Trio no consentido

Julieta llorando me ayuda a pararme, me baja el pantalón y me pide perdón por los golpes y por lo que estaba a punto de hacer. Me baja el slip, se arrodilla y empieza a chuparme de manera muy suave pasándome la lengua por la punta y luego por todo lo largo.

La crónica policial salio publicada en el diario de mi ciudad al nordeste de la Argentina, por supuesto nadie supo hasta hoy la verdad de lo que paso esa tarde

Debido a que mi mujer y mi hijo se fueron de vacaciones con mis suegros ya que no podía ir con ellos por motivos laborales, un matrimonio amigo al saber que me quedaba solo me invitaron un par de veces comer a su casa .-

Esta pareja es muy amiga de nosotros y la integran Juan un joven empresario de 30 años y Julieta una hermosa rubia de 26 años. Ella es alta y con unas piernas interminables, pechos generosos pero no exagerados y una cola firme y bien paradita. A pesar de lo linda que es lo que siempre me tentó fue su boca carnosa y el poco interés que tenía en mí como hombre ya que era muy recatada y totalmente enamorada de su marido.-

Ese mediodía terminamos de comer los tres y continuamos tomando cerveza en el living, en nuestra ciudad hace mucho calor sobre todo a la siesta. De repente y salido de no se donde nos sorprende una persona encapuchada y armada con un revolver, era un tipo flaco, alto y negro. Eso me llamo mucho la atención debido a que nuestra zona no hay hombres de color.-

Nos apunta con el arma, nos pone contra la pared dándole la espalda. Yo temblaba del miedo, Julia lloraba y Juan lo interrogaba preguntándole por donde entro y que quería. El tipo muy calmo no hablaba, saco unos precintos de plástico y nos ato a cada uno con las manos atrás, luego nos sentó en el sofá a los tres juntos.-

Mirábamos atónitos como revolvía la casa buscando algo, al no encontrar lo que buscaba la levanta a Juli y en un portuñol (mezcla de portugués y español) le pregunta por la caja de seguridad, al no encontrar respuesta le dice que por cada negativa de ella golpearía a su esposo.-

Le pregunta de nuevo y ella le responde que no había, inmediatamente me pega una trompada en la cabeza. Me puse loco porque yo no era el esposo pero tampoco podía decirlo. Cuando ella ve eso se asusta y le pide que la desate que ella le mostraba donde estaba la caja.-

Cuando abrieron la caja el negro no podía contener la alegría, había mucha plata guardada, danzaba y cantaba en portugués. Cuando guardó todo en la bolsa le pide a Juli que le traiga cerveza para festejar, cuando pasa frente a él, le toca la cola y ella se da vuelta instintivamente le pega un sopapo, el se ríe y me vuelve a pegar a mi en la cabeza. Esta vez con el anillo me hace un pequeño corte en la frente, al ver esto ella se asusto mucho y fue rápido por las cervezas.-

Sin apuro se sienta frente a nosotros y empieza a tomarse una a una las latas de cervezas, al rato la mira y le pide a Juli que se pare frente a él, ella se para tímidamente y con mucho miedo. Aún recuerdo el vestido floreado que tenia puesto ese día estaba sencillamente hermosa, luego de mirarla por unos minutos le pide que se saque el vestido, al escuchar esto Juan empezó a gritarle de todo al negro que solo se reía, por supuesto ella le dijo que no y por supuesto yo volví a recibir otro golpe.

