Tu ausencia
El frio por la ausencia de la mujer que se ama.
Noche fría de invierno, gotas de agua fría, bañan el vidrio de la ventana.
La nostalgia invade mi alma, por tu ausencia.
Mi alma, mi cuerpo, te extrañan, cada centímetro de mi cuerpo anhela el roce de tu piel, mis manos aun tienen la memoria de tus delicadas líneas del trazo fino y delicado de tu cuerpo perfecto. Los dedos aun sienten la calidez de tu piel, mi boca conserva aun el sabor dulce de tus labios, la textura suave de tus pezones rosados y la delicadeza de tu pequeño dulce de placer.
La nostalgia me llena al recordar esos momentos de unión, de la fusión de nuestra alma y nuestro cuerpo, cuando nos entregábamos sin reproche. Esos días, esas noches, en que ambos visitamos el cielo de placer.
Cada célula de mi cuerpo guarda memoria de tu piel, de tu cuerpo temblando de delirio por el calor de la pasión.
El recuerdo, la cama, el baño, cada sitio aun impregnado de tu aroma, me excitan y hace arder el deseo y pasión en mi cuerpo, anhelo sentir como exploro cada sitio de tu ser, como se abre tu entrada del túnel de tu amor, aprisionándome, el roce de cada pared de su interior, hasta explotar como volcán en erupción. Así como cuando me dabas entrada en ese delicado lugar de estrechez única y deliciosa.
La nostalgia de tu ausencia, congela mi corazón, mi alma se enfría, mi cuerpo tiembla de frió, solo tu calor, derretirá ese témpano frió que me deja tu ausencia. Con la esperanza de tu pronto regreso al lecho, a la habitación