Tu novia 2

Continúo convirtiendo a tu novia en mi sumisa, y por el camino te voy mostrando tu lugar en el mundo. (Es la segunda vez que subo el relato, Espero que esta vez no haya problemas con el formato).

Descolgué el teléfono y pude escuchar tu lastimosa voz, me dijiste quién eras casi sin esperar a que respondiera.

  • Lo de ayer le gustó mucho a mi novia, luego cuando llegué a casa me

pajeé

como un mono, hacía tiempo que no se me ponía tan dura... - después de unos segundos de silencio por mi parte continuaste- Ella no quiso follar conmigo, ni siquiera chupármela-

-Lo de ayer fue una prueba -dije cortante-, ella la ha pasado, tú no.

Y te colgué el teléfono.

No tardaste ni un minuto en volver a llamar, empezaste a hablar, a preguntarme que tenías que hacer, querías seguir, y que te enseñara a ser como yo. Pobre iluso, nunca podrás ser como yo, aún no lo sabías, pero ya entonces eras un sumiso, esperando mis órdenes.

-¿No me vas a contestar?, ¿estás ahí?, ¿por qué no me haces caso? - se te notaba irritado, en ese momento por

fin

te diste cuenta- ¿Amo?

-Hola - dije

-

Hola

Amo, quería darle las gracias por lo de ayer- mi novia disfrutó mucho- tu tono era mucho más sumiso ahora -y yo también Amo. Me preguntaba si podríamos seguir, si me pudiera enseñar... Amo.

-Ayer os dije mis normas, y os expliqué de que iba esto- estaba seguro de que ya se te estaba poniendo dura- tengo una orden para ti, una prueba. Ahora mismo estás fuera de esto y quiero que tengáis claro que o los dos, o nadie, díselo a

Moira

.

-¿

Moira

?- preguntaste.

Silencio

-¿Amo?

-

Moira

e el nombre que le he puesto a mi puta, ya no es tu novia, es mi puta. -

escuchabas en silencio- Estas son tus órdenes, dile a

Moira

que o los dos o ninguno, dile que me llame ella a partir de ahora, recuerda que ella habla por vosotros dos. Vete a un sex shop y compra un

plug

anal, si no sabes lo que es ellos te lo dirán,

y

mándame una foto. Tienes una hora.

-Pero... estoy trabajando... Amo

-Otra cosa más, no volverás a correrte nunca más sin mi permiso. Colgué el teléfono con una sonrisa, eras mío, pero aún no lo sabías. No más de cinco minutos después sonó el teléfono de nuevo.

-

Hola

Amo, soy

Moira

, somos tuyos... los dos.

-Lo sé.

Dentro

de 45 minutos te espero en la puerta de la discoteca donde nos vimos ayer.

Ven

sin sujetador, con falda y tacones. La respuesta tardó unos segundos, como si lo estuviera procesando.

-Sí, Amo. -Todavía hay que educarte, da las gracias, y no tardes tanto en responder, yo ordeno,

obedeces, no voy a castigarte la primera vez, pero que no se vuelva a repetir.

-Sí Amo, gracias Amo

-Te quedan 44 minutos-

Y

colgué.

Cuando llegué

Moira

ya estaba ahí, una mujer preciosa de 30 años, con una falda gris ajustada que le llegaba a las rodillas, una blusa blanca con dos botones desabrochados (hubiera preferido 3, pero supongo que le daba vergüenza ir sin sujetador). Chaqueta de vestir negra, medias y tacones.

Por todo saludo le toque un pecho hasta que noté endurecerse el pezón, entonces se lo pellizque hasta notar su cara de dolor.

-

Hola

Moira

.

-

Hola

Amo.

-Estás preciosa.

-Gracias Amo -su cara se iluminó- lo he escogido para gustarle.

-Quítate las medias- dije - estropean el efecto

La calle estaba bastante vacía, y nadie se fija, hoy en día todo el mundo mira una pantalla, aun así se sorprendió, levanto la vista mirando si venía alguien, le di un toque en la mejilla con dos dedos, solo un toque, sin violencia, para recodarle quién manda.

Entonces me mira fijamente a los ojos, se agacha un poco e intenta tirar de las medias, pero las tiene sujetas por la cintura de la falda. Me mira azorada, como esperando que le pida que pare, empieza a ponerse roja, a desesperarse, no sabe cómo hacerlo. Mi mirada cada vez es más altiva, quiero que se quite las medias, y lo quiero ya.

Finalmente se echa las manos a la espalda, y se baja la cremallera de la falda.

