Trio inesperado para mi mujer con dos jovencitos.

Sofia de 45 años es follada por un niñato virgen y su amigo mientras su marido mira y disfruta.

Me llamo Manuel y estoy casado desde hace 18 años con una bella mujer llamada Sofia. Tiene 45 años, 1,70 y buenas curvas. 100 de pechos oprados, 65 95. Es toda una milf, ardiente y disfrutamos del sexo mejor cada dia que pasa. Nos gusta practicar de todo, nos encanta el sexo oral y Sofia es una experta mamadora. Siempre fantaseamos con introducir otra persona en nuestra vida sexual, pero se reduce a fantasias, juegos con consoladores y ultimamente un muñeco que le regale y hace las delicias de los dos en la cama. Me pone como loco verla cabalgar ese muñeco y su polla realistica, es algo digno de ver.

Yo soy un hombre de 40 años, 1,80 y 80 kilos. Mi polla mide 14 cm, dentro de lo normal, y Sofia dice que muy agusto con ella, pero yo noto cuando hacemos un 69 y le meto un consolador realistico que tenemos de 20cm como no hace falta chuparle el coño para que se muera de gusto, entoncesme hace unas mamadas lentamente que me vuelven loco. Son los unicos momentos en los que no le importa que me corra en su boca mientras sigue chupándomela y hace que me vuelva loco. Mis orgasmos son fantásticos.

Las veces que hablamos de ello consideramos que para quedar con un chico debería ser alguien de otra provincia, joven y con quien no nos encontraríamos nunca más. Llegamos a poner un anuncio en una página web, e intentamos seleccionar uno, pero desistimos, o eran unos macarras, con imagen desaliñada, o simplemente muy groseros y querían follar como locos y hasta la vista.

El caso es que llegó el verano y planeamos quedarnos cerca de casa, vivimos en Tenerife y fuimos a pasar una semana a Gran Canaria, a un hotel del sur. Metimos el coche en el barco y nos fuimos.

Nos alojamos en el sur, yel segundo día nos fuimos a la playa. La playa de Maspalomas, había de todo, topless, desnudos, textiles, ambiente.... el caso es que nos pusimos en una esquina de unos arbustos con un paraviento que es como media tienda de campaña pequeña, para guardar las bebidas y las cosas de sol. Empezaba a llegar gente y delante de nosotros se pusieron dos chicos, a unos 20 metros. Aparentaban muy jóvenes, usaban bermudas grandes, estaban morenos de tomar el sol y al llegar me llamó la atención que no le quitaban ojo a Sofía, que estaba en topless leyendo una revista sin prestar atención.

Le dije que me iba a refrescar y me fui a dar un baño, y en el agua me pude cerciorar de lo que intuía... babeaban con las tetas de mi mujer, no hacían mas que mirarla y hablaban entre ellos, se les notaba el deseo en la mirada. Salí del agua disimulando mi erección pensando en el deseo que una buena hembra madura causaba en dos jóvenes machos y al llegar a la toalla Sofía lo notó y se rió.

Hablamos y le dije lo cachondo que me había puesto con la escena y empezamos a bromear, me decía lo iluso que yo era con el tema, la de chochitos jóvenes quedisfrutarán esos dos, me decía mi mujer, y la reté a darse un baño y probocarlos un poco. La sorpresa me la dio Sofía con un venga, vale, como quieras, y se levantó y caminó hacia la orilla lentamente pasando a su lado. Era increíble ver el culazo de mi mujer moviéndose, con la mitad de la braga metida entre las nalgas, la verdad que tenía un culo que miraban todos los tíos de alrededor, y nuestros dos niñatos se quedaron embobados al verla pasar. Pude distinguir como uno daba un codazo al otro para que prestara atención y luego se tocaba el paquete.

Aquello me puso a cien.

