Trio en Portugal (Marta, Fernando y Juan)

No solo fue sexo, hubo algo mas. Dedicado a Marta y Fernando con cariño, de Juan.

Trío en Portugal. O la historia de Marta, Fernando y Juan.

Prologo

Antes de empezar a contar esta vivencia personal, quiero recordar con todo mi cariño a Marta y a Fernando, pues aquella noche y parte de la mañana que pasamos juntos, no fue una simple relación de sexo. Tres personas que no se conocían de nada, fueron capaces de darse cariño, educación, delicadeza, simpatía, amabilidad, sexo,...., y lo mejor que había en el interior de ellos mismos. ?Cómo paso todo esto, con tres personas que no se conocían y en tan poco tiempo?, realmente no lo sé, no tiene la más mínima explicación ni aguanta el mas simple análisis. Marta físicamente, es lo mejor que he conocido en mi vida, una cara maravillosa, unos ojos que hablan, una expresión muy dulce y un cuerpo perfecto; y como persona solo puedo decir de ella que era equilibrada, culta, inteligente, agradable,... Respecto a Fernando prácticamente seria repetir lo que he dicho de Marta; era una persona que aunque de tu mismo sexo, nunca te cansas de estar hablando, compartiendo vivencias, discutir criterios de vida y profesionales, no siempre de acuerdo pero con razonamientos lógicos y sensatos,...etc. Nunca mas les he vuelto a ver, ni a saber nada de ellos. Yo no les volví a llamar por temor a molestar, luego perdí su teléfono y ellos jamás volvieron a contactar conmigo. Desde esta pagina y este relato, os quiero decir Marta y Fernando, que si se produjera la casualidad que leyeseis este relato, me encantaría saber de vosotros, que me pusierais un mail contándome que tal os han ido las cosas en la vida, tanto personal como profesionalmente. Después de 8 años, existen muchos detalles de aquel encuentro que los recuerdo muy tenuemente, pero de quien nunca me he olvidado y no creo las olvide nunca, son las personas, son Marta y Fernando.

El Relato.

Me llamo Juan y tengo 49 años. Soy la misma persona que escribió el relato titulado "Trío de amigos. O la historia de Susana, Luis y Juan", por esta razón, sobran en este relato los antecedentes sobre sexo liberal en mi matrimonio.

En esta época yo vivía y trabajaba en Portugal, en una población cerca de Lisboa hacia el Sur, en una zona de playas y acantilados. Vivía solo en Portugal, en un chalet precioso de dos plantas, debajo de un castillo del siglo XI, que perteneció al Temple y posteriormente a los Caballeros de Santiago. Mi familia vivía en España, y solamente una vez al mes o cada dos meses, viajaba a ver a mi mujer y mi hijo.

Tenia entonces 43 años, y me conservaba físicamente bien, pues casi todos los fines de semana los pasaba en los acantilados buscando pigmentos minerales, fósiles y escalando por las rocas. Solo al empezar la tarde, sobre las cuatro o las cinco, salia de los acantilados y entraba en la ultima playa de la zona de Caparica, la playa de Meco, donde nadaba un poco, tomaba el sol y miraba los preciosos cuerpos de las mujeres desnudas, ya que Meco es una playa nudista.

Aunque mi estancia en Portugal ya duraba 3 años, tenia muy pocos amigos, pues prácticamente dedicaba todo el tiempo al trabajo, en jornadas de 12 y 14 horas, y cuando disponía del fin de semana, lo dedicaba a lo que mas me gustaba, que era disfrutar de la naturaleza y el mar. Con este planteamiento de vida, el sexo que tenia era muy escaso, prácticamente una vez cada dos meses, y recordé que en la revista de contactos que algunas veces comprábamos mi mujer y yo, ocasionalmente tenia algún contacto de parejas de Portugal y de zonas fronterizas de España.

Una de las veces que viaje a España, me traje la revista, y empecé a seleccionar que anuncios podían ser factibles de contacto, como que fueran de Portugal, de zonas fronterizas cercanas, que pidieran chicos solos,...etc.

Escribí a tres anuncios; el primero era una pareja de Lisboa que buscaba otras parejas o chicos hasta 45, también de la misma zona; el segundo era una pareja de Badajoz, que buscaba parejas de la zona de Caparica y Algarbe; el tercero era una pareja joven española, que decía ser de una zona fronteriza sin especificar, que buscaba parejas y quizás chicos. Este ultimo anuncio mostraba una fotografía de una chica con la cara tapada, tenia melena hasta los hombros, morena, con unas piernas perfectas cubiertas con unas medias negras, tenia unas braguitas minúsculas que tapaban justamente el vello de su pubis, sus caderas tenían la curvatura y anchura, justa y exacta que diferencia uno y otro sexo, su vientre era totalmente liso, y sus pechos eran medianos y redondeados, marcando un volumen un poco mas grande que la palma de la mano, sus pezones tenían una aureola abultada y rosada, no muy grande, acabando en un pezón mediano y erguido.

