¿Tu de vuelta? II
Le sonreí en verdad quería estar con ella más tiempo, era tan amena tan cautivadora, con esos grandes ojos color marrón
-No Marce, en realidad quiero ir a la tuya, hace unas horas no es que estuviera perdida en el alcohol solo que me dio más valor.
¿Que debía hacer? Ella estaba es su juicio y me deseaba así como yo a ella.
Le sonreí en verdad quería estar con ella más tiempo, era tan amena tan cautivadora, con esos grandes ojos color marrón oscuro estilo asiático enmarcadas por unas cejas arqueadas, esa piel apiñonada y acariciada por el sol dándole un color más sensual con una nariz pequeña y respingada, esa boca carnosa y rosada, que cada vez que se ampliaba estaba segura que a más de una persona le alegraba el día y una dentadura casi perfecta, y su cabello hermoso color castaño y lacio largo hasta por debajo de los hombros
-Eres preciosa Ivi, por dentro y por fuera; debo llevarte a casa, debes volver con tu nena quizás está preocupada. La mañana ya está muy entrada… si quieres quedamos para otro día-dije con los ojos llenos de ilusión por que aceptara. Fue cuando pensé ¿Qué diablos estoy haciendo? Esta aquí en mi auto. Ella me miro con desilusión por supuesto se acercó a mí y volvió a besarme esta vez suavemente delicada podría decir que hasta con ese sentimiento de súplica por no dejarla marchar. Acaricio mi rostro y bajo su mano hasta mi cuello, tan solo esa caricia me produjo placer, yo me acerque lo más posible a ella y acaricie su cabello tan sedoso, ella bajo un poco la mano hasta mi clavícula izquierda y deslizo los dedos hasta que estuvieron dentro de mi blusa, no pude reprimir un gemidito, dios mío que hacia esta mujer era tan maravillosa que solo esas caricias me excitaban. Sentí como sonrió contra mis labios, si por lo que me había provocado. Se separó de mi sonriente aun.
-Está bien Marcela Zúñiga tu ganas lo dejaremos para la próxima pero debes pasarme tus datos -Sonreía triunfante y yo aún media aturdida contestaba que si mientras aclaraba todo para proporcionarle mi información. La lleve a una estación de taxis ella me lo pidió, nos despedimos con un besito fugaz. Me quede para verla marcharse y perderse en el tráfico de la ciudad, ¿Cómo las personas pueden entrar a tu vida de una manera tan singular? ¿O tan simple? Y también pueden salir de esa forma, ufff… que día tan mas entretenido, estaba agotada y hambrienta, pronto serían las 11:00 am así que decidí volver a casa comer algo, bañarme tomar una siesta y haber que pasaba después.
¿Qué había hecho después de conocer a Ivana? Si lo recuerdo muy bien entre a la universidad y conocí a Claudia, la clásica mujer experimentada y hasta cierto punto vacía de sentir, algunos años mayor que yo, cordial elegante con una personalidad enigmática y llamativa culta y por supuesto muy sensual. Me cautivo desde el inicio con esas miradas intensas y esos roces accidentalmente intencionales, al principio educada atenta, y el sexo pff maravilloso. Después vinieron los problemas infidelidades y termine por escapar, aun recordaba aquella mujer de mirada fría calculadora que me hizo madurar y bajarme de mi cuento de hadas en tan solo meses, me enseño tantas cosas al mismo tiempo, entre ellas a amarme primero a mí y no permitirme querer a alguien por encima de mi persona. Sí, me había mudado con ella, cuando aún era estudiante, tenía casi 18 años, me enamore de verdad… y después ella me engaño 1, 2,3 equis número de veces, nunca lo acepto abiertamente y nunca lo comprobé era simple intuición femenina, después murió mama y ella estuvo y no a mi lado, me hacía reproches por mi frialdad. Recuerdo que en una discusión terminamos y después me fui a las estadías lejos de ella para pensar. Llego de sorpresa una noche y ame tanto ese velada, la invite a un restaurante fino, tomamos vino blanco hicimos el amor como hacia bastante tiempo no lo hacíamos, al menos yo lo hice, a la mañana siguiente descubrí que me engañaba cuando hablaba por teléfono con otra persona, fue tanta mi pena que volví a casa y pase varios días sin salir solo en compañía de mi hermana tratando de procesar lo acontecido. Cuando ella me busco, lo hizo con tanta naturalidad como si nada hubiese pasado, no la recibí en ninguna ocasión y días después fui por mis cosas, ella me pidió que me quedara, imploro y lloro. Pero ya estaba decidida, por fin la dejaría. Como llore por ella, como sentí casi morir de… no era amor morir por dejar atrás mi costumbre con ella, mis rutinas, las discusiones en fin nada lindo. Llegue a casa, vaya sí que tenía sueño, estacione el auto y entre a la casa. Deseaba tanto un baño, me fui desvistiendo hasta llegar a mi alcoba me pondría la pijama, tome las sandalias una toalla y me dirija al baño. Siempre he pensado que los baños lo arreglan todo.
