TÚ SOLO TÚ...segunda parte

Disculpen primero las faltas de ortografia y en segundo la tardanza para publicar pero estoy viviendo una nueva etapa en mi vida y deseo disfrutarla al maximo,sin importar el cansancio o los desvelos que esto me provoca;asi que por este medio le agradesco a la vida la felicidad que estoy teniendo.

Mira si estoy loco por tu amor, que en lugar de huir de ti, te pido ayuda, mira  si me  has  hecho enloquecer, que en lugar de aborrecerte, te deseo, vamos a decirnos la verdad, tú te aprovechas de mi, y yo te amo,vamos a decirlo de una vez, como puedes ser tu libre, mientras yo soy preso, de la cárcel de tus besos, de tu forma de hacer eso, a lo que llamas amor, preso abrazando tus cadenas, condenado a lo que quieras y hasta que quieras  amor, mira si estoy tonto de verdad, que  pienso que  si obras mal, es culpa mía, mira si me has hecho no ser yo, que en lugar de hacerte daño, te protejo, vamos a decirnos la verdad, si te pudiera borrar, te borraría, vamos a decirlo de una vez tu me tratas como quieres.

Tema: preso

Intérprete: José José

La luz del sol entrando por la ventana de mi habitación me sorprendió, mientras  yo aun no lograba asimilar la situación, en lo que llevaba de vida, nunca me había interesado ni una sola chica, es mas ni siquiera volvía la cara para  “admirar el peinado o la vestimenta de ninguna” entonces como pudo haber ocurrido algo tan drástico y para colmo con Alejandra, si prácticamente somos como hermanas “al menos gracias a dios que no lo somos”; ahora que se supone que pase?.

Si de algo presumía en mi vida, era de la relación que mantenía con Alejandra, me enorgullecía decir que por ella yo sería capaz de hacer cualquier cosa , desde siempre nos había unido un lazo invisible pero que a fin de cuentas nos ataba la una a la otra, eso era para mí Alejandra, pero todo se había ido a la  basura en menos de un día, por una estupidez que jamás debió ocurrir había perdido a una de las personas más importantes en mi vida y tendría que aceptar las consecuencias.

Como explicar lo que ella me produjo con el contacto de sus manos, que confusión tan grande, me considera una chica pasional, pero lo que sentí con ella fue indescriptible, como si mi cuerpo fuera una braza al rojo vivo; me encantaba tener sexo con chicos, siempre había disfrutado enormemente, pero Alejandra me provoco un orgasmo con el simple hecho de contemplar como ella llegaba  al suyo.

Sandra-hay Alejandra ahora en que parte de mi vida te acomodo?.

Lamentablemente y como si se tratara de una puesta  en escena habría que dar un giro drástico a la historia y sacar definitivamente a algunos personajes, si de algo me había servido el no dormir en toda la noche fue para llegar a las únicas conclusiones posibles; lo ocurrido se trataba de un grave error, el hecho de que Alejandra estuviera enamorada de mi complicaba el hecho de continuar como si nada hubiera ocurrido; en conclusión había perdido una buena amiga y tendría que hacer algo para  alejarla de mi.

Muy a mi pesar me levante de la comodidad de mi cama y  me dispuse a  desayunar con mis padres al igual que todos los días antes de ir a la universidad, al pensar en esto nuevamente mi sonrisa desapareció era cierto, mi coche estaba descompuesto desde hacía ya una semana, lo que significaba que Alejandra vendría por mí para irnos juntas; mis padres en el comedor como siempre ya se encontraban hablando de cualquier tontería.

Sandra-buenos días a los dos. Tenía una resaca monumental, además del estrés emocional que ya me cargaba.

Carlos-buenos días para ti también, desayunas mi amor?.

Sandra-solo café que de hecho voy tarde a la escuela...

Yo amaba a mis padres más que a mi propia sangre, había si bien una muy buena comunicación ellos siempre habían conservado intacta esa línea que divide el ser amigos y el ser padres, yo podía hablar con ellos de cualquier cosa pero también era cierto que yo debía de obedecer sus órdenes  como si fueran  leyes, sin reclamos o excusas; entonces a quien le podría hablar de lo que había ocurrido, si con la única que había confianza hasta ese punto era Alejandra.

Carlos-si no te hubieses desvelado anoche no tendrías que andar corriendo para llegar a tiempo  y no estarías con esa cara.

Sandra-no te preocupes, que el sueño lo repondré  después, además para eso es la vida para divertirse y explotarla al máximo, intensamente; no es así como tú dices.

Carlos- mmmmmm es el colmo ahora utilizas mis propias palabras, para justificarte.

Adriana-el pez por su boca muere y  tu Sandra no piensas esperar que venga ale por ti o es que te sientes tan bien que caminaras hasta la escuela.

Sandra-no creo que venga, anoche tuvimos un pequeño mal entendido y no quedamos en vernos hoy.