Empieza

a bajársela un poco, para poder liberar la cintura de los

pantys

sin ser demasiado obvia. Por fin lo consigue, se ha bajado la falda casi a medio muslo, pero la camisa no me ha dejado ver nada, vuelve a subir la falda a su posición. Ahora hace la operación inversa, sube un poco el bajo hasta coger las medias y se las baja agachándose como una señorita, doblando las piernas.

Se apoya en la pared y se quita primero un zapato y luego el otro. Roja como un tomate me da las medias mientras ve como dos chicos que se alejan la han visto y van hablando entre ellos sin quitarle ojo.

-Muy bien

putita

, muy bien- como premio pellizco su otro pezón, no puede evitar gemir.

Saco el móvil y le enseño la foto que me acabas de mandar, has tardado menos de una hora.

-¿Sabes qué es esto?

-

... un

plug

  • te miro - Amo.

Es

un

plug

anal Amo

Te contesto a la foto con una de

Moira

, sus pezones claramente visibles a través de la blusa, pequeños puntiagudos, me parece apreciar unas areolas grandes, me ocuparé de ellas más tarde.

  • ¿Estás con ella? - escribes, y pasados unos instantes- Amo.

-Te dije que ya no es tu novia, ahora es

Moira

, mi puta. Tú también necesitas un nombre nuevo, te

va a ayudar

a ponerte en tu lugar.

-Sí Amo.

-Vas a llamarte Lola.

  • ¿Lola? Amo... Lola es nombre de mujer.

-Lola es un nombre perfecto para ti.

Mientras tanto

Moira

leía absorta la conversación, como quién no quiere la cosa le desabroché un botón de la camisa. Mejor ahora.

-Pero Amo...- contestaste

-Lola, demuestra tu compromiso y acéptalo,

Moira

está disfrutando, y ya lo sabes, los dos o ninguno. Ahora

buena Lola, embadurna ese

plug

con saliva, o con vaselina o con lo que sea que tengas a mano y mételo por el culo, tienes suerte de haber escogido un modelo de principiantes.

  • ¿Por el culo? no... eso no...

Dejé de contestar.

-Vamos

Moira

, vamos a tomar algo.

Guío a

Moira

a una terraza cercana y nos sentamos, cuando llega el camarero hablo por los dos

-Cerveza para mí, para ella nada.

Cuando el camarero se va me dirijo a

Moira

.

-A partir de ahora, eres oficialmente mi sumisa, mi esclava, esto no es solo sexo, es mucho más ¿lo comprendes?

-Sí, Amo.

-Bien, ya viene el camarero, cuando esté aquí vas a desabrocharte otro botón de la camisa, y te vas a inclinar para que pueda verte bien.

Moira

no duda, está entregada, se desabrocha un botón e incluso sonríe pícara y se inclina en la silla como para colocarse, el camarero, un chaval de unos 25 años que seguramente estaba teniendo un día de mierda, lo ve todo...

-Ahora vas a ir al baño, de camino sonreirás al camarero por supuesto. Quítate las bragas y vuelve.

Moira

obedece, de nuevo empieza a ponerse roja mientras se levanta, entre avergonzada y cachonda. Mi móvil vibra, eres tú, es la tercera vez que llamas. No te pienso contestar.

Moira

vuelve poco después, sus bragas apretadas en la mano, me las ofrece vergonzosa, las cojo y las extiendo, puedo olerlas desde aquí... están manchadas en la entrepierna, húmedas. Son unas braguitas preciosas, negras con un poco de encaje en la parte frontal, y la parte de atrás estrecha, no llega a ser un tanga, pero sin duda se meterá entre sus nalgas. Me las llevo a la nariz y aspiro el olor de su coño, delicioso. Me levanto y las uso para atar a la silla su mano derecha.

-Ahora vuelvo, -digo mientras beso su frente- sé amable con el camarero.

Me alejo unos edificios a su espalda, donde ella no pueda verme. Mi cerveza vacía encima de la mesa hace que el camarero se acerque rápidamente a retirarla, habla con

Moira

, no pierde detalle de sus pechos, incluso se acerca como para escuchar mejor aprovechando para mirar a través de los botones abiertos. El móvil vibra de nuevo, esta vez es la foto que espero.

Me

acerco a pagar al interior del local y vuelvo a la mesa a por

Moira

, el camarero me ve llegar y pone fin a la conversación, cuando nos cruzamos le sonrío, puedo ver que está empalmado.

Desato a

Moira

y le acaricio la cara. Cuando se levanta puedo percibir una pequeña mancha de humedad

en la

parte de atrás de su falda, justo donde su coño quedaba apoyado al sentarse.

-

Moira

, estás empapada ¿Te has puesto cachonda?

