Tu mi Cordura Yo tu Locura (Chapter 17 Final)

Historia de Catalina - Chapter 17: El cierre de un ciclo, el inicio de otro

Aun no puedo creer que estas fotos tan viejas sean la causa por la cual Isabella se haya marchado así. Trato de tranquilizarme y trato de llamarla nuevamente a su celular pero este sigue apagado.

Después de una hora llamándola sin obtener respuesta, me decido ir a su casa, tiene que escucharme, saber la verdad, saber que esas fotos son de mi pasado.

Voy a toda velocidad, al llegar a la casa de Isabella respiro profundo para calmarme.

Toco el timbre y rápidamente sale su mamá.

-Catita, hija como esta? –me sonríe.

-no muy bien señora, dígame Isabella se encuentra en casa?

-sí, está aquí. Paso algo? –lo dice con preocupación.

-un mal entendido. La podría llamar?

-si claro, pase –me permite entrar.

Espero unos 5 minutos y siento que viene alguien, mi corazón late cada vez más rápido. Luego me doy cuenta que es la mamá de Isa.

-hija no pude despertarla, está muy dormida –me dice con amabilidad.

-tranquila señora, yo vendré mañana a verla. Si le puede decir que necesito hablar con ella lo antes posible?

-si claro Catalina yo le diré –me dice.

Creo que ella se hizo negar, pero no podía hacer un escándalo en su hogar.

Salgo de la casa de Isabella y llamo a Xavier.

-Cata y ese milagro ya ni te acuerdas de mi –me dice bromeando.

-Xavi tengo que hablar contigo. Estas desocupado?

-si Cata quieres que vaya a tu departamento?

-si Xavi por favor.

Al llegar al departamento, me sirvo un vaso de whisky mientras espero a Xavier. Luego de unos 45 minutos él llega.

-Catalina que paso? –me dice preocupado.

-es Isabella. Ella no quiere verme, no quiere contestar mis llamadas.

-pero porque Catalina? Que paso?

-se enteró lo de Amelia.

-y porque se puso así, ósea es aceptable que se moleste pero tú no tienes nada con Amelia como para que no te quiera ni ver.

-es que eso ella no lo sabe.

-entonces? No entiendo –me mira confuso.

-Isabella encontró en uno de mis cajones unas fotos viejas de Amelia conmigo y estábamos besándonos. Pero creo que ella piensa que esas fotos son de ahora, no creo que sepa que Amelia es mi ex. No tiene manera de pensar eso. En esas fotos solo nos vio a las dos, no tenían ni fecha ni año.

-ósea ella debe estar creyendo que le fuiste infiel con Amelia.

Bebo un sorbo de mi licor.

-debe ser eso. Por la manera que reacciono, no me dio oportunidad de explicarle nada, la llame y me apago el celular. La busque y se hizo negar –lo digo con desesperación.

-trata de ir mañana a buscarla Cata, ella no puede seguir pensando eso. Tú le has sido fiel a ella y me he dado cuenta de lo mucho que la amas. Ella debería saber eso y no dudar de ti.

-supongo que mi pasado no ayudo –agacho la mirada y lloro.

-mira Cata, tranquilízate. Que mañana podrás hablar con ella y explicarle todo, tiene que entenderlo, tu único error fue ocultarle que habías vuelto a ver a Amelia.

-si mañana la buscare y si no quiere verme  me quedare esperándola hasta que salga de esa casa.

Xavier se queda un rato más conmigo, no puede volver muy tarde ya que ahora no vive solo.

Al irse me dirijo a mi habitación, sigo tomando, mientras veo el portarretrato con la foto que ella me dio en nuestro primer aniversario y pienso como toda esa felicidad se puede ir a la mierda en tan solo un instante.

No recuerdo hasta que hora me quede despierta, abro mis ojos y estoy en mi cama abrazando la almohada que usaba Isabella. Siento un sabor amargo en mi boca debí tomar mucho. Veo el reloj y son las 7 de la noche. –Como pude dormir tanto–.

Al levantarme de la cama puedo notar en el piso del cuarto la botella de whisky completamente vacía. –No puedo creer que no me haya intoxicado al beberla casi toda yo sola–.

Tomo una ducha y busco algo para la cefalea. Agarro lo primero que veo en la nevera para comer y luego me dirijo hacia la casa de Isabella.

Al llegar noto que no se encuentra su automóvil. Me bajo y toco la puerta.

Nuevamente es la mamá de Isabella quien atiende.

-hola Catita –me saluda.

-buenas noches señora, se encuentra Isabella?

-no hija, ella salió hace poco –desvía su mirada como tratando de ocultarme algo.

-y no dijo a dónde iba?

-pues no, no dijo nada.

-y si le dijo que yo quería hablar con ella? –le pregunto desesperada.

-si hija le dije –suspira con lastima.

-supongo que ella le dijo que no quería verme –agacho la mirada.

-hija sea lo que sea que esté pasando, dale tiempo. Para que aclaren sus cosas.

-está bien señora. Gracias. Que tenga buena noche.

Me dirijo al vehículo pero no me voy aun de la casa de Isabella. Esperare a que llegue. No puedo darle tiempo a ella, cuando está pensando cosas que no son, cuando está pensando lo peor de mí.

Me quedo dormida un instante en el auto esperando que llegue Isa, pero sigo sin ver su vehículo.

Son las 12 de la noche cuando puedo ver que llega Isabella. Estoy a punto de bajarme para hablar con ella.

Pero al ver quien sale del vehículo me detengo, noto que es Agustina. Isabella todo este tiempo estuvo en la casa. Ahora no puedo ni confiar en la mamá, todos parecen estar en mi contra.

Me voy molesta del lugar. Trato de dormir temprano ya que mañana tengo que trabajar.

Al día siguiente en el trabajo estoy como en piloto automático, hago lo que tengo que hacer, y digo solo lo necesario. Mi cuerpo está ahí pero mi mente esta en otro lado.

Siento que me hablan pero la mayoría de las veces no escucho.

-Doctora? Doctora? –escucho como una voz a lo lejos.

Salgo del trance en el que me encuentro y puedo ver a un hombre sentado frente a mí en mi consultorio. –Y a qué hora entro este–. Me pregunto mentalmente.

-Doctora, se encuentra bien? –me mira confuso.

-sí, disculpe. Que me decía?

