Tu mi Cordura Yo tu Locura (Chapter 7)

Historia de Isabella - Chapter 7: Besame!

Abro mis ojos con una gran sonrisa, es hora de despertar y aprovechar mi fin de semana, claro que tengo mucho que estudiar, pero igual aprovecho mis días libres fuera de la Universidad.

No tengo planes para este Sábado, aparte del estudio, creo que una amiga vendrá a estudiar a mi casa, llevo poco tiempo conociéndola pero me agrada, es muy simpática me cae bien.

Me quedo la mañana en mi cama viendo un poco de televisión, pongo una de mis series favoritas “Friends”, disfruto la cómica serie, hasta que mi estómago me ruega que vaya a buscar algo para desayunar.

En la cocina me encuentro con mi madre y mi hermana menor que se encuentran cada una en su mundo. Mi madre sentada leyendo el periódico, como usualmente lo hace y mi hermana en su celular chateando, ahora es casi imposible entablar una conversación con ella, de seguro se pasa chateando con su noviecito, el cual no me da muy buena espina. Me pregunto si antes de que mi padre falleciera éramos así, tan distantes, tan extrañas entre nosotros.

Me acerco y saludo.

-hola mama –deposito un beso en su mejilla. Hola Agus –le sobo la cabeza a mi hermana.

-hola mi amor, hay café, o cereal si deseas, la leche está en la nevera –mi dice mi mama sin mirarme.

Agustina sigue con su celular, no presta atención alguna.

A veces me dan ganas de hacer algo muy loco para que me presten atención, pero siempre me porto tan recta, siendo la niña buena, la estudiosa, la que nunca sale, la que no bebe, la que no fuma, la que no tiene sexo.

Es difícil salir de este cascaron que llevo, tal vez algún día encuentre a alguien que me lleve a cometer todas esas locuras. A mis 22 nunca he estado borracha, nunca he fumado, nunca me he revelado contra mi madre, nunca he tenido sexo.

He tenido novios en el colegio, Marcos y Romeo pero ellos nunca pudieron causar ese efecto en mí, esa sensación que me diga a mí misma lo amo, lo necesito físicamente. Fue entonces que me di cuenta y comprendí que los hombres no eran lo mío, siento muchas cosas más por las chicas que por los chicos. Mi primera novia Yadira fue muy especial comencé con ella al iniciar la universidad, me hacía sentir muchas cosas, pero no la amaba, para mí el sexo sin amor no existe, soy una persona tan ingenua y enamoradiza que temo que me hagan daño fácilmente. Con Yadira todo se acabó por el tema del sexo, después de cinco meses de relación yo no me sentía capaz de mantener una relación íntima con ella, así que me dejo y me dijo que era muy niña, muy mojigata para ella. Sus palabras dolieron, pase mucho tiempo sola, y ahora me di cuenta que debo dejarme querer, amar y tener ese contacto físico con otra persona.

De momento una llamada me saca de mis pensamientos.

Es mi novia.

-hola Karen–contesto.

-hola mi amor, como amaneció –me dice cariñosa.

-bien, aquí un poco estresada por todo lo que tengo que estudiar.

-ah ya mi amor, y dígame a qué hora va su amiga?

-no sé, creo que viene a las 5:00 de la tarde.

-y ahora que hará? Podemos vernos? –me pregunta con entusiasmo.

La verdad no tengo muchas ganas de verla, no es que no la quiera, pero no me gusta estar así de pegajosa y melosa con nadie. Pero no puedo decirle que no, ayer me negué verla.

-si claro, vienes a mi casa? –le pregunto.

–si en 20 minutos estoy allá bebe. Chao –me dice apresurada.

De verdad se nota que tiene ganas de verme, pero aun así no sé qué hago con ella, Karen es muy linda persona y cariñosa, llevamos tan solo tres meses de relación, se nota lo mucho que me quiere. La conocí por mi prima, es amiga del novio de mi prima y nos presentaron, claro que no toda mi familia conoce sobre mis preferencias, solo lo sabe mi prima y algunos amigos de la universidad.

Aun en estos tres meses de relación aun no logro sentir eso llamado “AMOR”, no sé si soy incapaz de sentirlo, o tal vez mi mente se cierra a esta oportunidad por temor. –Temor a que? No lo sé–. Me pregunto y contesto a mí misma.

