Tu Novia 6
Tu novia y tú os entregáis completamente a mi voluntad.
Llegaste a tu hora habitual, abriste la puerta y te encontraste a Moira, con su colita de perrita y a mis pies, con la cara pegada al suelo y el culo en pompa. Cerraste la puerta y diste dos pasos, te frenaron los dos azotes que le di a Moira. -No aprendes Lola... -Lo siento Amo Dijiste arrodillándote, te acercaste hasta quedar junto a Moira, notaste mi mirada y adoptaste su misma posición, la cara pegada al suelo, el culo en pompa. -Bien bien, poneos de pie. -dije - desnúdale Moira. Moira te desnudó despacio, dejó tu chaqueta en el respaldo de una silla y desabrochó los botones de tu camisa una a uno. Su contacto te puso la piel de gallina, tus pezoncitos se pusieron duros. -Muérdelos Moira. Sin perder ni un segundo Moira comenzó a mordisquearlos con ganas, tu cerraste los ojos y empezaste a emitir grititos y gemidos. Me coloqué detrás de ti, con la cuerda que tenía preparada comencé a inmovilizar tus brazos desde las muñecas hasta por encima de los codos. No podrías moverlos. deje un cabo suelto para poder controlarte. Tiré del collar de Moira para separarla de tus pezones y ordenarle que siguiera desnudándote. Te quitó los zapatos casi con cariño de rodillas y con la cara a la altura de tu polla, en esa misma posición desabrochó tu pantalones y te los quitó. Se sorprendió al ver tus braguitas mojadas, sin duda tu polla habría estado goteando todo el día como estaba goteando ahora. -Pero Lola... que cochina... -dije- No se quien de las dos es más puta Moira. -Amo, lo siento, pero tengo que ir al baño. -¿Ya sabes como tienes que ir no? de rodillas Guié a Moira mientras tú nos seguías con dificultad por llevar las manos a la espalda. Intentaste levantarte, pero tiré de la cuerda para frenarte. Ordené a Moira que te ayudase, se acercó a ti, con dos dedos sujetó la jaula que contenía tu polla, haciéndola pasar por encima del borde de la taza. Tuviste que incorporarte un poco para poder llegar. Mientras Moira sujetaba tu polla yo abría sus piernas y acariciaba su coño húmedo con suavidad. Su olor a deseo era maravilloso. Quizá lo notaste, o quizá fue sentir el tacto de Moira, pero tu polla empezó a ponerse dura, aplastándose contra los barrotes. -No soy capaz Amo... Tiré de nuevo de las cuerdas para ponerte de pie, eché mano de lo primero que encontré, un cepillo de pelo que estaba apoyado sobre el lavabo, el golpe en los huevos no fue muy fuerte, pero te pilló por sorpresa, gritaste sin aire y perdiste completamente la fuerza de las piernas cayendo sobre tus rodillas otra vez. Moira te susurró al odio -Gracias... amo...-dijiste recuperando el aliento Cuando te recuperaste volviste a intentarlo otra vez, Moira te sujetaba la polla mientras tu te relajabas y lo dejabas salir. Ocupé tu lugar poniéndome junto a Moira, tu seguías de rodillas al otro lado, mirando. -Es mi turno Moira. Me bajó la cremallera y busco mi polla para liberarla, me la sujetó mientras meaba. -Muy bien Moira, -dije- limpiala. Sin dudarlo Miora se la metió en la boca y empezó a lamerla, recorriendo cada centímetro hasta dejarla limpia. Tu cara era un poema, tu polla volvía ocupar toda la jaula. -Amo, ¿me puedo quitar la jaula? -No, -dije señalando el suelo- pero puedes limpiar esto y quitarte el plug. Cuando acabes ven a la cama Lola, te estaremos esperando. Me llevé a Moira al dormitorio y me senté sobre ella, notaba temblar su cuerpo con el esfuerzo. Así sentado comencé a azotar sus nalgas. Ella contaba suspirando por el esfuerzo. Llegaste cuando llevaba 19 azotes, pero le di uno más para acabar en pares. Me levanté y ella suspiró aliviada. -¿Como tienes el culo Lola? -Abierto Amo... dolorido... -Acércate. Te acercaste de rodillas, y te inclinarse con lo brazos atados a tu espalda colocándote de modo que podía ver perfectamente tu ano dilatado. -Muy bien Lola, mañana te pondrás uno un poco más grueso. - dije sonriendo- ya se que eres un poco cursi, así que te lo he