-bueno Doctora, soy un visitador médico y vengo a invitarla a un congreso de Psiquiatría que se realizara a partir del día Viernes. Es pagado, pero mi laboratorio la ha invitado cordialmente a usted.

-muchas gracias –digo aun tratando de volver en sí.

-bueno Doctora, aquí le dejo la invitación. La esperamos.

El hombre sale de mi consultorio y me dirijo al baño a tirarme un poco de agua en el rostro para tratar de despertarme, ya que cada vez archivan más pacientes al sistema.

A la hora del almuerzo no salgo del consultorio, no tengo apetito. Decido terminar lo más rápido posible con todos los pacientes.

Xavier me viene a buscar.

-Cata, vamos a almorzar.

-no tengo apetito Xavi, ve tu –le digo.

-se te ve súper mal Catalina. No hablaste con ella supongo.

-se hace negar.

-pero tienes que comer Cata, vamos y hablamos –me dice preocupado.

-de verdad no tengo apetito Xavi, solo quiero terminar con estos pacientes rápido e irme a la consulta privada a descansar hasta que lleguen los pacientes.

-está bien Cata, pero come algo cuando llegues a tu casa.

-si está bien Xavi.

Los días han pasado de manera tan rápida, creo que el licor me ha tenido fuera de la realidad. Llevo 8 días sin verla, sin saber de ella. En estos días no he hecho más que buscarla, mi rutina es ir al hospital, a la consulta privada y luego ir a la casa de Isabella, la siguen negando, por me quedo esperándola por horas hasta la madrugada y luego vuelvo a mi departamento a comer cualquier cosa, bebo algo de whisky y luego a dormir.

Me veo demacrada, con ojeras, hasta más delgada. Pero lo peor es el dolor que siento por dentro, esas ganas de querer hablar con ella y no poder verla. Si le digo a su mamá o Agustina que intercedan por mí de seguro se pondrán en el lugar de ella. Solo tengo que esperar la oportunidad de poder verla.

Aunque de repente me pongo a pensar que han pasado tantos días y no ha querido ni siquiera escuchar una explicación de mi parte, ni saber cómo estoy. –No le interesa acaso lo que pase conmigo?–.

Hoy por fin es viernes, puedo beber y pasar la resaca tranquila sin tener que preocuparme que al día siguiente tenga trabajo. Sé que no está bien este nuevo estilo de vida que llevo, pero es lo único que me ayuda a escapar de la realidad, de la realidad sin ella.

No pienso ir a ese congreso de Psiquiatría, para que ir? Para que todos me vean lo mal que estoy? Cualquiera que me ve puede notarlo.

Me encuentro tranquila atendiendo a mis pacientes de repente el Doctor Rúales aparece en mi consultorio.

-mi Doctora como esta? –me da su mano en manera de saludo.

-muy bien Doctor –le extiendo la mano.

-lista para el congreso de hoy?

-pues no pensaba ir –le contesto.

-como que no? tiene que ir, yo voy a dar una charla, Cuento con su presencia ahí –se levanta y se dispone a irse.

-pero Doctor –le alcanzo a decir antes de que se vaya.

-nada de peros Doctora, a las 7 de la noche empieza mi charla. A esa hora la espero –se va del consultorio.

Ahora tengo que ir a ese estúpido congreso, lo único que quería hacer en la noche es ir como siempre a la casa de Isa a esperar que ella salga o por lo menos se asome a la ventana pero ahora tendré que ir a escuchar al Doctor Rúales.

Llego a mi departamento y tomo un poco de licor antes de ir al congreso, al llegar al hotel donde se realiza la charla me encuentro con muchos colegas, la verdad lo que menos quiero es hablar con alguien. Me siento en una mesa vacía, pero esta se llena de inmediato.

Pretendo escuchar las charlas pero mi mente sigue en otro lado.

-te acabaras todo el whisky –escucho la voz de uno de mis colegas.

Solo sonrió.

Sirven los platos de comida, creo que fue lo mejor de la noche, me recuerda a la comida de Amelia.

Después de unos minutos se presenta el Doctor Rúales, siento eterna su charla mi mente se pierde por ese momento, pero luego de una hora por fin termina.

Todos se levantan a aplaudirlo así que hago lo mismo.

-que le pareció la charla Doctora? –me dice el Doctor Rúales sonriendo.

-excelente doctor –le respondo y sonrió.

Por suerte no me pregunto mi opinión, ya que no se ni de que hablo.

Salgo mientras mis otros colegas se disponen a seguir bebiendo, ya son casi las 10 de la noche. Estoy muy mareada, trato de abrir mi auto y de repente escucho la voz de Amelia.

Justo lo que me faltaba ahora.

-hola Catalina –me dice.

Me explica que ella cocino esta noche en el congreso, con razón me resulto familiar esa sazón.

Parece preocupada por mí y se ofrece a llevarme, quiero ir donde Isabella, pero me dejo convencer por Amelia igual Isabella debe seguir con las ganas de no verme.

Me pregunta que me pasa, porque estoy así. Trato de contenerme pero no puedo, soy brusca con ella y le digo que todo es culpa de ella.

Sé que la culpa es mía, por no botar esas fotos, por no recordar que las tenía, pero necesito echarle la culpa a alguien más para sentirme mejor conmigo misma.

Le cuento todo lo sucedido y quiere ayudarme, pero creo que eso empeoraría todo. Además porque Isabella accedería hablar con ella, si no me quiere ni hablar a mí.

Amelia me pide que no beba más, sé que se preocupa por mí, le hago caso, por esta noche no beberé más.

De repente tenerla aquí frente a mí y ver como se preocupa me trae recuerdos de cuando estuvimos juntas.

Quiero saber si ella ya está con alguien más.

-bueno háblame de ti. Estas con alguien? –le pregunto.

-no, estoy sola –agacha la mirada.

Sé que miente de seguro ya tiene a alguien más, por eso ha estado indiferente conmigo en estos últimos meses.

-no creo. Dime tranquila la verdad –le digo

-es verdad no estoy con nadie.

-bueno pero te gusta alguien.

No me lo puede negar y me dice que si está sintiendo cosas por alguien más. Me molesta escuchar eso. Pero por qué? Porque estoy siendo egoísta y no aceptar que ella tiene que seguir con su vida al igual que yo. Y porque siento tantos celos al escuchar eso. Creo que ella siempre significara algo para mí.

