Troya (1)

El príncipe Héctor, ensarta su pollón en el culito de su hermano Paris...

TROYA

Los príncipes troyanos, Héctor y Paris, habían sido invitados por Agamenón a un festín, para celebrar la paz.

Pero Paris, el pequeño de los príncipes era un playboy de la época y siempre conseguía lo que quería. En éste caso se enamoró de Helena, la esposa de Menelao, hermano de Agamenón. Mientras todos festejaban, Paris hizo suya a Helena y le dijo que tenía que ser para él, pues era la mujer mas bella de Grecia.

Así que sin consultar a su hermano se llevó a Helena escondida en el barco.

P: - Hermano, te he de confesar algo

H: - Sí, ya te ví con la esposa de Menelao, tu no cambias, pero has de tener mas cuidado

P: - Pero es que hay mas

H: - ¿Qué has hecho ésta vez?

P: - Me la he traído conmigo

H: - ¡¿Qué?!- gritó Héctor.

P: - Verás

H: - Verás nada…ahora mismo damos media vuelta.

P: - Pues me quedaré con ella

H: - ¿te has vuelto loco?

P: - La quiero.

H: - como a todas las otras

P: - no, ésta vez es distinto, házlo por mi, por favor

H: - esto desencadenará una guerra

P: - gracias hermano, te debo la vida. Cuando necesites algo, lo que sea, no dudes en pedírmelo

Llegaron a Troya y fueron recibidos como lo que eran, príncipes.

Se reunieron con sus padres, la esposa de Héctor, el hijo de éste, en fin… la familia.

Pasaron la noche y al amanecer, un ejército llegaba a Troya para recuperar a Helena.

Salieron los príncipes, escoltados por sus tropas para hablar con Agamenón y Menelao.

Menelao retó a Paris para luchar por Helena. Héctor era un guerrero nato, el orgullo de Troya, sin embargo Paris era como un efebo, nunca había luchado y se dedicaba a hacer lo que quería en cada momento.

Empezó la pelea y Menelao casi mata a Paris, pero éste salió corriendo en busca de su hermano mayor, su protector. Y le suplicó que lo ayudara, que no quería morir. Éste lo ayudó y mató a Menelao, ante la mirada de Agamenón, y se llevó a su hermano.

Ganaron esa batalla los troyanos, gracias a la muralla.

En la noche, todos se despidieron de sus mujeres e hijos, por si morían en la guerra. Paris se folló varias veces a Helena.

Héctor discutió con su esposa, ya que ella no quería que él fuera a luchar.

Andrómaca, amaba a Héctor porque era un hombre bueno, que respetaba la familia, el amor y su patria. Sin olvidar que era un amante espléndido armado con un pene descomunal.

Andrómaca, amaba a Héctor porque era un hombre bueno, que respetaba la familia, el amor y s patria. Sin olvidar que era un amante espléndido armado con un pene descomunal.

Más tarde, Paris decidió ir a dar las gracias a su hermano por todo lo que había hecho por él.

P: - ¿puedo pasar?

Paris puso su pose de niño bueno,( esa que a los tíos nos hace que se nos ponga dura al instante…o almenos a mí…)

H: - ¿quién te lo impide? – dijo Héctor enfadado.

P: - ¿sigues enfadado?

H: - primero nos metes en guerra por un capricho, y ahora como mañana voy a luchar, mi mujer se ha enfadado y no se ha querido acostar conmigo, y ando recaliente… además podría ser mi último día, y no quiero irme sin descargar

P: - Vaya, lo siento… ¿quieres que llame a alguna de las esclavas?

H: - No, no he engañado nunca a mi esposa, no lo voy a hacer ahora

P: - Si lo hicieras con algún efebo, no sería traición

H: - yo nunca he estado con un efebo

P: - pues te los recomiendo… la chupan mucho mejor que las mujeres, ya que disfrutan con ello, y penetrar un culito es… delicioso…y más si es virgen

H: - a mi nunca me la han chupado

P: - el problema es que ahora para encontrar un efebo, con el alboroto de la guerra

H: - hazlo tú.

P: - ¿cómo? A mi me gusta dar, no recibir

H: - ¿lo has probado?

P: - no, pero

H: - me lo debes, recuerda todo lo que he hecho por ti, desde que eras un niño de cinco años te he estado protegiendo, siendo tu cómplice, he mentido por ti, me he enfrentado a papá por ti, voy a la guerra por ti… y nunca te he pedido nada

P: - tienes razón

H: - quítate la vestimenta y vente

Paris se desnudó y vió cómo su hermano se frotaba la verga mirándolo obscenamente.

H: - Tienes un cuerpito hermoso…hermanito.

Paris se acercó a su hermano mayor y le tocó los huevos, Héctor disfrutaba viendo a su hermano hacer tal cosa.

H: - Vamos pruébala a ver como sabe

Paris pasó su lengua por el tronco del miembro erecto de su hermano y pensó que no sabía tan mal como esperaba.

P: - ¿así?

H: - si…sigue

Paris empezó a jugar con su lengua y se metió el capullo entero, empezó a succionar y a hacer una mamada como las tantas que le habían hecho a él. Pensó que si lo hacía bien y hacía que acabara, su hermano no le pediría su culo.

H: - ohh…siii…que bien lo haces

Héctor acabó y empujó la cabeza de su hermano para que se lo tragara todo.

P: - bueno…ya está, suerte mañana

H: - no he acabado…tu culo será hoy mío

P: - por favor Héctor… me dolerá

H: - seré delicado… te lo prometo

Héctor cogió a su hermano, pues era mucho mas fuerte que él, lo colocó en posición perrito. De sólo mirar el trasero de su hermanito en pompa sólo para él tuvo una erección instantánea y metió su miembro hasta el fondo de una sola embestida.

P: - Aaahhh!!! Habías de dilatarme primero… me has hecho mucho daño

H: - lo siento no lo sabía, pensaba que

Héctor se movía despacio, pero poco a poco fue acelerando el ritmo sin escuchar las súplicas de su hermano que le pedía que fuera más despacio. Héctor estaba fuera de sí, nunca pensó que hacerlo con un hombre fuera tan placentero. El rostro de Paris fue cambiando de dolor a placer y era ahora él quien controlaba la follada, apretando su culito y empujando para atrás.

H: - Ya me vengo… no aguanto

P: - dentro de mi… quiero sentir tu leche quemarme dentro

Héctor se vino dentro de su hermano, lo abrazó agradeciendo lo que había hecho por él.

H: - Muchas gracias Paris, aunque no muriera mañana, nunca te lo volveré a pedir

P: - Te lo pediré yo entonces

H: - ¿te ha gustado?

P: - mucho, cuando quieras volvemos a hacerlo

Ambos se fueron a descansar, pues les esperaba un día muy largo el día siguiente.

CONTINUARÁ