comprado con una de esas piedrecitas que tanto te gustan. Abriste mucho los ojos, pero una mirada de Moira te advirtió. -Gracias Amo -Dijiste al fin- hoy he notado todas las miradas clavadas en mí, Amo... -Y ¿como te has sentido Lola? -Humillado señor... y... excitado -¿Quieres decir humillada y excitada Lola? -Si Amo... muy... excitada... notaba como me empalmaba, pero la jaula... me mortifica, ¿me la puedo sacar señor? -No Lola, no puedes - dije- no volverás a usar eso que tienes entre las piernas de la misma manera nunca más. La próxima vez que te corras lo harás enjaulada, y con algo en el culo claro. -Pero Amo... eso es imposible... -Lola, ¿de quién es tu polla? -¿Tuya Amo? -¿Es una pregunta? -No amo, mi polla... -tragaste sin atreverte a decirlo- la polla de Lola es tuya Amo. -Muy bien Lola -acerqué a Moira tirando de su correa y la hice besarte, te dió un beso guarro, sucio, metiéndote la lengua violentamente. - ¿y tu culo Lola?, ¿De quién es tu culo? -Moira se separó lo justo para dejarte responder. -Mi culo es tuyo Amo. -Y ¿de quién es Moira? -Moira es de mi Amo -Sí, y su culo también -dije- ese culo que nunca has probado. El culo virgen de Mora es mío. Y tu vas a agarrarme la polla y vas a meterla en su culo. -La impresión te dejó sin palabras. Tiré de moira hasta subirla a la cama. En su posición, el culo en pompa. Tiré de tus ataduras para acercarte a ella, pegue tu cabeza a su culo mientras sacaba el plug de su culito. Me tomé tiempo, lo sacaba y lo volvía a meter, manteniéndolo abierto en todo momento hasta que noté que empezaba a relajarse, Moira se iba humedeciendo, su coño empezaba a brillar, y ese olor a deseo que salía de entre sus piernas llegó a mi nariz. Estaba desesperada. Saqué el plug de un tirón que hizo que Moira ahogarse un grito contra las sábanas y lo metí en tu boca, lo saboreaste con ganas... -Adelante Lola, prepara su culo para mí, se que te gusta el sabor. Adelantaste la cabeza hundiéndola entre sus piernas, tu lengua fue directa hacia su coño pero te di un azote en las nalgas que te hizo gritar y que hizo gritar a Moira cuando tu cara la golpeó. -El culo Lola, prepara su culo. Tu lengua se adentró fácilmente en el dilatado ano de Moira, recorriendo cada centímetro de la suave piel de su recto. Moira gemía disfrutando, su coño se iba humedeciendo. Tanto, que pequeñas gotitas empezaban a resbalar por la parte interna de sus muslos. En la posición en la que estabas, con la cara hundida y el culo todavía abierto, comencé a azotarte. Primero en las nalgas, cada vez un poco más fuerte, haciendo que tu lengua entrase cada vez un poco más. Después en tu ano dilatado haciendo que tu polla creciese contra la jaula. Para terminar, te azoté en el perineo, tan cerca de tus pelotas hinchadas que por un momento perdiste la fuerza de tus piernas mientras gritabas de dolor. Mientras seguías babeando entre las piernas de Moira me desnudé. Mi polla, durísima después de la mamada de Moira y el espectáculo, era considerablemente más grande y gorda que la tuya, que enjaulada en esa posición era ridícula. -Para Lola, acércate -te dije tirando de las cuerdas.- voy a desatarte. Todavía de rodillas en la cama te frotabas las muñecas recién desatadas. -Lola, agárrame la polla. -Si Amo... Te acercaste con la cabeza agachada, por primera vez tocando una polla que no era la tuya. Lo hiciste casi con devoción, tirando de la piel hacia atrás, liberando el glande. -Adelante Lola, sabes que quieres hacerlo. -Amo... -Ayúdale Moira - dije mientras tiraba de tu correa. Moira pego su cara a la tuya y sacó la lengua, comenzó lamiendo el glande, como una perrita, tu sacaste la lengua, con timidez... tu cara roja de vergüenza. Tus labios rozaron la punta de mi polla mientras Moira lamía el cuerpo, vuestras lenguas se tocaban en torno a mi polla. Empujé en tu boca, metiéndola hasta tu garganta, tus ojos cerrados, la lengua de Moira en mis huevos. Te movías metiendo y sacando mi polla de tu boca, intercambiándola