Tu Madre (Ester): Todavía novia
Ya sé de donde te viene la calentura: es cosa de herencia. Tu madre es todavía peor, mira lo que hizo de soltera.
Tu madre Ester, todavía novia
Hola guapa!
Tengo que contarte algo que te va a encantar, con lo que te gusta saber las aventuras de tu madre con está vas a alucinar.
El otro día estuve con ella, ya sabes que últimamente viene a visitarme mucho desde que se separó de Vicen, el novio ese que se echo después de separarse de tu padre, la señora anda necesitada y como me has hecho buena publicidad, pues ya sabes. Además no se decir que no y el morbo de tirarme a la hija y a la madre, aunque no sea a la vez, me puede y tu madre, Ester, está muy bien.
Ese día me pude contener un poco y le pedí que ante de irnos a la cama me contara la aventura mas morbosa que había tenido, ella dudó, pero la convencí mientras la acariciaba mordiendo a la vez sus pezones. Al final conseguí el premio gordo y me contó la primera vez que le fue infiel a su pareja.
Me contó que fue en verano. El novio de turno y ella entraron en una discoteca, eran fiestas del Carmen así que estaba todo de bote en bote y después de bailar un rato como todos los jóvenes (ellos tendrían de 18 a 24 años), se fueron a tomar un pelotazo a la barra. Allí vieron a Jesús y se acercaron cuando este les saludó.
Jesús era compañero de trabajo de su novio, pero Ester también le conocía por ser el padre de una de sus amigas. Es un cuarentón (casi cincuentón) interesante y agradable, muy hablador y siempre contando chistes.
Según llegaron al hueco de la barra donde estaba empezó una animada charla mientras tomaban el primer trago. Se lo estaban pasando muy bien y aceptaron sin dudarlo una segunda copa, invitación de Jesús. Cuando tu madre iba a beber un trago, le empujaron y le cayó media copa en la blusa azul que llevaba y sobre todo por el escote bastante generoso, en eso no ha cambiado y ya sabes que le gusta llevar escote cuando la ocasión lo requiere, y de novia era casi siempre. En realidad, a ti también te gusta insinuar las tetas por los escotes.
Después del amago de bronca con el causante del empujón, cambiarón de posiciones, tu madre apoyo su codo derecho en la barra, mientras su novio, de frente a ella colocaba el izquierdo. Jesús se coloco de pantalla resguardando a los dos de los posibles empujones, para eso mide casi 1,90.
Como siempre, el mal ambiente desapareció en cuanto Jesús empezó a contar chistes, no dejaba de hablar, pero tampoco dejó de fijarse en el escote de Ester y ella se dio cuenta. Se puso roja como un tomate, siempre la ha gustado que los tíos la miren, pero estaba su novio delante y el que miraba era el padre de su amiga!!
Al mirar hacía abajo, para comprobar cuanto podía ver Jesús, se dio cuenta que al mojarse se le trasparentaba un poco el sujetador de encaje, pero nada alarmante y con el calor que hacía seguro que se secaba enseguida; también vio 3 o 4 gotas de lo derramado que le bajaban poco a poco hacia su pecho y si no se las secaba llegarían al canalillo; estaba dudando como secarse cuando volvió a pillar a Jesús mirando por el escote y, según me confesó, pensó en "jugar un poquito" a hacerse la despistada.
La cosa siguió tal cual durante 20 minutos más o menos, los tres se reían mucho con los chistes de Jesús, este mirando todo lo que podía y el novio a su lado hartándose a reír. Tu futura madre estaba más tranquila, la blusa se había secado y las gotas se habían evaporado entre sus dos tetas, pero su cabeza ya estaba en otra cosa y, aunque seguía las bromas y se reía con ellos dos, empezó a fijarse en Jesús, pero a fijarse en el como hombre y no como amigo o padre de una amiga.