Me cambio rápidamente mis pijamas por cualquier ropa para andar en casa, agarro de mi closet un short y una camiseta negra con un estampado en el frente de Erick Cartman personaje de “South Park”, me pongo brillo en mis labios y dejo mi pelo lacio suelto, mientras espero a Karen veo televisión en mi cuarto, hasta que por fin escucho el timbre. Me preparo para salir y recibirla en la sala pero ella se adelante y pasa a mi habitación.

-hola mi amor –se acerca a darme un beso.

-hola, vamos a la sala –le digo tomando su mano para sacarla de mi habitación.

-no mi amor, quedémonos aquí sí, las dos solitas.

Podía ver su cara de picardía, y no era una cara que me guste, es una cara que me asusta yo no quería llegar aun a ese paso. Así que le insisto para salir de la habitación.

-no, mejor vamos afuera y estaremos más cómodas.

-Isabella, dime cuál es tu miedo, porque siempre me huyes –me dice molesta.

-yo no te huyo, que dices –le digo desviando la mirada.

No quiero admitir que huyo del momento íntimo con ella, no sé cómo lo pueda tomar.

-como que no, si lo haces siempre, que es lo que te pasa. No te atraigo acaso, no te gusto? –me pregunta.

Puedo ver como sus ojos se humedecen, no quiero hacerle daño, porque no se lo merece. Me acerco a ella y le doy un beso en sus labios. Ella me corresponde el beso y pasa sus manos sobre mi espalda, trato de seguir con esto, así que me dejo llevar por los movimientos de ella, dejándome caer en la cama. Sus labios no paran de besarme. –Que pare por favor, que pare–. Me digo mentalmente.

Sus manos comienzan a pasar por mi abdomen, puedo sentir como sube más y más su mano, está a punto de llegar a mis pechos. Hasta que mis suplicas son escuchadas y el llamado de mi mama me salva, de entregarme a Karen.

-mi mama! –digo exaltada. Deja ver que quiere –le digo mientras arreglo mi cabello.

-No mi amor. Déjala, que ya dejo de llamarte –me insiste.

-no estás loca, después le da la gana de venir al cuarto.

-ok, no demores –me dice enfadada.

Puedo ver que está totalmente desesperada por hacerme suya, así que no quiero volver a la habitación.

-mama, que paso?

-Isa dile a tu amiga que venga a servirse algo. –me dice.

-ok mama ya le digo –contesto aliviada.

Mi mama me salvo esta vez, pero que hago cuando quiera algo más después, definitivamente tendré que tener una charla con ella.

-Karen, mi mama dice que te sirvas algo.

-pero no tengo ese tipo de hambre –se ríe mientras se levanta de la cama sin ánimos.

-vamos que mi mama te preparo algo con mucho cariño –sonrió.

Me doy la vuelta para salir de la habitación pero siento como Karen se pone detrás de mí y me abraza.

-eres tan sexy Isa –me susurra al oído.

Me sonrió, y agarro una de sus manos para dirigirla al comedor.

Karen termina de comer y luego de unos 10 minutos de conversación con mi mama decide marcharse. Hoy me salve de ella, pero no lo poder hacer mucho tiempo más, será mejor tal vez terminar esto, antes de lastimarla.

Me dirijo a mi habitación a esperar la llegada de mi amiga, repaso varios temas, me está dando un poco de sueño, y caigo profundamente dormida.

Cuando despierto abro mis ojos y puedo ver la cara de mi amiga muy pegada a la mía, me levanto de prisa.

-Luciana, a qué hora has llegado? –le pregunto exaltada.

-tranquila Isabella, llegue hace unos 45 minutos.

-pero porque no me has despertado, que vergüenza –le digo mientras limpio mi boca, ya que siento que he estado babeando mientras dormía.

Ella solo se ríe, y se levanta de la cama.

-qué te parece tan gracioso? –le contesto avergonzada.

-no, nada. Si no que ha sido placentero verte dormir –me sonríe y luego me da la espalda para sacar los libros de su bolso.

-placentero? Y porque? –le pregunto confundida.

