Tu noche

Despiertas con una sensación de entumecimiento por todo tu cuerpo… y mucho cansancio… y entonces empiezas a recordar lo que pasó la noche anterior

El siguiente relato lo escribí en un momento de inspiración, así que probablemente tenga muchos fallos. Les pido disculpas por adelantado y les agradecería que me los dijeran en los comentarios. Espero que lo disfruten tanto como yo.


Despiertas con una sensación de entumecimiento por todo tu cuerpo… y mucho cansancio… y entonces empiezas a recordar lo que pasó la noche anterior…

Ibas por la calle tranquilamente de vuelta a casa, contenta ya que hoy por fin él volvería de viaje. Llevabas todo el día esperando este momento, tenías muchas ganas de volver a casa y prepararte para que cuando llegase se muriese de ganas de comerte tal y como tú lo estabas de comértelo a él…

Pero las cosas no salieron bien, de repente alguien te atrapó por la espalda, a tan solo una manzana de tu casa, cuando ya estabas tranquila y confiada. En unos pocos segundos puso un trapo que olía raro en tu nariz… lo último que recuerdas de ese momento es el golpe que te diste cuando te empujó a una furgoneta y… oscuridad.

Te despertaste atada… Sentías el frio sobre tu piel y al mirar tu cuerpo te viste desnuda… pero no tenías mordaza ni venda en los ojos…podías ver dónde estabas aunque no lograbas situarte… y te asustaste… si no se preocupaba de que gritaras ni de que recordaras donde estás es porque puede que no salieras con vida de ésta… el llanto no se hizo de esperar…

Al poco entró alguien, no lo podías reconocer, ya que iba tapado con un pasamontañas, y empezaste a suplicar por tu vida…aunque en esta situación de poco te serviría. Él tan solo se acercó a ti, te dio una botella con agua y te ordenó que bebieses. No hubiera hecho falta que te dijera nada, estabas sedienta y bebiste mientras te sujetaba la botella… aunque su voz te había sonado extraña, como modificada mediante alguna tecnología que desconocías. Cuando terminaste la botella, te sentiste extraña, mareada… y de repente empezaste a sentir calor… mucho calor… como si hubiera aumentado la temperatura de la habitación ( o sótano, no tenías claro dónde estabas…). Pero… ¿para qué iba a aumentar la temperatura? Y entonces lo sentiste… no era calor lo que sentías… te estabas excitando, de una forma descontrolada… y sin aparente motivo… ¡Te había drogado con el agua!

Empezaste a gritarle de todo, a insultarle e incluso a amenazarle… pero cada vez tu excitación era mayor, y atada no podías ni siquiera acariciarte para calmar ese ardor…

Y entonces volvió a entrar… pero esta vez tan solo con el pasamontañas, sin ropa… y te cabreaste… pero no con él…sino contigo misma… estabas deseando que te poseyera rápidamente…

Parecía que él lo sabía, porque sonrió mientras te miraba y se acercaba… tan solo hizo una leve caricia sobre tu pezón, y sentiste un escalofrío por todo tu cuerpo que casi te lleva al orgasmo.

No entendías como podía ser que tu cuerpo reaccionase de esa forma en la situación en la que te encontrabas, pero tu cuerpo no obedecía a nada que quisieras… simplemente deseaba sentir.

Y se marchó… riéndose a carcajadas cuando salía por la puerta y tus insultos comenzaron otra vez… aunque ahora para evitar que se fuese, para intentar aumentar su contacto… para que te violase… porque tu cuerpo lo necesitaba…

Pasaron horas, tal vez medio día… tal vez unos pocos minutos que se te hicieron eternos porque apenas podías moverte y cualquier roce con la cama, entre tus piernas… te llevaba a un placer sin igual… pero sin poder llegar al orgasmo que tanto necesitabas…

Y entonces volvió a entrar… con otra botella de agua… la acercó a tus labios… y supiste que sino bebías, no te libraría de esa tortura… pero si volvías a beber… se incrementaría tu estado y si no hacía nada te volverías loca…

