Trio inesperado

Volvía tarde a casa aquella noche cuando...

Volvía tarde a casa aquella noche cuando un coche paro a mi lado. Sentí que me llamaban y descubrí a Sandra, un hermoso transexual que vivía tres calles mas abajo. En el asiento de al lado le acompañaba otra chica trans. Nos saludamos y entonces Sandra me invitó a ir a su casa. Observé al otro trans y me pareció muy guapa. Acepté.

Subí al coche y Sandra me presentó a su amiga. Luci. Llegamos en seguida. Entramos en el apartamento que yo ya conocía. Sandra preparo unas bebidas y nos sentamos en el sofá. Se sentaron una a cada lado mío y empezaron a meterme mano. Sandra me desabrochó los pantalones y sacó mi polla que ya estaba empezando a ponerse dura. La agarró por la base y se la mostró a luci: "¿Qué te parece?" –preguntó a luci. ¡Qué buena polla! –respondió al ver mis 20 cm. Una oleada de morbo y placer hizo que se me pusiera la polla al máximo y entonces Sandra comenzó a chuparme. Yo observaba a luci como se desnudaba. Tenía las tetas grandes y hermosas. Le comenté lo bonitas que eran y ella se acercó y me colocó una teta cerca de mi cara, lo que aproveché para chupársela con ganas cuando una oleada de placer me recorrió el cuerpo. Sandra se había tragado toda mi polla. Era la mejor mamadora que yo había conocido nunca y llegaba siempre hasta la raiz sin un esfuerzo aparente. Yo seguía chupando las tetas de Luci y deslizaba mi mano por su culo.

Sentí palpitar su paquete aun prisionero del minúsculo tanga. Separé un poco la tela y su polla se liberó del tanguita. No estaba todavía muy dura pero aun así era evidente que me encontraba ante una polla tremenda. Sandra dejó un momento mi polla y comenzó a desnudarse mientras luci se incorporaba mostrándome su polla. Sin dudarlo la agarré y me la metí en la boca. Chupé su capullo con deleite e intenté tragarla entera. No pude. Sandra acerco también su polla y chupé las dos pollas intermitentemente. Luci se separó y se sentó en el sillón de al lado y me dijo que se la chupara así. En esa postura con ella sentada en el sillón y yo de rodillas chupándosela inclinado con el culo en lo alto. Sandra comenzó a lamerme el ano provocándome un placer enorme. Yo estaba fascinado con la polla de luci y la recorría de arriba a abajo con mi lengua, mientras Sandra me masajeaba el ano con sus expertos dedos. Notaba el frescor del lubricante que me estaba poniendo y no pude reprimir un profundo suspiro de placer cuando introdujo sus dedos dentro de mi. A Luci se la veía muy cómoda en el sillón y nos miraba de forma lujuriosa. Entonces Sandra colocó su polla en la entrada de mi culo y empezó a apretar. No era la primera vez que Sandra me penetraba y mi lubricado culito se abrió para dejar paso a la linda polla erecta que reclamaba su sitio dentro de mi. Luci se levantó entonces por lo que yo pude acomodarme mejor en el sillón. Sandra bombeaba su polla en mi culo acelerando el ritmo poco a poco mientras besaba a Luci que estaba a su lado y le sobaba las tetas. Mi culo, cada vez más dilatado, dejaba entrar la polla de Sandra hasta el fondo. Luci le decía que me follara fuerte, que me follara más y más. Después de un buen rato así, noté como se iba parando en su empuje Sandra, hasta que la saco de dentro de mi, diciendo que no se quería correr todavía. Vi como desaparecía por el pasillo camino del aseo y Luci se coloco tras de mi con su gran polla apuntando directamente hacia mi culo. Me retiré antes de que intentara metérmela y le dije que fuéramos a la cama, a lo que ella asintió y sin dejar de acariciarse la polla se dirigió a la habitación. Encontramos a Sandra saliendo del aseo por lo que se unió a nosotros. Una vez en la habitación Sandra me dijo que se la metiera mientras se colocaba a cuatro patas sobre la cama. Pasé mis dedos por su ano notando la suavidad de su lubricado agujerito. Luci se había colocado detrás mio y me cogió la polla.

A ver como te la follas – dijo

Empecé a metérsela mientras Luci no perdía detalle. Por su gesto pude comprobar lo mucho que gustaba mirar como follábamos.