-olvídalo Isa –me contesta. Bueno empezamos? Me tengo que marchar antes de las 12:00 de la noche.

Me parece tan raro que me diga eso. –En qué manera podrá ser placentero ver a alguien más dormir? –.

-si empecemos –le contesto.

Pasamos horas y horas leyendo capítulos, haciendo preguntas sobre los temas, hasta que sin darnos cuenta se hizo las 11:30 de la noche.

-rayos! Ya me tengo que ir –me dice.

-si ya es algo tarde, pero vaya que hemos avanzado.

-si bastante, mañana solo tendremos que hacer algunos repasos.

-quieres reunirte mañana? –le pregunto.

-si me gustaría, pero te parece que sea en mi casa?. Es que mi papa odia cuando salgo demasiado, y hoy saldré –me contesta.

-si en tu casa está bien, pero que sea temprano tipo 8:00 de la mañana, si?

-uy! Me quieres hacer madrugar, pero está bien.

-listo entonces a esa hora estoy por tu casa. Y por cierto donde iras esta noche? –le pregunto.

-ah hoy voy con un grupo de amigas a una nueva disco Scandals, la conoces?

Scandals es una discoteca nueva que es alternativa. –Sera Luciana lesbiana? –. Me pregunto yo misma.

-si la he escuchado –respondo.

-quieres venir?

No tengo ánimos de salir, solo quiero descansar ahora después de una tarde tan agotadora.

-no gracias Luciana, pero estoy un poco cansada –le contesto durante un bostezo.

-si lo puedo notar –ríe. Ok Isa te veré mañana entonces –se acerca y me da un beso en la mejilla de despedida.

No había pensado nunca en que Luciana tuviera gusto hacia el mismo sexo.

Salgo de mi habitación y le informo a mi mama que mañana saldré temprano a mi reunión de estudio, luego me dirijo a descansar. Me coloco mi pijama, que está conformada por una camiseta larga y debajo solo un panty, además me coloco calcetines por el frio. Siempre evito dormir con mucha ropa, no me gusta. Cierro mis ojos y caigo profundamente dormida.

Puedo escuchar que alguien toca la puerta de mi dormitorio.

-Isa, levántate tienes que irte –escucho a mi mama gritando detrás de la puerta.

Reacciono ante los gritos de mi madre y abro los ojos para ver la hora. –Maldición, son las 8:00 de la mañana–.

Reviso mi celular y veo mensajes de Luciana.

Luciana Macías:

Mensaje de las 7: 40

-Isa ya vienes en camino?

Mensaje de las 8:00

-Me confirmas si vienes.

Me levanto rápidamente y busco cualquier ropa de mi closet, término poniéndome unos shorts de mezclilla con detalles en sus bastas que le da un aspecto de dañado, una camisa de mangas largas de cuadros color rojo. Me coloco rápido unos lentes de sol redondos y desabotono unos botones de mi camisa.

Salgo de mi casa sin desayunar, saludo a mi mama la cual me regaña por mi impuntualidad. Busco las llaves del vehículo pero no las encuentro por ningún lado.

-mama y las llaves del auto? –le pregunto mientras muevo algunas cosas de la mesas.

-agustina las tiene hija.

-agustina? Y porque las cogió, si el carro es mío –respondo furiosa.

-si amor, pero lo necesita hoy –me contesta tratando de tranquilizarme.

-y ahora llegare más tarde –respiro fuerte después de pronunciar esas palabras.

-pero llámala, porque recién bajo –me contesta.

La llamo y rápidamente me desvía la llamada, se lo que trama, pero no dejare que se lleve el auto de seguro se lo lleva a una de sus fiestitas. Corro lo más rápido y la alcanzo antes de que se pueda marchar.

Me mira y desvía su mirada

-agustina! Deja mi auto –le grito.

-ven sube que te llevo –me dice.

Me sonríe tratando de calmar mi enojo, ya voy tarde para mi sesión de estudio con Luciana, así que acepto la oferta de agustina.

-mira hermana no te enojes, es que necesito el vehículo –me dice de manera apacible.

-está bien, ni preguntare para que lo quieres, pero anda déjame donde Luciana que quede con ella hace como 30 minutos.

