Tu corazón en la frente (2)

Sera que traigo al venir mi corazón en la frente... que de volar junto a ti, me he vuelto tan diferente.. F

Tu corazón en la frente 2

Mari tenía razón. Nada bueno trajo el cambio de jefe. La mujer esta es una pesada de lo peor, es intransigente, prepotente con dignidad sobre alzada. No tiene nada de humildad y para rematar… la tomo conmigo ¡Y solo me reí! Nada de sentido del humor tiene la mujer. Es una amargada y la toma con todo el mundo como si fuéramos culpables de ello.

  • ¿Ves? Te dije que no era nada bueno el cambio de tecnólogo.
  • Tecnóloga. Que no se te olvide Mari.
  • ¡Cierto! Tiene su carácter la mujer.
  • Es una amargada, que se cree que todo el mundo es culpable de sus problemas.
  • Jajaja… te cayó de lo peor ¿no?
  • Es que como se le ocurre llamarme la atención solo por reír en el trabajo.
  • Bueno si. Eso estuvo mal
  • ¡Obvio! Eso es abuso aquí y en la china.
  • Jajaja… cálmate mujer. Menos mal que ya se fue a comer.
  • Si, lo mejor es que ya cuando vuelva no estaré.
  • Habla por ti, Ali. Nosotros la tenemos que aguantar hasta las 8.
  • Mi más sentido pésame.
  • Jajajaja… ya vete, antes de que llegue.
  • Si, si… hablare con Esteban hoy.
  • ¿si? Por fin te animaste a terminarlo.
  • Si. Es lo mejor que puedo hacer.
  • Lo intentaras con Alejandra ¿verdad?
  • ¡Estas loca! Ella ni siquiera sabe que existo de esa manera. Para ella solo soy una amiga y además, ella no gusta de las mujeres.
  • Pero podría gustarles… siempre hay opciones.
  • No se… creo que con ella no las tengo.
  • Insinúale algo y sabrás si gusta o no de la mujeres.
  • Y si siempre, es no.
  • Entonces estaré de acuerdo en que busques por otro lado y la olvides.
  • ¿Tú crees?
  • Estoy segura. El amor es de a dos. No de a uno… solo el sexo es así.
  • Jajaja, ¡no inventes!
  • Jajaja…vete ya que oigo unos tacos.
  • Aggg, aquí viene "Cruela"….nos vemos mañana, chao.
  • Jajaja…chao, preciosa.

Son las 5:10. Caminare a la casa… así me despejo y aclaro mis ideas. Tengo que estar tranquila si quiero llegar a un consenso sano con Esteban. El tiene que entender mis razones y aceptar que aunque no hay alguien mas, cosa que no es del todo cierto, ya no siento lo mismo. Seguir sin sentir amor es un error.

  • ¿Dónde va usted?
  • A mi casa ¿Por qué?
  • Porque su horario de trabajo termina a las 8.
  • Se equivoca… señora. Yo salgo a las 5, porque no salgo a almorzar como usted y los demás, me quedo aquí.
  • Nadie me informo eso.
  • No se preocupes, es su primer día aquí
  • ¿Qué insinúa, señorita?
  • Solo eso. Es su primer día y puede que no le haya informado todo, Don Panchito.
  • Esta bien. Puedes irse.
  • ¡Obvio que puedo! Hasta mañana.

Esta mujer me sabe ponerme de mal humor. Seguro mañana me regañara por dejarla hablando sola. Le gusta mandar y hacer el papel de jefa, pero conmigo no podrá. Me reiré todo lo que quiera… me da igual si no le gusta. Se tendrá que acostumbrar… ¡es ella la recién llegada! Seguro habría pretendido que me quedara en el Laboratorio hasta la 8 si aun hubiera estado en uniforme.

  • ¡Hola, linda!
  • ¡ Ale! ¿Qué haces aquí? Dije sorprendida al verla.
  • Vine por ti para comer ¿Quieres?
  • ¡Obvio, que quiero!
  • ¡Genial! Súbete que vamos al supermercado y te preparo algo en la casa.
  • ¡Mish! Estas de muy buen humor hoy. Comente al subirme al auto.
  • Si. Me fue muy bien en la presentación y me apetece festejar de alguna manera, contigo. Dice sonriente, antes de poner en marcha el auto.
  • ¡Felicidades, preciosa!
  • ¡Gracias, linda!
  • De nada… entonces ¿Qué comeremos?
  • ¿Qué te apetece?
  • Lo que tú hagas me parece bien, sabes que me gusta… tu comida. Digo, esquivando su mirada.
  • Si, lo se. A mi me gusta cuando me llamas preciosa. Lo dice sonriéndose.
  • ¿Si? Le pregunto y me volteo a mirarla a los ojos.
  • Si…bueno, se siente bien que reconozcan mi belleza. Responde apenada.
  • Jajaja…bien.
  • Si .Ya llegamos.
  • Vamos, entonces.
  • Te sigo.