Pasaron aproximadamente dos meses, y no había recibido ninguna respuesta a mis tres cartas. Durante ese tiempo, yo fantaseaba algunas noches con la chica de la fotografía del anuncio, masturbándome algunas veces con su fantasía. Pero después pensaba con mi mente lógica y matemática de técnico, que era imposible que aquel contacto se pudiera consumar; habrían recibido montones de cartas de chicos mucho mas jóvenes, con fotos de cuerpos bonitos y deseables, y el pragmatismo de la realidad se imponía en mi pensamiento.

Una tarde recibo una llamada en mi teléfono móvil. La llamada no era identificada por la agenda del móvil, y aquel teléfono lo tenia muy poca gente, mi familia y personal de mi trabajo para emergencias.

J.- Si, dime.

F.- Hola, buenas tardes, ?eres Juan?

J.- Si, yo soy Juan, pero...?quien eres tu, no te conozco?

F.- Mi nombre es Fernando y esta claro que no me conoces. Te llamo por una carta que hemos recibido, respecto a un contacto que publicamos en la revista AAAA. ?Puedes hablar ahora?

J.- Si, si, ahora ya recuerdo. No tengo ningún problema en hablar. Dime.

F.- Bueno, somos una pareja de un pueblo cerca de TTTTT en Galicia, nos llamamos Marta y Fernando. Dentro de dos semanas, tenemos que viajar a SSSS del Sur de España, por una cuestión de negocios. Creemos que la ruta mas corta, es entrando por Portugal, bajar por la autopista a Lisboa, coger la autopista a Badajoz y desde Badajoz estamos a 130 Km de SSSS. Tu conoces esa zona, ?tu crees que es la ruta mas acertada?, ?Cómo esta la carretera de Badajoz a SSSS?.

J.- Mucho gusto en conoceros. Realmente es la mejor ruta que podéis coger, de echo los camioneros también usan esta ruta para bajar desde la TTTT a SSSS. La carretera desde Badajoz es muy ancha y casi mas del 60% de la carretera tiene doble carril. Espero que esta información os ayude.

F.- También queríamos comentarte, que como pasamos tan cerca de donde tu vives, nos gustaría conocerte y si estamos de acuerdo en todo, quizás pasar un dia contigo. El viaje es bastante largo, nosotros saldríamos un viernes a media mañana, para llegar a donde tú estas sobre las 20:00. Podríamos cenar juntos, conocernos, pasar la noche y parte del sábado en tu casa y después seguir la ruta a SSSS. ?Que te parece?, ?Seria posible?.

J.- Claro que es posible, no tenéis ningún problema. Yo vivo en un chalet, que en el piso alto tiene tres habitaciones grandísimas, y además vivo completamente solo como os comentaba en mi carta. Pero quiero explicaros que independientemente que estemos de acuerdo, de que yo os guste o no os guste físicamente, de que tengamos o no tengamos sexo, si vosotros sois unas personas educadas y normales mi casa siempre estará a vuestra disposición el tiempo que consideréis necesario para descansar, o mas días si os gusta la zona.

F.- Muchísimas gracias Juan. Yo también te quería comentar que no pienses que somos una pareja rara, ni que yo soy un impotente ni nada parecido. Simplemente a Marta y a mi, nos gusta jugar, nos encanta el sexo en grupo, nos gusta conocer gente, y por la carta que nos mandaste podemos deducir que eres una persona educada, amable, sensible y bastante social. Para nosotros todo esto es bastante, comparado con la clase de gente que nos hemos encontrado por este mundo.

J.- Bueno, tu me dirás como lo hacemos.

F.- Iremos dentro de dos semanas, como ya te he dicho antes. Cuando salgamos de TTTT te llamamos para confirmarte el viaje, y cuando estemos en Lisboa, te llamamos para que vengas a buscarnos. Si tenemos que salir de la autopista quizás nos perdamos nosotros solos. Te damos nuestro teléfono por si te surge algún problema.

J.- El plan es perfecto. Solo una pregunta por mi parte, yo escribí a tres contactos, y ahora mismo no tengo claro cual era el vuestro. ?Quizás uno que tenia una fotografía de una chica bajando unas escaleras, con unas medias negras y una braguita?.

F.- Si, ese es el nuestro, y la chica de la foto es Marta. ?Te gusta, que te parece?.

J.- En principio preciosa, una maravilla de mujer.

F.- Bueno Juan, pues quedamos en lo dicho, hasta dentro de 15 días.

J.- De acuerdo, espero vuestra llamada.

Cuando colgué el teléfono, yo estaba perplejo. No podía ser verdad, era casi imposible que tuviera tanta suerte, era como jugar a la ruleta tres veces, te toque una, y además en la apuesta mas fuerte. Pero realmente así era.

