Tú no eres mi amigo (01)
"...podía sentir esa textura aterciopelada y esa embriagante sensación que solo un beso te trae". Luca nos presenta una partecita mas de su vida.
He aquí otro capitulo más, apenas voy en los capítulos introductorios, espero que esta entrega les guste, espero sus comentarios y valoraciones de antemano me disculpo por cualquier falta de redacción u ortográfica que pudiera existir. Sin más he aquí el capitulo:
El niño bueno.
-... ¿te acompañó a tu casa Lucky?
-No gracias yo voy solo, hoy estoy enojado contigo, pinche hermano incestuoso que me tocó.
-Vas a empezar otra vez con tus mamonerías - si hay algo que a Mario le molestaba mucho era que yo fuera o mejor dicho que me comportará como alguien antipático, pero le ganaban sus ansias siempre- ¿me perdonas chiquito?, si lo haces, te doy un beso... eeen la boooca..
-Si lo hago, promete que no lo pensarás...
-tan feo soy -me respondió con un tono que mezclaba tristeza y melancolía.
-No Mario, pero no te puedo ver mas haya de un amigo... además tu eres hetero y bla bla bla ya sabes el resto, entiende no soy yo, eres tú - riéndome casi a carcajadas.
-lo dijiste mal – dijo con un tono de molestia.
-¿Según quién?
-Si no fuera porque la chupas rico, no te hablaría.
-Oye, tú... ¿yo?... ¿quién? - con esas palabras no me podía poner en orden, es muy difícil explicarlo, me puse nervioso y mi cabeza no quería responder, empecé a tartamudear y no supe que hacer.
-Es broma, ya vamos te llevo a tu casa.
-Es que no voy a mi casa...
-No me digas que...-no era necesario decir nada mas, él sabia mejor que nadie acerca de toda mi vida, pero en esta ocasión mi silencio hablo por mi - diablos Luca el no te merece, tú no tienes que aceptar a alguien que no se acepta.
-Mejor me voy - le di un abrazo y como el era mucho mas alto que yo, me tomo en sus brazos y me alzó - ¡bájame se me hace tarde!
Yo era uno mas en la nómina de aquellos que no quieren ver lo que está enfrente de sus ojos, pero seamos claros, cuando estás enamorado, si la persona que amas te dice que palo es roca, para ti palo es roca.
De nuevo me tocaba caminar solo por las casi lúgubres calles de aquella vieja comunidad. Era chistoso, pues siempre que caminaba, solo me gustaba pensar que yo estaba en una pantalla y alguien me estaba observando. Me gustaba pensar que mientras caminaba, de fondo se oía una banda sonora donde la guitarra pasaba a segundo término y el bajo protagonizaba la pieza, mientras el piano completaba dicha melodía. En ocasiones, iba aun mas despacio, mientras en mi mente la música se escuchaba suave y lenta, como si de un susurro se tratara.
Cuando abría los ojos veía las calles cubiertas de piedra caliza, las amplias aceras y los árboles majestuosos alzándose de entre el concreto, el atardecer cayendo y las luces prendiendo de manera lenta, las primeras brisas de otoño susurrando entre las ramas, las hojas cayendo al compás de la música; gente caminado de manera lenta, a lo lejos se escuchaban los pocos autos pasar... la escena estaba completa.
Sonreí estúpidamente con mi soledad al finalizar ese tren de ideas, el tiempo y la imaginación se iban volando cuando pensaba en las cosas que me rodeaban, para prueba de ello, ya había llegado a donde me dirigía.
De nuevo estaba al frente de esa conocida puerta de madera, mi mano cerró en puño y estaba a punto de tocar cuando la puerta se abrió, de esta un chico salió, extendió los brazos y me abrazo.