¿Es idea mía o esta algo nerviosa? Quizás solo sea mi imaginación, que ve cosas donde no las hay, pero es que… se sonrojo al admitir que le gusta que la llame preciosa. Aunque, esta el echo de que ella es tímida en ese aspecto, una mirada puede ponerla nerviosa hasta el punto de cometer torpeza. Es demasiado nerviosa, pero me intriga su comentario. Nunca antes me dijo nada y yo la llamo así desde siempre.

  • ¿Pasta? Me pregunta mostrándome el producto.
  • Mmm.... ¿Te apetece a ti?
  • No. Me responde más por mí que por ella.
  • Jajaja… ¿Arroz primavera?
  • Siii…eso si se me apetece.
  • ¡Genial! Entonces comemos arroz con lo que quieras ¿va?
  • Va, amor.
  • ¿Amor? Le pregunto curiosa. Porque ese "amor" me movió mas que el piso.
  • Lo siento, es solo de cariño… ¿Te molesta? Dice retractándose.
  • No ¡Claro que no!
  • Bien, ¿Te parece bien con pollo? Pregunta cambiando el tema.
  • Si, esta bien. Digo resignada.
  • Bien, ¿Quieres algo más?
  • No, preciosa.
  • Vamos a cancelar entonces.
  • Si quieres yo pago mientras tú vas por el auto. Yo te espero a la salida.
  • Me parece bien. Dice y la miro girarse en dirección contraria.

Por un momento pensé que lo decía en serio. Es increíble como es que esta mujer me domina los sentimientos. Dependo totalmente de ella emocionalmente y no debería, sentirme así al escuchar esa frase. Aunque se retractara, no debería. Pero es más fuerte que yo este amor. El corazón aun me cabalga en el pecho, ni caso le hice a la cajera al pagar las cosas y ahora, estoy parada aquí esperando por ella… deseando con todo que esto sea cotidiano para tenerla cerca mas tiempo.

  • ¡Alicia!
  • Si, si…perdón. Me distraje.
  • ¿Estas bien?
  • Si.
  • Estas callada. Me respondes con monosílabos.
  • ¡Ohh! Perdóname… no es mi intención.
  • No te preocupes. Solo que me parece que
  • ¿Qué?
  • Es por llamarte "amor" ¿verdad? Digo, después de eso te quedaste pensativa. Me pregunta entre seria y apenada.
  • Noooo…para nada.
  • ¿Me lo juras?
  • Te lo prometo. Jurar es pecado, bonita.
  • Jajaja… gracias.
  • No tienes porque. Le digo sonriéndole para calmar su duda.
  • Por eso mismo.
  • Jajaja… te a… Comencé a decir y me pare en seco.
  • ¿Cómo?
  • Nada, nada
  • ¿Serio? Me pregunta curiosa.
  • En serio… no es nada.
  • Bien, estamos por llegar.
  • ¡Genial! Necesito darme un baño y relajarme.
  • ¡Yo también! Mientras tu te bañas yo preparo el almuerzo… ya llegamos.
  • ¡Bien! No me demorare mucho ¿va?
  • Va. Bájate mientras me estaciono.
  • Ok, yo llevo las cosas entre tanto.
  • Bien, te veo dentro.

Las llaves… ¡Joder! Se me quedaron en el casillero de la clínica. No quise traerme el bolso, mis documentos los tengo acá y además mi nueva jefa iba llegando, por lo que quedarme as tiempo ahí significaría otra discusión con ella. En fin… esperare a Ale y entramos juntas… Esteban llegara tarde, así que tengo unas horas para descansar antes de hablar con el, lo cual… es muy reconfortante. Hoy ha sido un día pesadísimo. La nueva jefa, mi pequeña discusión con Esteban por la mañana y Ale, que me confunde cada vez más… ¡Joder! Y recién es Lunes.

  • Alicia ¿Qué haces parada aquí?
  • Se me quedaron las llaves en la clínica.
  • Jajaja… bueno, entremos. Yo abro.
  • Si.
  • ¿Hablaras con mi hermano por la noche?
  • Si, dijo que… ¡Esteban! Comencé diciendo al abrirse la puerta y ver a Esteban.
  • ¡Alicia! ¿Qué haces aquí? Me dice Esteban descolocado.