Pasaron los días y llego el viernes de la cita. Yo estaba nervioso, a veces pensaba que quizás todo había sido una broma y que no llamarían. Sobre las 11:00 de la mañana, sonó el teléfono, la agenda lo edentifico como ParTTTT. Como esperaba era Fernando, me anunciaba su salida de la TTTT en esos momentos. Yo por mi parte les indique un lugar para encontrarnos a la salida del peaje de Lisboa, así como que me llamase cuando los indicadores marcasen 50 Km a Lisboa, con el fin de llegar al lugar del encuentro al mismo tiempo que ellos.

Cuando recibí la llamada de Fernando, yo ya estaba en casa arreglándome. Serian aproximadamente las 19:30, cuando salí hacia el lugar del encuentro. Cuando llegue al área de descanso, solo había en el parking cinco coches, pero no veía a nadie. Mire las matriculas intentando localizar alguna española. Enseguida localicé una, aparque y me dirigí hacia el coche. Cuando estaba llegando a la altura del coche, se bajaron de su interior una pareja y la mujer me hizo señas con la mano. Me acerque hacia ellos.

J.- Hola, buenas tardes, ?eres Marta, verdad?, y tu me figuro que serás Fernando.

M.- Si, nosotros somos Marta y Fernando. Mucho gusto en conocerte Juan.

F.- Que tal Juan, tenia muchas ganas de conocerte.

Marta y yo nos dimos un beso en la mejilla, y con Fernando nos dimos la mano. La imagen de Marta no se diferenciaba nada de lo que había imaginado. Era una mujer muy guapa, joven y con mucho estilo. Llevaba puesta una falda como un palmo por encima de las rodillas, unas medias negras, zapato de tacón no excesivamente altos, una camiseta roja de tirantes bastante ajustada hacia resaltar unos pechos que se adivinaban en las medidas exactas. Su cara estaba perfectamente arreglada con ligeros toques en sus mejillas, labios y ojos. El conjunto de sus ojos, boca y sonrisa, irradiaban una dulzura y una amabilidad fuera de lo común. Toda su expresión atraía de una forma especial. Yo no podía dejar de mirarla a los ojos, por primera vez en mi vida, me gustaba mas mirar a una mujer a sus ojos que a sus pechos. Fernando era un hombre joven, como de unos 30 años, era alto como de 1.85, su cuerpo era delgado y se notaba que practicaba algún deporte para mantenerse. Su expresión era apacible, noble y amistosa, pero también se le notaba una gran seguridad en si mismo. Te encontrabas a gusto con él y generaba confianza.

M.-?Que te pasa Juan, te as quedado como flipado?, ?Sorprendido?

J.- Realmente si Marta, eres una mujer guapísima. Al disco duro de mi cerebro, le esta costando bastante analizar y codificar los datos. No esperaba encontrarte así, venir tantas horas de viaje con esa ropa y tan guapa no es fácil conseguirlo, por eso me he quedado sorprendido.

M.-Me he arreglado para ti, para causarte buena impresión. No he venido así en el viaje, realmente cuando te hemos telefoneado ya estábamos aquí, y he tenido media hora para arreglarme un poco.

J.- Si me permitís una palabra fuera de tono, la verdad es que me tenéis "acojonado". No esperaba que fuerais así, y mucho menos que me diga Marta que "me he arreglado para ti", nunca había conocido a personas que en cinco minutos de conocerse, aporten tanta confianza y amistad como lo hace Fernando y tanta sensación de cariño y delicadeza como lo haces tu Marta, y además tan jóvenes. Y yo me presento aquí, con 44 tacos, con poco pelo, y con un cuerpo cuidado por el deporte y moreno por la playa, pero que no deja de tener 44 tacos.

M.-Tu también eres guapo y muy sensible. Eres exactamente igual a como te imaginábamos. Nosotros sabíamos que íbamos a conocer a una persona de 44 años.

F.- Tiene razón Marta, no nos hemos equivocado nada en como era tu aspecto físico. Y la educación y sensibilidad eran manifiestas en tu forma de hablar y expresiones, por eso decidimos conocerte.

J.- Bueno, y ?que tal el viaje?, ?me figuro que estaréis cansados?

F.- El viaje bien, sin problemas, pero se hace bastante largo.

J.- Entonces lo mejor, es marcharnos rápidamente, tenemos media hora hasta casa. Antes de llegar, iremos a cenar a un restaurante que esta a cien metros de casa. Allí tendremos tiempo de hablar y de conocernos un poco, y vosotros podréis decidir hasta donde queréis llegar en nuestra relación.

F.- De acuerdo, te seguimos con el coche.

Tardamos unos 20 minutos en atravesar Lisboa y llegar al restaurante. Aparcamos al lado un coche del otro, y Marta enseguida me tendió la mano y me sonrió con delicadeza.

M.-Esta zona es muy bonita, es casi tropical, y hace una temperatura ideal.