Venga, métesela toda entera – dijo

Hice lo que me decía y Sandra lo agradeció con un profundo suspiro de placer y aprobación. Se la notaba disfrutar. Luci entonces se colocó tras de mi y comenzó a empujar su polla contra mi ano. La notaba gordísima y no había metido apenas la punta cuando tuve que dejar de bombear a Sandra, pues no quería correrme todavía y el placer que estaba recibiendo por detrás era tan grande que a duras penas podía aguantar sin correrme. Cada embestida notaba como entraba cada vez más ese pedazo de carne que yo sentía dentro de mi duro como una piedra. Yo seguía con la polla dentro de Sandra pero apenas sin moverme, tal era la sensación que recibía por detrás. Dejé caer mi cuerpo sobre la espalda de Sandra que había girado un poco la cabeza y me miraba con satisfacción.

¿Qué te parece la polla de Luci? – dijo

Ufffff… Es tremenda… Me va a destrozar… - conseguí decir entrecortadamente

Tenía la mitad de su polla dentro de mi cuando empezó a bombearme. Vi estremecerse a Sandra pues aunque yo no bombeaba, el movimiento desde atrás de Luci hacía ese trabajo por mi. Siguió Luci empujando un momento cuando de pronto y muy despacio la sacó casi toda, menos la punta, dándome a la vez una gran palmada en las nalgas. Y entonces ocurrió: de un golpe noté como me entraba entera y su pelvis tocaba mis nalgas. Sin dejar de empujar noté como trataba de colocarse por lo que su polla entró más adentro aún si eso era posible y permaneció unos segundos quieta antes de comenzar un mete y saca antológico. Yo no podía aguantar más y avisé a Sandra que me iba a correr.

Siiiiiiiiiiiiiii… córrete mi amor – respondió

Me corrí entre tremendos gemidos dentro del culo de Sandra que lo agradeció con unos movimientos inequívocos. Luci se había detenido un momento mientras yo me corría con la polla enorme de Luci totalmente clavada dentro de mi culo. Sujetaba muy fuerte mis caderas como para evitar que escapase después de correrme, lo que no era mi intención. Después de la corrida Sandra se separó de mi y se deslizó fuera de mi abrazo. Yo me encontraba en el gloria tras correrme y teniendo esa magnífica polla clavada en mi culo hasta el fondo. Me giré un poco y vi como Sandra besaba con pasión a Luci mientras sobaba sus tetas y pellizcaba sus pezones. Luci comenzó de nuevo a follarme. Sandra entonces agarró mis testiculos y los magreó con destreza. Empecé a apretarme contra Luci obteniendo el efecto deseado: las embestidas eran cada vez más fuertes. Yo gemía y pedía más. ¡Y vaya que si me dio más! Sandra se colocó delante mía y colocó su polla en mi cara, la cogí y la metí en mi boca tragándomela entera. Mientras, Luci me follaba cada vez más fuerte, sacándola casi completamente para meterla de golpe una y otra vez. Yo sentía su polla como me taladraba, lo que me daba un placer enorme. Al cabo de un buen rato sentí estremecerse a Luci y la pedí que se corriera encima mío. Un momento después noté el vacío en mi culo y como se separaba de mi. Me di la vuelta y me deje caer en la cama boca arriba. Luci avanzó hacia mi meneándosela con fuerza. Se puso de rodillas en la cama con la polla sobre mi cara, soltó un gritito de placer y comenzó a correrse. Los chorros de abundante semen me golpearon en la cara. Abrí la boca para saborear sus efluvios. Sandra nos miraba de pie al lado de la cama masturbándose con un gran placer que se reflejaba en su rostro. Cuando acabó Luci de correrse me metió la polla en la boca y así acabé por dejársela muy bien limpia. Al tiempo Sandra levantó mis piernas dejando expuesto mi ano.

¡Cómo te ha dejado el culito! – exclamó

Trae un espejo para que se lo vea – dijo Luci

Salió un momento regresando con un pequeño espejo que colocó para que me mirara. Cogí su mano para orientarlo y pude ver mi culo totalmente abierto palpitando todavía. Luci abrió el cajón de la mesilla y después de buscar un momento sacó un consolador anal de los que tienen una base y son más estrechos cerca de esa base del tipo buttplug. Ideales para que queden colocados en el culo. Lo acercó a mi ano y lo metió sin dificultad.

Te quiero con el culito bien abierto hasta que nos apetezca follarte otra vez – dijo Luci.

Y toma, ponte esto – dijo Sandra lanzándome unas braguitas muy sexis.

Obedecí encantado mientras empezaba a imaginarme la continuación de la fiesta. Una continuación que me reservo para contárosla otro día.

Hasta el próximo relato, y deseando que os haya gustado éste, basado en una experiencia real:

Besazos a td@s en vuestros húmedos sexos