-eres rápida –le digo con enojo.

-no me trates así. Además no estoy con ella. Y no tienes porqué molestarte o sentirte celosa.

-celosa? Yo? No me hagas reír –me río bruscamente.

-pues no parece que no tuvieras celos.

-y si los tengo que? –la miro desafiante.

-pues no deberías, si estoy tratando de ver otras posibilidades fue solo porque tú me dijiste que tu decisión está tomada. Y yo entendí que debo aceptarlo. Además como vas a tener celos de mi si estas sufriendo por otra mujer.

-bueno no lo sé, tal vez porque aun eres importante para mí. Yo sé que amo a Isabella, pero tú no eres tan fácil para poder sacarte del todo de mí.

-tu estas ebria, y mañana te vas arrepentir de las cosas que estás diciendo.

-tal vez lo haga, pero esto te lo puedo decir sobria. No creo que nunca te saque por completo de mi corazón. Siempre te tendré un cariño especial.

Ella se molesta ante mis comentarios y se dispone a ir. La sigo, quiero besarla, no sé qué me pasa. Solo quiero saber si ella aún tiene ese poder en mí, ese poder de hacer que nada me importe al besarla.

La tengo frente a mí, la miro diciéndole con la mirada que deseo besarla. No lo pienso más y la acerco hacia mi boca.

Siento algo raro al besarla, siento que está mal, siento que esos labios ya no me pertenecen, que ya no necesito de sus besos como antes.

Desearía que al abrir mis ojos se Isabella la que este frente a mí.

Reacciono de inmediato, con una gran culpa. No puedo hacerle esto a Isabella, no puedo la amo.

-perdón, perdón, perdón –le digo sin poder aguantar las lágrimas.

-tranquila Catalina, no te preocupes.

-no puedo, no puedo. Yo la amo, amo a Isabella –la abrazo fuertemente sin parar de llorar.

Entro en una crisis de nervios al darme cuenta lo que acabo de hacer y comienzo a temblar.

Ella se preocupa y me lleva a la habitación.

-creo que fue una prueba. Para darme cuenta que quiero mi vida con ella con Isabella. La buscare cada día hasta que hable conmigo –le digo.

Ella me aconseja que le dé un tiempo a Isabella. –Pero que más tiempo necesita si ha pasado más de una semana–.

-está bien le daré unas semanas, para que piense –le digo.

-es lo mejor Cata.

Me quedo dormida profundamente, sueño con ella, con Isabella, que volvemos a ser felices. Al despertarme entro en una depresión total ya que no la tengo a mi lado.

Agarro la foto que me dio y paso viéndola por horas. Mientras pienso como volver a recuperarla.

Xavier me llama a la puerta.

-hola Xavi a que se debe tu visita?

-uy! Que ánimos de verme –se ríe.

-bueno es que no tengo ánimos de nada.

-mi Catita, cuando será que vuelva a verte sonreír –se acerca y me abraza.

-eso me pregunto yo.

-no has tenido ni una señal de Isabella?

-no ninguna –contesto sin ánimos.

-yo tampoco, le escribí para que habláramos pero definitivamente ya no usa ese celular.

-si lo sé –contesto con resignación.

-qué harás?

-no lo sé Xavi, quiero ir y entrar a la fuerza a su casa. Pero creo que dejare el acoso por unos días, para que no se sienta presionada.

-sí, me parece buena idea, tú tienes que cuidarte Catalina mira como estas. Ya deja de beber.

-es lo único que me ayuda a pasar rápido los días.

-puedes hacer otras cosas Catalina, pero deja de tomar así  –me regaña.

-está bien, creo que parare un poco todo esto. Igual si está pasando todo esto es por mi culpa. Y cada vez cometo más errores  –agacho la mirada.

-y ahora que hiciste? –me pregunta con preocupación.

-bese a Amelia.

-que! porque lo hiciste y cuando la viste?

-ayer la encontré en el congreso de Psiquiatría, era la encargada de la cocina esa noche. Y bueno lo del beso no lo sé, estaba tomada y me dieron ganas de besarla, pensé que iba a poder olvidar lo de Isabella por un momento, pero solo me di cuenta que mi amor por Isabella es más fuerte que cualquier otra cosa.

-bueno por lo menos ahora si estas segura que Amelia ya no significa nada para ti.

-pues no digo que no signifique nada, siempre significara algo importante en mi vida. Pero ya no la amo, ya no la deseo, simplemente le tengo cariño por todo lo que vivimos.

-y ella? Aun te ama? –me pregunta.

-no sé, creo que ya no lo hace. Además siento que está muy enganchada con alguien más.

-debe ser por la niñita esa, la hermana de Isabella.

-en serio? Como sabes?

-pues Roberto me comenta que Amelia solo pasa con ella y que se nota que siente algo por esa chica por la manera que habla de ella.

-es como rara esa situación, ósea Agustina es mi cuñada, bueno mi ex cuñada al parecer.

-sí, pero ya sabes la vida es loca. Pasa lo que menos esperamos.

-si tienes razón.  Y bueno Xavi tienes planes hoy?

-sí, iré con Roberto a buscar unas casas para mudarnos cuando nos casemos.

-ah ya todo un señor de familia  –me rió.

-si ya todo un hombre serio.

-y a qué hora te vas?

-ya me tengo que ir a ver a Roberto, solo vine a ver como estabas. Me tienes preocupado.

-tranquilo Xavi, me calmare.

-está bien mi Cata, cualquier cosa que necesites me llamas, que yo vengo al tiro.

-bueno Xavi.

Después que se fue Xavier no sabía qué hacer. Ya no tomare, así que tengo que buscar cualquier forma de pasar el rato.

Me acerco al piano, y recuerdo lo feliz que era con ella al hacer nuestros dúos musicales.

Comienzo a tocar, melodías melancólicas, me llena de tristeza y comienzo a llorar. Paso horas en el piano tratando de olvidar todo lo sucedido, pero imágenes junto a ella vienen a mí, la primera vez que fue mía, la primera vez que fui suya. Tantos recuerdos, tantos buenos momentos que quisiera recuperar.

Ya han pasado 2 semanas en las cuales no la he buscado, de repente paso por su casa pero no me estaciono a esperarla, no he dejado de pensarla, no puedo. Pero simplemente trato de darle su espacio aunque me estoy desesperando ya de esperarla tanto, la necesito a mi lado.