Por un momento cerré los ojos y pude sentir su aroma, tenía una colonia con fondo cítrico y cuerpo maderoso, un aroma místico, que atrapaba, que seducía e inundaba mis sentidos. Sentí como sus brazos me acobijaban dentro, yo levante las manos y se las pasé por la cintura, nos separamos un momento y el me miro con sus ojos color miel, en un segundo nuestras miradas se cruzaron, el seguía abrazándome, podía sentir como estaba temblando, poco a poco fue acercando su cabeza hacia mi, yo sentía que mis labios quemaban, lo único que quería era unirlos con los de él, pero se detuvo de un momento a otro, como buscando mi aceptación y sin pensarlo dos veces, cerré mis ojos y me acerque a él, nuestros labios se rozaban implorándose; cuando por fin estuvieron juntos, pude sentir como me apretaba fuertemente.
Nuestros labios como viejos conocidos actuaron por inercia, el me atrajo hacia él, podía sentir el aire que de su nariz salía, se sentía caliente, incluso quemaba. Y de repente por un momento todo el mundo paso rápido, solo éramos el y yo... no era nada pasional, era un simple beso, un absurdo y tonto beso.
Se separó de mi, abrí los ojos y allí estaba el regalándome una hermosa sonrisa, dio un paso para atrás y me tomo de la mano, con un tirón me metió en la casa. Mi visión se limitaba a él, todo lo demás era un completo vacío, solo era un negro que llenaba espacios.
De repente se detuvo en medio del recibidor, me volteo a ver y se quedo asi por un momento. Allí estaba el dueño de mis pensamientos, Alexis ... sus ojos color miel me examinaban atentamente, su mano derecha estaba escondida en sus largos cabellos castaño claro, sus blancas mejillas se tornaban en un teñido rojo, su sonrisa nerviosa dejaba ver sus blancos dientes; por un segundo mi cerebro tomo una fotografía, de la hermosa imagen que estaba frente a mi.
-Luca - rompió el ambiente de ligero silencio que había entre nosotros - Cada vez que vamos a estar juntos para mi, es como la primera vez...
-¿Estas diciendo que para esto me llamaste? - mi voz era seria, mejor dicho neutra, no se podía distinguir ningún sentimiento en ella.
- No yo solo quería verte, digo si no quieres - Alexis siempre ha sido algo nervioso - no quiero, bueno sí... pero si tu no quieres....
-Déjalo así, cállate de una vez y bésame, ¿te he dicho que besas rico?
-No, pero tú lo haces mejor.
-No me gusta, cuando me devuelves los cumplidos.
Lentamente y con una sonrisita, se acerco a mí, me tomo de la cintura, bajo la cabeza y me dio un beso que fue lento... su lengua buscaba la mia, como la mía buscaba la de él, nuestros labios se movían acompasados y en perfecta sincronía, por un momento pude sentir su aliento en mi boca, un suave olor a yerbabuena inundó mis sentidos... subí los brazos y lo abracé.
En mi mente empezó a rondar la idea de otra escena, dos chicos en medio del recibidor besándose, la cámara enfocada solo en nosotros dos, los colores se disolvían paulatinamente y solo se podía escuchar el sutil compas de una música instrumental, lenta y suave, con un ritmo continuo pero no exasperante, y al fondo se podía escuchar la voz de una chica cantando en prosa nova…
De un momento a otro me separé de él y puse mi mano derecha en su pecho, escondí mi cabeza en su hombro derecho y reí por lo bajo...
-Me gusta cuando te ríes... porque se que es cuando te olvidas de todo y vives lo que pasa aquí.
-Alexis, tu corazón está latiendo a fuerte como si estuviera llevando un ritmo, pero no esta acelerado.
-Luca, estoy feliz es lo que pasa – dio un pequeño suspiro – sí… contigo estoy feliz.
Alce mi cabeza y el me dio un beso lento, corto, un beso tierno... me tomo de la mano y caminábamos lentamente, ambos sabíamos a donde nos dirigimos, era un camino que varias ocasiones habíamos seguido; no era necesario hablar, solo sentir... El juego había empezado… nuestras miradas cómplices se encontraban e intercambiaban secretos, nuestras manos se apretaban y nuestras respiraciones se tornaban nerviosas...