con Moira, disfrutando cada centímetro. Tu pollita enjaulada goteaba. Tiré de las caderas de Moira para atraería al borde de la camaientras tu seguías devorando mi polla. -Lola, -dije agarrándose de los pelos- mete mi polla en el culo de Moira. En ese momento, con tu humillación completada y con el sabor de mi polla en tu boca, colocaste mi glande en el ano de Moira, y metiste mi polla en el culo de la que una vez había sido tu novia y que ahora, al igual que tú, era mi esclava. Tus ojos desorbitados observaban como penetraba a Moira hasta tocar su coño con mis huevos. Moira cerró sus ojos y agarró las sabajas, ahogando gemidos con cada centímetro de mi polla que entraba en su recto. La resistencia inicial cedió con un grito cuando de un empujón conseguí meterla entera. Comencé a moverme despacio sintiendo la presión de su ano apretandome. -Amo... mi culo, -decía Moira Moira gimiendo entre gritos- se va a romper Amo... Te hice tumbarte colocando tu cara justo debajo del coño de Moira, que comenzó a gotear sobre tu boca. -Lame Lola. Comenzaste a comer ese coño chorreante con deseo. Moira, abandonandose al placer gemía como loca. -¿Me puedo correr señor? me duele... pero me gusta Amo. ¿me puedo correr por favor? Su culo dilatado se tragaba mi polla sin dificultad. Aumenté la velocidad mientras azotaba sus nalgas y tu usabas tu lengua en su clítoris. -No puta, no te vas a correr hoy. -No puedo aguantar señor, estoy a punto... mi culo se está rompiendo... Golpeé con mucha fuerza, dejando mi mano marcada en su piel. Follando su culo sin piedad, sin parar, fuerte y profundo, cada vez más rápido -No te corras zorra. -Amo... Moira intentaba cerrar las piernas, huir de tu lengua... su coño no paraba de gotear, sus piernas temblaban con el esfuerzo. Notaba en mi polla los latidos de su coño a través de la fina piel del recto, contrayéndose y apretando mi polla al tratar de cerrar sus piernas. -Por favor Amo... lo suplico, no puedo aguantar... Tape su boca con una mano, con la otra agarre su cuello mientras embestía con fuerza, su saliva resbalaba entre los dedos mientras los gritos salían de su garganta. Su cuerpo entero temblaba, su coño se contraría haciendo que su culo me apretarse la polla todavía más. Tu polla cabeceaba en la jaula mientras tu cara se llenaba de los flujos que escapaban de Moira. Mira gritó desesperada aguantando el orgasmo que estaba llegando mientras yo me vaciaba a chorros en su culo, llenándolo de leche mientras sus contracciones me ordeñaban sacándome hasta la última gota. Te hice parar manteniéndote en la posición. Viendo en primer plano como el coño Moira palpitaba al borde del orgasmo. Las piernas de Moira temblaban y buscaban tu lengua para terminar. No la dejé. Saqué mi polla, todavía dura, y la acerqué a tus labios. -Limpia Lola. Sacaste la lengua lamiendo cada centímetro de mi piel y dejándolo limpio. Probando mi semen, tragándotelo. -Amo por favor, ¿me puedo correr? -dijo Moira- estoy a punto Señor, por favor, lo suplico... -No Moira, no te vas a correr. -Amo... lo suplico, soy una puta, soy una perra y una zorra... lo necesito señor, por favor... por favor... -¡NO! -mi mano resonó en tu culo con un azote que la hizo colapsar sobre ti, todavía temblando. -Lola, limpia su culo. -dije- Esta noche tendrás que dormir atada Moira. Saliste de debajo de su cuerpo, abriste sus piernas y tu lengua de nuevo encontró su ano, lamiendo mi semen que escapaba de su interior, recomiendo su recto todavía deseoso de pollo. Até las manos de Moira a su espalda, te dejé lamiendo como una perra mientras ella emitía gemidos suaves. Preparé la ropa que os pondríais mañana, para Moira unas bragas con vibrador a control remoto. Nada de sujetador. Una falda de cuero negro que le llegaría por debajo de las rodillas y una camisa blanca que dejaría ver sus pezones. Para ti, el plug nuevo y las bragas sucias de la chica del sex shop. Me fui cogiendo tus llaves y dejándote disfrutar de mi semen.