Tu corazón en la frente 4

Deja una nota si tu tienes que salir, que poco importa si no te olvidas de mi... si no te olvidas de mi F

Tu corazón en la frente 4

  • ¿Qué haces? Le pregunte en los labios.
  • No lo se. Me dio por respuesta.
  • Creo que deberías soltarme, Alejandra. Dije intentando quitar mis manos de sus caderas.
  • ¿Quieres? Pregunta aun no con los ojos cerrados.
  • Quiero que sepas lo que haces. Digo separando mi frente de la suya.
  • Entonces déjame besarte. Pide abriendo los ojos.
  • No estas segura, preciosa.
  • Yo necesito saber, Alicia.
  • Y si… ¿No te gusta?

No escuche su respuesta, porque no hubo una. Solo sentí sus labios en los míos, sus manos en mis caderas, el tacto de sus dedos en el pedacito de piel que dejaba al descubierto mi blusa… su boca se abría poco a poco, la mía la seguía en cada movimiento, en segundos me succionaba el labio superior, por momentos lo hacia yo también, pero el rose de sus pechos con los míos me hacían cosquillas en el estomago y me escandalizaban la mente, mis pensamientos estaban a un nivel de entendimiento escaso de razonamiento cuando, al sentir sus dientes morder suavemente mi labio inferior se me escapo un suspiro y ella se sonrío aun pegada a mis labios.

Mi ansiedad iba de menor a mayor. Ella seguía en mis labios, besándome… mordiendo y succionando con impaciencia mis labios, los sentía arden, yo me sentía encender. Estaba muy pegada a mí, mis pechos encontraron su espacio entre los suyos y mis dedos jugaban en su espalda algo inquietas ¡No quería separarme! Quería amarla, dejar estallar todo lo que sentía por ella de una vez, pero el miedo me impedía moverme. Sentía su cuerpo contra el mío por completo. Nada me hacia sentir mas, que sus manos acariciando mi espalda, pero el temor a hacer algo que no le gustara me paralizaba los músculos.

¡Joder! Como deseaba acariciarla más directamente. Me estaba quemando en las ganas por deslizar mis manos por sus pechos, necesitaba sentirlos, jugar con sus pezones entre mis dedos… ¡¡¡Dios!!! Como la deseo. Yo necesito… sentir su piel en mis labios, dejar que su olor me embriague el olfato

Baje con mis labios por su cuello sin pensarlo mas mientras mis manos subían por sus costados y ella echo su cabeza hacia atrás. Forme círculos con mi lengua en su hombro izquierdo y la escuche suspirar…mis manos llegaban hasta la circunferencia de sus pechos y se estremecía al sentir el poco de presión en ellos al subir. Mi boca seguía el camino ahora en su clavícula, mordí dulcemente de su huesito al tiempo que las palmas de mis manos rozaban sus pezones por encima de su camiseta, podía escucharla gemir casi en silencio y cuando, por fin me atreví a tomar sus pechos en mis manos, ella se separo de mi

  • Perdóname… yo… creo que me voy a dormir.
  • Perdóname a mí. No debí seguir con esto, me deje llevar…discúlpame.
  • Yo te bese primero, pero
  • No te preocupes. No volverá a suceder. Buenas noches.
  • Ali, yo
  • Me voy a dormir… olvidemos lo que paso.
  • Alicia, no digas eso.
  • Discúlpame entonces, hasta mañana.
  • ¡No deseo que te vayas así!
  • No estoy enojada, Alejandra… solo me siento algo extraña.
  • No se que decirte. No me esperaba esto
  • Ni yo, pero no te preocupes… es mejor irnos a dormir.
  • Gracias. Hasta mañana.
  • Hasta mañana, preciosa.

¿Por qué demonios tengo que comportarme tan comprensiva con ella? ¡Joder! Me ha besado, me lo movió todo y estuvimos a punto de llegar un poco más allá… y se asusto. No debí de seguir con esto. Es obvio que Alejandra solo busca experimentar, nada más. Pero ¡Dios! Que rico que besa esa mujer ¡Como me hubiera gustado seguir con ella! Besándola por el tiempo que durara y sin embargo, no puedo albergar ninguna esperanza con ella. Lo que acaba de pasar solo me dice que ella no me ve como mujer. Solo fue un simple beso, nada mas necesitaba saber y creo que, por su reacción, ya supo.

