Truenos desenfrenados
Esta historia comienza un día en el que fui a casa de mi novio, con el que llevaba un tiempo ya, ambas aun éramos vírgenes, y ya habíamos decidido esperar para tener relaciones O esa fue la idea hasta que
Bueno antes de empezar quiero describirnos un poco a ambos, yo era delgada, mido aproximadamente 1,62 tenía senos pequeños y un trasero bastante bueno en mi opinión, soy extremadamente blanca y tengo un cabello negro azabache. Mi novio mide alrededor de 1,75. Es delgado, bastante oscuro de piel, tenía cabello negro y liso y un cuerpo bien marcado. En aquel entonces teníamos como 18 o 19 años.
Esta historia comienza un día en el que fui a casa de mi novio, con el que llevaba un tiempo ya, ambas aun éramos vírgenes, y ya habíamos decidido esperar para tener relaciones … O esa fue la idea hasta que…
Un día fui a visitar a mi novio a su casa, estábamos con su familia, pues acostumbraba a visitarlo los fines de semana para almorzar con él y su familia, pero después sus papás se tuvieron que ir. Cosa que fue bastante rara porque no acostumbraban a dejarnos solos.
Quedando, comenzó a llover muy fuerte, la lluvia era torrencial, sus padres llamaron diciendo que tardarían ya que la lluvia causo algunos derrumbes en la vía, así que mi novio me sugirió ir a su cuarto a ver tv, estuvimos un rato así. Cuando comienza a tronar y él le tenía bastante fobia a los truenos y me abraza, yo comienzo a acaricia su cabello y de repente se va la luz, me levanté rápido del susto y me tropecé, cayendo encima de él... Nos comenzamos y a reír y luego nos acercamos para basarnos, nos comenzamos a besar lentamente, luego nuestros besos se volvieron más apasionados y nuestras lenguas comenzaron a rozarse más y nuestra respiración se aceleró
Empecé recorrer su cuello a besarlo y morderlo... Comencé a besar toda su cara. Metí mis manos por debajo de su camisa y comencé a acariciar su abdomen, que siempre me había gustado mucho, le pedí que se despojará de su camisa y el accedió pero sólo sí yo me quitaba la mía... Me dio vergüenza así que sólo le quite la suya y lo seguí acariciando y besando su cara, luego bajé a su cuello, el cual mordí y lamí, bajé más y pasé mi lengua y mis dientes por su pecho.
En ese momento él vino y me puso debajo de él y comenzó a besar, morder y lamer mi cuello y el inicio de mis senos, aún trataba de quitarme la camisa pero yo aún me negaba, sin embargo en un arranque me la quite y él entre fascinado y sorprendido siguió lamiendo mis senos, yo lo ateje así mis labios y lo besé salvajemente. Acaricie su pecho y su espalda con mis uñas. Hasta llegar a su correa Traté de quitársela pero por mis nervios y la excitación del momento no pude, así que tomé sus manos y las puse en mis pechos que aún tenía dentro del brasier, el llevó sus manos a mi espalda, buscando el broche, que quitó con algo de dificultad, quitó mi brasier por completo, quedando un momento mirándolos cómo hipnotizado, los acarició lentamente, mi pulso se aceleró, aunque estaba algo tensa. Acercó su boca a mis senos y empezó a recorrerlos con la lengua, los moría y chupaba, en ese momento un gemido salió de mis labios y comencé a disfrutarlo, mientras él se comía mis senos, yo arañaba su espalda
Nuestros cuerpos estaban brillantes del calor y la excitación del momento. Su boca dejó mis senos y me beso, recorriendo con su lengua todos los rincones de mi boca, mientras nos besábamos, mi mano bajó lentamente hasta su miembro que acaricié sobre el pantalón, en ese momento muy ansioso se quitó su pantalón quedando en bóxer, tomó mi mano y la puso en su entrepiernas de nuevo, lo seguí acariciando muy tímidamente, pues nunca lo había hecho, sentía mi cara roja, no se sí por la vergüenza o la excitación. Él se fijó que aún tenía mis pantalones y así que me dejó en la cama y comenzó a besar desde mi cuello hasta mi abdomen bajó, bajó mis pantalones lentamente, hasta que decidió bajármelos de un tirón, dejándome sólo en mis braguitas blancas. Comenzó a besarme de abajo hacia arriba mordiendo y lamiendo suavemente mis piernas, hasta llegar a mis bragas, y me acarició con sus dedos Sobre ella, los dos brindamos por los nervios, las quitó completamente, se alejó un poco de mi cuerpo y me observó, me dio mucha vergüenza, así que intenté tapar mi cuerpo. Pero en seguida se acerco y me tomó por las muñecas y susurro en mi oído "no te tapes, eres hermosa". Con mis nervios y excitación a mil, comencé a quitar su bóxer negro, puse mis manos en su miembro y comencé a masturbarlo, aunque no sabía muy bien sí lo estaba haciendo correctamente, pero por sus gemidos roncos creo que sí, cambié de posición y me puse sobre él, me senté en su pelvis y comencé a rozar nuestros sexos, sólo de forma superficial. Los dos gemíamos y jadeábamos sin parar sus manos fueron a mis senos los cuales comenzó a pellizcar y acariciar, una de sus manos viajó hasta mi clítoris, que comenzó a frotar, haciendo que gimiera aún más fuerte, le dije al oído que estaba lista para el siguiente paso. Me volvió a poner debajo de él. Me besó, se levantó y tomó un condón. Trato de ponérselo y con los nervios se le cayó, me reí de él, tomé su miembro y se lo puse correctamente. Lo atraje a mí y nos volvimos a besar, se apartó un poco de mí, me vio a los ojos y mientras me volvió a besar fue penetrándome lentamente, debido a que era virgen, me dolió un poco pero el placer se volvió más fuerte que el dolor, sus penetraciones se hicieron más rápidas y comenzamos a gemir, yo clavaba mis uñas en su espalda, nuestros movimientos se hicieron más apasionados y con último beso salvaje, llegamos juntos al Orgasmo.
Estábamos sudados, cansados, pero sobretodo satisfechos. Él salió de mí y botó el condón. Volvió a la cama conmigo, me dio un tierno beso en la boca y una en la frente. Me hizo recostarme de él y así dormimos toda la noche.