Tú y Yo
En época de verano no soporto ni el camisón; está muy caliente el clima
Llegué muy cansada después de un largo día de trabajo.
Tomé un refrigerio rápido para tener algún alimento en el estómago… y me fui inmediatamente a mi recamara, me lavé los dientes, cepillé el cabello, me desnudé y me metí a la cama, me acomode de lado como siempre.
En época de verano no soporto ni el camisón; está muy caliente el clima… no sentí cuando entraste al cuarto, pero sí en cuanto te metiste a la cama, te acoplaste a mi contorno y juntos nos pusimos de cucharita, posaste tu mano sobre mi teta, envolviéndola toda; tu muslo pegado al mío y tu suave respirar lo sentí en mi nuca como tantas otras veces; en ese momento nos invadió una placidez tan solidaria y compartida que nos dormimos en un dos por tres. Solo alcanzaste a darme un suave beso en el hombro.
Nos acompañamos en el sueño profundo durante unas tres o cuatro horas; tan habituados el uno al otro…
Después de un plácido sueño, antes de que tú te despertaras, tu herramienta comenzó a despabilarse y me indicó por medio de ciertos toqueteos un tanto tímidos al principio que estaba lista para una faena … yo muy entendida de la situación separo un poco la pierna que tengo libre y permito que tu polla pueda comenzar a crecer y a retozar frotándose en el canal de mis nalgas con cierta comodidad; poco a poco vas cobrando conciencia de lo que tu pene y yo estamos tramando, tu mano que sigue en mi pecho comienza de una forma muy ágil con ciertos ejercicios a habilitar cada uno de los dedos que la conforman y se va adueñando de la situación… palpa, sopesa y amasa mi teta, con la comisura de los dedos aprisionas de vez en vez mi pezón, que está despertando de golpe, tus yemas acarician suavemente y se mueven por toda ella, siento la urgencia de voltear para besarte, pero me contengo, deseando conocer cuál será tu siguiente paso…
Separas un poco la cadera, en este momento tu hermosa pija, ya casi alcanzó su dimensión máxima, está bien tiesa y con el simple hecho de que yo alzo la pierna un poco más, puedes hábilmente repagármela por toda mi raja… quiero sentirla dentro pero a la vez quiero prolongar esta sensación tan placentera del paseo por todos mis genitales; no tenemos prisa, tenemos todo el tiempo del mundo para disfrutar de nuestros cuerpos; pero al siguiente enviste que lanzas yo alcanzo a subir un poco la cadera y de un solo golpe entra en mi coño más de la mitad de tu polla… que calor tan placido me llena, entonces haces magia y con la mano que tienes debajo de ti tomas mi cadera y comienzas a mostrarme el ritmo al cual bailaremos la danza del amor en esta madrugada, me siento un poco inútil, en esta pose, no alcanzo a tocarte nada, pero me dejo transportar a un lindo lugar.
Comienza un mete saca que va acelerando y la urgencia se va apoderando de nosotros; en un momento ya no aguanto más y me giro, te empujo sobre tu espalda, me siento de un solo movimiento sobre tu polla; me llena todas las entrañas, que cálido es tenerte dentro, que hembra me siento, comenzamos a cabalgar con una cadencia frenética, tus manos sobre mis senos, aprietas mis pezones; las bajas a mis caderas para indicar los tiempos, se dedican a acariciar mis nalgas, suben a mi torso y super cachondamente posas tu pulgar en mi boca, lo succiono, lo chupo, lo lamo, lo beso, tomas mi nuca y me atraes hacia ti, se prenden nuestras bocas en un beso interminable y lleno de toda la lujuria y deseo que tenemos contenidos; seguimos follando durante un buen rato, prodigándonos caricias, mimos, mordidas, me succionas los lóbulos de las orejas; aprietas mis pezones y en el momento indicado, los dos explotamos en una erupción monumental de fluidos y calores que duran un instante memorable… nos desplomamos juntos, nos vemos a los ojos y nos ponemos a reír… ¡la pasamos tan bien juntos!… apenas son las 4 menos cuarto… aún falta mucho para tener que levantarnos; nos besamos muy tiernamente, el momento en que tu polla decide abandonar mi concha siempre es un poco triste, pero me bajo de ti y me vuelvo a acomodar de ladito; regresamos a la posición de cucharita que tanto nos gusta, para seguir soñando…