-ok, indícame la dirección.

En el camino mi mente esta en otro mundo, no me doy cuenta que llegamos si no fuera por la manera brusca de frenar de agustina.

-ouch! –digo mientras me sobo cabeza que fue golpeado un poco con la ventana. Debes mejorar tu manera de frenar.

-si sorry –dice riendo.

-bueno cuídate, no se te ocurra hacerle algo al auto –bajo haciendo un gesto con la mano de despedida.

Toco el timbre de Luciana y luego de 5 minutos ella abre la puerta, me recibe casi en ropa interior, tenía puesto un camisón de encaje negro, podía ver a través de él, ya que no llevaba brasier, solo una tanga negra, no puedo evitar desviar mi mirada hacia sus pechos que se encuentran muy visibles.

-hola Isabella, que puntualidad –me dice mientras se acerca a darme un beso en la mejilla.

Al acercarse podía sentir el roce de sus pechos sobre los míos. –Me estará seduciendo?–. Fue lo primero que pensé.

-hola Luciana, si disculpa la demora me he quedado dormida –trato de disimular mi mirada sobre su pechos.

-bueno pasa, disculpa que me encuentres en estas fachas –me ríe con picardía.

-no, tranquila.

Pasó directo a su cuarto, y me acomodo en su cama con los libros que usaremos para el estudio. Siento a Luciana tan rara hoy, no aparta su mirada de mí, puedo notarlo porque yo tampoco despego la mirada de su cuerpo.

-estas muy guapa Isabella –me dice sonriendo.

-gracias –me ruborizo.

-bueno me voy a poner algo más decente –camina hacia el closet para elegir su vestimenta.

No demora mucho en elegirla, veo que se da la vuelta y sonríe.

-me voy a cambiar, ya? –me dice sin dejar de verme.

-está bien –contesto.

Veo como comienza a quitarse el camisón frente de mí, se lo quita muy despacio dejando descubiertos sus pechos y solo quedando con la tanga. –Que esta tramando? –. No me puedo mover, no puedo reaccionar.

-te molesta que me cambie aquí? –me pregunta mientras pone un dedo en su boca.

No puedo emitir palabra, solo sigo viéndola. Estaba excitada de tan solo verla, pero no quería nada más que eso, solo verla, mi cuerpo no tenía la necesidad de sentir el contacto de su piel.

-mira tengo un lunar aquí, pero no sé si sea algo maligno –me pregunta mientras acaricia su pecho izquierdo.

Comienza a tocarse sus dos pechos, su cara había cambiado de la picardía a la lujuria.

-quieres ver cómo me toco? –me pregunta con reparación jadeante mientras sus manos pasan por su abdomen.

-si –es lo único que puedo contestar.

El deseo de verla me hace decir esas cosas, quiero verla acariciarse, quiero verla acabar. Se sienta en un sillón que tiene en su habitación, dejando sus piernas muy abiertas, sus manos pasan sobre su tanga.

-quieres que me quite la tanga? –me pregunta sin dejar de tocarse.

No le respondo.

Levanta un poco sus caderas y retira su tanga, ahora se abre más de piernas jugando con los labios de su sexo. Con sus dos manos separa los labios, y me ve a los ojos mientras lo hace.

-quieres que juegue con mi clítoris? –me pregunta.

Solo hago una señal con mi cabeza de afirmación.

Sus dedos pasan sobre su clítoris, que puedo notar que está muy hinchado, del interior de su sexo se puede ver como sus fluidos comienza a salir poco a poco.

Cruzo mis piernas al verla como juega con su clítoris, estoy muy excitada.

-quieres que me meta los dedos?

-si –contesto.

-pero quiero que lo hagas conmigo Isa –me dice sin dejar de tocarse.

-tengo novia –contesto.

-no me vas a tocar, solo te vas a masturbar conmigo –me sonríe con picardía. Si los has hecho antes supongo.

Me quedo callada, no sé qué contestarle, si lo he hecho pero solo una vez, y solo acariciándome el clítoris.

-solo una vez –contesto agachando la mirada.

-hazlo otra vez conmigo –comienza a darse golpecitos en el clítoris con sus dedos.