J.- Si realmente es bonita, y aun esta muy salvaje. El mar lo tenemos a 500 metros, y eso suaviza mucho el clima, de todas formas daros cuenta que estamos a la altura de Badajoz. Ya estamos bastante al Sur.

M.-Me encuentro muy a gusto con los dos a mi lado. Hacia tiempo que no me encontraba tan bien con una persona que he conocido hace cinco minutos.

F.- Yo también me encuentro muy tranquilo. Quizás el lugar y el clima ayuda bastante. Y sobre todo ver a Marta tan segura y apacible. Además me gusta ver como te coge de la mano, y arrima sus pechos a tu brazo. De alguna manera Juan, generas una seguridad y tranquilidad que se nos transmite. Yo particularmente me doy cuenta, que lo que mas deseas es que nos encontremos a gusto y que seamos amigos.

J.- En cierta forma es así. Daros cuenta, que tal y como se ha desarrollado esta situación, sois mis invitados; yo os he ofrecido mi casa sin nada a cambio, y así es como estoy actuando, no quisiera bajo ningún concepto que os sintierais obligados a efectuar algo que no quisierais hacer. No es mi estilo, y lo primero es el respeto a las personas. Vale mucho más la alegría que detecto en vosotros, que cualquier otra cosa.

M.-Gracias Juan, lo que dices es muy bonito, sobre todo para una mujer. Lo más importante es que tanto Fernando como yo, detectamos que además de decirlo, lo crees y lo haces. Como tu dices es un problema de estilo.

Pasamos al restaurante, pedimos la cena, empezamos a charlar y a contarnos un poco nuestra vida. Marta y Fernando no estaban casados, eran pareja y llevaban juntos cinco años. Tenían 28 y 31 años, y vivían en un pueblo cerca de la TTTT. Marta era licenciada en LLLLLLLLL y Fernando era Ingeniero CCCCCCC. Ambos trabajaban en empresas, aunque Fernando tambien hacia proyectos en casa para sacar un dinero extra. A los dos les encantaba el sexo, sobre todo con personas diferentes, y llevaban tres años con intercambios. Pero siempre habían tenido mucho cuidado con el tema de la discreción. En la TTTT y la zona de influencia donde vivían, era muy peligrosa para ellos en cuanto a discreción. Aunque eran poblaciones muy grandes, de alguna manera al final se conocían todos. Por esta razón, siempre habían efectuados los contactos muy lejos de su área de influencia. Casi siempre en Madrid, y en locales de intercambio. Pero esto también planteaba otros problemas. Cada vez que se desplazaban a Madrid, el fin de semana les salía por una fortuna económicamente. Por otra parte, no les acababa de convencer el ambiente de los locales de intercambio, pues aunque era la forma mas fácil de contactar y además perfecto en cuanto a seguridad personal, siempre salían con la sensación de faltarles algo, con la sensación de un ambiente en limite con lo profesional; como explicaba Fernando…"siempre pasa lo mismo cuando ligas con otra pareja, el tío se va a por la chica y la chica también se va a por la chica, aunque yo participo activamente, pero siempre me encuentro un poco flotando". Me comentaron que como respuesta al anuncio, habían recibido unas mil cartas, de todos los estilos y de todas las clases; incluso varias de presos en cárceles. Les pregunte como habían escogido mi carta, y Fernando me dijo: "en primer lugar la delicadeza y educación de tu carta, el estilo y la forma de expresión, en segundo lugar la coincidencia de este viaje a facilitado mucho las cosas". Yo también les conté un poco mi vida, en que trabajaba, los primeros años de casado con mi mujer, luchando como ellos para pagar un piso y hacernos un futuro. Ellos ya sabían que era casado pues se lo había escrito en la carta de contacto. También lo a gusto que estaba en Portugal, y sobre todo en aquella zona, pero también de la soledad algunas veces, de la falta de sexo, etc. Hablamos de mis continuos viajes y de la dificultad para tener amistades y relaciones estables cuando cambias de lugar cada tres o cuatro años.

La cena estaba terminada, ya habíamos tomado el café, y había llegado el momento de marcharnos a casa.

J.- Bueno, voy al servicio y después a pagar en la barra, de esta forma tenéis 10 minutos para poder hablar vosotros solos, así cuando lleguemos a casa, lo tendremos claro y todos sabremos como comportarnos.

F.- Vale Juan, gracias.

A los cinco minutos estaban los dos en la barra, junto a mi. "A debido de ser una decisión muy fácil", pensé interiormente. Ellos no me comentaron nada. Cuando acabe de pagar, Marta volvió a cogerme de la mano, se acerco apretando sus pechos a mi brazo, y me dijo al oído, "vamos a casa Juan".

