¿Tu de vuelta? IV

¿Qué haces aquí Ivana Cuenca? Me has dado un susto de muerte-dije riendo de alivio y acercándome a ella. Cuando estuve lo suficiente cerca ella comenzó a besarme -No podía esperar hasta el miércoles Marci te deseo

Comenzó una revolución entre nosotras, que paro cuando los trastes terminaron hechos trizas en el suelo.

-Jajajaja diablos ahora tendré que pagarte estos daños- dijo riendo y levantándose de la cama

  • Oh si, así es Jesica-Dije fingiendo interés en los pequeños daños- Con cuidado, camina con cuidado no vayas a cortarte- Me levante de la cama me puse sandalias y comenzamos a limpiar, mi edredón quedo batido así que también lo pusimos en la lavadora, eran las 3:18 cuando terminamos de aquello.

-Debo marcharme Marce, mañana tengo examen y debo repasar.

-Está bien hermosa, nos veremos pronto-Dije dándole un besito en la nariz, ella me abrazo fuertemente  por la cintura como si no quisiera marcharse de mi lado, algo distinto sentí con aquella muestra de cariño, correspondí aquel abrazo cálido y tierno, escondía su carita en  mi cuello y le susurre al oído:

-¿Pasa algo lindita?

-No, nada – Decía y su aliento  chocaban contra mi piel

-Está bien te llevare a casa, pero antes dame un beso- dije levantando su cara hasta mis labios, y la bese, ella me sonrió tímidamente, sí algo pasaba ella no era así-Anda abre el auto mientras me pongo algo más decente para salir- Me aleje de la escena y ella salió al auto. Rápidamente me puse unos jeans kaki y una sudadera blanca, cogí los primeros tenis que encontré y Salí, ella ya me gritaba desde la puerta. Iba a media sala cuando recordé que me dejaba el celular en la alcoba

-Dame 5 segundos se me olvida el móvil- Cuando cerraba la puerta de mi casa sonó el móvil, una llamada entrante… de Ivana Cuenca, mire a Jesi  ¿Qué hacer? Cuando mire el móvil en la pantalla decía 1 llamada perdida, pffff camine hasta el auto y volvió a sonar, esta vez tome la llamada

-Bueno- Dije  algo nerviosa

-Bueno, hola Marce soy yo, Ivana…

-Ah hola, buena tarde ¿Cómo te va?

-Buena tarde, me va bien gracias, espero que tu tarde también este agradable, bueno la verdad, Marce yo llamaba, pues… es que… yo…me pregutaba si podríamos  quedar…

-Me parece bien, es una gran idea.  Disculpa ¿te puedo marcar en un rato?

-Ok disculpa si estas ocupada

-No te preocupes ahora te llamo bye- Colgué y subí al auto, Jesica me miraba y pregunto sarcástica

-¿Alguna amiguita tuya?

-mmmh si una vieja conocida-Dije sonriendo tratando de aparentar que no era importante

-Ok-Dijo aparentando desinterés, fue todo lo que dijimos durante el trayecto a su casa. Y yo, yo divagaba un poco en la llamada, cuando llegamos  estacione el auto.

-Gracias por traerme a casa, nos vemos pronto;  buen inicio de semana-Me brindo un beso fugaz y bajo del auto.

-Gracias, igualmente buen inicio de semana y éxito en tu examen de mañana, a ver si quedamos para comer juntas en la semana ¿te parece?