Gonzalo-y ahora que le hiciste a esa pobre niña Sandra?.

Sandra- y tú por qué piensas que fui yo quien tuvo la culpa, en verdad que pareces más padre de ella que mío.

Adriana-y hay otra manera de que hayan sido las cosas?, si esa niña  solo hace lo que tú le pides, te sigue  con los ojos cerrados.

Qué pasaría si a mí me gustaban las mujeres? No es que este poniendo en duda lo que soy, es solo una simple curiosidad, si yo soy la mujer más heterosexual que  hay, pero tenía que saber  y para eso nada mejor que inventar algo, para salir de dudas.

Sandra-dos  mujeres terminaron besándose a media fiesta y la mojigata de Alejandra como siempre casi las excomulga ahí mismo  yo le pedí que no fuera tan exagerada y como yo estaba de mal humor pues exagere las cosas, se me hizo una tontería, además en esta época es tan común. Por favor dios que no haya sido tan obvio, como creo.

Carlos-mmmmmm bueno siempre hay que ser tolerante con la manera de pensar de los demás. Mi padre a simple vista se  noto que le dio la vuelta a la situación.

Mi padre siempre era la parte conciliatoria en los problemas familiares, pero eso sí, nada lo haría cambiar en su manera de pensar, mi madre por el contrario era más visceral y no se andaba con tantas vueltas para hablar de algo.

Adriana-pues definitivamente creo que Alejandra parece más hija  nuestra que tu mi amor, no sé  de donde  consigues esa manera de pensar, que para nada se parece a la de nosotros. Mi mama al igual que mi padre había regresado a su desayuno sin dejar de  hablar del tema.

Sandra-básicamente en esta vida todos tenemos derecho de conocer el amor sin importar el sexo de  la otra persona, y eso no debe influir en ser aceptado o rechazado por la sociedad o no lo crees?.Porque diablos me  metí en esta conversación, ni que de plano  fuera lesbiana solo por una vez.

Adriana-no lo creo, pero se trata de tolerarlo.

Sandra-para ti seria un motivo para rechazar a una persona, no estoy de acuerdo; por ejemplo mama, si yo  me enamorara de una  mujer, dejaría de ser tu hija, ya no me amarías?.

Cuando termine de hablar parece que dije que me iba a casar, por que se hiso un enorme silencio que apenas duro unos segundos, hasta que mi papa por fin hablo.

Carlos-tu madre se refiere a que nosotros podemos  respetar que  exista jóvenes que  sean homosexuales, tenemos que soportar que esa clase de problemas se presenten con los nuestros amigos o vecinos, pero en nuestra casa, en esta casa NO; ahora que les parece si dejamos problemas que no nos incumben  y terminamos  de  desayunar con algo más agradable.

Mi madre empezó a  platicar algo que debió  ser muy chistoso, porque mi padre parecía llorar de la risa  y yo me vi obliga a fingir una sonrisa que estaba lejos de tener, no me esperaba que mis padres tuvieran ese tipo de mentalidad acerca de la  sexualidad, pero más claro ni el  agua, estaba  tan confundida, y esto fue un balde agua helada.

fue a mi habitación tome mis libros y mi bolso, la única manera de llegara a la escuela era caminar o llamar a Mauro lo cual seguramente me costaría algo a cambio, cuando salía de mi casa con el celular en mano para hablarle a mauro, me quede sin saliva cuando vi que Alejandra estacionaba su  camioneta y bajaba para dirigirse a mi casa, caminé  por la acera fingiendo no haberla visto, lo que era estúpido, pero no se me ocurrió otra cosa; de reojo pude ver como ella cruzaba la calle sin ni siquiera fijarse y corría detrás de mí para alcanzarme, hasta que por fin lo hizo y alcanzo  a colocar su mano sobre mi hombro para hacerme girar      y de inmediato retire mi hombro  para evitar el contacto.

Alejandra-hola, vine por ti para irnos juntas, nos vamos?.Pude ver en su mirada que no se esperaba que rechazara su contacto.

Estaba molesta por lo ocurrió, enojada con la vida, conmigo, con ella, no sabía qué hacer o decir, simplemente la ignore y comencé a caminar para subir a su auto ,mientras escuchaba sus pasos detrás de mí, jale la puerta del copiloto para entrar, estaba abierta “hasta para esto es tonta, le pudieron haber  robado  el coche frente a sus narices”;preferiría  haber estado en cualquier otro sitio pero sin embargo yo sola había caminado hasta el auto, observe como después de una eternidad por fin había la puerta y  recuerdo bien esa pequeña mueca de dolor que le vi hacer al momento que se sentó frente al volante “recuerdo ese dolor que yo también tuve después de haber estado por primera vez con un hombre, ese dolor que te hace revivir cada instante lo que lo provoco”, creí haberme imaginado el que ella fuera virgen, pero  no había dudas lo era y yo, yo era una desgraciada.