El camino fue un suplicio de sentimientos, la ansiedad nos carcomía, el deseo acrecentaba, el jugueteo fue intenso, lento y sensual… El camino era corto pero fue una compleja infinidad de seducción; cuando por fin llegamos, entramos a la habitación y solo alumbraban los últimos rayos del sol, la habitación lucia cálida, la cama era iluminada por rojos rayos, su habitación era amplia, había pequeños muebles de estilo minimalista, las paredes estaban pintadas de un verde claro, el ambiente se sentía muy ligero. Me detuve un momento, Alexis me besaba la nuca, jugaba con mi hombros, me estremecía ante cada rozar de su piel contra la mia, cerré un momento los ojos, y me deje llevar… paro repentinamente y tomo mi mano, me jalaba de manera tenue hasta donde estaba la cama... apenas estábamos frente nos sentamos, uno al lado del otro, como si de la primera vez se tratara, hubo unos segundos de incertidumbre entre ambos, había una fuerza que se sentía en el ambiente, algo magnético, como si esa fuerza nos atrajera el uno al otro, lentamente se acerco a mi y me dio un beso, mientras su mano derecha se dirigió a mi cara, reposándola en mi mejilla...
Lentamente se separó de mi labios y bajo pausadamente, dando besos hasta llegar a mi cuello, cerré mis ojos y puse mis manos en su cabeza, levanté su cara, abrí los ojos y le di un suave beso, pero este beso traía consigo mucha más pasión de la que esperé. Nuestras lenguas se rozaban, podía sentir esa textura aterciopelada y esa embriagante sensación que solo un beso te trae. Él se abalanzo a mi cuerpo, con mis manos en sus caderas lo atraje hacia mi, interpuso sus manos para no caer y ahora él se encontraba arriba, lentamente le fui quitando la camiseta, botón a botón fui abriendo... el me observaba tranquilo, el mundo no existía para nosotros dos; fui bajando la camisa dejando ver sus no tan desarrollados pectorales, me acerque a su tetilla y las succione... escuche un ligero gemido salir de sus labios.
Sin temor a represarías, lo empuje y el quedo acostado en la cama mientras yo permanecía sentado en su pubis, yo seguí en lo que hacía con anterioridad, el solo cerraba los ojos y se dejaba llevar. Repentinamente pare, podía sentir su pene duro como roca, queriendo salir de su prisión... baje poco a poco y con mis manos algo temblorosas desabotone su pantalón, su aparato ya estaba a pie de batalla contra sus boxers, sin aún haber bajado los pantalones, metí mi mano y lo deje libre, en cuanto lo tuve enfrente mío, lo tome con una mano, saque la lengua y le di una ligera lamida, pude sentir como el cuerpo de Alexis se estremecía, lentamente lo fui metiendo a mi boca, saboreando cada centímetro, cerré los ojos y empecé a juguetear con ella en mi boca, con mi lengua masajeaba su falo, mientras con mi mejillas ejercía succión en él, subía y bajaba a un ritmo lento.
Alexis tomo mi cabeza con una mano, se sentó y me dijo:
-No, esto apenas empieza, no es justo que termines esto tan rápido - mientras me sentaba, él se quedo completamente desnudo, tenia la proporciones perfectas, estaba delgado pero no esquelético... su manos me empezaron a desvestir con una agilidad excepcional, al fin estábamos los dos desnudos, con una pose sensual bajo hasta mi pene lo metió en su boca y empezó a darme una mamada excelente, podía sentir como masajeaba con sus lengua, el rozar con sus mejillas con mi glande me volvía loco. Cuando baje mi mirada para ver como desaparecía mi pene en la boca de mi novio, este me observaba fijamente con una ternura excepcional, eso me volvió loco no pude contenerme mas y si dar señal previa, mi pene expulsó gran cantidad de esperma, como si de un manjar se tratara Alexis no dejo que ninguna gota se desperdiciara.
Después de esto se sentó, me acerque remisamente hacia él, le susurre al oído "te toca".
Sin musitar palabra alguna, se levantó, fue hacia él pequeño mueble que estaba al lado de su cama, saco un pequeño frasco y un paquete con un rojo metálico.
