Trio por sorpresa

Excitante historia que empieza en las duchas del gimnasio y termina en la cama...

Acababa de terminar la sesión de aerobic de aquella mañana, estábamos en los vestuarios del gimnasio, yo normalmente no me duchaba allí pero ese día tenía un compromiso después y no me daba tiempo a ir a casa. Así que me desnude y me metí en la ducha, allí solo había una chica, que conocía porque estaba en mi clase. El resto de las compañeras, que no se duchaban allí, ya se habían ido así que quedábamos en los vestuarios solo Lucía, que así se llama la chica, y yo.

Al principio me dio un poco de corte ducharme delante de alguien desconocido, y ella me lo debió de notar porque me dijo: tranquila, esto es lo normal, no tengas vergüenza. Yo seguí con mi ducha, de espaldas a ella, cuando noté unas manos en mi cintura y un cuerpo desnudo detrás de mí... Entonces me dijo al oído: no te puedes imaginar lo cachonda que me pones...

Entonces me giró hacia ella y me besó, al principio me aparté pero ella insistió, me dijo que no pasaba nada, que no era ningún pecado y que estaba segura que me iba a hacer disfrutar mucho, y no sé porque me deje llevar….

Mientras me besaba, note como una de sus manos bajaba por mis pechos, mi tripa, hasta que llegó a mi coño.

Nunca había estado con una mujer, aunque sí que había fantaseado alguna vez con la idea, y en ese momento ya estaba tan excitada que no era capaz de pensar en nada.

Me metía los dedos y jugaba con mi clítoris hasta que consiguió que tuviera un orgasmo. Entonces se aparto de mí, y siguió duchándose como si nada, sin decir ni una sola palabra más. Yo terminé mi ducha y salí para vestirme. Cuando estaba a punto de irme me dijo que si quería más que fuera esa noche a su casa a las 9, que ella estaría encantada de recibirme y que además tenía una sorpresa para mí. Me dio un papel con una dirección y se fue.

Estuve todo el día pensando lo que hacer, no tenía nada claro lo de ir a casa de una desconocida, pero por otro lado me excitaba la idea de continuar con lo que habíamos empezado en la ducha y de saber cómo era tener sexo con una mujer. La idea de la sorpresa terminó de convencerme.

Llegué puntual a la cita, ella me abrió la puerta: llevaba una falda negra, ajustada y bastante corta, y una camiseta de tirantes blanca, con bastante escote y a través de la que se trasparentaba un sujetador negro. Ver como asomaban sus pechos por el escote me hizo recordar la ducha y no pude evitar excitarme.

Me hizo pasar, y según pase por su lado me dio un suave azote en el culo y me dijo que me había puesto muy guapa para la ocasión pero que la ropa me iba a durar bastante poco en su sitio. Lógicamente esto aumento aún más mi excitación.

Nos sentamos en el sofá y me ofreció una copa, cosa que yo agradecí porque estaba bastante nerviosa. Entonces me explicó en que consistía la sorpresa: había quedado también con un chico, Julián, que vivía en otra ciudad y que venía algún fin de semana. Quedaban de vez en cuando para echar un polvo y esa vez me habían incluido en sus planes, sin que Julián y yo lo supiéramos claro. Yo me quedé alucinada, con eso si que no contaba... sin darme apenas tiempo para reaccionar se acerco a mi oído y me dijo: ¿te he dicho ya que me pones muy cachonda?

Entonces me besó, y sin separarse de mí comenzó a quitarme la camiseta. Era tal la excitación que yo sentía en ese momento que ya no pude controlarme y comencé a desnudarla a ella: primero la camiseta, luego el sujetador y entonces se levantó, y con un movimiento muy sexy se quito la falda y el tanga y me dijo que hiciera lo mismo. Cuando las dos estuvimos completamente desnudas me hizo sentarme en el sofá, se arrodilló en el suelo, me abrió las piernas y comenzó a chuparme con mucha delicadeza mi coñito, que estaba recién depilado para esa ocasión especial. De repente esa delicadeza desapareció y comenzó a hacerlo con mucha más velocidad, succionando, mientras me metía uno de sus dedos por mi agujero, que ya estaba muy mojado, yo no podía más, nunca había sentido tanto placer, y cuando estaba a punto de correrme sonó el timbre.

Ella se levantó y me dijo que no me moviera, que volvía enseguida. Me sorprendió que fuera a abrir la puerta totalmente desnuda pero me di cuenta de que sabía perfectamente quien era. Oí desde el sofá como se saludaban y como ella le decía que tenía una sorpresa para él y que estaba segura de que le iba a encantar.

Al rato aparecieron los dos por la puerta y ella se puso un dedo sobre los labios para indicarme que me callase. Cuando el entró me fije en que le había vendado los ojos con un pañuelo.

Le guió hasta el centro del salón, se acercó a él y comenzó a besarle apasionadamente. Entonces comenzó a desnudarle: le quitó primero la camiseta, luego los pantalones… hasta que le dejó completamente desnudo….. Entonces se arrodilló y comenzó a chuparle su excitado pene. Por su cara y sus gemidos supe que le estaba gustando tanto como me gustó a mí….

Entonces ella me hizo una seña para que me uniera, me acerqué y comencé a besarle…. En ese momento, cuando se dio cuenta de que tenía dos mujeres para él, noté como se agitaba aun más su respiración.