Alejandra-quiero decirte  tantas cosas, lo de anoche fue….

Cuando mis pensamientos fueron interrumpidos por el tono de su voz, mis ideas aterrizaron por fin, tenía que hablar con ella, seriamente y sin dejar la más mínima duda de lo que deseaba que pasara.

Sandra-voy a decir tres  cosas que espero te queden bastante claras. No me importo en lo más mínimo que cosa quisiera decirme ella, aquí solo importaba una cosa, mi palabra igual que siempre.

Alejandra-te escucho. El brillo de sus ojos se esfumo en un segundo.

Sandra-número uno, lo de anoche fue el error y la estupidez más grande que pudo haber pasado; dos, nunca más se volverá a repetir y por ultimo si quieres seguir  siendo mi amiga arranca de una vez y  no vuelvas a mencionar ni una sola palabra de lo ocurrido porque en el momento en que lo hagas se terminara nuestra amistad.

Termine de  hablar y mire hacia el frente tratando de aparentar una calma que estaba muy lejos de sentir, de reojo solo pude como  ella respiraba profundamente y después de unos instantes por fin arranco el auto  rumbo a la universidad, el trayecto de más o menos 30 minutos, en esta ocasión fue mucho más eterno, ninguna de las dos dijo ni una sola palabra, el silencio era bastante incomodo, pero cualquier cosa que me venía a la cabeza para romper  el hielo me parecía mucho más tonta.

Cuando por fin entro al estacionamiento de la universidad, recordé que desde siempre nuestros caminos habían estado unidos, nuestros padres  amigos de toda la vida, nacimos casi por las mismas fechas, estudiábamos la misma carrera y bueno para colmo hasta nuestros lugares de estacionamientos estaban juntos (una de las muchas ventajas de que nuestros padres fueran benefactores de la institución) existían muchas razones para mantener nuestra amistad tal y como siempre había sido.

A lo lejos se  venía acercando mauro, seguramente molesto por haberlo dejado botado en la fiesta, sin dudarlo ni un segundo más de una chica en la universidad me envidiaba por estar con él, mauro era increíblemente atractivo, rubio, ojos  verdes y cuerpo a simple vista atlético.

Sandra-nos vemos a la hora de la salida. Fue lo único que dije  antes de bajar del auto sin ni siquiera esperar su respuesta.

Me acerque corriendo a mauro, quien tenía toda la intención de echarme en cara mi actitud de la noche anterior, lo cual no le permite en  lo más mínimo, porque apenas  lo tuve a mi alcance lo bese casi desesperada, tal vez eso era lo que necesitaba, estar  entre sus brazos para que por fin se me salga de la cabeza las imagines de Alejandra.

Sandra-anoche me fui por tu culpa, sabes que no soporto que me rechacen y  menos para hacer el amor. Le susurre lo mas dulcemente al oído.

Mauro-me darás la oportunidad de compensártelo y remediar el error. Me rodeo con sus manos la cintura para aumentar mucho el contacto entre nuestros cuerpos.

Sandra-es un trato.

Mauro-hola Alejandra, que tal se porto anoche la ebria de tu  amiga?.Dirigió por un breve instante la vista hacia mi amiga que se encontraba parada  enfrente de nosotros.

Mi mejor amiga dirigió su mirada hacia mí, la cual rápidamente esquive apretándome más al cuerpo de mauro.

Alejandra-los veo luego chicos. Empezó a caminar entre el resto de los estudiantes hasta que la vi desaparecer.

Mauro-todo está bien Sandra, no me digas que se pelearon?

Sandra-para nada porque lo dices?.Me sentía fatal de tratarla de esa manera pero era la única para hacerla entender.

Mauro-me dio la impresión de que estaba a punto de llorar, pero tal vez vi mal.

Sandra-se ve así por la desvelada, pero ya se le pasara.

No sabía cómo es que soportaba ir a la escuela y todas esas clases tan aburridas, me gustaba mi carrera, solo que al ser la misma que la de mi padre, había tenido la oportunidad de aprender todo lo que  me explicaban con la práctica y no solo en teoría, solo que ese día ni cuenta me di como es que las clases terminaron, solo pensaba en  Alejandra, sabía que mis palabras la habían lastimado, pero ni modo.

Al momento en que Salí del salón de clases al primero que me tope  fue a mauro, que extrañamente me  estaba buscando, eso solo podía suponerse una cosa, deseaba estar conmigo a solas, esa era su manera de insinuarlo.

Mauro-eres justo la persona que deseaba ver en este momento. Esa sonrisa tan perfecta derretía a más de una.

Sandra-pues si me esperas en la puerta, es más que obvio que me veras, no crees?.Mi humor no era precisamente el mejor del mundo.