No pude ni contestar. La escena en si, era perturbadora… nunca me imagine que el pudiera hacer eso y menos a mi. Debo reconocer que me lastima verlo así, semi- desnudo con esa mujer, cuya existencia en su vida, desconocía. Al parecer estaban en lo mejor y yo les vine a interrumpir. Me sentía pasmada, quería gritarle, pero la vos no me salía. Quise moverme y fue inútil, solo logre quitar mis ojos de el, teniendo sexo con aquella mujer. Fue Alejandra la que dijo cosas que no escuche, solo la vi mover los labios… vi como Esteban comenzó a vestirse al igual que la mujer esa y, para cuando estuvo cubierto con su ropa se acerco a mi

¡No te acerques más! Vete de mi casa ahora mismo. No vuelvas por tus cosas, tu hermana puede llevártelas. Ali, mi amor… esto no es nada. * Ya no tienes derecho a llamarme así. * Yo solo * Tú ya no eres nada mío, Esteban. * Alicia, déjame explicarte. * Ya se lo que me dirás. No es tu culpa, sino la mía, por no acceder a tus necesidades de tener sexo todos los días por estar distante y, puede que tengas razón, pero eso no te da el derecho. * . * No tenemos nada más que decirnos. Espero no verte más... * ¡Pero Alicia! * Adiós Esteban. Cierra la puerta por fuera. Lo mismo te digo a ti… así como llegaron pueden salir de aquí. * Alicia escúchame por favor * ¡Adiós Esteban! * ¡No te quiero decir adiós! * Esteban, por favor…solo vete de aquí ¿quieres? Acepta los hechos, no tienes nada que explicar. Me engañaste, en mi propia casa… me fallaste. Te pensé otro tipo de persona y ya vez… se termino. Tú y yo, no somos nada desde hace 30 minutos. * Esta bien. Adiós. Termina diciendo resignado.

No siquiera me voltee a míralo. La mujer salio antes que el, solo tomo sus cosas y se fue minutos antes. Camine a mi cuarto por inercia, pero al abrir la puerta no puede entrar y me di media vuelta para mirar a Alejandra, que aun estaba parada a unos metros de mi… me miro con tristeza, después de todo ese que salio de aquí era su hermano. Para ella era un héroe, por todo lo que la ha ayudado y por que para ambas el era un hombre bueno en esencia.

Camino hacia mí los pocos metros y me abrazo. Solo eso, rodear sus brazos por mi cuello y dejar descansar su cabeza en mi hombro izquierdo con delicadeza. Sentí su respiración y por esos minutos que la tuve así, me olvide de lo que había visto minutos antes.

  • Estarás bien, ya veras.
  • Lo se, pero necesito recostarme un poco.
  • Puedes hacerlo en mi cuarto.
  • ¡Gracias!
  • Ve… yo preparare la comida por si nos da hambre mas tarde.
  • Ok.
  • Duerme un poco… te hará bien.

La escena de Esteban y esa mujer, en el sillón. El detrás de ella….Aggg, no se me va a olvidar mas. No me puedo creer lo que acaba de pasar… yo que venia dispuesta a relajarme, disfrutar de la compañía de Ale por unas horas para después estar tranquila al terminar con el me vengo a encontrar con el de esa manera. No me imagine que me esperaba ese panorama y, debo de reconocer que me dolió su engaño, me sentí traicionada. No porque le amara sino por orgullo propio, tengo que suponer. En fin, ya esta echo. El salio de mi vida, no como yo hubiera querido, pero salio

Me daré un baño antes de dormir un poco. Necesito no pensar en nada, porque de lo contrario caeré en depresión y eso no es nada bueno en estos momentos. ¡¡Dios!!! Necesito algo que no puedo tener. La necesito a ella como ni yo me imagine que podía sentir. Porque no puedo omitir que el que mi novio me haya echo eso, no me la quita los pensamientos

¡¡Alejandra!! Casi le grite al verla mirándome. ¡Perdóname! No se porque… intenta disculparse. * Esta bien, no te preocupes, tampoco es tan grave que me veas desnuda. Le digo tapándome con una talla. * Lo se, pero es que… comienza sin terminar la frase. * ¿Qué? * No te había visto desnuda antes. * Jajaja…no te pongas así, preciosa. No pasa nada. Dije intentando tranquilizarme. * Lo se, pero igual. Lo siento. * Ya… tranquila. Me daré un baño en tu baño…valga la redundancia, jajaja. * Te dejo entonces. Yo solo quería saber si estabas bien. * Lo estoy, no te preocupes… ya salgo. * Te espero, entonces. Quiero contarte algo. * Bueno. No me demorare. * Estaré en la cocina. * Ok.