Llegamos a casa y sacamos las maletas del coche. Entramos en la casa, dejamos las maletas en el suelo, y les empecé a enseñar el lugar, el salón, el baño,...., subimos al piso de arriba, y les mostré mi habitación y la que iban a ocupar ellos, que estaba pegada a la mia. Todo les gusto mucho y bajamos abajo a por las maletas. Fernando subió una y yo otra. Las pusimos en la habitación y Marta empezó a desarmar una de ellas. Yo les deje solos y baje al salón, me senté en el sofá, no tenia muy claro como actuar. La escalera que subía al piso de arriba estaba enfrente del sofá, con lo que la veía perfectamente.

Pasados como 10 minutos, bajando por la escalera aparece Marta, con una bata de seda de color beige, completamente desnuda y la bata totalmente abierta, que no la llegaba a tapar los pezones. Detrás de ella bajaba Fernando totalmente desnudo. Yo observaba el cuerpo de Marta absorto; parecía una princesa bajando del cielo. Algunas mujeres pierden estéticamente cuando se desnudan; en Marta era todo lo contrario.

La piel de Marta era morena, pero a la vez rosada y transparente, tirando a clara. Sus piernas eran largas, esbeltas, proporcionas perfectamente a todo el conjunto; sus caderas tenían la curvatura y anchura, justa y exacta que diferencia uno y otro sexo; su pubis cubierto por una mata de vello rizado y cuidado, era abultado marcando perfectamente el final de los labios mayores y el comienzo de un vientre totalmente liso, acabando en una cintura que respetaba perfectamente los cambios de curvatura marcados por el final de sus caderas y el comienzo de su tórax; sus pechos eran medianos y redondeados, marcando un volumen un poco mas grande que la palma de la mano, sus pezones tenían una aureola abultada y rosada, no muy grande, acabando en un pezón mediano y erguido. En esos momentos se notaba en Marta una gran seguridad en si misma. Sabia perfectamente lo que estaba haciendo y lo que quería hacer.

Fernando tenia una piel muy morena. Su cuerpo era esbelto y atlético pero no musculoso. Sus muslos eran anchos y su vientre bastante liso, notándose la practica de algún deporte. Su polla aun en semi erección, presentaba unas proporciones normales con su altura, pero se adivinaba un grosor importante cuando adquiriese el estado de plenitud. También se le notaba una gran seguridad en lo que quería hacer junto con su pareja.

Marta y Fernando se acercaron a donde yo estaba,...

M.-?Pero aun estas así Juan, que esperas para desnudarte?

J.- Bueno, no sabia que hacer. No lo tenia claro. Eres preciosa Marta, pareces una princesa.

M.-Venga desnúdate, vamos a ducharnos los tres juntos.

Empecé a quitarme la ropa, dejándola en el sofá. Nos dirigimos los tres a la ducha, Marta se quito la bata y entramos los tres. Abrió el agua caliente y la fría y la regulo adaptándola a una temperatura ideal. En esos momentos tanto Fernando como yo teníamos una erección extraordinaria. Marta estaba en el centro y nosotros cada uno a un lado. Ella nos abrazo por la cintura y nos atrajo hacia ella, nuestras pollas tocaban sus muslos. Marta bajo sus manos hacia nuestras pollas, acariciándolas en toda su extensión y apretándolas como midiendo su grosor. Con una mano en cada polla, empezó a menearlas muy lentamente, haciendo que crecieran a su tamaño máximo. El agua tibia corría por nuestros cuerpos, y el roce de los cuerpos era tibio y suave, lubricado por el agua. A Marta le encantaba tener una polla en cada mano, y menearlas muy lentamente, alternado sus caricias por nuestros vientres y nuestro pecho. Aun no habíamos dicho ni una sola palabra. Todas nuestras sensaciones provenían de mirar nuestros cuerpos y de nuestras caricias..

Cuando ella nos abrazo por la cintura, una de mis manos acaricio sus nalgas. Despacio, suavemente, lo acariciaba en toda su plenitud, pasando suavemente por la separación de sus nalgas. Subí muy despacio hacia su cintura y su espalda. Mi otra mano se apoyo en su vientre liso y perfecto, presionado ligeramente para sentir su piel y su forma. Baje ligeramente hacia el vello de su pubis, acariciándolo y presionando muy ligeramente el tenue abultamiento. Después muy despacio, mi mano se fue deslizando centímetro a centímetro hacia sus pechos. Acaricie sus aureolas laterales presionándolas, y subí despacio hacia sus pezones que estaban hinchados. Sus pechos estaban duros, abultados y las aureolas de sus pezones habían pasado a un rosa oscuro. Fernando prácticamente seguía los mismos pasos que yo, y algunas veces nuestras manos se cruzaban.

