Tu madre, la puta de todos 2

Una inocente merienda de amigos, desvela los secretos mas íntimos de la madre de uno de ellos.

CAPITULO IV

INVESTIGANDO

Llegamos a la conclusión de que las fotos eran de diferentes ocasiones. Tampoco había que ser muy listo, eran diferentes tíos, diferentes habitaciones, algunas con aspecto de hoteles y otras de casas normales.

En ninguna de las fotos ni videos, aparecía el padre de Oscar, lo cual descartaba algún tipo de juego de intercambios o de club swinger o rollos así.

En alguna foto aparecía atada y con los ojos vendados y unos cuantos tíos dándole polla. En otra incluso, ella está tirada en la cama, como desvanecida, con varios condones usados encima de su cuerpo lefada en cara, tetas y coño y algo que nos llamó poderosamente la atención sobre la cama a su lado había dinero, billetes de diferentes cantidades de euros, llegamos a contar 300 euros. Y la más fuerte, una en que estaba metida en el baño y varios tíos meándola en la cara, y ella con la boca llena de meado de los tíos.

¿Se estaría prostituyendo?, ni idea.

“Tío esto nos va a llevar tiempo, pero quiero ver si en alguna se ve algún detalle que nos dé una idea de donde está”, dijo Pablo.

“Lo primero vamos a separar las fotos por días, Así quizás podamos ver cuantas sesiones son, y si se ven la cara a los tíos, ver cuantos hay en cada una. Tememos que buscar en las sabanas, mesillas, baños, ampliar la foto e intentar buscar alguna pista”, siguió “Cuando tengamos bien clara la cara de un tío, la copiamos, la ampliamos y la ponemos en una carpeta aparte. No tengo ni idea de para qué, pero quizás nos sea útil”

“Vale, espera”, le dije. “Vamos a enganchar el otro monitor, así uno puede buscar y el otro ir haciendo las separaciones o las copias de los tíos, lo que sea ir adelantando”

Yo tenía un pequeño monstruo como ordenador. Y con un programita el Betwin, me permitía trabajar en dos sesiones diferentes con el mismo equipo.

Y eso hicimos. Había más de 1000 fotos. Sin duda sería un arduo trabajo. Y si no nos deshidratábamos antes de hacernos pajas viendo a la guarra de la Marisa, follando como loca, nos llevaría horas, revisar todo aquel material. Pero sabíamos que algo, entre tantas fotos y videos tenía que haber.

Algunas fotos eran primeros planos de ella y no había mucho que buscar. Otras fotos estaban desenfocadas.

Después de la primera criba, y dedicarle hora y media, habíamos montado 25 carpetas, en principio numeradas del 1 al 25 a la espera que, en las próximas revisiones, encontráramos datos para poder ubicarlas. Los primeros planos los habíamos puesto con las fotos anteriores, por la cronología de las fotos.

“Ahora, Javier, vamos a escudriñar las fotos, vamos a sacar a los tíos, y a buscar detalles que nos iluminen. Cógete tú la carpeta 1 y yo cojo la dos.”

Había más de 40 fotos en cada carpeta y había que buscar detalles, aunque así entre nosotros, cuando ampliabas la imagen era difícil desviar la mirada de las tetas, el coño o el culo de Marisa. Sus pezones me encantaban, no eran excesivamente voluminosos, ni la aureola tampoco, lo justo. Los típicos pezones agradecidos que en cuanto se les excita, se erectan como escarpias.

Pero bueno, vamos a lo que vamos, mirábamos el entorno, e intentábamos identificar si era Hotel, apartamento o casa particular, aunque también había tres o cuatro carpetas, en que estaban al aire libre.

A los tíos era muy fácil identificarlos, había fotos incluso de todos juntos al lado de Marisa, por lo general exhausta en la cama. Parecían los cazadores con su presa, pero bueno nos facilitaban el trabajo. Los etiquetábamos por el número o nombre de la carpeta

Resultó más fácil de lo esperado. La mayoría eran de hoteles. Y siempre había una toalla tirada por algún sitio con el logo del hotel, o incluso puesta en alguno de los participantes. Otras veces era la llave en la mesilla, o la cama, algún folleto del hotel, etc.