Sofi se bañó durante 15 minutos y salió. Al salir tenía los pezones erectos, duros como piedras se le veían, y el bikini rosa se había vuelto medio transparente, al pasar a su lado se les notó que al ver el culazo se embobaron aún mas. Llegó a mi lado y sonriendo pícaramente se inclinó para coger una toalla y secarse dejando a su vista el culo en pompa, vi como miraban de reojo y riéndose y guiñando un ojo me preguntó:

¿que tal lo pasan?

de lujo, ellos y yo. Y tú?

No me contestó. Se dedicó a secarse el cuerpo de pies, deleitándonos a todos con sus movimientos, y se tumbó a tomar el sol. Empezamos a hablar y me lancé.

  • Los tienes en el bote, esos dos están salidos como perros, y a mi me tienes cachondo perdido, no tienes narices a tirarles los trastos.

  • Pero que dices, loco? Si son dos críos!.

-Mejor aún! Yo a su edad pillo una hembra como tú y la mato a polvos todo el día!.

-Jaja, eran otros tiempos, cielo! Estos dos seguro que no andan tan escasos como nosotros de jóvenes, jajaja!.

Si les tiras los tejos y entran al juego, te dejo hacer lo que quieras, le espeté. Sofi se quedó un momento pensando y me dijo: estás loco, cielo, duerme un poco, anda...

El caso es que segimos hablando y los dos estábamos poniéndonos cachondos por momentos, y lo estábamos reconociendo el uno al otro, hasta que Sofi me dijo:

  • hazte el dormido, voy a provocarlos un poco para que te quedes agusto y vale, ok?

  • ok!

Me tumbé boca abajo y esperó un rato, se levantó y cogiendo el protector solar caminó hacia ellos y empezó a hablarles. A ellos les cambió la cara, se sorprendieron y estaban nerviosos, luego se sentó a su lado, y lo comprendí. Les decía que le pusieran protector en la espalda, la muy cabrona se había lanzado, vi cómo uno de ellos se acomodaba para hacerlo y hablaban entre ellos. Era el mas flaquito y alto el que lo hacía, mediría como yo, pero mucho más delgado. El otro era más bajo y un poco gordito. La maniobra llegaba a su fin, hasta que en un alarde de valentía vi a Sofia tumbarse boca abajo y decirle algo al chico. Lo comprendí cuando empezó a masajear las piernas de mi mujer.

Aquellos niñatos se estaban poniendo las botas, hasta que Sofi se dió la vuelta y se quedó mirándolo... le dijo unas palabras y rápidamente el chico empezó a masajearle los muslos por delante, ella le indicaba y hablaba con el gordito, hasta que este cogió el protector y se lo puso en la barriga, los hombros y alrededor de las tetas. Yo estaba empalmado como nunca con la escena. No daba crédito, mi mujer sobada a 4 manos por dos niñatos con las tetas al aire y yo mirando...

Acabaron, hablaron un poco y Sofi se levantó y se despidieron con unos besos en las mejillas y vino a mi lado. Al tumbarse, me miró y me dijo:

  • estoy cachonda como una perra, cielo, fóllame.

Buf, yo estaba peor.

  • Cielo, esos críos están como locos por hecharte un polvo, los tienes como motos... si tu quisieras por mí te dejaba hacer lo que quisieras... estoy que reviento.

Sin mediar palabra, se levantó y volvió con ellos, les dijo algo, se levantaron y cogiendo sus cosas regresaron los tres juntos. Al llegar Sofi hizo como si me despertara y me los presentó.

  • cielo, estos son Yerai y Carlos, les invité a una cerveza de nuestra nevera porque son muy majos y me ayudaron con el protector solar, te importa?

  • no, no, claro, sentaos!

La verdad que yo estaba super cortado, y se les notaba tímidos, cohibidos. Era una sensación rara. Mi mujer cachonda perdida, yo como una moto imaginando a Sofia con dos chicos que podían ser nuestros hijos y éstos a nuestro lado deseosos de follarse a la hembra que tenían en frente, se les veía en la cara, vaya situación...