Comienzo a poner mi mano debajo de mi short y me acaricio sobre mi interior, luego comienzo  a meter mis dedos alrededor de mi clítoris y comienzo a moverlos muy rápido, no aparto mi mirada de ella, Luciana comienza a penetrarse con dos dedos, los mete y saca muy rápido de sexo.

-más rápido –me dice gimiendo.

Bajo un poco mi short para poder separar más mis piernas y masturbarme más rápido.

-oh! vamos que estoy a punto de acabar –comienza a gemir mucho.

Cada vez escucho el golpe de sus dedos contra su sexo más fuerte, su mano se mueve muy rápido, puedo ver como sus fluidos salen cada vez más, por sus gemidos noto que está a punto de acabar, yo también acelero mi paso y comienzo acariciar mi clítoris rápido, me puedo sentir muy mojada.

-ya me corro! –me dice casi gritando del placer.

-yo también –le digo con respiración jadeante.

Rápidamente pude escuchar un gemido muy fuerte y su respiración acelerada, seguía con los dedos dentro de su sexo y me sonreía al verme.

Seguido de eso puedo escuchar un gemido venir de mí, siento contracciones en mi sexo, había terminado, siento mi cara toda roja y mi respiración acelerada, hace mucho no sentía eso, hace mucho no me masturbaba.

-Te has puesto toda roja –me dice riendo.

-es que me dio vergüenza que me vieras así –desvió la mirada.

-pero te gusto?

-si claro que me gusto, pero no estoy acostumbrada a estas cosas –me sigo sonrojando.

Se queda callada y se acerca a mí, con su mano agarra mi mentón y levanta mi mirada.

-Isabella –se queda callada un rato. Eres virgen? –completa la oración.

Mi corazón comienza a latir muy rápido, me da vergüenza admitirlo ante cualquier persona.

Agacho mi mirada sin contestar.

-tranquila no tiene nada de malo que lo seas, lo admiro –se acerca y me da un beso en la mejilla.

Se levanta de la cama y comienza a cambiarse.

-bueno voy al baño –me dice.

Mientras estoy esperando en el cuarto, puedo notar un portarretrato en el velador de la cama de Luciana, miro la foto y puedo notar que es ella con un chico dándose un beso en la boca. –Pero, no es lesbiana? Será bisexual? –. Me pregunto.

Cuando entra me ve con la foto en la mano.

-es mi novio –me dice.

Me quedo callada un momento.

-pensé que eras… –me interrumpe y completa la frase.

-lesbiana? –se ríe.

-pues si –contesto.

-no, para nada Isa, no soy lesbiana soy hetero –me contesta.

-pero, y lo que paso ahora? –pregunto confundida.

-me gusta que mujeres me vean masturbar y que se toquen conmigo, pero nunca me ha llamado la atención hacerlo con una mujer, ósea tocarla y esas cosas, yo sé que es un poco difícil de entender, porque yo al principio también estaba un poco confundida –me dice mientras se acomoda en la cama.

-y porque fuiste a Scandals? Es una discoteca alternativa –le digo.

-si yo sé, pero fui con un amigo que es gay, y además me gusta proponerle esto a lesbianas.

-y como te enteraste que yo era lesbiana –pregunto curiosa.

-me acabo de enterar –me dice sonriendo.

-ósea no lo sabias?

-no, pero si tenía mis sospechas –se ríe.

-ah, bueno. Estoy sorprendida no lo puedo negar.

-si me imagino, no muchos entienden mi fetiche. Pero yo también estoy sorprendida –me dice sonriendo con picardía.

-y porque?

-porque me dijiste que no te masturbabas y lo hiciste conmigo.

-y te gusto que lo hiciera? –le pregunto.

-me ha encantado.

-es raro, porque no suelo ser así, con mi novia no lo puedo ser, no sé porque contigo no pude contenerme –agacho la mirada.

-tal vez porque con tu novia al hacerlo significa un paso más en la relación, conmigo solo fue algo del momento, sin ningún tipo de compromiso –me contesta.

-tal vez.

Dejamos el tema de nuestra masturbación amistosa mientras procedíamos a buscar los temas de estudio. La mañana pasó rápido después de eso y sin darme cuenta eran las 12:00 de la tarde.