Mauro-creo que alguien  está molesta, solo que me gustaría saber por qué, antes de pagar los platos rotos de los demás.

Sandra-no estoy molesta, es por lo que me dijiste en la mañana de Alejandra, voy a preguntarle si le ocurre algo. Nadie era mejor que yo para dar escusas  y justificarse ante  los demás.

Mauro-va olvídate de la apretada esa, debe estar en sus días, mejor vámonos a otro lugar. Trato de abrazarme para darme un beso.

Sandra- no me explico porque eres tan idiota, sabes que me molestan esa clase de comentarios y más si son para Alejandra.

Mauro-yo solo digo lo que todos los demás callan.

Sandra-pues tú y los demás son una bola de idiotas, porque hablan  así de ella sin conocerla. Estaba frustrada, molesta quería gritarle al primero que se me parara enfrente.

Mauro-pues es verdad, es una apretada, son contadas las personas a las que ella les habla y ni hablar de divertirse, nos ha hecho quedar mal con los chicos que tú y yo le hemos presentado, lo más probable es que termine de monja.

comencé a caminar rumbo al estacionamiento y dejando al idiota de mauro parado, ahora por lo menos sabía que ocurría con Alejandra, el motivo de por qué nunca llegaba a la segunda cita con nadie, el  por qué siempre me suplicaba que nunca la dejara a solas con ninguno de los chicos que la seguían, era cierto Alejandra era seria, casi no hablaba con nadie, tenía poco o nada de vida social, no le gustaban las fiesta, pero eso lo compensaba siendo inteligente y además era muy increíblemente bella; sacudí la cabeza al darme cuenta  que el pensar en ella me provocaba una sonrisa bastante estúpida para mi gusto, dios por un instante pensé en ella como mujer y no como amiga.

Alejandra-lista para irnos. Ni siquiera me percate en qué momento apareció junto a mí con  esa sonrisa tan dulce.

Sandra-yo siempre estoy lista, no lo olvides. Fue la primera respuesta que me vino a la  mente después del asombro.

Alejandra-entonces no esperemos, que  estoy agotada. Me dio una pequeña palmada, para animarme a caminar más de prisa.

Sandra- que tal  tu día?. Con ella las conversaciones podían ser tan sencillas, pero sin duda alguna se disfrutaba al máximo.

Alejandra-no como yo esperaba, pero bien después de todo. Me miro tan dulcemente que apenas pude esquivar esa sensación de flotar.

Sandra-pues para mi bastante bien, mi coche está listo y saldré a probarlo con mauro.

cerré los ojos al darme cuenta de lo que había dicho, Alejandra sabía perfectamente que esa clase de comentarios, significaban que tal vez terminaría en la cama de alguien, ahora me lamentaba decirle estar cosas, después de que ella me había confesado sus sentimientos por mí, después de unos segundos de silencio por fin decidió a hablar.

Alejandra-entonces te veré mañana, antes de entrar a clases. Trato de demostrar indiferencia ante sus  palabras, pero sus ojos se veían apagados.

El resto del camino lo  hicimos hablando de mil tonterías de la escuela, de la fiesta o incluso de nuestras familias, agradecí enormemente que ella se esforzara por continuar con nuestra amistad como si nada hubiera ocurrido, esa misma tarde me entregue frenética al sexo en brazos de Mauro, era tanta mi desesperación por recuperar el control de mi vida y mis ideas que ni siquiera fui capaz de esperar  ni un segundo y tuvimos relaciones en la sala de su casa que por fortuna estaba  vacía.

Los  siguientes días fueron como decirlos, desesperantes, estresantes, mauro y yo continuamos saliendo, si se le podría decir así, porque prácticamente era solo salir de un sitio para meternos a una cama y estaba bien, el sexo con el no era malo, me sentía satisfecha, pero algo se había apagado y tenía miedo de que fuera por Alejandra, si solo hubiera sido eso, tal vez hubiera estaba bien pero todo se complicaba en las noches.

Noches en las cuales no hacía otra cosa más que recordar una y otra vez lo que paso en aquel lugar con Alejandra, pensaba en todas las sensaciones que me invadieron cuando la tuve entre mis brazos, el sabor de su saliva cuando la besaba, recordaba perfectamente la sensación en la yema de mis dedos cuando su piel se erizo producto de su primer orgasmo, su cara, su sudor y lo que me mataba cada segundo es tener grabado el olor de cuerpo junto al mío.