Dejarme caer en mi cama fue lo único que atine a hacer después de cerrar las puertas de la casa. Estaba exhausta… no quería pensar, solo descansar esta mente mía que por momentos me traiciona. Es casi un milagro que mañana tenga que trabajar. No podría estar en casa con ella a escasos pasos de mi después de lo de hace una hora atrás. Estoy intentando dormir y me es difícil lograrlo. Cada vez que cierro los ojos la veo a ella, con los ojos cerrados besándome… aun creo sentir el calorcito de piel en mi olfato y me matan las ganas por tenerla así otra vez, pero me lastima de igual manera que haya sido solo un beso, un beso que no tiene porque significar algo

El despertador de mi celular sonó sin remedio. Eran las 7 de la mañana y había que levantarse y, di gracias a dios por no tener baño compartido. La sentí levantarse a los pocos minutos después de hacerlo yo… no tuve tiempo a reaccionar cuando la vi entrar a mi cuarto en pijama.

  • ¿Podemos hablar?
  • Si… ¿Sobre que? Le pregunte haciéndome la distraída.
  • Anoche…yo te bese. Dice y titubea al hacerlo.
  • Lo hiciste, si.
  • Quiero que me disculpes. Me deje llevar por el momento
  • No te preocupes. Es como tu dices a veces… un beso no tiene porque significar algo.
  • Cierto. Dice y me duele su firmeza.
  • ¡Ves! Ahora si me voy a duchar. Hice ademán de caminar hacia la ducha.
  • Yo hare lo mismo.
  • ¡Genial! Entonces nos vemos a la tarde noche ¿ok? Tú entras mas tarde a tú trabajo y yo tengo el tiempo justo. Dije algo rápido.
  • Entiendo.
  • ¡Bien!

La vi salir de mi cuarto con la cabeza gacha. Creo que no se esperaba esta reacción, algo desinteresada, de mi parte, pero la verdad es que no estoy dispuesta a perderme por ella por más tiempo. Aunque, lo que diga no suene nada convincente, espero convencerme algún día de ello. Creo que ya es tiempo de avanzar… conocer gente nueva y desenamorarme de ella de una vez.

El agua cae por mi cuerpo y es casi reconfortante sino estuviera tan helada… jaja. Respire profundo antes de meterme por completo debajo de la ducha. Quería que el agua cayera en mi rostro y terminara por despertarme. Tenia la necesidad de abstenerme de todo y de todos por unos minutos, pero como siempre la mente me traiciona… la imagen de ella tocándome, rozando su cuerpo junto al mío…mmm, me quemaba por dentro. Esa sensación de estar en el aire cuando me beso, no logra disiparse de mi ¿Cómo olvidarla después de eso? Me he preguntado toda la noche. Es demasiado difícil amar sola… doloroso incluso cunado sabes que no puede ser. Que ella y yo no podemos ser… duele. Duele mucho tener la certeza de ello.

Cuando salí de casa ella aun estaba en el baño. Creo que la vi asomarse antes de que yo cerrara la puerta al salir. No creo que esto sea algo fácil para ella, pero dudo que sea algo significativo por como se expreso de ello… "no tiene porque significar algo" me confirmo y al hacerlo me lastimo. No se porque tengo que amarla así, pero lo hago. Y me irrita demasiado el saberla ajena a mi, el que se solo una amiga para ella y mas aun, el estar conciente de que no habrá nunca un nosotras entre ella y yo.

¡Ahhhhh! Si pudiera existir una posibilidad, una sola. Por más minima que sea, la necesito… pero creo necesario que me haga a la idea de que es mejor para mí olvidarla. Sacármela de adentro y avanzar con mi vida. Darle paso a alguien más que me ame y amarle también.