-bueno me tengo que marchar –le digo mientras me levanto de la cama.

-está bien, gracias Isabella por todo, ha estado muy rica la sesión de estudio –me guiña el ojo.

Solo sonrió y salgo de la habitación, agarro un taxi pero me quedo tres cuadras más atrás de mi casa, quiero pasar a comprar unas hojas que necesitare para mi semana de clases, mi doctor de psiquiatría me pidió que imprimiera el horario de clases, la lista de mis compañeros y que lo ayudara en muchas cosas, ya que se retira de la cátedra y vendrá otro doctor a darnos la materia.

Entro en la tienda, y compro una resma de hojas bond 4x4 para la impresión. Salgo del lugar sin poder dejar de pensar en lo que acabo de hacer con Luciana, en lo mal que hice. –Porque no puedo ser así con Karen–.

De repente todo pasa muy rápido, puedo ver como un automóvil viene hacia mí, por suerte frena a tiempo, pero siento un golpe en mi rodilla.

No sé cómo reaccionar me encuentro furiosa.

-Animal! Que no te das cuenta por donde vas –grito furioso.

-disculpa de verdad, estaba revisando una dirección y no te vi –contesta una mujer.

-ósea que casi muero por una dirección –le digo con ironía.

-tranquila, sé que fue mi error, déjame revisarte si estás bien –me dice.

-mejor voy a ver a un médico –sigo histérica

-soy médico, puedo? –responde mientras extiende sus brazos hacia mi cara.

-ey! Que haces –exclamo.

Sus manos se colocan en mi rostro, y puedo verla directamente a los ojos, nunca había visto a una mujer tan linda, sus ojos son de color gris, me invitan a seguir mirándolos, no puedo apartar mi mirada de ella, puedo analizar su boca, su cabello, me quedo paralizada al ver a esta mujer tan hermosa.

Mi corazón no me ayuda, y se acelera. –Qué es esto? Isabella que te pasa? –. Me pregunto asustada a mí misma.

Me habla nuevamente, solo obedezco a lo que me pide.

Mírame, directo a mí, si? –me dice mientras paso el reflejo de la luz por mis ojos.

-está todo bien? –le pregunto.

Comienzo a dudar que esté viendo ya que veo que ella comienza a realizarme un examen neurológico, no veo que sea para tanto, pero ella sigue.

-estoy bien? –le pregunto preocupada.

-bueno al parecer no tienes nada.

-me duele la rodilla –murmuro mientras le muestro mi pierna.

Me quedo hipnotizada al verla y comienzo a creer en el amor a primera vista. Así que trato de disimular, no quiero asustarla.

-ok, es solo un rasguño, claro te duele, porque esta inflamado, ven te recetare un antiinflamatorio –me dice.

-no tranquila, estoy bien.

Tenía miedo seguir con ella, no quiero que piense que soy una psicópata o algo por el estilo por observarla de la manera en que lo hago. Aparto mi mirada de ella y miro hacia al frente.

Me indica que me suba a su vehículo para darme la receta, al subirme puedo notar que ella tampoco deja de observarme, tal vez me analiza al ver mi vestimenta, soy toda una adolescente, y ella tan elegante y bien vestida, jamás se fijaría en mí.

Trato de romper el silencio incómodo.

-lindo auto, es tuyo? –pregunto.

Ella contesta rápidamente.

-gracias, si es mío –contesta. A donde te diriges para llevarte –me pregunta.

-sí que amable voy a mi casa –contesto.

Después de escuchar lo que dije me pongo toda roja, porque dije eso, que tonta fui, obviamente ella no sabe dónde vivo.

No puedo controlar mis palabras, salen por si solas.

-qué bueno que te causara gracia, pero de seguro pensaras que soy una boba, digo ese tipo de cosas cuando estoy nervios..-me quedo callada y desvió la mirada.

-nerviosa? –me pregunta.

-si –murmuro.

No le puedo decir la razón de mis nervios, no le puedo decir que me siento totalmente atraída hacia ella, qué pensaría de mí.

Por suerte recibe una llamada, me relajo un poco mientras ella habla por teléfono.

Puedo escuchar toda la conversación que tiene con su amigo.

