Tu madre, la puta de todos tem 2- 7

Investigando el caso de Cristina

La experiencia en el caso de Marisa, nos enseñó que dar una pausa a las cosas, siempre viene bien.

Así es que grabe el video en la Tablet y nos fuimos a casa de Marisa.

Cuando nos vio entrar a los tres, yo creo que se pensó que queríamos follar, pero no estaba el horno para bollos, por lo menos en mi caso.

“No, Marisa, venimos a contarte una cosa grave, y a pedirte consejo”, la dije.

¡Ay!, chicos, me estáis asustando. ¿Qué pasa?, preguntó ella.

Nos sentamos en el sofá, y la pusimos el vídeo, a la vez que le íbamos contando lo poco que sabíamos del tema.

Marisa, iba poniendo caras, según veía el video. A ella la sorprendía tanto como a nosotros.

Cuando terminó, nos dijo,

“Estoy tan sorprendida, como supongo que lo estáis vosotros. Tu Javier, has notado últimamente cambios en Cristina en sus hábitos, su alimentación, no sé”, me preguntó.

“La verdad es que no, está adelgazando, pero dice que es porque anda mucho, que realmente no sé cuándo anda porque yo no la veo salir casi nunca a andar”, la dije.

¿Y en el carácter?, me preguntó Marisa.

“Tiene días de más mala ostia, pero eso supongo que como todos. Aunque ahora que lo dices, y uniéndolo a la frase del puto gitano, de que “ Pasado mañana a la misma hora” , si podía ser que tuviera ese ciclo, es decir un día bien otro mal”, la dije.

“Obsérvala hoy y mañana a ver qué tal su comportamiento. Yo la verdad es que poco puedo deciros de esto, al margen de los síntomas que os he mencionado, que me contaban algunas de las chicas cuando hacía la calle, que les ocurría a ellas. Pero creo que sé quién puede echarnos una mano. Esperar”, dijo Marisa, mientras cogía de su bolso el móvil.

“¿Julián?, hola si cariño. Soy yo. ¿Oye tú sigues manteniendo contacto con ese amigo tuyo de pequeños que se hizo adictólogo? ¿Sí?, genial. Luego cuando vengas hablamos. No, no me he vuelto adicta a nada, al menos a nada nuevo. Luego te cuento. Adiós”

Este amigo de Julián, estudió medicina, y se hizo adictólogo. Es una especie de especialista en tratar las adicciones, y creo que será un buen punto de partida.”

“Muchas gracias, Marisa, la verdad es que no teníamos ni idea de por dónde empezar”, le dije.

“Bueno por lo que veo, volvéis a formar un equipo para ayudar a una mami. Espero que me permitáis unirme a vosotros”, nos dijo.

“Marisa, te consideramos bastante más que parte de nuestro equipo”, la dije.

“Gracias Javier. ¿Habéis pensado ya en alguna cosa para hacer?, nos preguntó.

“La verdad es que no. Esto acaba de pasar. Apenas nos ha dado tiempo de asimilarlo, a mí por lo menos, que hay quien ya se ha fijado en el polvazo que tiene mi madre”, dije con sorna mirando a Pablo.

“Este Javier, no aguanta una broma. Pues claro que he mirado a Cristina, y como tú Marisa, esta buenísima, o a mí me lo parece, pero sí, yo ya he estado mirando cosas por el móvil. Pese a que mi amigo Javier, piense que solo pienso en follármela. En primer lugar, por el color de lo que había en la cucharilla, he creído identificar que se trata de heroína. Además, por los tiempos que ponen entre dosis y dosis de heroína, nos movemos en las 48 horas, con lo que nos encaja el Pasado mañana del gitano..

Recibiremos las cámaras de vigilancia entre esta tarde y mañana.

Yo propongo varias cosas,

1.- Mantener un exhaustivo control de Cristina, en cuanto a sus salidas, su comportamiento, etc. Un poco lo que te ha dicho antes Marisa. Y eso nadie mejor que tú para hacerlo, Javier.

2.- Colocar una de las cámaras en el trastero, para poder tener controlado lo que pasa en él cada vez que Cristina salga de casa a una hora sospechosa, que, por otra parte, puede ser cualquier hora, aunque sabemos que pasado mañana será a la misma hora que hoy.

3.- Pasado mañana, iniciar una operación de seguimiento al gitano cuando salga del trastero, para ver de dónde viene, a ver si podemos ubicar a que nos vamos a enfrentar.