Lo peor era que al continuar con nuestra amistad, tenía que controlar toda la inquietud que me invadía cada vez que la tenía a mi lado, no podía  aunque lo intentaba, dejar de recordar cada centímetro de su cuerpo que mis manos tuvieron la oportunidad de tocar, los días que nos veíamos por la tarde, para mi eran una verdadera tortura, esperaba cualquier descuido  de Alejandra para  contemplar sus bellas piernas que asomaban bajo la falda, pero lo que más deseaba eran sus perfectos y bellos senos que gracias a los escotes de su blusa siempre me dejaban ver mas allá de la cuenta; Alejandra con sus palabras intentaba hacerme saber que nuestra amistad seguía siendo la misma, pero estoy segura que en más de una ocasión se daba cuenta de mis miradas  hacia su cuerpo, y lejos de  evitarlas, parecía estarme retando con sus actitudes  y comportamientos cada vez más sensuales, desde un simple abrazo que duraba más de la cuenta y que yo claro aprovechaba para llenar mis sentidos con su aroma, hasta  vestirse al menos para mí mucho  más sensual que de costumbre.

Mis padres estaban realmente complacidos con nuestra amistad que  hacían todo lo posible por complacer a Alejandra en cada una de sus visitas; hasta que el destino pero principalmente ellos se encargaron de llevarme hasta un punto sin regreso, cada una de las situaciones embono perfecto en las demás, los padres de Alejandra salían de viaje unos días y los míos como una muestra de amistad ofrecieron hospedaje para ella, solo serian tres días, tres tentadores días al menos para mí, porque Alejandra parecía no prestarle mucha importancia; la primera noche fue horrible tuve que respirar lo más hondo posible cuando CASUALMENTE coincidimos a media noche en la cocina ,se  veía  tan sensual con su pequeña  pijama, que esa imagen se repetía en mi  mente sin cesar, impidiéndome dormir al saberla tan cerca de mí, “está durmiendo justo del otro lado del pasillo” di mil vueltas en la cama hasta que el día me sorprendió; por fortuna la segunda noche ,estaba  tan agotada por la falta de sueño y las clases que apenas puse mi cabeza sobre la almohada  me quede dormida.

Pero la tercera noche todo cambiaria, en la vida de las dos; llevaba cerca de cuatro horas leyendo unas notas  con la finalidad de encontrar un error, que yo a simple vista, no veía por ninguna parte, hasta que apareció Alejandra dispuesta a ayudarme una vez más.

Alejandra-quieres que te ayude?.

Como si no tuviera suficiente estrés encima, tenía que aparecerse con esa ropa que apenas le cubre, ahora no solo tengo que concentrarme en los malditos papeles, sino que debe cuidar de no decir o hacer algo estúpido.

Sandra-te los suplico, la verdad es que estoy atorada y la verdad es que  ya no sé ni en donde estoy parada con tantas letras. Baje la mirada hacia los papeles.

Alejandra-eso me pareció, ni siquiera bajaste a cenar, déjame ver. Extendió la mano para que le diera los papeles.

Sandra-siéntate. Le di copias de lo que tenía  a un costado de mí.

Pasamos más de 30 minutos sentadas frente al escritorio de mi habitación, apenas separadas por unos cuantos centímetros, leyendo sin que ninguna de las dos rompiera el silencio, estaba tan concentrada  en  hallar lo que deseaba que ni siquiera me percate en qué  momento Alejandra comenzó a verme, hasta que el peso de su mirada era tan fuerte que me saco de concentración.

Sandra-encontraste lo que buscamos?. A simple vista seria una mirada inocente, pero a mí me provocaba tantas cosas.

Alejandra-por favor no me ignores. Esas palabras sonaban casi como una súplica de su parte.

Ella me  cautivaba de una manera que ni yo misma entendía; desde siempre la había querido y en mi había nacido un  cariño tan especial por ella, pero ese sentimiento ya no era el mismo desde aquella noche, ahora me enloquecía saberla cerca, quería seguir disfrutando de nuestra amistad como  en los viejos tiempos, pero también  quería volver a sentir el olor de su cuerpo, sus besos.

Sandra-no puedo, aunque lo intente, no puedo ignorarte. Tome su mano en un impulso y la apreté entre la mía, sin saber que ocurriría.

Todos estos días fueron una lapida en  mis hombros, sabía que el calor que me trasmitía con el simple contacto de su mano, era único, pero  por que tenía que sentir esto con ella, no dejaba de angustiarme toda esta situación y sin poderlo evitar no dejaba de apretar su mano, no supe que mas decir; yo Sandra la que siempre tenía la iniciativa en todo, estaba sin palabras y parecía que así nos íbamos a quedar toda la noche, tenía la cabeza hacia abajo tratando de armar oraciones en mi mente, pero aun así veía como ella, no dejaba de observarme.

Alejandra-mírame vida mía, todo va estar bien y sabes por qué?.Sin soltar mi mano se levanto y se sentó sobre la mesa quedando sentada frente a mí levantándome el mentón.

No supe que contestarle, así que solo negué con la cabeza, toda esta situación me  sorprendía, era tan extraño pero lo era mucho más al ser Alejandra la que la manejara.