-como que hola? Donde estás metida Catalina –pregunta su amigo enojado

Catalina!, que hermoso nombre, como ella.

-ah! Ya veo tu inconveniente, como siempre de cacería o no me digas que volviste a repetir plato con la española de anoche –su amigo ríe a carcajadas.

Trato de no parecer asombrada con lo que escucho. –Española?, ósea es lesbiana? Y por lo que escucho es también una jugadora–. No sé si alegrarme o decepcionarme.

Noto como se pone incomoda ante lo dicho por su amigo, me causa un poco de gracia al verla roja. Miro hacia al frente y noto que pasamos mi casa. –Qué vergüenza, ahora tendrá que regresar, todo por escuchar conversaciones ajenas, pero por lo menos pasare unos minutos más junto a ella, –.

Al llegar a mi casa le pido disculpas por todo lo que le dije con el accidente, ella lo comprendió.

-bueno con lo que te hice, tenías razón al gritarme –me dice.

-igual no estuvo bien, pero bueno gracias por todo –lo digo mientras abro la puerta del auto.

De repente siento como me toma de mi brazo impidiendo que me baje del auto. –Me va a besar? –. Pienso confusa.

-qué pasa? –le digo en tono nervioso.

-es que, no te he dado la receta –me contesta.

Me decepciona un poco, pensé que tal vez le hubiera gustado. –Gustarle? Que pienso, es la mujer más hermosa que he visto, preparada, y parece que exitosa. Porque se fijaría en alguien como tú? –. Me bajo de mi nube mentalmente.

-gracias, ha sido verdaderamente amable –sonrío.

-de nada, un gusto conocerte –extiende su mano para despedirse.

Al sentir el roce con su mano, al sentir ese contacto de su piel siento algo raro, algo jamás sentido con nadie. Tengo la necesidad de ser besada, quiero que Catalina me bese –Bésame! Bésame! –. Me digo mentalmente sin aparta mi mirada de sus ojos.

De repente el momento mágico es interrumpido por ella, y me bajo de esa nube y vuelvo a mi realidad.

Cuídate –me dice.

-ok –contesto de manera triste. Chao, cuídate también.

Al bajarme de vehículo siento algo que jamás he sentido es tan raro, solo pienso que quiero volver a verla.

Estoy a punto de ver la receta con su hermosa letra hasta que unas manos me la arrebatan.

-qué carajo –digo enojada.

-uy mi amor jamás te había visto así enojada.

Justo ahora se aparece Karen, siento que pasa controlándome.

-me puedes devolver eso –le digo furiosa.

-si claro, pero primero me dices quien es tu amiguita?

-que amiga? –le contesto haciéndome la desentendida.

-la que te trajo pues –me mira con enojo.

-no es una amiga –contesto.

Ella se acerca a mí y me agarra de los hombros, su mirada es de enojo total.

-entonces que es? –me grita.

-a ver, que te pasa a ti, no me vengas hablar así Karen –le digo mientras trato de zafarme de sus manos.

De repente en el forcejeo la receta de Catalina cae al suelo, y un carro se la lleva entre sus llantas.

-pero ve que has hecho –le digo apartándome de ella. Ahora no sabré su apellido.

-y que te interesa a ti eso, ya dime quien es ella, y todo el lio de la receta.

-es una doctora que casi me atropella y me receto algo para el dolor, pero ahora no sabré que fue lo que receto ni el nombre de ella para agradecerle.

-estas bien Isa? No te ha lastimado? –me pregunta preocupada.

-sabes que Karen, ándate sí. Ya viniste acá y armaste toda una escena de celos, y ahora te haces la preocupada. Déjame sola –le digo dejándola mientras entro a mi casa.

No sé qué hago con ella, tendré que terminar esto de una vez. Pero ahora no me importa Karen, solo me importa saber más sobre Catalina, quisiera volver a verla.

DISCULPEN LA DEMORA NO ANDO CON MUCHOS ANIMOS DE ESCRIBIR PERO TRATARE DE SACAR ESTE RELATO ADELANTE. DEJEN SUS COMENTARIOS.

IRONIAS DE LA VIDA..IRONIAS DEL AMOR..SE VIENEN DIAS OSCUROS. -LISNA-