además nadie debe saberlo, me llenaste de curiosidad te lo prometí, dude por un momento pero accedí a hacer lo que me pidieras. Estaba segura que me pedirías hacer lo mismo que yo había visto hacer a mis padres y que ellos gozaban tanto. Recuerdo que traía mi uniforme, sentados en las escaleras pusiste tu mano poco arriba de mi rodilla, te acercaste como nunca antes lo habías hecho y me besaste en la boca, intentaste meter tu lengua pero yo te rechace. Me miras a los ojos y me dijiste muy serio, prometiste dejarte hacer lo que yo quisiera, baje la vista y tr dije, está bien hare lo que quieras. Me levantaste la cara, me dijiste que pasaramos dentro, asi que asi lo hice. Cerraste la puerta y acercastes tus labios y me empezaste a besar segui inespertamente peeo me gustaba metiste tu lengua en mi boca, poco a poco yo fui tocando tu lengua con la mía hasta que los dos nos abrazamos muy fuerte. Nuestros cuerpos estaban más juntos como jamás lo habían estado y sentia como nos besábamos, pensaba tambien que nos lamiamos la boca.
Poco después, empecé a sentir sin dejar de abrasarte, que tu mano poco a poco se iba acercando a mi entrepierna, hasta que sentí tu dedo gordo sobre mi pantaletita y empezaste a acariciar mi vagina. No sé cómo explicar lo que sentí lo que me haces sentir, pero fue la primera vez que empecé a sentir húmeda mi braguita de algodón que traía. Poco después me punes la palma de tu mano sobre mi pequeña y carnocita vagina y me la empezas a acariciar y a apretar, me dejas de besar y me empezas a besar la oreja dd una forma que me provoca escalofríos y me hace reaccionar con movimientos como pidiéndote que tocara con más fuerza mi la vaginita, que apenas empezaba a tener vellitos. Al oído me volviste a recordar la promesa hecha de dejarme hacer lo que quisieras, en voz baja te pedí que continuara, creo que desde chiquita me encantan mas grandes que yo asi maduritos, porque estaba gozando como me acariciabas mi rajita. Poco después me dijiste al oído en voz baja que me harías tuya, eso me éxcito más, me empecé a sentir incomoda porque te darías cuenta que mi vagina escurría y mojaba mi braguita Aun así, te pregunte que significaba que me haría tuya, me dijiste que me amarias, me siguiste tocando y besando, hiciste a un lado mi pantaleta y empecé a sentir como uno de tus dedos hacia a un lado mis labios vaginales y lo empezaba a penetrar en mi vaginita Me quise resistir, pero recordé que mi mamá gozaba cuando papi se lo hacia, me dio miedo ya que había escuchado sobre la virginidad, pero no me importo y te deje seguir tocandome.
Me siento muy nerviosa y lo notas asi que te pusiste mas pegadito me empezaste a besar y a abrazar muy fuerte, poco después me empezaste a quitar el uniforme hasta que me lo quitaste, y me quede solo con mi sosten y mi calzoncito de franela. Me empezas a mirar el pecho, te agachas y acerco tu boca a mis pequeños senos y los empezas a chupar y a lamer, pero lo haces de tal manera que yo siento riquísimo.