Marta miro a los ojos a Fernando. Después me miro a mi a los ojos y acerco sus labios a los míos. Me dio un suave beso y después otro. Se agacho a por el bote de jabón, y se echo un poco de gel en las manos. Suavemente paso sus jabonosas manos por nuestras pollas, y por nuestros culos. Yo cogí jabón en una de mis manos y enjabone sus muslos y su vagina, introduciendo dos dentro de ella, después subí a sus pechos llenándolos de jabón suavemente. Nos aclaramos completamente de jabón los tres, y salimos fuera. Cada uno de nosotros cogió una toalla, y nos fuimos secando los unos a los otros.

M.-Vamos a tu habitación Juan, es muy acogedora, en ella estaremos muy bien. Por favor Fernando coge el bote crema, lo vamos a necesitar.

Marta se abrazaba a los dos, y nos besaba suavemente en la boca. No con besos profundos, pero si suaves y con los labios abiertos juntado nuestras lenguas. Subimos a mi habitación sin dejar de abrazarnos.

M.-Juan, solo existe una limitación que quiero que cumplas. Yo no tomo pastillas ni tengo colocado el DIU, por lo que es factible que si os corréis dentro me pueda quedar embarazada. Fernando siempre usa "la marcha atrás", y así lo hemos hecho siempre durante cinco años y no hemos tenido problemas. Por tu parte Juan, cuando me la metas quiero que uses preservativo, y también que cuando te vayas a correr y a pesar de tener el preservativo puesto, me la saques y te corras fuera. No te preocupes que en el momento de correrte yo te ayudare con mi boca y mis manos, y tendrás un gran placer.

J.- Por descontado Marta, no hay ningún problema. Estas reglas serán como tú las marques.

M.-Juan quiero que comprendas una cosa. No quiero permitir que exista la mas mínima posibilidad de que ocurra un accidente, pero si por casualidad se produjera, tanto Fernando como yo, no queremos tener la menor duda de que el hijo que viniese en camino, el padre seria Fernando. ?lo entiendes Juan?

J.- Perfectamente, pero no tenias porque explicármelo, era una decisión tuya y para mi bastaba. De todas las formas, gracias por tu delicadeza al explicármelo.

M.-Pon unas tollas encima de las lámparas de la mesilla de noche, así tendremos una luz tenue y suave que permitirá ver perfectamente, pero que es mas acogedora. Veniros junto a mi, y empezar a acariciarme que me tenéis muy caliente, dándome crema desde la punta de los pies hasta el cuello. Quiero que me deis crema muy despacio, empezando por los pies, que subáis poco a poco recorriendo cada centímetro de mi cuerpo, metiendo vuestros dedos por todos mis rincones y orificios, que me palpéis todo y absolutamente todo, a la vez que me besáis en la boca, en las mejillas, en el cuello,...., y que me miréis a los ojos con deseo y cariño.

Fernando y yo nos tumbamos uno a cada lado de Marta. Empezamos a acariciarla aplicando crema muy lentamente. Ella enseguida cogió nuestras pollas con la mano y empezó a menearlas muy despacio, exactamente igual que en la ducha. Yo seguía subiendo por sus piernas, por sus muslos,...., y realmente notaba cada centímetro de su piel. El placer que se transmitía a través de mis dedos hacia todo mi cuerpo, era inmenso y desconocido. La forma que ella tenia de menear nuestras pollas, a ritmo muy lento, hacia que el placer fuera extremadamente intenso. Yo enseguida me di cuenta, que de esta forma podríamos durar varias horas.

Mis dedos entraron en su vagina, llena de flujos y crema. Todo el contacto era muy suave. Estaba totalmente dilatada por el placer. Subí por los labios mayores separándolos y llegando a los labios menores. Cualquier tipo de presión, hacia que los dedos desaparecieran dentro, todo estaba muy húmedo y mojado. Seguí hacia su clítoris, deteniéndome un instante. Ella me cogió la mano con la suya y la llevo hacia sus pechos. Seguí dándole crema en los pechos, en los pezones. Sus pechos estaban extraordinariamente duros y sensibles, así como sus pezones totalmente tiesos.

En un momento determinado, ella se volvió hacia Fernando besándole, arrimando sus pechos a el, y meneando su polla. Su culo y su espalda quedo ofrecido a mi polla. Metí mi polla entre sus muslos, la abracé desde atrás, y empecé a tocar sus pechos en contacto con Fernando. La empecé a besar sus hombros y su espalda, casi mordiéndola. Mi polla rozaba la entrada de su vagina, sintiendo el calor de su chocho, y separando muy poquito sus labios mayores, todo ello facilitado por sus flujos y la crema que tenia en todo su cuerpo. Mi polla resbaló hacia su culo muy fácilmente, recorriendo todo el canal formado por sus nalgas, arriba y abajo, y parándome en su esfínter, sintiendo como se dilataba por efecto de la crema.

M.-Por favor Juan, ponte un preservativo, y metemela. Necesito tenerla dentro, necesito tenerte dentro de mi, necesito que me folles. Pero hazlo despacio, quiero sentir cada centímetro de tu polla y cada segundo de penetración.