Y pensar que faltan tan solo 3 días para su cumpleaños. Hace mucho tenía planeado una gran noche con ella, una noche que ahora no será más que lágrimas y dolor al saber que no podre abrazarla o darle un beso de feliz cumpleaños.

Hoy en la mañana me llego su regalo de EEUU, lo había mandado a encargar hace mucho y por suerte llego 1 día antes de su cumpleaños, aunque no podre dárselo.

Ese mismo día invito a Xavier al departamento para beber unos tragos, me hizo mal ver la llegada de su regalo.

-bueno Cata, hoy si te acompaño a beber unos tragos –saca una botella de ron.

-hoy los necesitare mucho más.

-tranquila Cata, que tengo la esperanza que volverás con ella, no puede pasar todo el día encerrada en su casa.

-eso espero también, es lo que más anhelo. Sabes Mañana es su cumpleaños –le digo.

-ya veo porque querías tomar algo –me dice.

-si Xavi.

-que son esas cajas de allá cata? –me dice Xavier señalando el regalo de Isabella.

-es una guitarra eléctrica.

-y ahora te volviste fan de las guitarras –ríe.

-pues es el regalo de Isabella.

-le compraste regalo –me dice sorprendido.

-ya lo había pedido hace como 3 meses atrás, pero recién llego de los EEUU –le digo.

Se levanta a ver el regalo.

-woah! Esta increíble.

Yo sé que a ella le hubiera encantado el regalo, es una guitarra eléctrica Gibson clásica de color blanco, con amplificador inalámbrico y además una pedalera para la guitarra.

-sí, le hubiera gustado –le digo.

-intenta dárselo –me dice.

-no lo sé –suspiro.

Seguimos tomando y tomando, hasta que se hicieron las 9:00 de la noche.

-la amo Xavier –digo entre balbuceos.

-di..le lo que sie..ntes –me contesta.

Mi mente se pone en blanco, y lo siguiente que veo es que estoy afuera de mi departamento esperando a Xavier que salga.

-ya vamos Cata –me dice.

-a dónde? –le pregunto confusa.

-como que a dónde? Estas más borracha que yo, por suerte deje de tomar –ríe.

-a dónde? –vuelvo a preguntar.

-pues a ver a los mariachis que llamaste para Isabella.

-yo hice eso? A qué hora? –le digo confusa.

-ya súbete al carro, que ya se me paso un poco la borrachera y puedo manejar.

Al subirme puedo ver el regalo de Isabella en el asiento trasero del carro.

-que hace la guitarra aquí? –le pregunto.

-la subiste al carro, para dársela a Isabella. Ay Cata acaso no recuerdas nada.

-qué hora es? Lo último que recuerdo es ir al baño a lavarme la cara.

-si después de eso seguimos conversando como por 2 horas más.

-2 horas han pasado? No recuerdo nada de esas dos horas.

-me haces reír. Si tú sacaste tu celular y llamaste a unos mariachis, accediste recogerlos en el lugar donde se encontraban. Luego me pediste que te ayudara con el regalo de Isabella que ibas a entregárselo si se disponía a salir.

-estaba perdida, no recuerdo nada de eso.

-y ahora cómo estás?

-ahora si estoy un poco mejor, pero si sigo ebria.

-cancelamos lo de Isa? –me pregunta.

-no, vamos –le contesto decidida.

Fuimos a ver a los mariachis para guiarlos a la casa de Isabella, después de unos minutos llegamos. Tengo la esperanza que por lo menos se asome a la ventana y poder verla nuevamente.

-nerviosa? –me dice Xavier.

-muerta de nervios  –contesto.

Salí del vehículo y los mariachis comienzan a tocar sus instrumentos, mientras Xavier espera en el auto.

-Isabella!! Esto es para ti. Feliz Cumpleaños mi amor –grito para que pueda escucharme.

Los mariachis siguen tocando, pero Isabella no sale, comienzo a cantar con los mariachis, y puedo ver como se asoma desde la ventana de su cuarto pero se oculta rápidamente.

No me importa y sigo esperando a que salga.

7 minutos han pasado hasta que por fin puedo ver como se abre la puerta de la entrada.

-Isabella! –digo con emoción.

Pero me doy cuenta que se trata de Agustina.

Ella se acerca a mí.

-Catalina, será mejor que te vayas, si?

-pero vine a desearle feliz cumpleaños a Isa –lo digo con desesperación.

-ella no va a salir –agacha la mirada.

-porque Agustina? Por qué está siendo tan cruel conmigo? –comienzo a llorar.

Ella me abraza y lloro en su hombro.

-mira Catalina debes estar tranquila, no sé qué habrá pasado entre las dos, pero Isabella no se pondría así, si no fuera algo grave.

-pero ella está equivocada Agustina, ella piensa cosas que no son, pero si me dejara explicarle estoy segura que lo comprendería.

-ósea que ni te ha dejado que le expliques?

-no. Desde esa pelea se fue y no la he vuelto a ver.

-tratare de hablar con ella, para que te escuche –me dice.

-no, por lo menos hoy no lo hagas, quiero que ella pase tranquila su cumpleaños. Ya que los mariachis no funcionaron.

-está bien, no le diré nada.

-gracias Agustina.

Ella vuelve a entrar y me dirijo al vehículo. Xavier les paga a los mariachis y me mira como preguntándome que hacemos.

-vámonos Xavier.

-y el regalo? –me mira con lastima.

-pues será en esta ocasión –agacho la mirada.

-bueno vamos.

Nos fuimos a mi departamento y seguimos bebiendo, hasta quedar completamente dormidos.

Al día siguiente abro mis ojos y lo primero que veo es la foto mía con Isabella, no sé si deba sacarla de ahí, ya que solo me trae recuerdos.

Salgo a la sala y Xavier se encuentra dormido en el sofá.

-oye Xavi  –le digo con voz de ultratumba.

Sigue sin responder.

-Xavier! –le grito cerca del oído.

-que! quieres matarme del susto acaso  –me contesta molesto.

-oye, despierta. No tenías que salir hoy con Roberto para seguir buscando casas?

-si cierto Cata. Qué hora es?

-son las 11 de la mañana.

Se levanta muy rápidamente del sofá.

-ya me voy, a las 12 quedamos en salir. Me va a matar si no llego a tiempo.