Poco después te levantas me miras a los ojos y me pides que te bajara el zíper y que te sacara la verga, de inmediato accedí, cuando sentí en mi mano tu verga caliente, me apresure a sacarla y como no podía, me pediste que se la soltara y tu desabrochaste el cinturón ¿recuerdas? , te abriste el pantalón y te lo quitaste después de haberre quitado la camisa. Así que los dos nos quedamos en ropa interior, pero a ti se te notaba que tienes la verga parada, me volviste a abrazar y a besar, me pidiste que te la tocara y que se la sacara y así lo hice, poco después me separe de ti para vértela que además de sentírla durísima y que tu glande era poco más grueso que el resto de tu verga vi claramente colgar tus huevos. Mientras te la miraba, me pediste que te la jalara y me dijiste como, recordé en ese momento que mi mami después de que se las sacaba, se la ponía en la boca y se las empezaba a chupar a papi, así que fue muy poco lo que te la jale y me arrodille, te la empecé a besar, no sé cómo, pero en pocos segundos ya te la estaba chupando tan fuerte que se escuchaban los chupetones que te deba. Hoy recuerdo lo fácil que fue aprender a chupar y a mamar tu verga que casi no entraba a mi boquits por lo dura que se pone, Mientras te la chupaba, tu me tocaba el pelo y respiraba muy fuerte y me decías más, dale más, me la saque de la boca y te pregunte qué, que más quieres que haga, me respondiste sigue mamando mi niñita sigue. Yo continúe jalando y mamando su grande, larga y dura verga, ya no solo te la besaba sino también me hacias el mete y saca en la boca, no sé cómo aprendí tan rápido, pero poco después me ayudaste a pararme y me volviste a abrazar y a besar. Poco después te fuiste agachando y besaste mis senos, después diste un beso en el ombligo y ya de rodillas, bajastr mis calzones y me lo quitaste, pusiste tu cara entre mis piernas, me pediste que abriera un poco las piernas, te agachaste un poco más y me empezaste a besar alrededor de mi vagina que aún era virgen y con muy, muy poco vello. Empecé a sentir tu lengua que intenta penetrar mis estrechos labios vaginales, siento tan rico, que empecé a respirar como jamás lo había hecho. Te levantas y me recuestas en tu cama y me dices, aquí necesito tu ayuda, mi verga debe entrar en tu rayita, calmadita quizas duela un poquito porque esta cerradita así que te pusiste encima de mí, yo abrí un poco mis piernas y te acomodaste yo tome tu verga y me puse la puntita en medio de mis labios vaginales, y espere muy pocos segundos para que el empezaras a empujar tu verga dentro de mi vagina.
En cuanto empecé a sentir que me penetrabas, te pido que lo hagas despacio porque temo que me duels, pero estoy tan lubricada, que en cuando terminas de meterla y empezas a meterla y sacarla de mi vagina apretadita, empiezo a gozar lo rico que sentía. Te pido que no lo hagas tan fuerte porque me latimaba, no te importo, pero yo sentía cada vez más grande y gruesa tu verga y que llena por completo mis entrañas. Jamás sentí cuando rompiste mi himen, pero deje que siguieras metiendo y sacando tu verga, sentía riquísimo al saber que mi cuerpo era partido a la mitad por aquella verga y que me convirtia en mujer. Gozaba y gozaba al sentir mi cuerpo penetrado por tu verga, tu te movías cada vez más intenso y yo abría mis piernas cada vez más y solo me decías, que rico siento, yo te respondo que también, continuamos así por un buen rato diciéndonos cosas riquisimas. Escuchaba tu respiración muy exaltada y yo sentía que el corazón se me salía, hasta que él dijiste quedste quietita, yo no quise parar el movimiento de mis caderas ya que estaba sintiendo muy rico el mete y saca que me hacías. Hasta que empecé a sentír algo caliente que llena mi pequeña vagina de tu semen, tu respiración se empezó a hacer más lenta y poco después recostaste tu cuerpo sobre el mío y me dices, es la primera vez que lo hago con una chiquita una mujer como tu. Yo me sentí alagada con tus palabras, porque te referiste a mí como una mujer, después de unos segundos te dije, me dejas chupártela como lo hace mi mami, sin responderme, te acomodas y vi que aún tenías la verga parada pero un poco menos dura. Así que te la tome y me la metí en la boca, te la estuve chupando y lamiendo hasta que sentí que estaba bien limpia, me fascino el olor y el sabor de tu verga húmeda.
Después nos paramos, nos vestimos y me pediste que me quedara pero sabia que pronto llegarian a casa, tenisnmi vulvita algo adolorida pero lo habia disfrutado mucho me dijiste que me lavara bien abajito que pensara siempre en ti cuando la rosara y que solo tu podias jugar asi conmigo y sobre todo que no le dijera a nadie.
Y aqui estoy deseandote loca por ti mi madurito. Dime si te gustan mis relatos sabes que me motivas a escribir mas por ti.
De lo contrario pensare que no.
Besos donde mas te agraden