Tú eres mi viaje
Repasando Geografía con tu cuerpo.
TÚ ERES MI VIAJE
¿Por qué me reprochas que no quiera viajar?
¿para qué voy a hacerlo si tú eres mi hogar?
Buscando navego por espacios virtuales,
con Google Earth encuentro por fin
tu cuerpo de Atlante en el fondo marino
gestando ciclones, maremotos, tifones,
tus pies situados en glaciares antárticos,
Los Andes, relieve de sinuoso espinazo,
redondez de tu ombligo, Coliseo Romano,
la tetilla turgente, decadente Montmartre.
La raya del pelo, caudaloso Amazonas
partiendo la fronda de tu pelo rebelde,
los labios ciñendo el coral de tus dientes,
tus cejas son setos de un paisaje irlandés,
los ojos son calas punteadas de espuma
hogar de sirenas y antiguos naufragios,
o aguas estancas que albergan demonio
cual ente monstruoso: el del Lago Ness.
Tu cálido aliento es ventar salobreño
meciendo palmeras a la orilla del mar,
polvo de siroco cuando sopla el deseo
calima y sofoco ardiendo cual fuego,
fragor de borrasca cuando copulamos
como olas chocando contra rocas talladas,
glacial Tramontana tronchando las ramas
cuando te resientes, te enfadas o bramas.
Vesubio que abrasa con su lengua de fuego,
el volcán altivo emergiendo en tu centro,
mis grietas sucumben al ardor de tu magma,
padecer tus seísmos es placer infernal,
como hizo Herculano en tiempos pasados
o la hermosa Pompeya, sepulcro de almas
que por miedo o amor no quisieron marchar;
así quiero yo cuajar en tu lava.