  • Vale-Dijo lanzándome una sonrisa que parecía más una mueca ¿Qué pasaba con ella? Quizás ya le iba a venir la regla, o tal vez era que se aproximaban exámenes. Bueno llevábamos tanto tiempo “juntas” que debía entender exactamente que ocurría pero la verdad es que jamás la había visto en esa faceta, la vi entrar a su casa y me dedico una última sonrisa por ese día. Encendí el auto y, tenía que terminar mis tareas, hacer quehaceres de casa, ensayar un monologo y comprar la despensa semanal. Cuando llegue al boulevard se encendió la luz roja del semáforo, ¿Y si esa mujer se había enamorado de mí? Pero ya habían pasado casi 3 años desde que habíamos comenzar  “esto” sabíamos que podíamos relacionarnos con más personas, nunca había sido un problema, siempre volvíamos la una a la otra, sin preguntas, sin celos, sin reproches, solo con ciertas precauciones físicas. El semáforo cambio a verde y arranque, llegue al súper y comencé mi rutina habitual de cada domingo esto sí, esto no, tal vez esto, un gustito por aquí, mejor esta vez cambiemos de marca jefe cosas así. Le haría una cena especial a Jesica, se la merecía ¿Se la merecía? Pero si yo no había hecho nada pfff, volví a dejar en los estantes las cosas que había llevado extras, pero cuando estuve cerca de la caja, volví por ellas, cielo santo me sentía culpable, cuando llegue a la caja, pensé que quizás ella había notado algo diferente en mí, pues con mis otras “amiguitas” nunca había reaccionado así, no podía hacerle una cena especial, esto confirmaría solamente sus sospechas. Y si volví una vez  más a los estantes, deje las cosas, por fin me forme en la fila de cobro y espere mi turno, cuando llegue al auto con el carrito de compras, recordé la llamada de  Ivana, diablos habían pasado alrededor de 2 horas y yo había prometido llamarle. ¿Y si estaba ocupada ahora? ¿Y si no podía coger el teléfono? , saldría de dudas en seguida, me apresure a meter las bolsas al auto me instale en el asiento del piloto y tome el celular, mi corazón latía tan veloz por una simple llamada que quizás no sería contestada. Ufff bien aquí íbamos, marque el numero rezando que no atendiera pero no tuve suerte

-Bueno

-Bueno, hola de nuevo, disculpa que tuviera que colgar hace un rato, ¿Podemos hablar?

-Hola de nuevo- diablos lo dijo con esa voz, que me erizo la piel-por supuesto que podemos hablar, me alegra que me llamaras, llegue  a pensar por un momento que había sido fastidiosa e imprudente al llamarte

-Para nada, atendía unos asuntos importantes.

-Entiendo- algo en su voz había cambiado, se había ensombrecido- bueno espero podremos salir a tomar un café y platicar

-Me parece muy bien, solo que bueno como sabrás trabajo en un bar de jueves a sábado, así que sería mucho más conveniente para mí si queda ramas para un día entre semana.

-Perfecto, ¿te parece bien este miércoles?

-Sí, ¿A las 6 en el centro comercial?

-Ok y de ahí buscamos un lugar para tomar café

-Está bien Ivi entonces nos vemos el miércoles. Hasta entonces bye

-Bye.

Estaba tan emocionada, llegue a casa y acomode la despensa empecé a ensayar mi libreto, como me encantaba la clase de danza contemporánea. La noche llego y fui a dormir, Si empezaría una gran semana, lo sabía, algún tema nuevo en esa clase.

La alarma sonó 5:25am era una mañana con clima hermoso ni frio ni bochornoso, ojala así permaneciera, tome una ducha matutina, al salir recordé que debía llevar conmigo el leotardo de manga larga las zapatillas, aliste bien mis cosas desayune. Me vestí algo muy cómodo  pantalón color caqui de gabardina ajustado un cinturón banco muy delgado,  al fin y al cabo me los quitaría al llegar a la escuela,  una blusa blanca muy ligera  con cuello cuadrado y unos vans blancos también, puse un poco de mouse en mi cabello que aún estaba húmedo y quedaron unos definidos  sema rizos  que se me hacían después de mojarme el cabello. Me puse un poco de rubor en las mejillas y brillo en los labios, después fui directo a mis ojos mis ojos color ladrillo si así me decía ella: tienes los ojos color ladrillo, son de un café diferente. casi siempre después de hacernos el amor  yo le sonreía complacida contenta y enamorada como nunca lo había estado, como nunca lo estuve después de ella y hasta ahora, mierda sus malditas frases me atacaban de vez en cuando. Ella ya se había marchado ya no era parte de mi vida, pero había sido mi amante mi mujer mi amada mi maestra

