Trío filmado
Con un acercamiento de la cámara veía como la verga ajena, ensanchaba los pliegues de la vagina de mi esposa, la estaba partiendo en dos...
Ahora él correspondería al placer que le habías proporcionado con tu boca, tendido en la cama a tu lado empezó a recorrerte con sus manos lentamente, mientras tu cerrabas los ojos, sus manos recorrieron tu cuello, bajaron suavemente a tus pechos, tus pezones reaccionaron de inmediato poniéndose duros, erguidos, preparados para él, acercó su boca a tu pecho izquierdo a sorbió tu pezón completo, el gemido que diste, se escuchó en toda la habitación, el dolor que sentí al escucharte entregada al su toque, lo ubique en la boca del estómago, yo mismo te entregaba a él, y sentía cada latido de mi verga que estilaba a su vez abundantes líquidos, el placer de verte así era increíble y superaba lo que había imaginado; empezó a mordisquear tu pezón estirándolo y soltándolo, mientras con su mano derecha te acariciaba el otro pecho pellizcando, acariciando y dibujando con sus dedos la silueta de tu pezón.
Me coloque a los pies de la cama y haciendo un acercamiento de tu concha, se veía el hilo de liquido lubricante que segregabas, salía deliciosamente de tus labios abultados, mientras que tu clítoris abultaba con nunca lo había visto, movías lentamente las piernas mientras que devoraba tus pechos y su mano empezaba a acariciar suavemente tus costados, bajando lentamente hacia tus piernas; sin tocar tu pubis completamente depilado, hice un acercamiento de sus manos en tus piernas te acariciaba los costados de las piernas y el interior de los muslos, ¡rodeando intencionalmente tu inflamadísima cocha! Detuvo sus caricias y levantándose, se hincó en la cama, a un lado tuyo y te ayudó a hincarte junto a él, se colocó detrás de ti, y colocando su verga en el canal de tus nalgas, te abrazó por atrás, sus manos recorrían todo tu cuerpo, volteaste a verme, y la pose era increíble, empecé a tomar acercamientos mientras te mordía el cuello.
Veía tus pechos parados desafiantes y durísimos, tu cara estaba llena de rubor por lo caliente que te encontrabas en ese momento, te guiñé un ojo, sonreíste y cerraste los ojos, pues, como me contarías después sentías su verga golpear contra los labios de tu vagina, cambio la posición y doblándote hacia delante te colocó en cuatro puntos, tu vagina se abrió para recibir su verga; él aún se hecho hacia atrás, para ver tu culo abierto para él y tu orto que palpitaba también de excitación sus manos acariciaban tus nalgas y cubrían tu concha apretándola fuertemente haciéndote gemir de placer, apunto su verga y empezó a frotar los labios de tu cocha, deslizándola suavemente de arriba abajo, hasta tocar tu clítoris, gemías y tus manos sólo apretaban la colcha, movías tu trasero buscando cada vez mayor contacto, tomaba su verga con la mano, y cuando hacías tu culo para atrás la bajaba de modo que buscabas que te lo introdujera, cuantas veces me vi en ese lugar detrás de tu grupa hurgando en tus orificios, haciéndote sentir el placer que ahora un extraño te daba, con sus manos te acariciaba el vientre y recorría tu constado, me acerque para ver en primera fila como un tronco nuevo para ti, te hacía gozar como normalmente yo lo hacía, más aún, ya que el saber que era alguien que no es tu marido aumentaba la sensación de clandestinidad y morbo, además de estar consciente de que yo, tu marido, te estaba viendo, eso hacía la situación mucho más excitante, Sus dedos se empaparon en su saliva y presionando deslizó un dedo en tu ano, nuevamente el gemido se escuchó en toda la habitación, me acerqué para ver como deslizaba su dedo en tu ano y lo empezó a meter y sacar lentamente, sintiendo como poco a poco aflojabas tu esfínter y se acercó aún más a la entrada de tu vagina, bastaría un leve empujón para que entrara, estabas tan
mojada que tu lubricación escurría por la parte interior de tus muslos, finalmente empezó a presionar y tus labios vaginales se abrieron como flor para recibir su cabeza y empezó a metértela, sólo la cabeza y cuando sentía que reculabas para sentir más de su tranca se retiraba haciendo que y te desesperaras, empezó a presionar su verga un poco más y deslizó su cabeza, estirando al máximo tus labios, fue hermoso ver como la elasticidad de tus tejidos se ensanchaban para poco a poco aceptar al intruso, que lentamente se habría paso en tu interior.
Finalmente su cabeza estuvo adentro, ahí se detuvo y se agachó sobre tu espalda para lentamente recorrerla con su lengua, mientras sentía las contracciones de tu vagina sobre la corona de su cabeza, sus manos recorrían tus costados hasta llegar a tus pechos que colgaban con los pezones duros, los pellizcaba y tu buscabas con tus nalgas sentir más de su tranca, sacaba la cabeza y lentamente la volvía a meter deseaba sentir cada latido de tus calientes paredes vaginales, cada movimiento de los pliegues de tu flor que se abría para él y se colocó un poco de lado para que filmara como poco a poco la iba dejando ir hacia adentro.
Te dejaba ir la cabeza adentro y se separaba para que ladeándose un poco pudiera casi meter el lente entre ustedes obteniendo unos primeros planos de tu culo atravesado por tu primer amante, filmaba sus manos recorriéndote las nalgas acariciándolas, empezaste a gemir y a decirle que querías su verga, MÉTEMELA TODA empezaste a gritarle, siiii asii gritaste cuando de golpe la hundió toda, pude ver como sus huevos golpeaban en tu clítoris cuando bombeaba, lento pero hasta el fondo, cada vez la sacaba hasta la cabeza y la dejaba ir, tu cara estaba roja y respirabas como si con cada embestida te sacara el aire te bombeaba hasta que de un grito llegaste a tu segundo orgasmo de la noche, te dejaste caer sobre la cama y él junto contigo, sin separarse te abrazó quedó encima de ti así totalmente aplastándote, siguió bombeando hasta que su espalda se tensó y lanzo sus chorros de leche dentro de ti , se quedaron abrazados, quietos laxos descansando, mientras recargaba la batería de la cámara.