Así, identificamos el hotel Loob, el Zouk, Los Peñascales, Venus, estos eran todos hoteles de parejas, esos en los que se puede entrar con el coche hasta la habitación y que te alquilan una habitación por cuatro horas a un precio muy módico, y si no eres muy rata puedes coger una con piscina o con Jacuzzi. Vimos incuso una Suite Grey, con una serie de aparatejos, como cruz de San Andrés, potro, bueno una serie de mobiliario BDSM, en los que no vimos en ninguna a Marisa. (Esto hubiera sido lo que nos hubiera matado, jaja)

El reloj, corría a una velocidad de vértigo, pero nosotros estábamos inmersos en nuestra investigación y nos daba igual la hora que fuera.

“Javier, deja de tocarte la polla y mira la carpeta 22 la foto 830”, me dijo Pablo.

“Jaja, que cabrón, voy”, dije

Abrí la carpeta y la foto que me había dicho.

“Vale, la tengo, ¿que?

“Amplía todo lo que puedas la mesilla, delante de la lámpara”, me dijo

“Ya, veo un billete de cinco euros enrollado, y restos de polvo blanco en la mesilla. ¿Coca?, le dije

“Sí, sin duda. A estos angelitos no les falta de nada. Etiquétala”, me dijo Pablo.

“A sus órdenes, le contesté.

Y la etiquete.

Terminamos de revisar las 25 carpetas.

Sacamos conclusiones.

Había carpetas, en que se le veía a Marisa, al menos con cinco hombres. Eso pasaba en al menos 8 carpetas. Otras con cuatro, y lo mínimo eran tres. Aunque también es posibles que en alguna hubiera más y no los diferenciáramos.

Varios hoteles, al menos tres habitaciones de casas particulares, ninguna parecía de casa de Marisa, aunque no sabía cómo, pero tendríamos que comprobarlo.

La foto del dinero en la cama y la de la coca en la mesilla, la del meado, al margen de los hombres, que alguno se repetía en varias escenas, y que como ya me había dado cuenta yo, ninguno era el marido.

Miramos también los vídeos por si alguno aportaba algo nuevo. Folladas, folladas y folladas, uno en que acaban de sacársela del culo con ella a cuatro patas, y se ve todo su ano abierto y lleno de semen por dentro. Y joder, estaba también la de la meada. La metían en el baño entre cuatro tíos la decían que se arrodillara y abriera la boca, ella lo hacía y empezaban a mearla en la boca, y diciéndola que lo tragara, y ¡¡ella lo hacía!!

“Joder, que guarrada tío. ¿Porque hace todo esto esta mujer?, me preguntó Pablo.

“Ni puta idea colega, pero yo cada vez tengo más ganas de metérsela”, le dije todo convencido.

“Sí, claro, yo también, aunque eso tiene que parecer un bebedero de patos, pero realmente lo que me preocupa es por qué. ¿Se prostituye?, ¿está chantajeada o coaccionada por alguien?, ¿lo hace solo por vicio?, dijo Pablo.

“No sé tío, pero yo creo que cuando una casada quiere algo o se echa un amante, o va de uno en uno, no como esta de cinco en cinco. Desde luego algo raro hay”, le contesté.

“Pues yo no me voy a quedar con las ganas de averiguarlo”, dijo Pablo.

“Ya, ¿y qué hacemos la llamamos o la vamos a ver y se lo preguntamos?”, le pregunté.

“Si, y a ser posible sin ir ya con la polla fuera, que te conozco”, me contestó.

“Jaja, vale la llevaré preparada, pero sin sacarla”, contesté.

“No sé yo, pero lo que sí sé es que con este mogollón mañana nos dedicamos a averiguar más cosas”, me dijo.

“Tío y para fallárnosla, ¿tenemos que hacerle un currículo?”, le dije.

“Joder, Javier, sea una viciosa o una prostituta, es la madre de un colega, y creo que debemos intentar saber si pasa por algún problema”, me contestó.

“Ya, pero y si nos metemos donde nadie nos llama, lo mismo no podemos ni fallárnosla”, le dije.

“Pues mala suerte. Mira vamos a dejarlo por hoy, es muy tarde, cerca de la una. Mañana ella trabaja o por lo menos eso dice en casa. Aunque lo mismo realmente trabaja, pero no donde piensan todos. Eso ahora da igual. Tenemos que colarnos en su casa, primero comprobar que el baño no es el suyo, que el dormitorio tampoco, y luego husmear por todos lados, a ver si encontramos algo”, este Pablo había visto muchas películas, pensé.