4.- Javier, hay que conseguir alejar a Alba de Madrid, hasta que pase todo esto. Ya sé que no es fácil, pero hay que hacerlo. No sé, a la playa con unos tíos o amigos o lo que sea, porque estos cerdos andan detrás de ella.

No son grandes cosas, pero por lo menos tendremos un punto de partida, una información inicial, ¿Que opináis?”

“Tío, disculpa por mis comentarios. A mí, como siempre, me has sorprendido, y estoy de acuerdo”

“Yo también, tíos. De acuerdo”, dijo Oscar.

“A mí también me parece bien. Ya sé que sois unos especiales en los seguimientos. Hablaré con Julián para que su amigo nos reciba lo antes posible, y que él también nos apunte el camino a seguir”, dijo Marisa.

“¿Qué pasa con Luis y Fernando?, les pregunté.

“De momento y hasta que encontremos una solución a esto, tendremos que posponer la reunión. Creo que debemos involucrarlos. No sabemos si nos hará falta más gente”, dijo Pablo.

“Ok, dije yo, pero sugiero que se les vaya contando según sea necesaria su intervención.” les dije.

No había ahora mucho más que hacer. Esperar que pudiéramos ver al adictólogo y ver que nos decía. Era más que presumible que quisiera hablar con mi madre, o sea que no tardando mucho tendría que hablar con ella, y por dios, que se me antojaba bastante más difícil que cuando hablamos con Marisa. Sin duda cuando llegara el momento, alguno de estos tendría que llevar la voz cantante. Y que iba a hacer con mi hermana?

Pablo tenía razón, teníamos que mandarla fuera, alejarla de los putos gitanos, hasta que resolviéramos aquello. Ahora venía lo complicado. ¿como? ¿A dónde? Tampoco podía hablar con mi padre, sin duda eso ahora hubiera complicado mucho las cosas. Piensa Javier, piensa.

Pero me costaba pensar. Cada cosa que se me ocurría la desechaba por absurda.

"Eh Javier vuelve con nosotros aquí al mundo de los vivos venga”, me dijo Marisa.

“Sí, si perdonar estaba dándole vueltas al tema de Alba y es que no se me ocurre nada", contesté.

"Sí, no es una tarea fácil", dijo Pablo, " hay que buscar una excusa que satisfaga a todos, a tus padres, a ella, y no se me antoja sencillo, pero propongo una 'lluvia de ideas', a ver si sale algo", continuó Pablo. "Javier, vete escribiendo en la Tablet todas las ideas que surjan, luego las analizaremos".

"Yo propongo secuestrarla", dijo Óscar.

"Yo, encerrarla en un cuarto conmigo", dijo Pablo.

Yo escribía por escribir.

"Alguna idea seria?, Pregunté.

"Una semanita en Canarias", dijo Marisa.

"Cómo?”, La pregunté.

"Supongamos que le hacemos llegar una carta de promoción de algo, diciéndola que le ha tocado un premio de X días en Canarias, a gastos pagados."

“¿Ya, pero porque le toca el premio?, ¿Promoción de qué? Ella no es de las que escribe a ese tipo de concursos", le dije.

"Habrá algo que la guste, patatas fritas, bombones, yo que sé, algo que pueda contener ese premio", dijo Marisa.

"Ella es mucho de comer guarrerías como dice mi madre, chuches y cosas así pero no veo yo una bolsa de chuches conteniendo un viaje a Canarias con todos los gastos pagados," la dije.

"Por qué no?, es una promoción; la ha tocado, y la ha tocado. Sólo hay que adornarlo bien", dijo Marisa.

"No suena mal", dijo Pablo “pero hay que mover el culo"

Yo me agarré a aquella idea como náufrago que se agarra a una tabla podrida en mitad del océano.

"Vamos a necesitar a Luis y a Fernando antes de lo previsto" les dije.

"Ok, dijo Pablo. "Mándales un wasap que suban y les ponemos al día".

Me jodía, pero no quedaba otra.

Les puse un wasap. Me contestaron con un OK.

Esperamos a que subieran que no tardaron casi ni 5 minutos en hacerlo.

Cuando llegaron les pusimos al día enseñándoles incluso el vídeo para que se dieran cuenta de la magnitud del problema.

"Joder, menudo marrón", dijo Fernando.

"Bueno y qué hay que hacer? pregunto Luis.

"Se trata de que imitemos un premio en una compra de una bolsa de chuches algo así como eres el comprador un millón y ha sido agraciado con un viaje a Canarias durante 10 días con todos los gastos pagados", dijo Pablo.

"Y va a colar?, preguntó Luis.