Empezamos a beber y a charlar, tenían 18 y 19 años. El mayor era Carlos, el gordito, que tenía carnet y habian venido  en coche. Hablamos de dónde éramos, que habíamos venido de vacaciones y todo el rollo... hasta que Sofi les preguntó si venían a la playa a ligar. Su cara era un poema, estaban cortadísimos. Los tranquilizó, que si eran muy guapos, muy mañosos... buf, que cabrona es mi mujer, y eso que solo era una apuesta!, pensaba yo mientras hablaban.

Mi mujer me miraba mientras llevaba el hilo de la conversación buscanco mi aprobación, y creo que sin pensar las consecuencias se lo di a entender. La verdad que yo creía que esto no pasaba de un juego y no me lo tomaba en serio de verdad, aunque era un expectador realmente nervioso.

  • tengo mucho calor, y tengo que ponerme protector otra vez, se levantó y empezó a bajarse lentamente la braga del bikini. Aquello nos pilló por sorpresa a todos,  yo incluído.

  • chicos, ponedme crema, anda...

me miraron en señal de permiso, y yo, de gilipoyas, solo pude asentir en señal de aprobación.

Nerviosos cogieron el protector y empezaron a ponerlo en la espalda, en las piernas... se mostraban patosos, nerviosos. Creo que todos sabíamos lo cachondos que estábamos todos pero nadie tenía el valor de decir en voz alta: ¡quiero hechar un buen polvo!

Yo estaba inmóvil, tenía un nudo en el estómago, veía a mi mujer disfrutar de un masaje a 4 manos, hasta que mirándome de reojo, abrió las piernas un poco, dejando ver los labios de su chochito depilado a los tres machos que tenía alrededor. Creí que lo había hecho para que yo tomara parte y se acabara el juego, pero antes de que yo pudiese reaccionar, una mano sedeslizó suavemente entre las nalgas y pasó rozando, como pidiendo permiso. Mi sorpresa fue que mi mujer, mirándome y sabiendo que era una mano extraña, se abrió un poco más mirándome con cara de placer, pidiendo permiso para más...  se dio la vuelta y se dejó hacer boca arriba, Yerai y Carlos ya se habían animado y empezaron a masajear alrededor de los pechos, con los pezones duros como piedras. Sabía que Sofi estaba cachondísima, esta era una señal, y la otra el brillo de los labios vaginales, estaba lubricada sin que nadie la hubiese tocado aún.

Se dejó manosear unos 5 minutos hasta que se incorporó y mirándonos caminó dentro de la tienda de campaña y sentándose dentro, mirando hacia afuera nos guiñó un ojo y nos invitó a hacercarnos:

  • necesitáis crema también, venid a ponerla, está aquí. Golpeando el suelo con las palmas de las manos a su lado.

En ese momento me vino a la cabeza que igual esto se nos había ido de las manos, igual lo mejor era decir a los chicos que se fueran, recoger y correr al hotel a aprovechar el calentón que teníamos, pero mi cerebro debía de ir muy lento, antes de darme cuenta, los chicos ya se habían sentado cada uno a su lado. Ciertamente, Sofi estaba masajeando ahora sus bañadores por encima, y ellos ya disfrutaban sobandole las tetas, la espalda y lo que torpemente  podían.  Pensé que todo acabaría seguramente en alguna buena paja y punto, pero algo me decía en mi interior que el panorama era diferente. Sofi tiró del bañador de Yerai y la polla saltó como un resorte, de unos 15 cm, delgada pero se notaba durísima, de como pegaba en su abdomen. Noté los ojos de lujuria de Sofi al verla. Hacía tiempo que no veía esos ojos, la verdad. Se giró a Carlos, el gordito y repitió la operación, asombro, del primer intento, la polla se quedó sujetando el bañador, y al tirar con las dos manos, le bajó a las rodillas dejando ver la polla. Era realmente grande, de unos 20 cm, pero estaba morcillona, paralela a las piernas, muy gorda, yo aluciné.

