Trío sin mi marido VI

Como me follan dos hombres en un restaurante mientras mi marido mira

Hola a tod@s, soy Sonia de nuevo, después de que en mi última experiencia descubriera mi faceta dominante y le pusiera por primera vez los cuernos por decirlo de alguna manera a mi querido marido os explicaré cómo hice por primera vez un trio con dos hombres de los cuales ninguno era mi marido. Como siempre os recomiendo leer mis anteriores relatos que están enumerados para que veáis todas mis andaduras y descubrimientos sexuales.

Después de hacer los cuernos a mi marido, tengo que reconocer que lejos de sentirme culpable, me sentía la mar de satisfecha y orgullosa, también es cierto porque no eran unos cuernos típicos, sino que yo sabía que tenía absoluta libertad de hacer lo que quiera. Como ya os he comentado alguna vez, para nosotros una cosa es nuestro amor y nuestra relación, en la que somos una pareja normal y la otra es la vida sexual en la que somos muy morbosos y no tenemos tabus. Pero el hecho de que esa vez fuera yo la que llevara la voz cantante y tomara la iniciativa despertó en mí una  faceta completamente nueva, me sentía más viciosa, más orgullos y con mucha más seguridad y menos prejuicios aún si cabe. Y no solo eso sino que había despertado en Pedro el fuego interior que últimamente estaba apagado, se sentía orgulloso de que fuera yo la que mandara, la que pidiera, la que le sorprendiera, le encantaba cuando era un putita, su putita, porque aunque follara con otro sino es por el jamas habria hecho y disfrutado de todas estas experiencias.

Después de esos cuernos, no solo Pedro logró evadirse del trabajo y preocuparse más por mi, ya que me tenía desatendida, sino que ademas de hacer el amor con la frecuencia que lo haciamos, tambien teníamos sexo lleno de morbo.

Una noche  estábamos de cena romántica en un pequeño restaurante de barcelona y cuando digo pequeño es muy pequeño, tan solo hay un par de camareros y una sala con unas 8 mesas, y bueno entre copa y copa de vino nos pusimos cachondos. Pedro me masturbaba por debajo del mantel, su mano recorría mi sexo sin problema, la falda que llevaba facilitaba mucho la faena, y así antes de llegar  a los postres me corrí en sus dedos, los cuales se metio en la boca antes de dar un trago de vino.

Que bien me sentía, como en los viejos tiempos, me daba igual que algún comensal o trabajador nos pudiera ver.

De repente le dije a Pedro -Ves al wc y esperáme con la pollla fuera que quiero mi prepostre. A Pedro se le iluminó la cara, supongo que después de tantos años en lo que él había sido el dominante, el que había propuesto y "arrastrado" de mi, que fuera yo ahora la que tomara la iniciativa le ponía mucho. En menos de 10 segundos vi como ya entraba en el wc con un bulto considerable en la entrepierna, en seguida me levanté y fui detrás. Pedro estaba en el lavabo apoyado delante del cristal y con el rabo fuera, nada más entrar me arrodillé y me la metí entera en la boca, chupaba como una posesa. Después de unos segundos la puerta del wc se abrió, era uno de los camareros, Pedro extrañamente se puso rojo, yo sin soltar su polla le dije al camarero -Vienes? el tío no se lo pensó dos veces, después de hacernos esperar unos segundo para poner un cartel de fuera de servicio en la puerta cerró y vino. Sin soltar la polla de Pedro cuando se acercó lo besé y le agarre el paquete por fuera, el cual ya tenía un buen tamaño. le saque la polla y dios me moje nada más sacarla, que bonita, una polla de unos 18 19 cm pero muy gorda y rosadita, no pude evitar meterla en la boca de inmediato y empeze a chupar las dos, notaba como ese trozo gordo de carne se ponía duro, le pedí a pedro que se sentara en el wc y me diera un condon, cuando me lo dí me levanta la falda y le pedí al camarero que me follara rápido. Y así con sentado en el wc, yo con la falda remangada por la cintura, el camarero se enfundó el condon y me la metió de un golpe, y agarrándome fuerte las cadera empezó un metesaca frenético, yo pedía que me follara mas y Pedro se le salían los ojos de las órbitas, nunca me había visto pedirle a otro que me follara con tanta seguridad, Esto hizo que no aguantara más y me llenara la boca con su leche, y después se quedará embelesado como el camarero me daba hasta en el carnet de identidad con su rabo, después de unos segundos tambien se corrio, fueron pocos minutos pero llenos de morbo y me sentía imparable.

Después de adecentarnos nos fuimos a nuestra mesa y Pedro me decía que estaba muy sorprendido conmigo, que jamás se había esperado esto de mi, y le dije que esto no había hecho más que empezar que me encantaba hacer estas locuras y disfrutar de mi cuerpo. A esas que llegó el camarero con los postres y una sonrisa en la cara, y nos dijo el cocinero que es el jefe dice que le encantaría sumarse a la fiesta, que si eres bastante putita puedes esperar a que cerremos y que nos invita a cenar, para que juguemos los 4

Pedro no dijo nada, porque ya vió en mis ojos una lujuria nunca vista en mi y conteste -Dile al cocinero que no soy una putita cualquiera, y mucho menos para vosotros, soy la puta de mi marido, y si nos quedaremos, pero que solo íbamos a jugar 3, que mi querido esposo va a disfrutar en primera persona de como folla su mujer, así que espero que deis la talla y me dejéis muy satisfecha.

