Tu amiga Julia y los padres de otras dos amigas

Cuando una chica "sueña" con sus amigas teniendo sexo con maduros.

Tu amiga Julia y los padres de otras dos amigas.

Esta historia la escribió la amiga con la que me mando historias sobre sus allegados y la mando con su permiso. Así es como le gusta imaginarse a sus amigas. Os acordais de Alicia? O mejor dicho de su padre?

Era un sábado, y yo, aunque parezca extraño, no salí. Para variar estas, es decir, mis amigas, estuvieron bebiendo de más, y estaban todas bastante bebidas. Estuvieron de fiesta por la zona, en un bar y en otro, tonteando con los tíos, vacilando y esas cosas. Pero a Julia, parecía que ninguno la hacia caso. Acabaron en la Discoteca, todas desmadradas, y Julia, se sentó en los sofás, porque estaba un poco así como triste.

Estaba Julia sola, tomando algo, cuando se le acercó por detrás un señor, de unos 45 años, alto, moreno, con una buena planta, y la preguntó que haber que hacía ella sola. Cuando se dio la vuelta cual fue la sorpresa que quien la hablaba era el padre de Lola. Julia sorprendida dejó la copa, porque pensaba que la diría algo, pero este la tranquilizó y la dijo que no pasaba nada. Ya mas tranquila, le contó un poco por encima lo que la había pasado, y el padre

de Lola la dijo que no se preocupase que eso era una tontería, que se levantase y bailara con el. Un poco avergonzada, se inclinó, y el padre se quedo asombrado al ver el escote que Julia lucía. Julia estaba apurada por si

se enteraba el padre de Lola de cómo estaba esta, y de lo que podría pensar si los veía bailando, pero poco a poco se fue animando y ya no pensaba en nada de eso.

Julia había bebido bastante y de repente se empezó a encontrar un poco mareada y el padre de Lola la llevó fuera para que tomase un poco el aire. Se

fueron alejando dando un paseo, hasta llegar al parque, allí se sentaron en un banco, y Julia se puso a contarle porque estaba triste y demás, diciéndole que ningún chico la miraba, que solo se fijaban en las demás y ya llorando el padre de Lola, la dijo k no pasaba nada, que era muy guapa, que no entendía como los chicos no la miraban, con ese cuerpo, con esas… Se corto y no dijo nada, pero se refería a sus tetas. Mientras la consolaba, con la tontería de los abrazos y los besitos, la puso la mano en el culo, cada vez la daba los besos más cerca de los labios, y claro los dos son humanos.

Empezaron a besarse, y el poco a poco fue subiendo la mano del culo, al muslo, cada vez mas arriba, y la empezó a tocar por encima del pantalón. Julia no decía nada, solo le seguía, estaba muy a gusto, por fin alguien esa noche se fijaba en ella, y la daba igual quien fuese. La cosa comenzó a subir de tono, y el padre de Lola, se soltó el pantalón, y mientras la metía la mano por la camiseta la mando que se la chupase, y así vería como se le había puesto. Julia sin poner impedimentos empezó a chapársela, y en poco tiempo, éste se corrió en su boca. Julia estaba asombrada de tanta rapidez, y solo se la ocurrió decirle que hacía cuanto que no se la chupaba su mujer. El padre de Lola tenia a una amiga de su hija solo para el, caliente y borracha, así que no podía perder esa oportunidad.

El siguió tocándola las tetas, pero la mando soltarse el pantalón, porque quería saber como tenía el coño, así que ella sin rechistar le hizo casó y el padre metió su mano hasta comprobar que estaba empapada. La empezó a meter un dedo, y viendo la cara de satisfacción que Julia ponía la metió otros dos, haber como la sentaban.

Después de unos instantes con sus dedos dentro de aquel joven coñito, la mando sentarse encima suyo y empezó a follársela al mismo tiempo que la preguntaba si alguna vez se la habían metido por el culo. A lo que Julia respondió que no. El padre de Lola la mandó levantarse y sentarse encima suyo pero de espaldas, y poco a poco, con cuidado se la empezó a meter por el culo.

Al principio ella gritaba, porque la dolía, pero esto no duró más que un instante, hasta que se dio cuenta d e lo que la gustaba y comenzó a gritar de placer. Se corrió por primera vez con el padre de una amiga suya y metiéndosela por el culo. Al haberse corrido ella, la quito de encima y puso su polla entre sus enormes tetas, para poder correrse en un instante en ellas.

Al terminar, Julia fue recuperándose poco a poco hasta que se dio cuenta de lo que había echo y con quien .Le pidió al padre de Lola que la acompañase a la discoteca porque éstas debían de estar preocupadas, pero el padre la dijo que no tan deprisa, que había llamado a un colega para que la conociese. Julia empezó a preocuparse e insistió en que tenía que volver, pero el padre de Lola no la dejaba irse. A lo lejos veía venir ya a su amigo, y a Julia cuanto más se acercaba mas conocido le resultaba. Como no le iba a conocer, si era el padre de Alicia.

El padre de Alicia al llegar y verla con la camiseta mal puesta, el pantalón sin atar, y esa cara de guarra, le preguntó al de Lola que haber que la había hecho, que si la había obligado, y le contestó que no, que ella se había dejado como cualquier guarra de esa edad, que el que iba a tener que obligarla era él, porque se quería ir. El padre de Alicia le miró asustado, pero poco a poco la idea le fue gustando, eso tener una amiga de su hija para follársela y hacerla lo que el quisiera. Y encima teniendo que obligarla, casi era como una violación, pero estaba respaldado por el padre de Lola, así que se aprovecho todo lo que quiso y mas.

Empezó comiéndola esas tetas que parecía que se la iban a salir de la camiseta, fue bajando poco a poco mientras Julia solo gritaba e intentaba quitarle, pero no se daba cuenta de que estaba también el padre de Lola, y no iba a conseguir irse, pero a ella la idea de que la estuviesen "violando" parecía que la empezaba a gustar, además así tendría una historia para contar. Así que estuvo intentando escapar, durante todo el tiempo que el padre de Alicia la estuvo sobando, insultando y follando como a una puta, para llegar a correrse cuando éste se la follaba. Pero si era una guarra , no

podía irse con la cara tan limpia, así que la mandó chapársela para poder correrse en su cara.

Ya, al terminar, la mal vistieron y la mandaron a la Discoteca, y que no dijese nada de lo que había pasado a ninguna de éstas, porque sino el próximo día sería peor.