Bebiste, casi sin darte cuenta, esperando que al aumentar tu excitación pudieras correrte sin siquiera que te tocase… era lo único que querías, que necesitabas… Y él lo sabía…

Por eso te sorprendió cuando al mirarle viste que se acercaba nuevamente…pero con una pluma… Y supiste que tu tortura acababa de empezar… Acarició todo tu cuerpo con ella, despacio… centrándose más donde te estremecías, pero sin ser lo suficiente como para liberarte de toda la tensión que estabas acumulando…Apenas una caricia en un pezón… unos toques en el coño… y vuelta a empezar…

Cuando creías que no aguantarías más la pluma y que él tampoco quería alargarlo más (su polla estaba a reventar y sentirla rozándote con sus movimientos solo te estimulaba más) Se fue de nuevo. Esta vez la necesidad no te hizo gritar… tan solo algunas lágrimas cayeron por tus ojos…

Pero tardó poco en volver, llevaba consigo un aparato extraño, que no tardarías en ver que la función no sería de tu agrado… Era una especie de bozal para impedir que cerrases la boca, y permitirle introducir su polla a través de él, mediante un aro…

Sus ojos azules te transmitieron la excitación que estaba sintiendo mientras te lo ponía, sin darte tiempo a decirle que no hacía falta, porque deseabas poder sentirla en tu boca, igual que cualquier estímulo que te acercase más a tu ansiado orgasmo.

Se situó sobre tu pecho y te cogió la cabeza, introduciendo la polla por el aro, mientras estiraba tu cabeza hacia arriba… La soltó y como acto reflejo dejaste caer tu cabeza de nuevo a la almohada… lo que hizo que gruñese y te pellizcara y estirara de un pezón. Entendiendo que quería que volvieras a introducírtela otra vez, subiste rápidamente la cabeza para que soltase el pezón… pero no por el dolor…sino porque te estaba gustando que te tratase así… y no querías que lo supiera…

En cuanto volviste a introducírtela sentiste como acariciaba tu coño por suave y fugazmente, y entendiste que quería que fueras tú quien se la tragaba, por más incómoda y forzada que fuese la postura para ti… Pero no lo dudaste ni un segundo, si seguía acariciando un poco más… un segundo más… llegarías…

Pero tu orgasmo no llegaba y cada vez estabas más y más caliente. Ya no te importaba el dolor de tu cuello, ni la situación, ni que te estuviera violando… solo querías seguir estabas tan cerca…

Y entonces lo sentiste… no tu orgasmo, sino el suyo. Se corrió en tu boca. Y no podías hacer otra cosa más que tragar para poder respirar… Cuando terminó se levantó y salió de la habitación…otra vez… y tu ardías , necesitando otra caricia…

Trajo otra botella de agua… esta vez no lo dudaste, te la bebiste lo más rápido que podías, de todas formas no podías estar peor de lo que estabas y si le obedecías…tal vez así…

Antes de darte cuenta lo tenías sobre ti. Y por fin lo sentiste… Dentro, totalmente duro otra vez… moviéndose rápido, duro, fuerte, tal y como tu cuerpo lo necesitaba. Esta vez no lo podrías evitar, por fin podrías correrte, lo sentías, estabas tan cerca…

Entonces se acercó a tu oído… lo lamió, mordió… y te dijo… ¿A qué esperas perra? Y no pudiste controlarte más… Empezaste a correrte, mientras él se incorporaba y se quitaba el pasamontañas… Y lo viste. Era Él. Lo había planeado todo para hacerte llegar al mayor orgasmo de tu vida… El placer fue tanto que no pudiste evitarlo… Y te desmayaste…

Despiertas con una sensación de entumecimiento por todo tu cuerpo… y mucho cansancio… y entonces empiezas a recordar lo que pasó la noche anterior…

Te giras y lo ves durmiendo a tu lado, no puedes más que sonreír y abrazarle fuerte… lo has echado tanto de menos…