  • dios mío, cariño!!! Exclamó mi mujer mirándolo. La cogió con una mano y la levantó. Aquello se quedó inclinado hacia adelante y con la otra mano la puso derecha, y aún le quedaba la cabeza fuera. La cara de mi mujer lo decía todo. Sin pensarlo se inclinó y empezó a chuparla. Apenas le entraba la cabeza de esa polla en la boca, chupaba con dificultad, y el chico se tumbó hacia atrás dejandose hacer. Al momento, Sofi se incorporó y se puso a 4 patas a mamar, dejando el culo en pompa por fuera de la tienda, y Yerai en segundo plano sobaba las tetas y el culo todo lo que podía. Yo desde fuera disfrutaba como un animal, pensaba en las mamadas que les iba a hacer mi mujer a esos dos cachorros y si se lo hacía como a mi iban a alucinar.

Yerai estaba de rodillas a su lado, hasta que dejo el primer rabo, se giró y se la empezó a chupar a él. El chico inclinó la cabeza hacia delante, y mientras se la chupaba, pajeaba el otro pollón. Yo empecé a acariciar el clítoris y metí un dedo, luego dos, entraron sin esfuerzo, empecé a masturbarla hasta que empezó a gemir, dejó de chupar y quieta se dejó hacer unos momentos. Creí que estaba degustando el momento pero al instante me di cuenta de la realidad. Estaba decidiendo lo siguiente, en un rápido movimiento se giró, volvió a chupar con fuerza el pollón y le puso el culo en pompa a Yerai, que torpemente intentó clavarle la polla pero después de un par de intentos y no poder, Sofia se giró y mirandole a la cara le habló.

  • tranquilo cielo, suave... ella guió su culo hacia él, arqueó la espalda y con una mano entre las piernas le buscó la polla para guiarla, cuando la encontró la acomodó el los labios y empujó. Entró sola. La cara del chico era un poema. Mi mujer cerró suavemente los ojos y se dispuso a disfrutar del momento. Se movió lentamente hacia adelante y atrás, apoyada en la barriga de Carlos. De repente, después de cuatro o cinco movimientos, le cambió la cara, yo no prestaba atención al chico, y mirando extrañada hacia mí me di cuenta, el chico se estaba corriendo dentro sin condón! Dejó que acabara y zl retirarse solo pudo decir un "lo siento, soy virgen, no pude controlarlo". Sofi le sonrió y le dio una caricia en la mejilla.

  • no te preocupes, si tienes 18 años verás como no hay problema...

Yo ya sabía a que se refería. A que no se le iba a bajar fácilmente, y menos teniendo a una experta mamadora para él como era mi mujer...

Se volvió a girar y presionando el pecho a Carlos para que se quedara tumbado, pasó una pierna por encima y se sentó en su barriga. Acomodó la polla detrás de su culo, entre las nalgas, y se estiró hacia atrás, hasta que lo pudo besar en una oreja y le dijo:

  • ahora quiero que follarte a tí. Tú eres virgen?

  • no. Ya lo hice una vez, contestó el chico.

  • con alguna novia?

  • sí. Pero solo una vez.

  • ¿ con condón, cielo?

  • sí, señora... con voz un poco temblorosa, que creo que ya era consciente de lo que se avecinaba...

Ahí estaba yo viendo chorrear el chocho de mi mujer, de un niñato que se acaba de correr dentro, y ahora encima de un gordito con una polla mayor que la mía que iba a cabalgar sin que yo dijera nada delante de mis narices.

Se acomodó emcima de la polla y vi como se metió la punta. Con dificultad entraron 4 o 5 centímetros y se quedó quieta, tomando aliento. Noté su respiración, jadeaba lentamente, estaba empezando a disfrutar, antes no se le había apagado el calentón. Tomó impulso, subió y volvió a bajar un poco más.