Me rió.

-si ve rápido que no hay nada peor que te maten con resaca.

-chistosa –se ríe con sarcasmo.

Se acerca y me da un beso de despedida.

-bueno mi Cata más tarde te llamo. Chao.

-chao Xavi.

Tomo una ducha y me vuelvo acostar a dormir. Duermo casi toda la tarde, cuando de repente los sonidos de la puerta me despiertan.

-ya voy! –grito desde la habitación.

Miro el reloj y son las 7 de la noche, una vez más dormí demasiado.

-me pongo rápidamente algo de ropa y lavo mi cara.

Al abrir la puerta me encuentro con Agustina, me sorprende bastante su presencia.

-Agustina! Hola –le digo con confusión.

-tenemos que hablar –me dice seriamente.

La invito a seguir y nos acomodamos en la sala.

-si es por lo de la madrugada, de verdad disculpa no quería molestar estaba tomada.

-no, no es eso –me dice.

-entonces? –pregunto con curiosidad.

-ya se toda tu historia con Amelia.

Me agarro por sorpresa, no sé cómo reaccionar, ni que decir. –Vino aquí a defender a su hermana o a Amelia?–. Me pregunto.

-ya veo –contesto.

-quiero preguntarte algo. Tu que sientes por Amelia? –me mira con seriedad.

Yo sé que Agustina es una niña, pero tiene una mirada que intimida. Me siento como en un interrogatorio policial.

Suspiro profundamente.

-mira yo con Amelia tuve mi pasado, y si la ame muchísimo, hasta por un momento pensé en casarme con ella. Pero después de todo lo sucedido, tuve que olvidarla porque ella se marchó. Aunque sé que si hubiera vuelto antes o me lo hubiera explicado al instante, la hubiera perdonado y aun estuviera con ella.

-y eso que significa? La amas ahora o no?

-no Agustina ya no la amo. Yo estoy enamorada de Isabella.

-entonces que sientes por Amelia.

-pues un cariño especial, estuvimos mucho tiempo juntas y bueno ella siempre será importante para mí. Además la aprecio y estimo mucho. Pero te aseguro que ya no la amo.

-y nunca engañaste a Isabella?

-no, nunca. Si cuando comencé formal con Isa se lo dije a Amelia y ella lo entendió.

-tienes que saber algo, y no sé cómo lo vayas a tomar  –me dice.

-qué cosa?

-Isabella se va mañana a Londres, su vuelo sale a las 2 de la tarde.

-qué? y por cuánto tiempo? –me levanto y camino de un lado a otro con desesperación.

-no lo sé, dice que vuelve pronto, pero en las intenciones de ella esta quedarse.

-se va por mí?

-supongo, no lo sé –me dice dudosa. Mira catalina ella te ama. Hoy la vi con una foto tuya en las manos y estaba llorando, estuve a punto de decirle la verdad. Pero quería saber qué es lo que realmente sientes por ella. Además creo que deberías decirle tú todo lo sucedido, yo te ayudo a entrar a la casa y hablas con ella.

-ya para que Agustina. Ella tomo su decisión y sin ni siquiera dejar que le explique qué paso. Si me amara tanto me hubiera dejado aunque sea hablar con ella antes de que tomara la decisión de viajar.

-igual trata de hablarle.

-ya no le rogare más. Ella pensaba irse sin decir nada. Ósea que si tu no vienes a decirme yo no me enteraría hasta después que este instalada allá en  Londres. No es justo que me haga esto.

-bueno si tu no hablas con ella, lo haré yo –me dice dispuesta a irse.

Me acerco a ella.

-no por favor. Ya no le digas nada, no quiso hablar conmigo antes, ya tomo su decisión, déjala que se vaya tal vez así sea feliz. Pero ya no quiero saber de ella. No quiero que le digas nada Agustina, por favor. Promételo.

-pero yo tengo en mis mano la oportunidad de que ella sea feliz nuevamente.

-si pero ella también puede ser feliz allá en Londres, después de todo es su sueño estar allá. Solo promételo Agustina. Júrame que no le dirás nada. Por favor te lo pido –le digo en tono de súplica.

-está bien Catalina, no diré nada. Pero ambas están cometiendo un gran error.

Abre la puerta y se va del departamento.

Quiero hablar con Xavier pero no contesta mis llamadas, debe estar ya dormido por la mala noche que pasamos.

Comienzo a tomar y tomar como lo había estado haciendo antes. De repente suena mi celular, es Xavier.

-hola mi amor, disculpa llegue a la casa y me quede dormido aún tengo sueño –me dice entre bostezos.

-Xavier, Isabella se va del país no sé por cuanto tiempo.

-a dónde? –me pregunta con impresión.

-a Londres.

-cuando se va?

-mañana.

-y que vas hacer Cata? Supongo que la iras a buscar

-no para que, si ella ya tomó esa decisión es porque tiene las cosas claras, ya no me pienso humillar.

-no creo que sea la mejor decisión. Tú la amas y ella a ti también. Están cometiendo un grave error.

-si me amara tanto no se iría. Y bueno ya tome la decisión, de dejar que sea feliz.

-no te das cuentas que están dejando las cosas así inconclusas, sin dar ningún tipo explicación, como te paso a ti con Amelia. Acaso tú no hubieras querido que Amelia te explicara todo antes de marcharse.

-si pero la diferencia es que yo si estoy tratando de hablar con ella para explicar y ella no quiere.

-bueno Cata ya te aconseje, es tu decisión –se queda callado un momento. No sé si deba decirte esto pero Amelia también se va mañana del país –me dice.

Tengo la peor suerte, las 2 mujeres que significan mucho para mí se marchan a otro país.

-y a donde se va?

-a Alemania, consiguió un buen puesto en un restaurante y ya se quedara viviendo allá.

-bueno me molesta que también se vaya sin despedirse pero es su especialidad irse así. Por otro lado me alegro por ella.

-no sé qué decirte. Quieres que pase por tu departamento?

-no gracias Xavi, pero quiero estar sola.

-está bien Cata.

Esa noche solo quería acostarme y beber, olvidarme de todo. De repente me pongo a pensar si es esta la manera de como quiero seguir llevando mi vida. Estar ebria, dejar de comer, descuidar mi trabajo por alguien que no quiere ni verme? Sé que la culpa es mía pero tanto fue el mal para no querer ni escuchar una explicación. –Basta, dejare de tomar–. Me digo a mi misma.