Alejandra-porque yo te amo y siempre voy a estar contigo, aunque  tú no quieras voy a estar á  tu lado para recibir lo que tu estas dispuesta a darme con la única condición de que  tu estas  junto  a mí de la manera que quieras.

Sus palabras no sonaban en lo absoluto posesivas ni mucho menos al contrario, tenían ese tono tan dulce, casi como un suspiro, una súplica, y eso era lo que más me gustaba de ella, era una persona  tan sensible que sus sentimientos  siempre los traía a flor de piel, cosa contraria a mí que siempre trataba de mantener el control ante todo, verla tan dispuesta  para mí y sentir el contacto de sus  manos me despertó el instinto de besarla; logre reaccionar antes de que pasara.

Sandra-bueno creo que es mejor que las dos nos vayamos a dormir, sino mañana no podremos llegar a clases. Me levante de la silla y le di la espalda para dirigirme al baño.

Alejandra-será como tú quieras, te lo juro.

Me sorprendió la manera en que me jalo hacia su cuerpo, solo para darme un enorme  abrazo que me  imposible rechazar, recuerdo perfectamente esa sensación de calor que me invadió de pies a cabeza, era tanta  tranquilidad, felicidad pero sobre todo ternura, si esa es la palabra TERNURA todo en Alejandra me inspiraba una ternura inmensa, no supe en qué momento mis manos rodearon sus cuerpo para impedir que ese momento se perdiera.

Alzo la cabeza para hacer que nuestras miradas chocaran una vez más, me miro con tanta ternura, parecía un conejito asustado, y me estremecí de pies a cabeza, que supe lo que iba a pasar apenas un segundo antes. Cubrí la distancia que nos separaba, tomándola del cuello y la bese, por instinto cerré los ojos, sentí como el deseo ataco  mi cuerpo de golpe, mi entrepierna se humedeció casi al instante.

Era  una completa batalla la que libraban  mi cabeza contra mi cuerpo, la razón me decía que esto no estaba bien y que me arrepentiría; pero mi cuerpo quería más, el deseo me invadía por completo, hasta que finalmente mi razón fue  la vencedora

Sandra-basta, es hora de que te vayas. Intente de controlar  mi respiración que parecía más un caballo desbocado.

Alejandra-no me digas eso, tú lo deseas tanto como yo. Intento acercarse de nueva cuenta pero di un paso  atrás.

Sandra -eso para nada, y vete de una vez. Me cruce de brazos para  darme un poco mas de seriedad “por favor  vete antes de que haga una locura”.

Alejandra-ni intentes mentirme, crees que no me doy cuenta la manera en que me miras, me deseas tanto como yo te amo.

Sandra-ya estuvo bien de tonterías vete o te saco.la tome del brazo para llevarla hasta la puerta, a pesar de sus intentos por impedirlo.

A pesar de tener casi la misma complexión, ella siempre había sido más dócil, lo que impedía usar tal vez al cien sus  fuerza física, lo que me ayudo a  sacarla fácilmente  de mi recamara y le revente la puerta casi en la cara. Me quede recargada en la pared  sentía como las piernas me temblaban, hasta que por fin la sensación me venció y caí sentada junto a la puerta, “dios ayúdame, no quiero hacer esto, tengo miedo y no de mi, tengo miedo de lastimarla a ella, no soportaría que Alejandra sufriera a costa mía”

El piso estaba tan frio, pero ni siquiera me importaba, solo  pensaba en sus labios el calor de su cuerpo, en que era mi mejor amiga, yo era la última persona en el mundo de la que ella se tendría que haber enamorado, ni siquiera recordaba a mauro, estuve dando mil vueltas sobre la cama sin poder conciliar el sueño, estaba tan cerca de mí, solo tenía que cruzar el pasillo y la tendría para mí; en mi cabeza no se dejaban de repetir sus palabras “será en las condiciones que tú quieras” me levante dos veces a lavarme la cara con agua fría pero ni así lograba despejar mis ideas, no podía dormir ,no podía dejar de ver la puerta y pensar que ella estaba durmiendo esperándome solo a mi ”La sensación que provocas en mi es única, me muero por volver a probar un segundo más tus labios y eso no significa nada,  estoy con  mauro creo, me gustan los hombres  y mucho, pero eso no significa que no  pueda tenerte cuando se me antoje”.

Ese fue mi último pensamiento no sé  si racional o irracional, cuando me di cuenta estaba abriendo la puerta de su recamara, porque no me sorprendió que la puerta no tuviera seguro, cuando por fin entre, me asegure de no ser  sorprendida metí seguro y me gire solo para verla, profundamente dormida, me temblaba cada centímetro de mi piel mientras me acercaba hasta su cuerpo.