“Sí y como lo hacemos, ¿forzamos la cerradura? O vamos prontito y le pedimos gentilmente a Oscar que nos deje poner la casa patas arriba”, le dije con guasa.

“Me inclino por lo último. Pero sin poner la casa patas arriba o al menos que no se note. Sabes que no es muy avispado Oscar. Le diremos que hemos iniciado otro juego de Rol, que consiste precisamente en eso, en dejar que algún colega, husmee por las cosas de las hembras de su casa. Luego, para que no se mosquee, le dejamos que venga a mi casa y aquí, para que husmee el también”, me dijo.

“Vale, puede funcionar”, le contesté.

“Bien, metete las fotos en la Tablet, al margen de tener una copia de seguridad, nos ayudara a comprobar los escenarios”, dijo Pablo. Y ahora me piro tio tengo que dormir. Mañana a las 9 en el portal de Oscar, y se puntual.

“Vale tío”, le dije acompañándole hasta la puerta.

Yo ya sabía la profesión de Pablo, criminalística. Lo vivía el tío. Jajaja

Comí algo de prisa, y me puse a pasar las fotos del ordenador a la Tablet. Aproveché también para ventilar un poco la habitación. Habían sido muchas horas de tensión, sudores, y erecciones al menos por mi parte, jaja. Joder que buena estaba la tía, y que guarra era. Cuando terminó de pasar las fotos apagué todo. Bueno la Tablet no, me la metí en la cama, y le dediqué a la Marisa la última paja del día. Bueno realmente era la primera paja del día siguiente, bueno de ese día. Mejor me duermo.

Me levanté a las ocho, como todos los días me duché, me tomé un cola cao con dos magdalenas, me vestí, cogí mi Tablet y me dispuse a plantarme delante del portal de Oscar hasta que llegara Pablo.

Pero había bajado demasiado pronto. Aun eran menos cuarto. Como no podía ser de otra forma, mientras esperaba encendí la Tablet, y seguí viendo las fotos de Marisa.

¿Marisa? ¿Había dicho Marisa?, salía por el portal en ese instante.

Se me congeló la sangre en ese instante. El corazón se me puso a mil.

“Hola Javier, ¿esperando a Oscar?, me preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

“Ehhh, no, bueno… si, pero él no lo sabe “, el dije medio balbuceando. Esta tía va a pensar que soy gilipollas, y seguramente lleva razón. Estaba imponente con unos pantalones vaqueros azul cielo y una camiseta de tiras a juego, marcaba tetazas, culazo….. uffffffffff.

“Que sí pero que no lo sabe?, jajaja, bueno no me meto en vuestros temas. Me voy que llego tarde al trabajo”, me dijo riéndose y marchándose.

A que trabajo iras, pedazo zorra, pensé para mis adentros. La vi alejarse meneando el culazo hasta que llegó al coche. En ese momento giraba la esquina Pablo, que también la miró insistentemente el culo haciendo un gesto con la cara como de “Madre Mía”.

“Hola, buenos días. ¿Qué te decía la Marisita?”, me preguntó.

“Que llegaba tarde al trabajo, pero vamos que me he quedado en blanco, no sabía si preguntarla si estudiaba o trabajaba o follaba, joder tio que puntazo me ha dado”, le contesté.

“Jajajaj, venga vamos a subir cuanto antes empecemos mejor”, dijo llamando al telefonillo.

“Quien?”, pregunto Oscar.

“Pablo y Javier, Oscar, abre que tenemos que hablar contigo”, le dijo Pablo.

“Vale, subir”, dijo Oscar abriendo.

“Pero que le vas a decir?, le pregunte a Pablo subiendo en el ascensor.

“Joder, pues lo que hablamos ayer, lo del juego de Rol”, me contestó.

“Ah, vale vale.”

En el descansillo nos esperaba Oscar.

“Hola chicos, me pilláis por los pelos, acaba de irse mi madre y yo me voy también en nada, tengo que hacerle unos recados a mi padre”, nos dijo

Vaya parece que se nos chafaba el plan.

Pero Pablo, saco la varita mágica……