Después de darle un repaso completo, lo que mas llamó su atención fueron sus manos por lo enormes que eran, como dos veces las de ella, por lo demás, de cara no era nada agraciado, por decirlo suave, y aunque era alto, sobre todo era gordo. En fin, que después de este repaso, concluyo que no era nada atractivo y volvió a meterse en la conversación.
Cuando la conversación empezaba a decaer y parecía que Jesús se iba a ir, sonó una canción muy marchosa y popular aquel verano y la avalancha no se pudo evitar. Esta vez, no les pasó nada ni a ellos ni a sus bebidas, pero se quedaron con menos sitio y Ester se tuvo que acercar a su novio.
El siguiente empujón le llegó a Jesús y este cayó contra Ester. Jesús apoyó su mano en la barra de la disco para evitar que todo su peso cayese sobre ella, pero no pudo evitar que su cadera cayese contra el costado izquierdo de ella. Se quedaron pegados y así tuvieron que permanecer varios segundos. Hay empezó todo.
Jesús tuvo una erección, reacción bastante lógica teniendo en cuenta que llevaba media hora asomado a un excepcional escote, había visto trasparentado un sujetador de encaje, le encanta la lencería sexy, y que tenía su miembro pegado a el bombón propietario de esas visiones. Y yo creo que pensando en el morbo de que era la amiga del alma de su hijita con la que se frotaba.
Ester notó, como no podía ser de otro modo, que Jesús estaba "en forma", sin mirarle por la vergüenza que sentía aguantó mientras no podía moverse y, cuando la presión de le gente disminuyó un poco, se acercó a su novio para evitar ese roce que tanto notaba.
Pero en este caso el remedio fue peor. Siguió notando el bulto de Jesús, pero ahora por detrás, por la diferencia de estatura lo notaba en su espalda y un poco en su culo. Estaba asustada y nerviosa, pero no se movió porque pensaba que su novio se daría cuenta de lo que pasaba y no quería que hubiese problemas. Tampoco podía moverse demasiado porque la gente seguía amontonada.
En esa situación se dio cuenta de lo que tenía apoyado no era nada normal. Lo notaba perfectamente porque su falda casi hasta las rodillas era demasiado fina como para no hacerlo y le pareció que estaba muy duro. Cuando me lo confesó me dijo textualmente:
"¿Como pudo ponerse así solo por mirar mi escote y estar pegado a mi? No se porque, pero en vez de pensar en como salir de esa situación, empecé a pensar en su aparato. Y me di cuenta de que tenía que ser más largo que la media o por lo menos más que los que yo conocía"
Tenías que verle la cara a tu madre cuando me contaba esto, se empezó a poner roja y los ojos le brillaban una barbaridad, se quedó pensativa un momento antes de seguir con el relato.
Pasado el peor momento, notaron que se hacía algo de hueco, pero ella se quedó quieta y siguió notando ese bulto que le había dejado "pensativa". Al final, Jesús si se movió y se puso casi al lado de ella. Su paquete volvió a tocar su cadera, pero desde atrás, quedando la pierna derecha de Jesús justo detrás de la izquierda de ella.
Un pequeño sentimiento de pena se apoderó de Ester al perder ese roce que le empezaba a gustar, en seguida pensó que era mejor así porque empezaba a sentirse rara ella también y acercó su boca a la de su novio para darle un besazo con lengua, quizás por librarse de remordimientos por lo que acababa de pasar y de pensar.
El beso fue largo y cuando empezaba a pensar que eso no era correcto estando con una tercera persona notó que le tocaban el culo en su parte derecha. Se separó de su novio con intención de echarle una mirada asesina mientras llevaba su mano atrás para quitarle la mano y entonces sus ojos se abrieron como nunca antes: al abrir los ojos vio las dos manos de su novio por delante de ella y con su mano derecha asió una mano enorme.
Estaba claro: Jesús, el padre de su amiga y compañero de su novio, le estaba tocando el culo descaradamente!!!!