-Si Amo... notar como me miraba el camarero... me sentía desprotegida, con la mano atada... sin bragas... creo que me podría haber corrido sin tocarme Amo...

-¿Quieres correrte? -Si Amo, por favor

-Vaya

zorrita

estás

hecha, ¿quieres correrte aquí mismo?

Su cara es de pánico, pero sus mejillas me dicen que su coño lo está deseando, le guío a la zona donde me había ocultado antes, una calle estrecha entre dos edificios, me coloco detrás y ato sus manos con las bragas que aún están en mi poder, no es un nudo fuerte, aún no está preparada. La apoyo contra la pared y me acerco a ella, beso su cuello... lo presiono con mi lengua, dejo que sienta mis dientes con un suave mordisco... me acerco a su oído.

-No puedes correrte sin permiso o te castigaré puta,

solo

cuando yo te diga.

-Si Amo...

Levanto su falda todo lo que puedo sin dejar su coño expuesto, saco el móvil del bolsillo y le enseño la foto.

-Esta es la zorra de Lola, ¿la reconoces verdad?

-Si Amo

Entonces acerco la mano a su coño.

Palpíta

, emite calor... paso el dedo corazón por su raja, notando la suavidad de un coño recién depilado. Despacio, empiezo en la entrada de su coño y continúo hasta el clítoris, se lo aprieto, gime entreabriendo los labios.

-Lola se ha metido por el culo un

plug

, para tenerlo abierto, porque su culo es mío.

Añado el dedo anular y recojo los flujos que mi

zorrita

está liberando, acerco mis dedos a su boca, ella saca la lengua y los saborea ansiosa.

Los

llevo de nuevo a su coño y empiezo a presionar con movimientos circulares. Sus piernas se flexionan, como si no pudieran sostenerla. Sus ojos se cierran... su respiración se acelera, gime.

-Amo... me corro... amo

-No puta, no puedes, no hasta que yo te lo diga. Abre los ojos.

Ella obedece, intenta aguantar a toda costa... no se da cuenta, pero sus gemidos suenan más altos, más agudos mientras continúo acelerando los movimientos de mi mano. Noto pequeños espasmos que recorren su cuerpo, como se va tensando sin poder hacer nada por evitarlo.

-Amo... no puedo aguantar Amo...

Veo a dos señoras a lo lejos, Moira también las ve. Dejo los dedos quietos y me acerco a su

oído

.

-Tienes 10 segundos para correrte

zorrita

, pero tendrás que hacerlo tú, deberías darte prisa.

Abre los ojos como platos y ve mi sonrisa maliciosa...

-9...

Empieza a moverse intentando replicar el movimiento de mis dedos.

-8...

Acelera la respiración, y noto que se acomoda para clavarse más mis dedos en el clítoris.

-7...

Las señoras se van acercando y ella lo sabe, se mueve más rápido, los ojos cerrados, poseída.

-6...

Se mueve como loca... trazando círculos, de delante a atrás... sin control...

-5...

Los flujos que está liberando le chorrean por la parte interna de las piernas, aguanta un gemido...

-4...

Se queda quita de repente, aprieta mis dedos con los labios de su coño.

-3...

Abre la boca y deja escapar un grito grave... animal...

-2...

Siento los espasmos que golpean su cuerpo. No puede controlar su cuerpo... sus piernas tiemblan y su coño chorrea.

-1...

Recupera la respiración y emite otro grito bajo mirándome a los ojos...

-Puta....

Saco la mano de entre sus piernas y me apoyo como si estuviéramos hablando,

Moira

recupera la respiración poco a poco, entre espasmos. Las señoras pasan de largo.

Le ofrezco sus dedos para que vuelva a saborearlos.

-Amo... gracias... muchas gracias Amo... gracias... gracias...

-Arréglate

Moira

  • digo desatando sus manos- recomponte la ropa, y el pelo. Pero no quiero que te limpies los muslos, quiero que sepas que eres una zorra que no es capaz de aguantar ni un día sin correrse, que eres una guarra y que tienes todo lo que has chorreado entre tus piernas. Te has mojado hasta los zapatos.

Se recompone un poco como dándose cuenta de lo que acaba de pasar. Se baja la falda, colocándosela se cierra el botón que ha abierto para el camarero, pero deja abierto el tercero. Se atusa el cabello y se recoloca la chaqueta, me mira con ojos brillantes.

-Soy una guarra, Amo.

-Sí que lo eres zorrita- digo mientras acarició su cabeza-.

Ahora vamos a mandarle a Lola este video tan fantástico, son solo 10 segundos enfocando tu cara, pero seguro que le encanta.

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