Me acuesto y trato de dormir, pero mi mente es sádica y trae recuerdos de todo lo vivido con Isabella, lloro desconsoladamente, hasta que logro dormir.

-volviste –le miro a los ojos.

Me acerco y la abrazo.

-si mi amor, no me iré nunca más de tu lado.

-Isabella, te extrañe tanto. Te amo, solo a ti a nadie más.

-yo también te amo Catalina. Desde ahora seremos felices solo las dos.

-y tu viaje amor?

-no hare ningún viaje. Mi lugar está aquí contigo.

Me acerco y la beso. De pronto su imagen se desvanece y despierto en mi cama, sola, con lágrimas en mis ojos.

-todo fue un sueño –grito con un llanto que no puedo controlar.

Me invade la ira, la desesperación de saber que no pude explicarle todo, que esto quedara inconcluso, que ella se ira lejos de mí.

No veo la hora ni mi celular, solo me levanto de la cama y comienzo a tirar todo lo que está a mí alrededor, estoy llena de rabia y odio. Arrojo todo: lámparas, ropa, maquillaje. Todo, está en el piso. Cuando a lo lejos veo que la foto que ella me regalo aún está intacta. La agarro y con furia la tiro contra la pared. Haciendo que el portarretrato quede en mil pedazos.

La foto cae boca abajo y puedo ver algo a lo lejos escrito.

Me acerco y agarro esta foto, noto que lo que está escrito es por Isabella.

Y recuerdo lo que ella me dijo cuándo me la regalo en nuestro primer aniversario.

-esa foto es muy importante para mí, es el primer recuerdo que tengo siendo feliz contigo y dice mucho más de lo que puedes ver.

-dice mucho más de lo que puedo ver –me digo en voz alta.

De inmediato leo lo que tiene escrito.

Mi amor feliz aniversario, nunca antes en mi vida había estado así de feliz como lo estoy contigo y esta foto es un recordatorio para saber que definitivamente eres la mujer con la que quiero pasar toda mi vida. Sé que es muy pronto pero así me siento y por eso no te lo digo personalmente, no sé cómo lo tomes, no quiero apresurarte a nada. Te amo Catalina y quiero que seas mi amor para toda la vida. No sé si algún día lo leas, o tal vez yo te lo esté mostrando. Te amo mi doctora hermosa. Siempre tuya. Tu Bella.

Al terminar de leer esto mis lágrimas aumentan. Ella me amo mucho antes de que yo se lo dijera, todo este tiempo ella se entregó a mí en cuerpo y alma y yo lo arruine todo.

-tengo que ir por ella –digo en voz alta.

Busco mi celular y las llaves de mi automóvil sin pensarlo. Al ver la hora puedo ver que faltan tan solo 20 minutos para las 2 de la tarde. No sé si alcance a llegar pero tengo que intentarlo.

Voy lo más rápido que puedo, me paso los semáforos en rojo, no me importa tengo que llegar.

Veo el reloj y son las 2 de la tarde ya. Estaciono el vehículo y corro buscando la puerta de abordaje.

Por favor se les pide a los pasajeros de los vuelos a despegar que se acerquen a la puerta de abordajese escucha la voz de una señorita por todo el aeropuerto.

No sé cómo llegue aquí, solo sé que no puedo dejarla ir, tengo que estar con ella. Apenas me entere que se iría del país dude en buscarla, pero ahora me doy cuenta que mi destino esta con ella y así supe que debo impedir que se vaya.

-señorita disculpe, el vuelo de las 2 a Londres? –le pregunto a una de las encargadas.

-está a punto de despegar –me indica.

-tengo que entrar, necesito hablar con alguien –le digo con desesperación.

-lo siento señorita eso no podrá hacerse –me dice.

La perdí, se fue. Tengo que ir a buscarla, no quiero perderla, no quiero darme por vencida.

Pensé encontrarme con la familia de Isabella, pero no están, tal vez no la vinieron a despedir.

Camino toda derrotada hacia el vehículo, al sentarme pongo mi cabeza sobre el volante y lloro. Sé que aun puedo ir tras ella, pero tenía la esperanza de verla antes de que se subiera al avión. Tal vez esperaba el típico final de una película romántica pero eso no existe, no en mi mundo, no en la realidad.

Me dirijo hacia el departamento un poco más calmada para ir a ver mis tarjetas de crédito y comprar el pasaje a Londres, Tengo que ir a Londres, hoy mismo. Hablare con los del hospital y adelantare las vacaciones. Pero tengo que ir a buscarla.

Llego a mi departamento y al abrir la puerta puedo verla a ella, sentada en mi sofá.

No sé si es un sueño, o si nunca desperté y seguí dormida.

-Catalina –me habla.

Al escucharla no puedo mantenerme de pie y caigo al piso.

Escucho la voz de ella, y abro mis ojos despacio, la veo borrosa.

-Catalina, estas bien? –me dice con preocupación.

-Isabella, eres tú? –le digo aturdida.

-claro que soy yo Catalina. Que te paso? Cómo te sientes?

-confundida. Tú..tú..te fuiste a Londres.

Ella me ayuda a levantarme del suelo y me ayuda a sentarme en el sofá.

Ya puedo verla completamente bien, es ella aquí frente, no es un sueño. Es la realidad.

-pues si me iba, pero no pude hacerlo –me mira a los ojos.

-porque?

-por ti.

-que te hizo cambiar, porque estos días fuiste tan cruel conmigo y no querías ni verme –salen lágrimas de mis ojos.

-alguien me hizo ver las cosas de otra forma. Y me ayudo a entender que no podía irme así, dejando todo inconcluso contigo. Te amo Catalina, y sé que fui muy dura pero debes entender que me sentí engañada, pensé que todo ese amor que decías hacia mí no fue más que mentiras. Es la primera vez que yo le entrego mi corazón a alguien, y pensar que todo lo que viví contigo fue una mentira, me destrozo.

-yo nunca te mentí sobre lo que siento, te amo y demasiado. Eres tú, siempre has sido tú, la mujer que quiero en mi vida.

Ella agacha la mirada.

-y ella? Amelia.

-ella fue mi pasado, y siempre le guardare un cariño especial pero no es a quien amo.