Saque de la mesilla un preservativo y me lo puse. Me arrime a ella en la misma posición anterior, acariciándola suavemente su cadera y su espalda. Me di cuenta que Fernando había subido su posición, colocando su polla a la altura de la boca de Marta, y ella se la estaba mamando. Acariciándola el pecho desde atrás, coloque mi polla en sus labios mayores, empezando a presionar lentamente; a la mínima presión mi polla llego a sus labios menores justo en la puerta de su chocho; notaba en mi polla el calor intenso de su chocho y las casi inapreciables palpitaciones de esa puerta. Marta seguía mamando la polla de Fernando, con su inigualable estilo, despacio, lentamente, saboreando cada trozo de polla, cada vena dilatada, cada pliegue de su capullo,...,estirando la piel hacia atrás y llegando con su mano a los huevos, para acariciarlos.

Marta empezó a presionar ligeramente su culo hacia atrás, controlando ella mi penetración. Sin llegar a meter toda mi polla dentro de su chocho, empecé un mete saca lento, como a ella la gustaba. Mi polla solo se quedaba con la punta del capullo dentro de su chocho, y volvía a entrar, ganando en cada entrada apenas un centímetro. Pronto mis huevos estaban pegados a su culo y mi polla ocupaba todo su chocho completamente. El mete saca ahora era un poco mas rápido; ella también se movía al mismo ritmo, se notaba que cada vez necesitaba mas penetración. En uno de los envites, con solo mi capullo dentro, ella efectuó un movimiento brusco hacia atrás, buscando una penetración profunda; mi polla entro como una estaca hasta los huevos en su chocho. Otro movimiento exactamente igual al anterior y ella se quedo inmóvil un instante; yo rápidamente note las contracciones en su chocho subiendo en progresión; pronto todo su cuerpo empezó a vibrar en convulsiones. La polla de Fernando seguía metida en su boca, pero solo la apretaba fuertemente con sus labios. Ella estaba teniendo un orgasmo descomunal, y sus convulsiones duraron cerca de 30 segundos.

Marta cayo boca arriba con los ojos cerrados. Todo su cuerpo y sus músculos estaban completamente relajados. Respiraba profundamente con un ritmo en principio rápido y después más pausado. Nosotros seguíamos acariciándola dulcemente sus pechos, su vientre, su cuello y también sus muslos. Aproximadamente a los dos minutos abrió sus ojos, sonrió débilmente, ella abrió su boca y empujando mi cabeza hacia ella me dio un dulce beso, boca contra boca y lengua contra lengua; después empujo la cabeza de Fernando y también le dio un beso lleno de ternura y cariño. Apretó nuestras cabezas contra su pecho, siguiendo nosotros acariciando todo su cuerpo.

Pasaron como uno o dos minutos......

M.-Chupame el chocho y el culo Juan. Me gusta que me lo chupen después de correrme. Pero ya sabes, despacio y con delicadeza. En principio me relaja, pero después me pone cachonda rápidamente. Fernando dame tu polla en la boca, que quiero seguir chapándola sin parar, te voy a mamar hasta que revientes.

La coloque un almohadón debajo de sus riñones, con el fin de elevar su culo y su chocho, y así tener una postura cómoda y accesible. Mi lengua empezó a pasar despacio por toda la longitud de su chocho. Estaba lleno de flujo, y eso me ponía cachondo y me gustaba su sabor y olor. Con mis dedos separe un poco los labios, y mi lengua fue penetrando cada vez un poco mas dentro. Poco a poco mi boca y mi lengua estaban dentro de su chocho. Mi lengua llegaba a profundidades inéditas; subí hacia su clítoris, lleno de saliva y flujo, notándole hinchado y sensible. Notaba como iba subiendo la excitación en Marta por pequeñas contracciones espaciadas. Fui bajando hacia el esfínter de su ano, ella abrió un poco mas sus piernas facilitando mi llegada; yo estaba tremendamente excitado, mi polla tenia unas proporciones máximas; su esfínter anal era totalmente rosado y apretado, y empecé a chuparlo y ensalivarlo recorriendo todo el canal formado por sus nalgas, acariciando al mismo tiempo sus muslos por la parte interior y su chocho externamente. Me encantaba chupar su culo y llegar al principio de su chocho. Marta le seguía mamando la polla a Fernando, ahora con un ritmo bastante mas rápido; la expresión de la cara de Fernando, indicaba que estaba muy cerca del orgasmo.

F.- Me falta muy poco para correrme. Espera Marta, no sigas, quiero follarte un poco antes de correrme.

M.-Si metemela, también necesito tenerte dentro de mi. Pero procura no correrte; antes de que os corrais, quiero probar otra cosa. Juan, sube junto a mi cara, ahora quiero chupar tu polla. Siempre quiero tener una polla en la boca mientras me follan.

