Trío, una buena opción
Por una casualidad nuestro protagonista conoce a una chica casada pero con las mismas fantasías de intercambio que él. Desgraciadamente sus parejas no parecen estar dispuestas, con lo que buscan una situación intermedia, morbosa: formar un trío con un amigo.
A Janette la conocí una vez que por error tomé la llamada de un compañero de trabajo en la oficina, ella es cliente nuestra empresa, charlamos unos minutos mientras se desocupaba el ejecutivo que la atendía, me pareció agradable y simpática por lo que me atreví a pedirle su e-mail, después mantuvimos una buena amistad por algún tiempo, de esa manera me enteré que es casada y que tiene dos hijos, coincidentemente yo también soy casado y con dos hijos y ninguno de los dos había sido infieles con nuestras respectivas parejas, con el tiempo entramos en temas sexuales y descubrimos que teníamos cierta afinidad y algunas fantasías que nuestras respectivas parejas no nos habían concedido, para esto ella estudiaba por las tardes y su escuela quedaba cerca de la oficina, así que un día fui a buscarla, esperé pacientemente a que saliera, yo sólo sabía qué auto tenía, pero no sabía cómo era ella, después de ver salir a varias chicas y una que otra gorda sólo deseaba que ella no estuviera pasada en carnes porque entonces me retiraría sin decir nada, bueno pues está de sobra decir que me llevé una agradable sorpresa ya que ella es una chica muy bella, delgada, de alrededor de 1.60 m. y cerca de 26 años, morena, senos pequeños pero bonitos y un culo hermoso con sus nalguitas paraditas que de hecho son lo mejor de su figura. Me acerqué y me presenté, estuvimos conversando por un rato y al parecer yo también le agradé, yo mido 1.77 tengo 39 años pero también cuido mucho mi aspecto físico, después de algunos días quedamos de vernos para estar juntos, así fue el comienzo de nuestra relación, sólo que, nuestras inquietudes no eran precisamente ser infieles, sino que ambos queríamos entrar al mundo swinger pero no podíamos ya que en realidad no somos pareja y eso es como un principio, así que decidimos hacer un trío con un amigo mío que trabajó hace mucho en la compañía y que yo sabía que tiene fama de ser buen amante y estar bien dotado.
Nos pusimos de acuerdo para vernos en el estacionamiento de un centro comercial, para esto mi amigo ya sabía que si no le agradaba a ella, le daríamos las gracias y hasta la vista, pero yo estaba seguro que le iba a agradar ya que él es rubio de ojos azules, cosa que les agrada mucho a las mujeres, después de conocerse nos subimos su auto y ella se subió en el asiento del copiloto, estábamos bastante nerviosos y excitados, ella no se atrevía a mirarlo directamente, al llegar al motel, me recosté en la parte trasera del auto para que no hubiera ningún problema para entrar. Ya en el cuarto, abrimos unas cervezas y empezamos a charlar, no sabíamos exactamente cómo empezar, así que le dije a Janet que bailara con Luis luego de unos minutos él trataba de acariciar su cuerpo y besarla, pero ella se resistía un poco, decía que se sentía rara, entonces le dije, a ver ven baila conmigo, comenzamos a bailar, nos empezamos a besar y entonces le hice una señal a Luis para que se uniera al baile abrazándola por atrás, ella me miró asustada y excitada al sentir el roce de dos vergas, me quité la camisa y ella me besaba el pecho mientras Luis le besaba la nuca y le acariciaba el culo y todo lo que podía, lentamente le comenzamos a quitar la ropa, ella traía un bikini de encaje negro muy sexy, entonces les dije, vamos a la cama, terminamos de desnudarnos, cuando Luis se quitó el bóxer saltó a la vista su enorme verga, la mía es de tamaño digamos regular, pero ella me decía que tenía miedo, aunque las miradas de viciosa que le daba a semejante verga demostraban lo contrario, mi amigo estaba como un tren, le arrancó su bikini y pudimos apreciar su hermosa panocha bien recorta sencillamente rica, la vi dudar un poco así que, la empecé a besar y a jugar con sus pezoncitos chupándolos y pellizcándolos, recostado hacia un lado, de manera que le dejé el campo libre a Luis que de inmediato le separó las piernas y le empezó a comer la almejita, Janet empezó a gemir y a dar unos brinquitos al sentir que le chupaban fuertemente el clítoris y toda su conchita, ella con una mano me agarró la verga y me la empezó a apretar hasta que pareció tener un orgasmo, entonces me levanté y le puse mi verga en la boca, me la chupaba con desesperación estaba calentísima, entonces le dije a Luis que se pusiera un condón, se acomodó levantándole las piernas y se la metió despacio ella me agarraba la verga y cerraba los ojos disfrutando la vergota que le estaban metiendo, entonces Luis comenzó a cogerla con fuerza en un mete y saca salvaje, Janet entrelazó sus piernas en la cintura de Luis y mientras se la comía toda me la pajeaba, así duraron unos minutos hasta que comenzaron a moverse frenéticamente, y de varias fuertes estocadas se vino Luis, cansado se hizo a un lado, yo me puse un condón y penetré lentamente a Janet cogiéndomela suavemente, a un ritmo más acompasado, mientras le decía al oído, qué rica panochita tienes mamacita, calentita, mojadita, ella me daba apretoncitos con su panochita, así estuvimos cogiendo un rato hasta que no aguanté y me vine, mientras Luis nos observaba, descansamos unos minutos bebiendo una cerveza, pero Luis viendo lo rica que estaba Janet se calentó otra vez se agarraba la verga y acariciaba a Janet, inmediatamente se encendieron y envueltos en caricias comenzaron a coger, entonces Janet se montó encima de Luis comenzó a cabalgar, ella se veía delirante con sus mejillas encendidas, estaba gozando como loca, viendo cómo se la comía toda y el movimiento de esas nalgas me puso cachondo y me subí por detrás de ella, mientras ella le brincaba encima empecé a frotar mi verga en su apretado culito, ella gemía y disfrutaba cabalgando con fuerza y sentía mi verga empujar en su culito, Luis se rindió ante tan rica cogida y con la mirada perdida mientras ella dominaba los movimientos, yo trataba de llevarles el ritmo, en un movimiento que ella hizo le entró la cabeza en el culo, se sentía rico y apretadito, ella me gritaba nooooo, noooooooo y trataba de alcanzarme, pero con esos movimientos se empezó a venir, Luis se apuró a terminar con ella y yo al sentir las contracciones de ellos saqué mi verga de su culito y le empecé a llenar de leche sus hermosas nalgas ahhhh, qué rico, con dos o tres espasmos quedamos rendidos.
Después de nos metimos a la ducha, aunque sólo nos acariciamos un poco quedamos satisfechos, ahora tenemos algún tiempo que no nos hemos podido ver por razones obvias, pero ya estamos pensando qué hacer para nuestra proxima cita.
Hasta luego...