Me levanto y me acerco a ella, acaricio su mejilla puedo sentir esa corriente en todo mi cuerpo al igual que lo sentía antes al tocarla.

-tenemos tanto que hablar –me dice mientras acerca más su mejilla a mi mano.

-ahora no –le digo y la beso de manera desesperada.

No puedo dejar de besarla, quiero recuperar los besos que no le di en todo este tiempo. Mientras nos besamos la llevo hacia el sofá, beso su cuello, ella solo pasa sus manos por mi espalda. Rápidamente quito su vestimenta, estoy desesperada por hacerla mía.

Beso su abdomen y subo nuevamente hacia sus senos, los beso y los acaricio tiernamente, ella pone sus manos en mis hombros y me lleva hacia su boca.

Me quito mi blusa y mi brasier mientras no paro de besarla. Luego mi mano llega a su sexo, y comienzo a acariciar su clítoris, ella se estremece y muerde mi labio inferior muy despacio.

Me agacho y voy hacia su sexo paso mi lengua en su clítoris y mis dedos comienzan a penetrarla, ella gime muy fuerte. No puedo parar, y aumento mi ritmo, quiero que acabe con mis dedos. Puedo ver cada vez más fluidos, paso mi lengua para saborearlos y vuelvo a penetrarla de repente siento como comienza a palpitar su sexo y sus gemidos confirman que ha llegado a su orgasmo, ella me acerca hacia su boca y comenzamos a besarnos.

Me siento a su lado y ella se pone sobre mí, comienza a moverse muy rápido rozando nuestros sexos, puedo sentir todos sus fluidos sobre mis muslo, pone dos dedos en su boca y los llenas de saliva luego introduce esos dedos en mi sexo, comienza a moverse muy rápido siendo el movimiento de su sexo que empuja sus dedos dentro de mí. La acerco a mí y comienzo a besar desesperadamente sus senos. Nuestros movimientos son más rápidos, nuestros gemidos aumentan, y ambas acabamos juntas, rendidas en ese sofá.

-extrañaba hacerte mía –le digo mientras la abrazo.

-desde ahora, no más mentiras, no quiero pasar otro día que no sea a tu lado.

-así será mi amor –la beso y lloro de la felicidad al tenerla nuevamente junto a mí.

Han pasado ya 2 semanas desde mi reconciliación con ella, hablamos de todo lo sucedido, le explique todo lo de Amelia, ya no hay secretos entre nosotras, ella me contó de su beso con Luciana, el cual me molesto pero no tenía cara para reclamarle eso después que me vio besando con Amelia.

Pensé que Agustina había hablado con Isabella y la había convencido para no viajar pero comprobé que no fue ella. Luego Isabella me contó que la que la hizo abrir los ojos fue Amelia, no lo podía creer. Le debo mucho Amelia.

Ahora más que nunca estamos felices, se siente bien estar con ella sin tener que ocultarle nada.

Hoy es un día especial porque viajaremos las dos a Londres, pedí permiso en mi trabajo por tres semanas, y bueno ella fingirá una larga enfermedad para no asistir a clases.

-lista mi amor? –le pregunto.

-si mi amor, vamos antes de que nos deje el vuelo.

Partimos hacia Londres donde pasamos los mejores momentos de nuestra vida, fue un viaje mágico, yo le prometí algún día venir con ella y lo cumplí.

Cuando llegamos nuevamente a Santiago, Isabella y yo decidimos vivir juntas, su madre se puso un poco triste pero lo acepto.

Respecto a Amelia no he sabido mucho de ella, solo lo que cuenta Agustina, ya que terminaron siendo novias, no me molesta, ya no me importa nada que no sea Isabella.

Agustina esta muy enamorada de Amelia lo noto de la manera como habla de ella, me recuerda a mí, cuando yo estaba hipnotizada por los encantos de Amelia, como no enamorarse de ella. En dos semanas Agustina va a visitarla a Alemania pero creo que por pocos días, aparentemente Amelia se quedara allá, le va muy bien. No se cómo hagan funcionar su relación a distancia.

Ya han pasado 7 meses de completa felicidad, las palabras no me alcanzan para decir lo feliz que soy.

No pensé vestirme de blanco nunca, no me gusta ese color, pero aquí estoy en un vestido blanco, estoy muy nerviosa y a la vez muy alegre.

-Catalina ya estas lista? –me dice Xavier.

-sí, pero con nervios –me sonrió.

-ay tampoco para tanto, aprende a mí que no estoy nervioso.

-bueno tu no pero yo sí. Hoy es un día bastante importante.

-lo sé –me dice.

Salgo con Xavier del hotel y nos dirigimos hacia la playa donde se encontraban todos los invitados.

-has visto a Isabella? –le pregunto.

-no, no la he visto y tú a Roberto? –no tampoco.

Luego siento que alguien pasa sus manos por mi espalda y me abraza.

Puede sentir que es Isabella.

-mi amor dónde estabas? Pensé que te perderías el matrimonio de Xavi.

-no mi amor si no que se me hizo tarde arreglándome, pero ya estoy aquí.

-Isa, no has visto a Roberto? –pregunta Xavier con preocupación.

-no, no lo he visto.

-te dejo plantado Xavi –me rió. Eso te pasa por hacernos venir a todos de blanco.

-no seas mensa, él no me dejaría plantado. Y que tiene el blanco se ve todo hermoso, además fue idea de Roberto. Uy! Ahora tus nervios se me pasaron a mí –me mira de reojo.

Xavier se acerca donde el ministro para pedirle disculpas por la demora.

De pronto se aparece Agustina.

-hola pensé que ya estarían empezando –le dice a Isabella.

-no Agus aún no, pero cambia esa cara –la regaña.

-si Agus, trata de divertirte hoy –le digo.

-como me voy a divertir si ella prometió venir y luego me dice que le cancelaron el vuelo.

-bueno Agus, después la podrás ver –le dice Isabella.

Xavier se acerca.

-bueno ya tomemos nuestro lugares, que Roberto me llamo y me dice que está entrando al hotel.

-y donde estaba metido? –le pregunto.

-pues no sé, solo me dijo que iba a ver a su testigo. Pero vamos Cata al frente y esperamos que llegue.

Me despedí de Isabella y fui con Xavier. Realmente se veía todo muy lindo, el lugar, y todos vestidos de blanco. Siento muchos nervios por Xavier, es un gran paso para él.