Quite de golpe la sabana que la cubría y su pequeña pijama me  hiso decidirme definitivamente, en menos de un segundo me coloque sobre su cuerpo y tomándola del cuello la bese mientras dormía, la fuerza de mi beso era tanta que por instinto despertó tratándome de quitar de su cuerpo, gracias a mi posición le fue imposible, me imagino que cuando reacciono al reconocerme, de inmediato cedió  al  contacto, permitiéndome la entrada a su boca, sus labios eran tan suaves que tuve que esforzarme  para no morderlos, mi lengua recorría con desesperación cada rincón de su boca, su lengua intentaba ganar una batalla con  la mía, batalla que perdió fácilmente, fueron tantos días deseando esto que ahora que lo tenía quería disfrutarlo intensamente.

Mis manos se dedicaban a explorar sus cuerpo por encima de su pijama, hasta que por fin logre colar una de mis manos por debajo de su pequeña blusa hasta tocar  uno de sus senos, creí que iba a tener un orgasmo en ese momento, eran tan suaves, la sensación de sentir como  su pezón se transformo en una pequeña piedra sobre la palma de mi mano es indescriptible; me coloque en medio de sus piernas y sin importarme que hubiera ropa de por medio empecé a embestirla como loca.

La deje de besar cuando me percate que prácticamente le estaba impidiendo jalar aire, el bese el cuello dándole pequeños mordiscos hasta llegar a su oreja.

Sandra-me has estado provocando todo este tiempo, te voy a enseñar que ese fue tu peor error, ya lograste lo que querías y mucho mas.

Alejandra-Sandra, mi Sandra te amo, hazme el amor, corazón mío. Apenas y le alcance a escuchar entre los pequeños gemidos que daba.

La hice que se sentara y sin perder un solo segundo le quite sus hermosa blusa solo para contemplar sus  perfectos pechos que se alzaban como pirámides sobre sus cuerpo, me contuve para no saltar sobre ellos y  ahora  tratando de controlar el temblor de mis manos me deshice de su pequeño short y por último de su pequeña tanga negra, sentí que mi  vagina se trasformaba en un rio al ver su entrepierna frente a mí, completamente depilada.

Ni siquiera la dude, de inmediato hundí mi cara entre sus piernas, nunca había hecho eso con  una chica; a algunos de mis novios les había dado sexo oral, pero esto era distinto, el sentir la plenitud del sabor de una mujer en tu boca  es indescriptible, sabia dulce, salado, frio, caliente, sabia a todo y a anda al mismo tiempo; intentaba no verme tan torpe pero lo era, no lograba establecer un ritmo, pero esto no parecía importarle a Alejandra, porque  daba pequeños gemidos, mientras empujaba mi cabeza para  hacer más profundo el contacto, logre encontrar su clítoris el cual saboree como el mejor de los penes hasta sentir como mi  rostro se cubría  con sus jugos, mi boca se inundaba con su sabor y era deliciosa, había logrado que ella llegara a  un orgasmo.

Después de unos  instantes cuando ambas  logramos recuperar el  control de nuestras respiraciones, me quite de inmediato el pijama que estaba empapada en sudor, para quedar ambas completamente desnudas.

Alejandra-eres muy bella mi amor. Me invito a abrazarme a su cuerpo.

Sandra-para mi, tu eres perfecta, la volví a besar tratando de hacerle ver que eso era apenas el comienzo.

Habíamos estado desnudas una frente a la otra en muchas ocasiones y nunca como ahora tuve tantos deseos de tocar ese par de senos  que a simple vista se veían deliciosos, la volví a besar con la misma intensidad y las rodillas se me aflojaron cuando sentí la suavidad de sus pechos entre mis manos, su pezón  que se encontraba desnudo, la sensación de dominio que estaba ejerciendo sobre ella me enloquecía, aumentaba hasta niveles nunca experimentaros mi temperatura.

Le abrí las piernas y me coloque sobre ellas, ahora debía saborear el sabor de su piel, cuándo sentí en mi  boca el temblor de su pezón endurecido, sentí como mi humedad comenzaba a escurrir por mis piernas.la yema de mis dedos comenzó a recorrer con enormes dudas  su entrepierna, que estaba completamente mojada, resbalosa, tan única, la recorrí de arriba abajo tratando hasta que logre  ubicar su clítoris que se encontraba erecto como un pequeño pene, tocaba la punta y lo recorría dando pequeños círculos a lo largo.

Alejandra- mi amor, soy tuya, haz conmigo lo que quieras-hablo entre jadeos

Seguí  acariciándole el clítoris mientras con mis labios dejaba un pequeño camino de besos por su cuello hasta volver a saborear sus pezones  una vez más.

Sandra-quería comerte cada vez que te veía. Atrape su labio inferior con delicadeza y mordisquee un poco la piel cuando se apartó.

Alejandra- Oh... dios hazme tuya.

Pegue mi boca a  su pecho y me puse a jugar y dar lametones a sus pezones  que sentí que reventaban ante el contacto, envolví la protuberancia endurecida con los labios chupándola  y tirando de ella, y por fin mordisquee la sensible carne con los dientes.