Inmediatamente veo, medio atontado por el golpe, como ella se saca el vestido y queda con los pechos al descubierto y solo una pequeña tanga color rosa. Esa imagen es una de las tantas que no puedo olvidar, era perfecta la mujer ideal. Juan estaba a punto de morirse y no paraba de insultar, yo estaba mudo de la calentura y el negro se dio cuenta que el esposo en realidad no era yo. Si decir nada y como venganza de la mentira que se comió, le pide a Juli que quiere ver como le chupa la pija a su esposo - total es tu esposo no te va a molestar verdad ? Recién ahí, Juan le dice al negro, que en realidad él es el esposo, a lo que le responde que como premio a tantos golpes recibidos injustamente yo me hacia acreedor de la mamada de Juli. Juan intento atacarlo con las manos atadas pero lo único que consiguió fue un culatazo muy fuerte en la cabeza.-

Julieta llorando me ayuda a pararme, me baja el pantalón y me pide perdón por los golpes y por lo que estaba a punto de hacer. Me baja el slip, se arrodilla y empieza a chuparme de manera muy suave pasándome la lengua por la punta y luego por todo lo largo, con los labios carnosos me cubre la cabeza, con esa imagen, mi pija reacciona poniéndose bien dura y ella aprovecha para metérsela toda adentro. Fue increíble, por momentos pensé que lo haría sin ganas, pero al sentir como movía la lengua envolviendo mi cabeza me di cuenta que lo estaba disfrutando.

El negro le pedía que me haga acabar, Juan lloraba y Julieta le daba ritmo a la chupada ayudada ahora con las manos y la lengua. Estaba tan nervioso que no podía acabar y ella estaba con la boca a punto de acalambrarse, hasta que escucho que ella me dice ¡ Por favor acabame! Esas palabras lograron que explotara expulsando leche por todos lados, gran parte se la trago y el resto fueron para sus mejillas.-

Luego el negro se acerca a Juli y mete la mano debajo de su tanga, cuando la saca con los dedos húmedos se la muestra a Juan diciéndole – ¡parece que tu mujercita lo disfruto! Vuelve a acercarse y empieza a sacarle la tanga, ella ya no se resistía, solo escucho que le pide que no la lastime. La acuesta en la alfombra le separa las piernas y empieza a chuparle la conchita de una manera increíble la estaba penetrando con la lengua como si fuera una pija, luego se arrodilla y saca el pedazo que tenia bien guardado, realmente metía miedo. Empieza a jugar en círculos con la cabeza en la entrada de la conchita hasta que de un solo movimiento se la mete hasta el fondo provocando un grito de dolor y placer a la vez. Los ojos de Juan no se me van a borrar jamás me daba mucha pena ver como sufría al ver a su mujer en cuatro patas siendo penetrada en forma frenética por una pija enorme.-

Luego de varios minutos paran y le ordena que me suba, ella se incorpora y se me monta quedando los dos enfrentados, lo único que yo quería en ese momento era tener las manos libres para poder tocarla. Cuando me agarra la pija para metérsela, yo estaba en el cielo, la sensación de estar entrando en esa conchita húmeda y sentir los movimientos de ella apoyando sus manos en mis hombros era increíble, solo faltaba que me besara para que sea perfecto. Cuando vuelvo a la tierra lo veo al negro detrás de ella, nos empuja dejando despejada la cola solo para él, mientras yo la penetraba, el le chupaba el culito, le pasaba la lengua y con el dedo estaba preparando lo que seria su ultimo acto.-

Una vez bien lubricado apoya la punta de la pija en la entrada del culo metiéndola un poquito, Juli me abraza fuerte como sabiendo lo que venia, no tardo mucho en pasar lo inevitable. Se la metió toda junta, yo, con la pija dentro de ella podía sentir como ese miembro se abría camino desgarrando todo lo virgen que encontraba a su paso. Era increíble sentir la excitación mezclada con dolor y culpa que sentía ella al estar disfrutando de dos pijas a la vez. Al poco tiempo me corrí dentro y cuando el negro le lleno la cola de leche ella empezó a llorar mientras parecía tener convulsiones provocadas por los orgasmos múltiples que alcanzo.-

Luego de un descanso el negro agarro su bolso, le dio un beso en la boca a ella y se marcho sin decir nada.-

A las dos semanas lo agarro gendarmería cuando intentaba volver a su país, lo metieron preso por robo, nunca se menciono en la denuncia el tema sexual. Para Juan nunca fue una violación.-

Actualmente ellos viven en Asunción y nunca más nos vimos.-