Salí del baño con la toalla enredada ¿En realidad había besado a Ivana Cuenca esta mañana? Llegue a la habitación y me senté al borde de la cama, me había besado me había acariciado y entonces miles de sensaciones se desplegaron en mí. Comencé a secarme el cuerpo, ¿Por qué habría vuelto a mí? Me puse la ropa y conecte la secadora. Que coincidencia encontrarnos hasta ahora. Sería buena idea dormir un poco y dejar de pensar en ello. Cerré la persiana, puse una alarma y me acosté, mi mente seguía divagando con aquel encuentro hasta que por fin me quede dormida.
-No quiero no quiero gritar ¿Por qué se van todos? Es su cumpleaños maldita sea. ¿Por qué nadie lo entiende?- desperté muy agitada, ¡Dios! Hacia tanto que no soñaba con algo así. Me senté en la cama y lleve mis rodillas al pecho abrazándolas tomando aire para relajarme, la tarde estaba entrada debían ser como las 5 pm el sol se filtraba por los pequeños espacios de las persianas. Me lleve las manos a la cara y comencé a llorar, no aun no podía superar la muerte de mi madre. En mi sueño supuestamente era 16 de junio, su cumpleaños, y todos se iban a casa tistes desolados, diciéndome que era bueno gritar o llorar para sacar el dolor. Los veía marcharse por la puerta cabizbajos. Me sentía tan vacía pues años atrás celebrábamos ese día. Desde el amanecer con un desayuno especial para ella con abrazos y mimos con besos y pequeños regalos hasta el anochecer cuando iba a dormir.
No podía detener el llanto las lágrimas inundaban mis mejillas y sentía un nudo inmenso en la garganta que me hacía daño. Y estaba ahí en una tarde de primavera casi verano solo llorando por mi madre. Me levante y fui al baño abrí la llave del lavabo y comencé a mojar mi cara luego me seque con la toalla y Salí. Quizás era buena idea llamar a mi hermana no nos comunicábamos mucho desde que Salí de casa y en ocasiones me sentía culpable por no visitarla a ella y a mi padre. Busque el teléfono en mi chaqueta y marque su número
-Hola. ¿Tía Marce?-contesto la pequeña voz de mi sobrina
-Hola mi vida, ¿Cómo estás? –dije con la emoción del sueño aun en mi
-Muy bien tía, ¿Cuándo vendrás a visitarnos? Te extraño mucho.
-mmhh yo te extraño princesa, mucho. Prometo ir en este mes. ¿Cómo va todo por allá?
- Bien mamá en el trabajo, mi abuelo ya sabes, por fin acepto ir al club jjeejeje, mi tío Dante viene de vez en cuando y siempre pregunta por ti. Y mi papa también nos visita.
-Oh que bueno que ti mami tenga mucho trabajo y q el abuelo haya querido ceder, cuando veas a tu tío Dante salúdalo, y a tu papá también ¿ok?
-Ok.
-¿Y tú como estas?
-Mmmh bien ya cumpliré 10 je. Así que ven pronto antes de que me veas más grande. La escuela va súper bien sigo siendo la capitana de porristas y mi promedio no ha bajado nadita. Así que también merezco un buen regalo jeje
-Cabezona prometo que sí, estoy muy orgullosa de ti mi amor. ¿Y el novio?
-Jijijiji no tía ¿cómo crees?
-Ay ajaaam. Está bien hermosa. Ya me contaras ¿Esta por ahí tu mamá?
-No, ha salido con el abuelo y se le olvido el celular.
-Rayos, bueno le marco más al rato, debo apurarme porque hoy debo trabajar, te quiero mucho preciosa te mando miles de besos, salúdame a todos por allá.
-Si tía, también te mando miles de besos ¡chao!
-Chao
-… Tía…
-Si ¿Dime?
-Ya casi será cumpleaños de mi abuelita…
-Si lo sé. No te pongas triste nena, ella nos ama desde donde está.
-Si tienes razón es verdad te quiero mucho tía Marce hasta pronto.
-Hasta pronto, te quiero niña- Término la llamada, basta ya me dije a mi misma. Tenía hambre y decidí preparar algo, hoy era el último día de trabajo por esta semana, tenía tarea pendiente. Bueno tenía un par de horas libres, Y me dispuse a preparar algo delicioso, hacia ya 4 años cuidaba mi figura y mi vida habia dado una gran giro, mi primera carrera si gastronomía. Con un posgrado en coctelera y enología. Que descuidada había dejado de comer por más horas de las debidas. Cuando termine de comer limpie todo, y decidí checar la tarea, si eso me relajaría leer mis libretos investigar personajes me pondrían de mejor humor. Y así resulto ser, aunque el tiempo se me fue volando y al darme cuenta eran 7:45pm, mi entrada al trabajo era a las 9pm así que debía alistarme enseguida. Cuando estuve lista salir a mi auto y conduje al trabajo, si las noches de primavera siempre eran buenas para salir de fiesta, la mañana del domingo término a las 7am uff mi trabajo sí que era entretenido. Me despedí de todos guarde unas cosas en el locker y Salí del establecimiento, la mañana anterior había sido tan diferente, ella había estado ahí había subido a mi coche y me había besado, hoy a casi 24 horas de su partida no había recibido ni una sola llamada. Bueno disfrute la mañana anterior. Llamaría a Jesica.