Mientras me besaba, buscó a tientas con sus manos hasta que dio con mis pechos, los acariciaba, los masajeaba, entonces bajó su cabeza y comenzó a besarlos y lamerlos… De repente me di cuenta que una mano estaba subiendo por mis muslos, lentamente, hasta que llegó a mi clítoris y comenzó a tocarlo suavemente. Como pude mire hacia abajo y vi que era ella, que me miraba mientras seguía chupando la enorme y excitada polla de Julián.

Yo estaba ya muy excitada, tenía la mano jugueteando en mi coñito y a la vez la boca y las manos de Julián que hacían verdaderas maravillas con mis duros pezones…

Cuando estaba a punto de llegar, note un tirón que me hizo caer de rodillas al suelo.

En ese momento, Lucía se sacó la polla de su boca y me la ofreció a mí, yo comencé a chupar, jugábamos con ella entre las dos, juntábamos nuestras lenguas mientras la chupábamos…. Cuando parecía que Julián estaba a punto de correrse, Lucía me hizo parar y nos levantamos. Por lo visto debía de pensar que todavía no era el momento… Entonces nos agarró a los dos y nos llevó hasta el dormitorio, me hizo tumbarme en la cama y a él sentarse en una silla y dijo: creo que ahora empieza lo divertido….

Se acercó a él, le quitó la venda de los ojos y le dijo: no te muevas de aquí, creo que esto te va a gustar…

Entonces vino hacia la cama y se tumbó encima de mí, comenzamos a besarnos apasionadamente, yo notaba sus duros pezones rozando contra los míos… colocó una de sus piernas entre las mías y comenzó a moverse rozando mi clítoris con su muslo, mientras con sus manos acariciaba mis pechos y los lamia y succionaba con su lengua.

Yo miraba a Julián, sentado en la silla, muy excitado ante lo que estaba viendo, tocándose su enorme polla mientras gemía…

Sin darme casi cuenta, Lucía había dejado mis pechos y había bajado hasta mi coño, comenzó a besarme los muslos, cada vez se acercaba más, pensé que no iba a llegar nunca, entonces me metió un dedo… luego dos…. Y comenzó a jugar con su lengua en mi clítoris… era aún mejor que la vez anterior… Entre el placer que Lucía me daba con sus manos y su lengua y la excitación que me producía ver a Julián tocándose tan excitado no pude evitar tener mi primer orgasmo. A Julián debió excitarle mucho ver cómo me corría mientras su amiga me comía el coño y él se corrió también.

Entonces Lucía se levanto de la cama y se acerco a él, se arrodillo y le limpio la polla con la lengua… entonces le agarró de la mano y le trajo hacia la cama. Lucía se tumbo encima de mí, poniéndome en la cara su coño bien mojado y comencé a chuparla… nunca lo había hecho pero por sus gemidos y movimientos pensé que no debía estar haciéndolo tan mal….

Noté que Julián se había puesto detrás de mí, ya tenía otra vez la polla bien dura, debía excitarle mucho ver a dos mujeres… yo, viendo sus intenciones, levante las caderas a Lucía, hasta que estuvo a una altura perfecta para que Julián pudiera penetrarla.

Lucía jugaba con su lengua en mi clítoris, mientras me metía los dedos y mientras ella era penetrada por Julián. Entonces él saco su polla de Lucía y me la metió en la boca… alternaba entre su coño y mi boca… en ese momento tuve mi segundo orgasmo, a la vez que Lucía se corría por primera vez, mojando mi cara y la polla de Julián de su jugo, que luego limpié yo con mi lengua…

Entonces Julián dijo que nos diéramos la vuelta, que también quería follarme a mí.

Lucía quedó encima de mí, y seguimos chupándonos y jugando con nuestros coñitos mientras Julián me penetraba a mí y alternaba entre mi coño y la boca de Lucía…

En esa postura, y con la enorme y excitada polla entrando y saliendo de mi coño tuve dos orgasmos más…. Y esta vez fue Lucía la que limpio la polla de Julián de mis jugos…

Entonces él dijo que ahora quería follarnos a las dos a la vez, me coloqué a cuatro patas y Lucía se colocó sobre mí, dejando nuestros coñitos a la vista y a merced de la polla de Julián, que no tardó en penetrarme… comenzó despacito, poco a poco, y fue acelerando, cada vez más y más deprisa…. Cuando estaba a punto de correrme saco su polla y la introdujo en el coño de Lucía, luego otra vez yo, luego ella…. Yo notaba los pezones duros de Lucía frotarse contra mi espalda y oía sus jadeos y su respiración agitada cerca de mi oído….

Entonces entre mis piernas pude ver como Julián ya no tenía la polla dentro de ninguna de nosotras, sino que el mismo se la estaba tocando…. Noté como su respiración se agitaba cada vez más hasta que por fin se corrió, echando su leche sobre nuestros coñitos, que luego chupó hasta que los limpió bien de su corrida y consiguió que Lucía y yo tuviéramos nuestro último orgasmo.

Luego nos tumbamos en la cama, exhaustos, y nos quedamos dormidos.

A Lucía la veo todos los días en el gimnasio y no puedo evitar excitarme recordando aquella noche. Hemos hablado de repetir la experiencia los tres, pero de momento hemos quedado ella y yo, las dos solas, pero eso es otra historia que quizá cuente algún día….