"Eso dependerá en gran medida de la calidad que seamos capaces de darle a la invitación", dijo Marisa, "voy a hacer una llamada y ahora os digo"

Marisa llamo a Carla, y le explico un poco por encima la historia y que necesitamos de su colaboración para poner su teléfono como contacto para que ella informará del premio del que había sido objeto. Ni qué decir tiene que Carla dijo que sí.

“Pues chicos ya tenemos una cosa importante y es que cuando Alba llame al número de teléfono que figure en el premio, Carla responderá dándole todo tipo de detalles sobre el viaje, aunque lógicamente tendremos que haberle dicho antes en qué consiste ese premio”, ¿cómo lo veis?, Preguntó Marisa.

"Puede funcionar", dijo Pablo, "aunque realmente tampoco tenemos muchas más opciones.

"Pues chicos, ya sabéis, a trabajar en algo que sea como una pegatina que se pegará en la bolsa de chuches, con un texto por delante que ponga comprueba tu suerte y por detrás que diga enhorabuena ha sido agraciado con un viaje a Canarias durante 10 días con todos los gastos pagados.

“Vale”, dijo Fernando, ¿“para cuando tiene que estar?

“Esta tarde, tenemos que ver bocetos, imprimir mañana y que Alba lo reciba mañana”, dijo Pablo.

“Vale, dijo Luis, nos ponemos con ello. En cuanto que tengamos algo visible, os avisamos”;

“Ok, tíos, y muchas gracias”, les dije.

“Vale, vamos a mirar en internet el viaje, dijo Marisa “Buscamos un pack de vuelo mas hotel”

“Aquí hay uno en por 295 euros ida y vuelta, y alojamiento desayuno incluido 8 días siete noches.

¡Vale, cómpralo”, dijo Marisa! “No os preocupéis del dinero, yo lo pago, y si no, vamos un par de tardes al sex-shop, y listo”

“¿Que sex-shop?, ¿qué me he perdido?, peguntó Oscar.

“Ah!, claro que tu no viniste. Un pluriempleo que le salió a Marisa”, dijo Pablo.

“Bueno, ya me contareis”, dijo él.

“Como solo incluye el desayuno, la daremos 500 euros para comida y cena”, dijo Marisa.

“Joder que suerte la Albita, no sé si irme yo con ella, rió Pablo.

“Lo que no se, dijo Marisa, es preguntar a Carla si puede ir con ella, para no dejarla sola 10 días en Tenerife.”

“Estaría genial”, dije yo, “aunque habría que decirle a Carla que en esos 10 días tiene que hacer voto de castidad”

“Deja que las chicas se diviertan y follen si quieren y pueden. Voy a llamarla, a ver qué me dice”, dijo Marisa.

Al rato volvió.

“Esta chica es encantadora. No solo ha dicho que sí, sino que además que se paga ella su viaje”, nos dijo Marisa.

“Joder sí que es una tía guay”, dije yo, “la verdad es que me quedo mucho más tranquilo si va con ella.”

Vale pues hacer dos reservas a nombre de Carla……… y de Alba ………. Para pasado mañana.

“Vamos literalmente contra reloj”, dijo Pablo.

“Si, pero si no falla nada, lo de Alba lo tendremos al menos controlado”, le dije.

“En cuanto avisen Luis y Fernando, que tienen la pegatina, compras la bosa de chuches, la pegas y se la das a Alba “, dijo Marisa, “y sí, esperemos que todo salga bien, con Alba lejos, tendremos una preocupación menos.”

“Bueno pues creo que me voy a comprar ya las chuches, así mato un rato, y ya tengo algo hecho”, dije

“Vale yo en cuanto hable con Julián, te digo lo que me ha dicho. Y tranquilo, Javier, ya verás cómo solucionamos todo”, me dijo Marisa.

“Muchas gracias de verdad a todos por vuestra ayuda. Esta tarde hablamos”, les dije yéndome de casa de Marisa.

La verdad es que necesitaba aire. Aunque por la época del año, el aire era caliente, necesitaba pasear, dejar de pensar y dar vueltas a todo aquello.

Caminé sin rumbo fijo durante una hora o más. No podía apartar de mi cerebro, la imagen del cabrón del gitano pinchando y follando a mi madre.

Entre en un atienda de frutos secos, y compre una bolsa grande de chuches que vi. No sé si eran las que compraba Alba, pero seguro que no le hacía ascos.

Ya casi a la hora de comer, me subí para casa. Me iba a ser difícil mirar a la cara a mi madre, sin decirla nada.

CONTINUARA