Yo sabía de que se trataba y también sabia que era lo que seguía, me acosté en la cama, el me abrió las piernas y abrió el frasco, se puso un poco de aquel viscoso líquido, lo unto en mi raja, empezó a sobarla lentamente e introdujo un dedo, empezó el mete y saca lento, después de un pequeño instante, metió otro, entonces fue cuando sentí un poco de presión, un leve quejido salió de mi boca -¿estás bien? - pregunto él, yo no di ni una respuesta, por lo que él interpretó que yo estaba perfectamente bien... abrió el pequeño sobre de color metálico y lo puso en su pene, lo bajaba lentamente, cuando llegó a la base se puso en medio de mis piernas y con una de sus manos dirigió la punta de su pene en la entrada de mi ano, cuando por fin estuvieron en contacto empezó a meter la cabeza de su pene con una lentitud desesperante, segundo a segundo esa ligera sensación de dolor se intensificaba.
Agachó la cabeza y comenzó a besarme mientras el seguía metiéndose lentamente, yo pase ambas manos por su cintura y lo atraje hacia mi. Pude sentir el ritmo de su corazón en mi pecho, su diafragma subir y bajar al ritmo de su acelerada respiración. Cuando por fin pude sentir el tope de sus pubis, salió un gemido de mi boca, apretándolo más a mí. El empezó con su ritmo de vaivén lento, pausado y muy rítmico, podía sentir la textura del látex rozarse con mi esfínter, como mis paredes intestinales atrapaban aquel intruso, pero sobre todo podía sentir un irracional placer que se extendía de mi trasero y recorría cada centímetro de mi piel, no podía contener mas ese sentimiento que brotaba en mi; sin pensarlo le dije entre gemidos
-A, a, ale... Aaleexis,... -trague un poco de saliva -más... -mis piernas temblaban un poco, así que las cruce sobre su cuerpo justo arriba de su nalgas.
El apresuró su ritmo y empezó a dar embestidas cada vez más fuertes hasta convertirse aquello en un ritmo frenético, sentía como mi ano ya estaba completamente a la merced de aquel chico. Entre gemidos y con la voz algo cortada por cada embestida me dijo - Así que hoy el niño anda de vicioso, pues esto, es para que el niño este a gusto.
La cama sucumbía a cada embestida, aquella era una follada monumental, él se inclino y escondió su cabeza en mi hombro, de la nada y sin tocarme mi pene disparo un pequeño trallazo de semen, esto puso como loco a Alexis y en menos de 20 segundos empezó un ritmo bestial, cada embestida era mas fuerte que la anterior, con cada embestida sentía como si yo me partiese en dos, pero con cada embestida sentía un oleada de placer que no quería terminase, lo apreté mas fuerte hasta mi, yo no podía respirar fluidamente, el bombeteo me lo impedía, yo estaba en el punto en el que mi cuerpo se había sensibilizado bastante, no podía controlar lo que hacia, solo gemía, Alexis estaba poseído por el placer, solo se limitaba a moverse y gemir de vez en cuando, hasta que de repente un golpe a mi culo y un fuerte gruñido, me indico que aquello había concluido.
Cuando por fin acabo en la habitación solo se alcanzaban a escuchar las aceleradas respiraciones que ambos emitíamos, en el ambiente se podía respirar ese aroma que solo el sexo puede dejar. El permaneció encima mío, pude sentir su calor y el olor que de el emanaba, el olor que momentos antes había sentido combinado con el embriagante olor de chico sudado, levanto la cabeza y me dio un beso en la boca, un beso lento y pausado, un beso que poco a poco fue calmando nuestras respiraciones, haciendo que ambos nos recompusiéramos.
De un momento a otro se levanto rápidamente, salió de la cama y se fue al baño, no tardo ni dos segundos y ya estaba de nuevo conmigo, se acostó a mi lado, ambos nos pusimos de costado de manera que ambos nos podíamos mirar a los ojos, hubo un momento en el que comenzó:
-Sabes a diario me pregunto, ¿Qué es lo que viste en mi?, ¿Cómo te fijaste en lo que hasta ese momento estaba oculto?
- Simplemente, me di cuenta de la manera en la que te quedabas observándome, después de que todo el mundo supo que yo era... en fin, el que me sorprendió fuiste tu cuando de un momento para otro, me besaste.
