Tú lo dices
Fuera llueve y tú y yo hablamos y nos escondemos las verdades.
Tú lo dices
Tú lo dices cuando afuera llueve
y una gotera insolente nos vigila.
Entonces nos buscamos, pero con miedo,
y nos huimos entre frases lapidarias.
Por ejemplo te toco
y al mismo tiempo hojeo una revista,
y tú me hablas de un informe
como si tus dedos en mis labios no fueran contigo.
A veces disimulamos tanto
que acabamos riendo,
y te levantas,
y miras nervioso el reloj,
o empiezas a ordenar la estantería.
Tú lo dices cuando afuera llueve:
Que nadie muere de amor y que el tiempo corre.
Y me hablas de independencia,
o de egos y de incompatibilidades,
y yo te recuerdo que ser libre,
y estar sola, resulta creativo.
Pero ya ves, afuera llueve,
y es gracioso cómo te encoges a mi lado,
y es gracioso cómo te abrazo suave,
mientras hablamos de lo que no creemos.