Trío Inesperado 1º
Parecía una noche de sexo como otra cualquiera, pero se transformó en una sorpresa para mi chico al ver a nuestra amiga entrar en la habitación de mi mano con una botella de ron, un bote de caramelo liquido y una sonrisa de oreja a oreja
Lo primero que he de decir es que evidentemente y por razones obvias los nombres de las personas serán alterados, para preservar la confidencialidad y la intimidad.
Me llamo Estefanía, 19 años, pelo negro azabache, ojos negros, 1,70 de estatura, 55 kilos de peso, y un cuerpazo muy bonito (según los hombres), una cintura pequeña, un culito respingón debido al ejercicio diario, unas tetas normales y muy firmes y una figura en general de las que hacen volverte a mirar cuando pasa a tu lado.
Mi novio se llama Carlos, 20 años, es moreno, ojos marrones, mide 1,90, pesa 95 kilos, y físicamente siempre le dicen todo el mundo (incluida yo) que estoy bastante bien, no se considera estar excesivamente musculoso, pero se mantiene en forma.
La historia comienza en las fiestas populares del pueblo de mi chico, cuando nos vamos a la casa que allí tiene, con la intención de pasar allí las fiestas, y poder desatar ahí nuestras fantasías, nuestro sexo y nuestra pasión, he de decir que en ese pueblo siempre hemos tenido muchas amigas/os, y "amigas/os" con las que han llegado a pasar cosas, pero eso vendrá un poco más adelante. Así que recién llegados al pueblo, fuimos de compra, para tener comida suficiente en esos días y ya de paso compramos unos cuantos condones, que aunque nosotros no los usamos, pero siempre vienen bien por si ligamos con alguien más, poder llevárnoslo a casa sin problemas de encontrarte con el desavío.
Al llegar a casa mientras el guardaba las cosas en la nevera y en los cajones, yo me fui a dar una vuelta para ver el ambiente que había, así que pasó prácticamente toda la tarde solo en casa, cosa que aprovecho para afeitarse(como después descubriría), ducharse y ordenar un poco la ropa que habíamos llevado.
Cuando volví, me arreglé y nos fuimos a la fiesta, a pasarlo bien, habíamos quedado con unas cuantas parejas y algunas chicas solteras con las que teníamos bastante confianza, así que nos pusimos a beber, y una copa tras otra, y un baile tras otro, y un magreo o una cogida de culo tras otro, se nos hizo casi de día, así que Carlos y yo decidimos irnos a casa a dormir.
Cuando llegamos a la casa, bastante achispados los dos, nos desnudamos y nos metimos directamente a la cama, a dormir… a media noche me al baño y comencé a planear como sería la mañana siguiente, llamé a una amiga que estaba allí en las fiestas, y le dije que estuviese en la puerta de la casa de Carlos en un par de horas, vestida solo con un vestido ajustado, lencería de encaje y unos taconazos de quitar el hipo, que quería darle una sorpresita a mi chico, a lo que ella acepto de inmediato, porque ella hacía ya tiempo tenía muchas ganas de hacerlo con nosotros de nuevo (en otro relato contaré lo que paso con ella).
Yo por mi parte me vestí con mis medias negras, tanguita negro a juego y sin sujetador, un vestidito blanco semitransparente que el mismo me había regalado para las fiestas y unos tacones negros de 15 cm de tacón y plataforma. Aprovechando que él seguía dormido, lo até a la cama con su cinturón, y con otro más que había por allí las manos y pies a los postes de la cama, de forma que quedaba abierto de brazos y piernas sin poder mover las manos lo mas mínimo, he de decir que Carlos tiene un sueño más que profundo.
Seguidamente comencé a darle besitos empezando por la boca y bajando poco a poco, muy poco a poco por todo su cuerpo hasta llegar a su pene, donde me detuve acariciándola y dándole pequeñas lamidas para ponerlo a tono y para despertarlo como más le gusta, con una buena ración de sexo oral.