-Sabes, gracias a ti, por que me has ayudado a darme cuenta que soy en realidad, a aceptarme.
-Pero eso aun no lo has hecho, Alexis eso es algo que solo tu podrás hacer… mira yo acepto que tengas días en los cuales recrimines a medio mundo, pero va llegar un momento en el que me agote.
Estuvimos más de media hora acostados, mientras nos agradecíamos y nos declarábamos nuestro "eterno amor", que estúpido te puede volver ese sentimiento cuando en realidad no lo conoces plenamente, piensas con que basta enamorarte una vez y ya está. Cuando en realidad el amor lo tenemos que cultivar día a día, procurarlo, pero no exasperarlo, dejar que vuele libre. Como sea, en ese tiempo estaba segado y aun no había madurado lo suficiente, como para comprenderlo.
No se cuanto tiempo había pasado pero yo quería seguir así... hasta que de repente un sonido me devolvió a la realidad, el timbre de mi celular sonó destruyendo esa atmosfera en la cual estaba, apreté un botón y sin darme tiempo a saludar escuche:
-¿Donde diablos estas? - la imponente voz de mi madre se escuchaba por el auricular - ya te diste cuenta la hora que es.
Aleje un poco mi celular de mi oído y vi que eran ya las 7:30 pm -Ma tampoco es tan tarde.
- Y ¿Qué no piensas venir a cenar a la casa?, tu hermano y yo te estamos esperando.
-Hoy ceno fuera mami, unos amigos me invitaron.
-No más de las 10, tengo que hablar contigo -como a cualquier hijo la frase "tengo que hablar contigo" hizo que la sangre bajará hasta mis pies, solo respondí un "Ok".
Le conté la situación a Alexis y sin pensarlo pidió una pizza.
-Ve a bañarte -me dijo- mientras yo hablo con mis papas, han de estar fúricos, desde que se fueron de viaje solo les he hablado una vez.
- y tú, ¿Qué?, ¿no te vas a bañar?
-Yo sí, no te preocupes, ahora que termine de hablar.
-Si quieres te espero - le dije con una sonrisa algo maliciosa.
-Luca, si me meto a bañar contigo ten por seguro que hoy no vas a dormir a tu casa -Alexis uso el tono mas serio que pudo fingir - ya así en buena onda, si me meto contigo no voy a poder aguantarme.
Me bañe rápidamente, no disfrute para nada la ducha, solo limpie mi cuerpo del sudor que tenia y lave mi cabello lo mas rápido que pude, en menos de 15 minutos yo ya estaba afuera vistiéndome. No había nadie en la habitación, salí y me dirigí a la sala, me senté en el sillón, prendí la televisión y estaba en un canal de música... espere un momento y fue cuando escuche una canción que en serio me gustaba, sin pensarlo empecé a tararearla, pero llego el coro, no aguante mis impulsos y empecé a cantar en voz alta... Estaba tan emocionado que no me percaté a la hora en la que Alexis llego, se puso a cantar conmigo y me dio algo de pena.
-Sabes cantas bonito - estaba por devolverle el cumplido, pero el no cantaba nada bonito, asi que solo me límite a reír.
No esperamos mucho cuando alguien toco a la puerta, la pizza había llegado, la llevamos a la mesa y nos sentamos a cenar, Alexis saco una gaseosa del refrigerador y sirvió dos vasos. Empezamos a comer y la cena se torno amena, empezamos a platicar como cualquier chavo, de música, escuela, películas, etcétera, etcétera.
Al terminar de cenar recogimos los platos, le ayude a lavarlos, vi la hora en mi; el tiempo se fue volando, pero aun me podía quedar un rato más.
Nos fuimos a una terraza que había en la parte trasera de su casa, había mucho césped y su mamá tenia un pequeño jardín. Había un pequeño quiosco al lado de un gran árbol, en el había un gran sillón; me senté en la parte izquierda y el se acostó poniendo su cabeza encima de mis rodillas.
-Luke - asi me decía el de cariño, no dejaba que me dijera cosas como "bebé", "amor", "niño", es que siempre odie esos sobrenombres - ¿vas a ir a la fiesta el viernes?