Puedo ver a lo lejos que viene Roberto y a su lado viene Amelia. Por lo visto quiso darle una sorpresa a Agustina.

Amelia se acerca a Agustina por detrás y toca su hombro. Ella al voltearse la abraza muy fuerte.

Roberto se acerca a la mesa donde nos encontrábamos con Xavier, solo falta que Amelia se acerque y comenzamos la ceremonia.

Se despide de Agustina y se acerca. Por fin comienza la ceremonia. Ella me ve y sonríe, pero esta vez era una sonrisa diferente, como si le alegrara ver a una amiga que no ha visto hace mucho, yo también le devuelvo la sonrisa, de verdad me ha alegrado verla.

La ceremonia termina y felicito a los novios, y también saludo a Amelia. Pero no tengo oportunidad de hablar con ella para agradecerle por todo lo que hizo.

Todos se acercan a felicitar a Xavier y a Roberto, yo me hago a un lado y voy con Isabella.

-vaya sorpresa que le dio Amelia a Agustina –me dice.

-sí, nadie sabía que vendría.

-también te sorprendiste –me levanta la ceja.

-no empieces mi celosita, si solo te amo a ti –la acerco a besarla.

Creo que Isabella nunca va a dejar de sentir celos por ella, y comprendo que sea así ya que ocupo una parte importante de mi vida y aun le tengo un gran cariño.

Nos dirigimos al salón de eventos del hotel donde será la recepción, todos se encuentran en la pista de baile, ya algunos se encuentran borrachos, como Xavier que esta súper animado.

Estoy bailando con Isabella y un poco a los lados se encuentra Agustina con Amelia.

La veo a lo lejos y sonrió, ella también me sonríe.

-quieres hablar con ella? –me dice Isabella.

-no, bueno sí. Pero es porque no he tenido oportunidad de agradecerle todo lo que hizo.

-ve tranquila, sé que tienen que hablar.

Isabella no me da oportunidad de contestarle y se dirige donde Agustina, se inventa una excusa para que le acompañe a la habitación del hotel.

Cuando se van me acerco a Amelia y le sonrió.

-que dices si hablamos afuera –le digo.

Ella me hace una señal de afirmación y me sigue. Fuimos cerca de la playa.

-me alegra verte feliz nuevamente –me dice.

-todo es gracias a ti –sonrió.

-ah Isabella te contó que hablamos.

-si me contó que le explicaste todo y la convenciste que se quedara. Te quiero agradecer eso.

-hice lo correcto, quería que volvieras a ser feliz.

-que loco no? ahora somos felices pero con otras personas –le digo.

-así pasa –agacha la mirada.

-espero que sigamos estando bien.

-yo también espero eso –sonríe.

-sabes a pesar de todo no me arrepiento de haberte amado, ni de nada de lo que vivido contigo, atesoro esos buenos recuerdos porque fuiste importante en mi vida, y aun lo sigues siendo solo que de otra forma.

-me pasa igual que a ti, jamás me arrepentiré de nada de lo que vivimos. Me costó aceptar que tenía que dejarte ir, pero al final comprendí que nuestro amor esta mejor así en el recuerdo. Yo te quiero muchísimo Catalina y solo espero que seas feliz de ahora en adelante.

-también te quiero mucho.

Me acerco a ella y la abrazo, recuerdo todas las veces que la abrace antes, y todo lo que vivimos, son momentos que no quiero olvidar porque fueron importantes en mi vida. Si amo a Isabella y no la cambiaría por nadie, pero Amelia forma parte de mi pasado, la primera vez que ame con intensidad a una mujer y por eso siempre será importante para mí.

Al separarme noto que estoy llorando al igual que ella.

-creo que ese abrazo fue como el cierre de nuestro ciclo, de nuestra historia juntas –me dice.

-si lo fue.

Ella me sonríe, se aleja un poco de mí y se voltea para decirme algo.

-nunca te olvidare –me dice.

Yo solo le sonrió.

Amabas nos vamos en diferentes caminos.

Al regresar dentro del salón veo a Isabella esperándome.

-y que paso? –me pregunta.

-pues le agradecí, y estamos bien.

-bien cómo? –me pregunta.

-solo bien –sonrió recordando mi plática con Amelia.

-bueno creo que a Amelia y a Agustina les ira mejor de ahora en adelante –sonríe.

-por qué lo dices amor?

-porque Agustina me contó, que se va a estudiar a Alemania, ya lo decidió y ya lo hablo con mi mama.

-woah! Me alegro por ellas, se lo merecen.

-de verdad te alegras?

-claro amor, yo quiero que Amelia sea feliz, al igual que ella quiere que yo sea feliz contigo –le sonrió.

-te amo Catalina –me mira a los ojos.

-también te amo mi amor.

-solo a mí?

-solo a ti mi Bella. Solo tú, aguantando mis locuras –sonrió.

-yo seré tu cordura amor –me sonríe.

-siempre juntas –me acerco a su boca y le doy un beso.

La abrace y bailamos toda la noche juntas, no veo mi futuro con nadie más que no sea Isabella. Cerré completamente mi ciclo con Amelia, la mujer que ame y me preparo para mi vida junto a Isabella, la mujer que me enseño nuevamente a amar.

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTA HISTORIA, DISFRUTE ESCRIBIENDOLA. USTEDES HICIERON EL FINAL YA QUE ME BASE EN SUS COMENTARIOS Y SUGERENCIAS. GRACIAS A TODOS LOS LECTORES QUE ME SIGUEN DESDE MI PRIMER RELATO Y TAMBIÉN A LOS QUE ME CONOCIERON POR ESTE. ESPERO QUE ME SIGAN LEYENDO EN MI SIGUIENTE HISTORIA.

DEDICO TODO ESTE RELATO A UNA AMIGA MUY ESPECIAL YEKA, ELLA ME SUGIRIÓ ESCRIBIR UNA HISTORIA CON FINAL FELIZ Y NO UNA QUE TERMINARA CON ALGUNA MUERTE. TE QUIERO MUCHISIMO.

"SI ALGUIEN EN ALGÚN LUGAR VIVE LO QUE YO, LE QUISIERA PREGUNTAR QUE PASO DAMOS HOY?"

IRONÍASDE LA VIDA. IRONÍAS DEL AMOR. CICLO CERRADO...-LISNA-.