  • ¡¡Epa!! Alicia, ¿Por qué la cara?
  • ¡Mary!
  • ¿Qué te paso? ¿Cómo te fue con Esteban?
  • Pues… terminamos. El me engañaba y Alejandra lo sabía.
  • ¿Cómo?
  • Pues eso.
  • Ok, ve más despacio. Aun tenemos unos minutos antes de empezar con el trabajo.
  • Te lo resumo ¿va? Muchas ganas de hablarlo no tengo.
  • Bueno.
  • Ayer pille a Esteban en mi casa con otra mujer, Alejandra salía que estaría con ella a esa hora, por eso paso por mi para comer. Ella lo sabía desde antes. Me enoje con ella y salí a caminar por el parque. Al volver me la encontré dormida en el sillón y no se como, pero ella me beso.
  • ¿Te beso?
  • Si. Un beso que no significa nada.
  • ¿Eso te dijo?
  • Lo dije yo, pero ella me lo confirmo.
  • Ya
  • ¿Qué?
  • Pues que, quizás ella lo confirmo porque tu lo decías… no se.
  • ¡Joder, Mary! ¿Podrías intentar no confundirme más?
  • Buenooo…. Solo decía. Digo, puede ser ¿no?
  • ¡No!
  • Ok, no digo nada más.
  • ¡Bien! Mejor empecemos, hay una fila algo larga afuera.
  • Ok, pero te toca a ti tomar las muestras hoy.
  • ¡Vale! Mira… viene la jefa.
  • Entonces a darle.
  • ¿A quién?
  • Jajajaja… quizás sea lo que necesite ¡eh!
  • ¿Cómo para que cambie el humor dices tú?
  • Y la expresión… Quien quita y sepa sonreír.
  • Jajaja… ¡no inventes, Mary!
  • No invento. Solo digo que de seguro sonriendo se ve mas amable.
  • Con que te gusta ¡eh!
  • ¡Epa! Solo digo que sonreír de vez en cuando no le haría mal. No dije que me gustara
  • Ya, vete con cuidado, tú tienes novia.
  • A la cual adoro y lo sabes.
  • Lo se. Bueno…olvidémoslo. Voy por mi primer paciente.
  • Bueno. Yo preparare material.
  • Ok. Nos vemos.

No es sano esto, pero es muy relajante esto de tomar muestras de sangre casi todo el día. Me distrae como nada. Solo pienso en venas, en como encontrar una buena y en que no me venga ningún bebe hoy. No me gusta nada pincharlos…Aggggg. Que hace esta mujer sentada en el sillón de los pacientes ¿será que viene a tomarse algún examen? Naaaa… esta mujer tiene las venas de villano, duras de seguro, Jaja… que manera la mía de pensar estupideces ¿no? ¡Hay que ver Alicia! En fin… a darle como dice, Mary.

  • Alicia… hola.
  • Hola, señora.
  • ¿Podrías dejar de decirme señora?
  • Podría, pero no lo hare.
  • ¿Por qué no?
  • No acostumbro a tutear a mis jefes.
  • Yo no soy tu jefa.
  • Si lo es.
  • Como quieras .
  • Ok. Entonces… ¿viene a tomarse un examen?
  • Si.
  • ¿Cuáles?
  • ¿Te toca a ti hoy?
  • Si.
  • Ok, entonces… hematológicos, de coagulación y químicos, creo.
  • ¿Cree?
  • Si, me los pide la clínica.
  • ¡Bien! Entonces el brazo derecho. Le dije mientras sacaba la jeringa y los tubos.
  • ¿Y el izquierdo?
  • El que quiera, me es igual.
  • ¡Bien! ¿Puedes usar una mariposa?
  • Pues eso depende… digo mientras me acercaba con la jeringa.
  • ¿De qué?
  • De cuanto quiere que me demore. Porque la mariposa es solo para bebes y creo que usted esta muy lejos de serlo.
  • No seas insolente. Me mira molesta.
  • Pues no me pida que use mariposa cuando tiene las venas profundas, pero si así lo prefiere, usare una mariposa… al fin, que le dolerá a usted no a mí. Dije y me di media vuelta para buscar la mariposa.
  • ¡Esta bien! Dice al fin.
  • Ok, mire hacia el lado. Le pedí.
  • No es necesario. Me contesta con firmeza.
  • Como quiera…Me encogí los hombros.
  • ¡Auch! Se queja al pinchazo.
  • ¡Listo! Presione mientras. Le dije mientras me dirigía a depositar la sangre en los tubos.
  • Ok, le pones mi nombre y los llevas a procesar.
  • ¡Claro! Pero primero…dígame su nombre.
  • Ximena… Ximena Morales. Lo dice mi uniforme.
  • ¡Cierto! No me había fijado.
  • Me voy a trabajar. En cuanto este el suero listo me los llevas.
  • Ok.
  • Y Alicia… te espero en la oficina.
  • ¿Por qué?
  • Tengo que hablarte, pero primero atiende a la gente.
  • Bueno. Después de las 11 estaré ahí.
  • Antes. No tengo el mismo tiempo que tú… atiende a la mitad y luego vas a mi oficina.
  • Esta bien, como usted diga, señora.
  • Te espero.

¿Y ahora? ¿Qué querrá hablar conmigo? Si quiere que me quede hasta las 8 esta loca. Le daré con la pared, no pienso acceder a eso. Aunque en este momento me vendría bien… por Alejandra, así no la vería mucho y hablaríamos lo necesario, mmm... bueno, ya veremos mas tarde a ver que me dice Ximena. Me pregunto ¿Por qué querrá que la tutee? Ahhh, mejor llamo al primer paciente….