Después de que se fuera Pedro me dijo -Cielo esto no lo habría imaginado ni en mis mejores fantasías, me encanta que seas mi mujer, la madre de nuestros hijos, me encanta que seas mi puta, pero todavía me encanta más que seas una persona tan seguro y dispuesta a disfrutar de tu cuerpo. Te quiero mi amor, por ti cualquier cosa cielo. -Seguro? conteste yo con una risa viciosilla,. -por supuesto contestó, a lo que dije -ya veremos, quedándose pedro descolocado.

Después de que se fueran todos los comensales, el jefe le dijo a los pinches y al otro camarero que se podían ir que recogerían ellos, que se iban a quedar con unos amigos un rato charlando.

Nos sirvieron unos gintonics y se sentaron con nosotros, y el jefe dijo -me han dicho que lo habeis pasado muy bien en el wc Cogí mi copa me levanté y dije -espero que lo pasemos mejor ahora, y dando un sorbo en empecé a bailar a moverme sugerentemente, sentada de espaldas al camarero y restregando mi culo en su paquete mientras miraba al jefa y me metia un dedo en la boca, después me fui hacia él me puse encima suyo abriendo las piernas y restregando mi coño en su polla, parecía que el pantalón le iba a reventar. Me volví a poner de pie, me fui desnudando y me quedé en tanga y sujetador, me eché el gintonic por el pueblo y le pregunte -No quereis un poco de gintonic? Los dos se levantaron y empezaron a besar mi boca, mi cuello, mis tetas, mientras las agarraban y me sobaban por todos lados, notaba como sus dedos se introducían en mi encharcado coño, yo estaba en el cielo, 4 manos y ninguna la de mi marido me estaban sobando todo el cuerpo, mientra él miraba con cara de orgullo a su amada. Yo no pude aguantar y me corrí. Inmediatamente me tumbaron en un mesa, me abrieron bien las piernas i siguieron sobandome mientras me comían el coño y me masturban, que delicia como me gustaba, de repente el jefe me cogió en volandas y plantándome un beso me puso en el suelo, me hizo ponerme a 4 patas y empezó a comerme el coño desde atrás, se iba acercando a mi anó y lo empezó a chupar, me encantaba esa sensación de tener su lengua recorriendo mi ano, pero ya le avisé que más de eso estaba prohibido, cosa que acepto y mientras el camarero me sobaba las tentas y me masturba el coño, el me agarraba el culo y me lo chupaba, así tuve otro orgasmo que parecía no tener fin. Después de esto, me arrodille ante los dos y empeze a chupar sus pollas con mucho ímpetu, las ensalivaba bien, las pajeaba, agarraba sus huevo y mes metia todo lo que podía, la del jefe no era tan gorda pero no estaba mal, era un tamaño aceptable, pero tenía una pelotas afeitados enormes, me gustaba mucho agarrarlas. Finalmente después de un rato finalmente se corrieron en mis tetas dejándome toda pringada sobre todo el jefe que soltó una cantidad de leche impresionante.

Despues de unos minutos de reposo, le dije que sino me iban a follar, cosa que dijeron que evidentemente querían hacer, pero entonces yo le dije -Si? pero solo hay una condición, bueno dos, una es que me folleis y hagáis que me tiemblen las piernas y que no paréis hasta que no pueda más, la otra es que quiero que mi marido se meta esas pollas en la boca y las ponga bien duras para que me taladreis. Ellos no pusieron ninguna pega, pero Pedro se quedó blanco, y le dije -Cielo es solo sexo, verdad que hay que superar limites? yo he hecho de todo y ahora te toca a ti! Se bebió el resto del gintonic de golpe y sin pensarlo se arrodillo y se metió esas pollas en la boca, la verdad es que no lo hacía nada mal, rápidamente se pusieron duras, pero era una sensación extraña ver a mi marido comiendose dos pollas por mi, pero después del impacto inicial, tengo que reconocer que fue muy morboso y excitante, cuando ya estaban la mar de duras, me acerque i dije -Gracias cielo ahora me van a follar a mi y tumbandome en la mesa me abri de patas invitando a que me follaran, en este caso fue el jefe que que se acerco ami y después de ponerse el condon acerco su capullo a mi raja y empezó a restregarlo, que delicia, me agarró del cuello y me la metió de golpe, empezo a metermela fuerte con muy buen ritmo, mientras el camarero me sobaba las tetas y me acariciaba el clítoris, asi tuve otro orgasmos, desues de un rato, el camarero se puso con su polla dura gorda sentado en una silla y me invitoa a sentarme sobre el, cosa que hice encantada y empeza a galopar sobre ese pollo como si quisiera partirlo en dos, el jefe me agarrba por los hombros y me empujaba para abajo para que me clavar bien esa polla, a la misma vez eu el caramre me agarraba bien el culo cosa que me encnataba, el tio no aguanto más y justo cuando yo me estaba corriendo tambein descargó.

El jefe dijo que ahora le tocaba otra vez me puso a 4 patas, me dio un par de azotes, y después de masajear mi culo con furia, puso su polla en mi coño y me la metio, me cogió del pelo con una mano, con la otra me agarraba el culo, y el camarero me separaba también las nalgas para que me follara bien fuerte, yo ya estaba en el cielo y pedía que me diera más, -Follame, dame duro, más más mientras miraba a mi marido, el cual simplemente de ver ese espectaculo y sin tocarse se corrió, la excitación de ver así a su amada era algo inimaginable. Finalmente escuche un gruñido y después de un par de metidas más que casi me parte el jefe se corrió.

Me levanté, me vestí y después de darle las gracias por hacerme disfrutar nos marchamos. Al llegar a casa, nos dimos una ducha juntos, nos metimos en la cama y sin decir nada nos quedamos dormidos abrazados.