Su novio le preguntó que le pasaba, que vaya cara había puesto, que si había visto algún fantasma o es que tan mal besaba. Ella no sabía que decir, no podía reaccionar y Jesús salió al quite diciendo
"Es que eres un bestia y la chica se ha quedado cortada por daros el lote delante de mi, déjala tranquila seguimos hablando aquí pegaditos que es como más acogedor y saca unos tragos que te toca pagar"
Que cabrón, pensé cuando me lo contó tu madre. Total, que como ella se quedó inmóvil y no dijo nada la escena quedó así: Jesús tocando el culo con su mano derecha totalmente abierta y apoyando su rabo duro contar su cadera izquierda, mientras el novio pedía y pagaba otra consumición.
Tu madre dice que se quedó cortada, pero yo creo que ya estaba muy caliente, aunque ella dice que en aquella época era mucho más recatada que ahora.
El que no era nada recatado era Jesús, que la estuvo manoseando todo lo que quiso un buen rato a gusto y aprovechó que ella ni se quejaba ni se movía para subir un poco la falda y meter la mano hasta tocar su culo directamente. Esto era demasiado y Ester empezó a notar que se mojaba entera. No entendía porque, pero la situación empezaba a excitarla. La conversación seguía como antes y los dos hombres continuaban contando aventuras del trabajo.
Ella ya no escuchaba, las voces parecían lejanas y le costaba entender, de vez en cuando sonreía para no desentonar, pero ella estaba concentrada en las caricias del cuarentón, notó que la cosa iba en aumento y un dedo metía su braga entre los cachetes del culo y presionaba el virgen agujero de su ano. Se empezó a sentir muy bien y se relajo del todo y separó un poco las piernas colocando su bolso delante suyo.
Jesús le preguntó en voz alta para que oyera su novio:
"¿Estás a gusto? ¿No te estarás aburriendo?"
Ella entró de lleno y le contestó, que se lo estaba pasando mejor que nunca sonriendo y poniendo una cara que expresaba muchas cosas. El aceptó la invitación y mirándola a los ojos llevó un dedo hacia su coño separando un poco las bragas, en cuanto sintió la humedad desvió la mirada hacía su compañero y siguió hablando mientras el dedo se abría paso y ya estaba en la entrada del coño.
A partir de ese momento tu madre solo se acuerda de que le llegó a meter tres dedos que no paró en ningún momento y que llegó a tener dos orgasmos, estando a punto de gemir en el segundo, no sabe ni como se contuvo.
Un rato después, tu madre no sabe cuanto pudo ser, Jesús sacó su mano y con disimulo chupó sus dedos mientras empezaba a despedirse y se fue , no sin antes guiñarle un ojo a Ester.
Camino a casa, Ester y su novio echaron un polvo fantástico en el coche y es que ella seguía más caliente que en toda su vida y su novio pagó el pato, claro que a él tampoco le importó.
Al despedirse en el portal de ella su novio le pregunto por su calentura y fogosidad esa noche, ella se asustó, pero reaccionó a tiempo y le contestó que sería el calor o la bebida, que no había ninguna razón especial.
A la mañana siguiente se sintió mal, tenía cargo de conciencia y estaba triste, día a día la cosa fue pasando, pero ya no había marcha atrás: Tu madre había descubierto la golfa que llevaba dentro y nada fue lo mismo después de esa noche.
No tengo que explicarte lo calientes que estábamos los dos al acabar la golfa de tu madre de contarme su aventura. Pasamos dos buenos ratos, esos te los contaré el próximo día que vengas a casa.
Te habrás dado cuenta que no he dicho el nombre del novio de turno de tu madre, no creas que no lo sé, ella me lo dijo y esa es la sorpresa final. ¡Exacto! Lo has adivinado ese novio llegó a ser su marido y luego TU PADRE .
¡¡ Le ponía cuernos desde novios.!!