-Sí, Mario nos llevará a Ariana y a mí en su camioneta ¿tú vas a ir?
-Oye, ¿quieres ir conmigo? yo solo llevare a Manu y pues el sabe que, pues somos novios.
-Es que... tengo que echarle el paro a Mario con Ariana, ya sabes se muere por ella... - pero eso iba perfecto con mis planes - sabes que, mejor si voy - me incline y le di un beso.
Mi mente voló, de nuevo, por mi mente paso, "lastima que no hay un fotógrafo, esta foto es de postal". La luz iluminaba tenuemente, había un poco de neblina que se veía rojiza ante la luz de la lámpara, el cielo estaba algo nublado y solo algunas estrellas estaban visibles.
Nos quedamos un buen rato allí, platicando de cosas sin sentido, riéndonos y jugando. Lo mejor de todo era que mi novio era mi mejor amigo, sí, porque Mario era mi hermano.
-Me tengo que ir Alexis, ya son las 9:30 y apenas llego.
-No señorito hoy, lo llevare yo, en mi noble corcel.
Me dio mucha risa que lo haya dicho con un tono de película infantil, libere una carcajada y después de un rato Alexis saco de su cochera una moto, me pasó un casco y me subí a la moto, arranco el motor, pude sentir como avanzábamos, aunque me dio un poco de miedo, la idea me emocionaba, así que solo me limite a gritarle:
-No vayas rápido – me colgué de su cintura y me abrace a el, guarde mi cabeza en su espalda.
Aun con el casco pude sentir como su aroma invadía mi nariz, di una larga inhalación, cerré los ojos, casi susurrando dije "me vuelves loco chico, te amo".
Antes de llevarme a mi casa anduvimos paseando por toda la ciudad, después, cuando la hora estaba cerca me llevo a mi casa, paro en la puerta, me baje de la moto y le dije:
-Creo que ahora todos se enteraran de quien es mi novio - digo eso pasa cuando paseas abrazado de la cintura de alguien. – ¿no te importa lo que puedan pensar?
-Ahora que lo pienso, me da igual lo que digan las personas, tus papás y los míos saben que somos gay, nuestras familias nos aceptan, así que ¿cuál es el problema?
- Alexis, gracias – mi ser pedía a gritos lo que a continuación diría, pero mi razón hacia que yo este nervioso – hemm, yo, quería decirte que, estén, mmm… te amo.
-Luca Arceo es la primera vez que me lo dices, sabes que también te amo mucho mi amor...- se recompuso y corrigió - lo siento, te amo Luca, te amo mucho.
Nos dimos un beso antes de que entrara a mi casa, hasta que oí la grave voz de alguien decir:
-Como siempre a ti te encanta estar dando espectáculo - mi padre había llegado y me había visto - así ¿Qué el es?
-Buenas noches, soy Alexis el novio de Luca -dijo extendiéndole la mano.
-Luca metete a la casa, mucho gusto Alexis, soy Octavio el padre de Luca. Muchacho ya es tarde, ve a tu casa y anda con cuidado este aparato tuyo, no termina de convencer me.
-Ahora voy pa – le conteste a mi padre, mientras el entraba a mi casa.
-Luke que diría tu papi, si se enterara que no eres el niño bueno que pareces.
-Alexis ¿Qué diría mi padre si supiera que tu eres el que le quito lo bueno a su “niñito”?
-Luca, sabes que amo a mi pene, y por lo que veo tú también...
-Idiota que eres.
-Pero así me quieres, así que te aguantas, oye, me tengo que ir porque si me quedo un rato mas, mami suegra saldrá a buscar a bebé – Alexis dijo esa frase con tono de burla, así que le conteste, con el mismo tonito – Sí mejor me voy o alguien termina soltero hoy.
Le di un ultimo pequeño beso y me dirigí a mi casa, cuando llegué a la puerta voltee para ver que se fuera, pero como bomba la frase “tenemos que hablar” se repitió en mi cabeza.
Y ahora la parte mas difícil de describir, le presentaré a mi familia, así es, bienvenidos a mi “hogar dulce hogar”...