Alejandra-por favor ya…necesito sentirte.

Arqueo la espalda, incapaz de aguantar más enredé mis dedos entre su espeso pelo oscuro, pegándola bien a mi cuerpo que a pesar de estar  cubierto por la pijama estaba empapado de sudor. Por fin encontré lo que tanto ansiaba, la entrada a su vagina estaba invadida por sus jugos que me permitió que un par de mis dedos entraran sin mayor complicación en la pequeña grieta, se sentía tan caliente, apretada, deliciosa.

Sandra- que delicia, cómo estás de... de mojada; esto es una locura-“El día de mañana  me arrepentiré de esto, pero si hoy no lo disfruto sería una estupidez”.

No sé si fue el placer físico, o lo saber que  la tenia completamente bajo mi voluntad que cuando  me di cuenta estaba experimentando  un delicioso orgasmos, el verla completamente desnuda hiso que mis piernas se convirtieran en agua, que todo ese mar de sensaciones que tenia acumuladas todo este tiempo por fin se liberaron de mi cuerpo, mi vista se nublo por unos cuantos segundos y sentí que me desvanecía como un fantasma, hasta que me deje caer nuevamente sobre su cuerpo, noté sus pechos, pegados a mi piel, noté cuando las puntas  de mis senos se alargaron y se endurecieron por el contacto, mi entrepierna se encontraba hecha un mar de humedad.

Que estúpida me estaba viendo, se supone que el control lo  tenía yo; y a la menor muestra de placer que experimente al estar dentro de ella, no había logrado controlar mi excitación; debía compensarla a ella, porque después de todo acababa de darme un  delicioso orgasmo, mis dedos aun seguían en su entrepierna a sí que comencé con tremendas embestidas con mis dedos, los  retira completamente de su cuerpo y los volvía a introducir de un solo golpe, provocando que en cada ocasión Alejandra  tensara cada vez más su espalda, dando pequeños quejidos, sobre mi oreja.

Alejandra-me duele. Me decía mientras enterraba sus uñas en mi cuello.

Sandra-lo sé Ale, lo sé.

No me importo que su voz sonara como siempre a punto de llorar, el poseer a una mujer, ES INCREÍBLE, así que continúe con  el ritmo de mis penetraciones hasta que  nuevamente sentí como su piel se erizaba por completo.

Sandra-córrete en mí, entrégame tu sabor Alejandra.

Mis palabras la ayudaron a liberarse por completo a la sensación de placer las contracciones de su entrepierna acompañadas de un mar de  jugos, me indico que estaba llegando al orgasmo, Jale a Alejandra para levantarla y la besé. Los besos eran apasionados, y bruscos. Estaba  en brazos de esa bella mujer disfrutando del sabor de su piel salada por la excitación, ahí abrazadas no existían mis pensamientos, sólo las sensaciones.

Cuando sentí que su cuerpo se tranquilizaba y su respiración volvía a normalizarse, retire mis dedos completamente húmedos y disimuladamente los limpie en la pijama, me sorprendí  teniendo un insoportable dolor de cabeza y una terrible sed “que estupidez tan grande cometí”, mi mente se llenaba de lamentaciones.

Sandra-estoy tratando de entender cómo es que esto sucedió. Le acariciaba su pelo, sintiendo  su suavidad, la misma de su piel.

Alejandra-no te atormentes, solo importa lo que has experimentado esta noche.

Sandra-es mejor que me vaya. Muy a mi pesar me separe de su cuerpo y comencé a buscar mi ropa.

Alejandra-por qué? Acaso no disfrutas estar entre mis brazos?. Me miro con ojos de niña buena.

Sandra-escúchame  ale, estas entendiendo mal; disfruto tenerte en mi cama, pero eso no quiere decir que yo esté dispuesta a que tú hagas lo mismo conmigo; me entiendes yo no soy lesbiana, de hecho mañana estaré con mauro y te lo dejo claro, las cosas son así tu sabes si las aceptas o no.

Alejandra-que pasa si acepto?.

Sandra-no pasa nada, yo voy a continuar con mi vida de siempre, pero debes en cuando, podrías dejarme entrar en tu cama, solo eso, ahora que si no estás dispuesta pues no y listo cada quien a su vida.

Alejandra-es fácil al menos para ti.

Sandra-lo tomas o lo dejas? piénsalo; y ahora voy a darme un baño. Le di un pequeño beso en la comisura de los labios.

Salí con cuidado  hacia mi recamara y  camine  hacia el baño, abrí la regadera y me metí con todo y la pijama, “Alejandra ahora vas a recibir solo lo que yo quiera darte, como siempre” termine la ducha me vestí y me metí  bajo las sabanas y por fin, después de  tantos  días me dormí de inmediato y no me desperté en toda la noche.