Cuando se despertó y se vio atado y siendo besado y lamido por todos lados sin poder hacer nada, no tuvo más remedio que dejarse hacer y disfrutar, lo que me dio más ventaja y empecé con mis jueguecitos, dándole pequeños mordiscos en los pezones, en la barriga, en el pene, en los muslos, etc… luego de esto, seguí manoseándolo mientras con mi mano libre empezaba a tocarme por encima de la ropa y a decirle lo que me gustaría hacerle y que me hiciera para ponerlo más caliente,
Cuando ya estaba totalmente caliente, me levante de la cama y me puse en frente suya, dándole una gran visión de mi cuerpo, y comenzando un Striptease, quedándome tan solo con la ropa interior y los tacones, me volví a subir a la cama, me quite el tanga, y lo use como mordaza tapándole la boca con él, por lo que ya no podía tocarme ni hablar, es decir, que ya estaba totalmente a mi merced, así que decidí dar un pasito más y empezar a lamerle todo el tronco, la cabeza y los huevos, mientras con mis manos voy acariciándolo lentamente en dirección a su culo para tocarlo, masajearlo, y darle pellizquitos y azotitos en él.
A continuación, me coloque sobre su boca, en cuclillas, le quite el tanga de la boca y le ordene que me comiese mi coñito y la entrada de mi ano; mientras con mi boca seguía jugando con su ya durísimo pene, sus huevos, y la entrada de su culo, para luego, mientras él seguía dándome placer, cogí un consolador doble que tenemos para nuestros juegos del cajón, lo lamí muy bien para lubricarlo y me lo metí en mi interior, llenándolo de mis ya abundantes flujos. Luego me coloque en frente de él, tumbada, le puse un cojín debajo de su espalda, para auparle el culo, e introduje la otra punta del consolador muy poco a poco en su culo, tan solo un trozo, y el resto dentro mía (en total tendrá unos 25cm por 3,5cm); y lo muevo lentamente para ir profundizándolo más en su interior acabando más o menos la mitad en cada uno de nuestros cuerpos, bien hundido, dilatando su culo, y mi coño que a estas alturas, gotea en el colchón mis jugos…
Luego le permití soltarte las ataduras con mi ayuda solo si me obedecía en todo lo que le pidiera, a lo que accedió gustoso y le indique que se pusiese a lo perrito y continúe penetrándolo con el consolador, mientras lo masturbaba con la otra mano.
Cuando me quede satisfecha de eso, le dije que se pusiese boca arriba y me empale del tirón en su pene, cabalgándolo rápida y duramente y le digo que no se corra, que aún queda…ahí acabe yo, y luego otra vez mientras me lo montaba de espaldas al…
Tras estos dos intensos orgasmos, decido que es hora de dejarlo actuar y me coloque yo en la cama y él se puso encima, penetrándome muy profundamente, con mis piernas en sus hombros, y sus huevos golpeando con mi culo. Cuando note que se iba a correr, le pare y comencé a mamársela rápido, metiéndomelo entero en la boca y dándole lametazos hasta que se corrió en mi boca, luego de lo cual, nos besamos durante varios minutos, intercambiando nuestros fluidos en nuestras bocas.
Tras relajarnos y tomar una ducha juntos para quitarnos el sudor, volvimos a la cama, pero llamaron a la puerta, por lo que Carlos fue al cuarto, y yo salí a ver quién era. Al momento aparecí en el cuarto, de la mano de Cristina (nuestra amiga), la cual venía con una botella de ron en la mano, y un botecito de chocolate liquido en la otra, vestida tal y como le había pedido yo.
Cuando él la vio aparecer en el cuarto así vestida y con las cosas en la mano, primero se quedó extrañado, pero luego reacciono y le planto un morreo, mientras le cogía el culo y reíamos todos por su respuesta…
En el siguiente relato, os contare que pasó con el chocolate, Cristina, y el sexo entre los tres…
Espero que les haya gustado, es el primer relato que escribo, y la verdad es que me daba un poco de vergüenza ser tan explícita con las acciones, espero vuestros correos y vuestras ideas para continuar con la historia
Par mandarnos cualquier mensaje, al correo parejasex93@gmail.com
Un lindo besito cargado de erotismo y sexo…
PD: estamos abiertos a nuevas amigas que les apetezca entrar a nuestra cama, en el caso de los chicos, de momento tenemos más que abarrotada la cama de chicos, ya que es mucho más fácil encontrarlos… xd