-Claudia Moncada ¿Cómo olvidar tantas cosas que viví a tu lado? ¿Cómo puede modificarse la mirada al pasar los años?, ¿cuantas cosas aprendemos? Y que tan distintos parecemos a veces de esos chiquillos que jugábamos entre árboles y tierra o con barbees y muñecas

Termine de maquillarme y Salí de casa a las 6:40am.  Mi primera clase comenzaba a las 7:00am así que iba a tiempo, llegue al estacionamiento de la escuela y me puse cerca de la entrada, baje faltaban 5 minutos para mi clase así que acelere el paso. Y en efecto nueva semana nuevos temas en algunas clases, el día iba magnifico termino la 2  y empezaría la de danza. Todo me encantaba el salón era muy grande con piso de madera espejos en paredes  unas barras y unos ventanales enormes de daba una vista campestre con árboles , a un costado del salón había unos vestidores Cuando estuve en el aula me llene de impaciencia porque comenzáramos, después de unos 5 minutos entro el maestro, el clásico cuarentón bien conservado que casi todas las chicas y chicos se le lanzaban, varonil mas no guapo, moreno alto velludo con una sonrisa implacable y una barba de candado siempre bien arreglada.

-Chicos chicos buenos días, hoy en nuestra clase de danza integraremos el tango- Dijo con los ojos encendidos. Se escucharon algunos que otros murmullos y exclamaciones de aprobación. El tango tan erótico se me erizo la piel por la emoción

-Tomen parejas y daremos inicio a la clase, recuerden mis niños, que el tango se trata de sexo, así que seduzcan a su compañero de baile, con el torso con las piernas con las manos con el ritmo pero sobre todo con la mirada.

Comenzó la música y tomamos parejas, yo me junte con Carlos un chico de 22 muy agradable y alto delgado

-Oye Marcela no se vale me has seducido ya y ni siquiera nos hemos tocado-dijo cuándo me acercaba a el- yo y no quiero bailar, mejor vayamos a la biblioteca

-jajaja eres un burris Carlitos- reí y acomode una de mis manos en su hombro el me tomo por la cintura y me miro provocativamente

EL sonido del bandoneón se hacía cada vez más sensual y comenzó a intervenir una guitarra, si los chicos de música estaban involucrados, ambos nos metíamos más y más en nuestro papel después de 30 minutos tomamos un receso de 5 y continuaríamos, tome mi botella de agua di  un pequeño trago y me limpie el sudor con mi pequeña toalla, sentí una mirada fija en mi voltee hacia la puerta, hacia el maestro a un gripo de compañeros pero no detecte la mirada, entonces seguimos con el baile, 1,2,3 giro 1,2,3 desplace 1,2,3 coqueteo, caricia 1,2,3  mirada. Así continuo el resto de la clase, cuando la clase dio por finalizada dimos reconocimiento a los músicos agradecimos su compañía el maestro nos hizo observaciones y Carlitos me miraba coqueto le guiñe el ojo y le sonreí.

-Eres un gran compañero de baile, nos vemos en la próxima clase

-Hasta la próxima Marce.

Salí directo a los vestuarios, quizás me topaba con Miri y Juli, si debía toparlas, pues la clase de historia de arte la tomábamos jutas y era la que seguía. Me vestí sin ninguna prisa doble y guarde mi material de danza en mi maletita me retoque el maquillaje un poco  de perfume desodorante crema y estaba lista para salir a mi próxima clase. Tome mis cosas y deje los vestuarios atrás fue entonces que volví a sentir esa mirada en mí, seguí caminando por el pasillo, ese edificio era exclusivo de danza, no había mucha gente por donde pasaba y me sentí un poco nerviosa al saberme observada así que comencé a caminar más rápido sin notarme nerviosa, fue cuando escuche una voz:

-Alto ahí Marcela Zúñiga

Me paralice un momento y cundo reaccione ella estaba muy cerca de mí, la reconocí enseguida

-¿Qué haces aquí Ivana Cuenca? Me has dado un susto de muerte-dije riendo de alivio y acercándome a ella. Cuando estuve lo suficiente cerca ella comenzó a besarme

-No podía esperar hasta el miércoles Marci te deseo.