Trio inesperado 2

Un par de días después de la playa, volví al trabajo en el hospital. Es el típico trabajo de control de accesos, rondas por el exterior, vigilancia por videocámara.

Cada turno somos 5 vigilantes, y ese día me tocaba con Alejandro. Yo estaba en el cuarto de cámaras y entro el.

• Hola, buenos días – le dije con una medio sonrisa cómplice.

• Buenos días, como va eso? – dijo también sonriendo y mirándome de una manera especial.

• Bien, nada, está tranquilo hoy.

Se sentó al lado mío. Nos miramos hasta que no pudimos contener la risa.

• Que fuerte tio – me dijo.

• Oye por cierto, Rocio se tomó la píldora del día después, no?, porque…

• Si calla calla, que luego me conto que al irse al agua a limpiarse tuvo que ir un poco rápido para que no la viesen porque entre los muslos le estaba chorreando todo el semen.

• Ay madre, si??

• Joder claro, primero te corriste tu dentro y luego yo. Mira, ya se me está poniendo solo de recordarlo -  me dijo agarrándose y mostrando una rigidez en los pantalones.

• Hombre, yo recuerdo que le solté una buena lefada todo adentro.

• Si si, cuando se la metí estaba aquello bastante mojado. Oye, vamos a dejar de recordarlo porque se me está empalmando a tope y como tenga que salir afuera voy a dar el cante – el bulto ya era demasiado evidente.

• Y yo, que te crees? – le dije echándome hacia atrás dejando que el pantalón marcase la polla – Yo a ti te gusto?, a ti te van los tios?

• No no, que va. Si esto me ha pasado solamente contigo. Es que algo tienes, o un morbo se me despertó el otro día que es que te vi dándome placer y luego a Rocio follandote que me dieron unas ganas locas de besarte.

• Jejeje

• Y ahora mismo te estoy viendo asi todo trajeado de uniforme y me das morbo

• Oye, igual eres bisexual y no lo sabias

• Pues no se, porque por ejemplo Ricardo el compañero, es un poco parecido de físico a ti, no es que sea feo, y no me pone en absoluto. O sea, le veo como a otro cualquiera. Pero tu... es distinto.

• Tu a mi me gustas –le dije ya sincerándome - me pareces un tio muy guapete y de físico me atraes, y lo de abajo ya no digamos!.

• Si, pero la tuya es bastante más gorda. Y por cierto tio – me dijo dándome una palmada en la pierna – ya lo has hecho con una mujer. Nunca lo habías hecho antes?.

• Que vaaa, ella me la chupo un poco mientras tú estabas encima de mí.

• Ah si?.

• Si, tú estabas de espaldas así que no la veías, pero luego creí que me la estaba chupando, pero no. Se estaba sentando encima de mi metiéndosela toda dentro!.

• Ay! esta Rocio – dijo partiéndose de risa – Rocio ahí donde la ves es muy morbosa eh?, en la cama le gusta también los juguetitos y tal

• No si de eso ya me he dado cuenta. Los dos sois unos morbosos!

• Y aparte se ha corrido contigo, que yo es muy raro que la haga correrse con la polla. Con la boca o la mano si, pero con la polla nunca.

• Pues mira tú, se corrió con el gay – le dije todo orgulloso y ufano.

• Si!. A ver si un día quedamos tu y yo o los tres en casa y hacemos algo. Voy a seguir con la ronda que van a decir que donde ando.

• Muy bien, yo aquí seguiré.

Se levantó de la silla y cogió sus llaves de trabajo. Pero antes de salir vino hacia mi, que estaba casi de espaldas a él, gire la cabeza y me dio un beso tierno en los labios por unos segundos. Seguidamente salió dejándome con la cabeza en las nubes y el corazón a mil.