  • Ahhhh, joder, que rico, cielo!

empezó a botar suavemente. Entraban y salían unos 10 cm, la mitad mas o menos. Pero yo estaba embobado viendo aquel pollón taladrar el chumino de mi mujer. Botaba más y más, hasta que se dejó caer completa. Aminoró el ritmo, lentamente disfrutaba de aquel aparato dentro, se notaba. Alargó la mano y empezó a pajear la polla de Yerai, que seguía dura y lubricada. Ensalivó un dedo y empezó a lubricar la entrada de su culazo, dando a entender al chico que la fiesta continuaba, a lo que rápidamente se puso por detrás e intentó clavarsela.

  • cuidado cielo, despacio... ponle saliva.

el chico lo intentó varias veces pero le resultaba imposìble, y mientras el otro bombeaba lo que podia dentro del coño de mi mujer con la dificultad de la posición y el espacio de la tienda. Al ver la dificultad, Sofi cogió un bote de aceite bronceador, derramó una buena cantidad en el culo y le hizo señas de seguir. El chico lo intentó y a la segunda logró meterla punta, luego empujó bruscamente y le metió la mitad.

  • despacio! Me haces daño cielo!

La verdad que sexo anal hacemos pero poco, y ahora estaba viendo a mi mujer cabalgando un buen pollón y a otro follándole el culo a la vez, todo en directo y al alcance de mi mano, mientras me pajeaba. Increíble!

Se acompasaron en un mete saca cada vez mas rápido, estuvieron unos cinco minutos así, noté los jadeos de mi mujer diferentes, sabía que se estaba corriendo, incluso vi como se le aflojaron las piernas y Carlos la empezó a sujetar con fuerza por las caderas para poder seguir con su bombeo.

  • me corroooo, me corroooooo!!! Dios, que rico, ahhh! Seguiddd, ahhhh!!

se corrió como nunca había visto antes a mi mujer, y todo a manos de dos niñatos inexpertos, que la follaban ya a ritmo salvaje, como si fuera lo último que hicieran antes de morir. Siguieron otros 5 minutos aprosimadamente y de repente el cuerpo de Yerai se tensó, vi como apretaba el culo y empezó a descargar dentro del culo de la hembra que tenía agarrada por los hombros. Dos, tres, cuatro y más, unos siete u ocho espasmos creí contar, se quedó inmóvil hasta que la polla salió sola del culo de mi mujer y se dejó caer de lado. Ahora sí estaba hecho polvo de verdad.

Carlos aprovechó a cambiar de posición y tiró a mi mujer al suelo boca arriba. En posición del misionero se colocó encima y fácilmente la penetró. Empezó un rápido movimiento y pude ver como aquella polla entraba y salía entera rápidamente, hasta la punta llegaba a asomar entre los labios, era una imagen hipnotizadora, yo disfrutaba con aquello como nunca antes.

De repente, un par de embestidas fuertes y rápidas, el chico se queda inmóvil y mi mujer abre los ojos y me mira de lado con cara de asombro y susto. Yo me doy cuenta de lo que pasa, la corrida sale a borbotones entre la polla y el coño, aún lleno de carne totalmente. Puedo ver como palpita esa polla dentro de mi mujer mientras caen chorros de semen en cada espasmo del chico. Eso me puso a cien. Cuando se dejó caer a un lado,  aproveché para ponerme encima y seguir follando, mi polla entró en el coño de mi mujer como si nada, apenas me puse encima y me dejé caer entró sola y empecé a bombear, y con siete u ocho embestidas me corrí dentro como los otros.

Me aparté y miré a mi mujer. Nos miramos todos entre sí y nos reímos. Sofía tenía todo el culo chorreando esperma de 4 corridas, el chocho abierto completamente como nunca antes la había visto, creo que podía entrar fácilmente hasta un bote de red bull que estaba por allí, por encontrar una similitud.... nos sentamos a descansar y empezamos a charlar de lo bien que había estado. Nos cambiamos los números de teléfono para quedar y esta es la historia de nuestra primera experiencia.

Esperamos que os haya gustado. Para cualquier comentario nuestro correo es manuysofia@outlook.com

saludos