Fernando y yo cambiamos las posiciones. Ella cogió mi polla, me quito el preservativo, y se la metió con glotonería en la boca. Empezó a chuparla y a recorrerla completamente, como hacia con Fernando. Yo tenia la sensación que deseaba explorar con su lengua y sus labios, cada pliegue y cada centímetro de mi polla. Fernando la metió la polla dentro de su chocho poco a poco, como a ella la gustaba. Sus huevos empezaron a pegar en su culo en cada envestida, a la vez que los pubis y vientres de ambos empezaban a rozarse y a tener un contacto cada vez mayor. Fernando estaba apoyado sobre sus codos, y a la vez que se la follaba, chupaba sus pezones y sus pechos. Mis manos acariciaban la cara de Marta, alrededor de sus labios, por los que se derramaba saliva y liquido preseminal de mi polla. Después de diez minutos en esta posición, los tres estábamos a punto de estallar. Teníamos que cambiar o corrernos.

F.- Yo ya no puedo mas, si sigo me corro. Cambiemos de postura y relajemos un minuto. ?Que querías probar Marta?

M.-Quiero follaros a los dos a la vez. Quiero las dos pollas dentro de mi chocho al mismo tiempo. Pero quiero ser yo quien controle la penetración y el movimiento.

J.- ?Y como nos ponemos?, es una posición difícil.

M.-No creas Juan, pienso que es bastante fácil. Poneros tumbados boca arriba, un culo contra otro. Vuestras piernas cruzadas, uno por encima de las del otro. De esta forma, vuestros huevos quedaran juntos y vuestras pollas también, haciéndose prácticamente una sola. Yo me pondré sentada en cima de vosotros, cabalgando, con mis piernas entre las vuestras. Es la misma posición que cuando la chica se pone encima con un tío solo, pero ahora con dos tíos y dos pollas juntas. Me intentare meter las dos juntas, a ver si puedo. Es una fantasía que siempre he tenido, y ahora la vamos a convertir en real. Por favor Juan, ponte otro preservativo.

Fernando y yo nos pusimos en la posición que decía Marta. Ella tenia razón, la postura era muy comoda para nosotros, nuestros huevos y nuestras pollas quedaban juntas, y además nuestras manos quedaban libres para acariciarla. Marta se coloco encima de nosotros, entrelazo sus piernas entre las nuestras, apoyándose en sus rodillas, quedando de esta forma totalmente abierta de piernas sobre nuestras pollas. Estaba posicionada de cara a Fernando y de espaldas a mi. Yo veía perfectamente la posición de nuestras pollas y la posición de su chocho, estaban escasamente a tres centímetros. Ella cogió nuestras dos pollas juntas, al mismo tiempo que con su otra mano se abría los labios mayores. Despacio fue bajando su chocho hacia nuestras pollas, encaminándolas hacia el interior. Enseguida sentí el calor de su chocho, y podía ver como nuestras pollas empezaban a entrar en su interior. Ella controlaba la penetración perfectamente, lo hacia muy despacio adaptando la dilatación de su vagina, al grosor de las dos pollas. Bajaba un poco ganando un centímetro de penetración, se paraba completamente durante unos segundos, volvía a subir y volvía a bajar repitiendo la misma operación, y ganando otro centímetro. Yo notaba una presión grandísima sobre mi polla, notaba la entrada por un túnel apretado y estrecho, pero perfectamente lubrificado, y sentía un calor y un placer sobre mi polla que jamás había sentido. Por la posición que yo ocupaba, tenia una visión perfecta tanto de la penetración como de su cuerpo por detrás. Ella estaba ligeramente inclinada hacia adelante, apoyando las puntas de sus dedos sobre el pecho de Fernando; las dos pollas estaban dilatando su vagina perfectamente, y la penetración era perfecta, tal y como ella la estaba controlando. Se notaba que estaba disfrutando en todo su esplendor la penetración; yo veía como los músculos de sus muslos se iban tensando, al igual que los músculos de sus nalgas se tensaban y relajaban muy despacio. Su espalda se tensaba ligeramente hacia atrás y hacia el centro, al mismo tiempo que su cabeza se desplazaba hacia atrás, buscando aire y entrega de todo su cuerpo.

Ella suspiraba muy tenuemente. Había conseguido una penetración un poco mas de la mitad de nuestras pollas, y había empezado a moverse en un mete saca lento pero contundente y rítmico, y ocasionalmente movimientos laterales. Ella seguía sin parar los movimientos y suspiros; en un momento determinado yo note como mi polla era inundada literalmente por algo muy caliente y húmedo. Marta estaba teniendo un orgasmo tremendo; no era igual al anterior, las contracciones y vibraciones de su chocho y su cuerpo no eran tan manifiestas como la primera vez, solo meneaba la cabeza hacia delante y atrás, despacio, pero sin embargo la cantidad de flujo y líquidos era descomunal, aun teniendo nuestras dos pollas dentro, los flujos de su orgasmo resbalaban por nuestras pollas y sus muslos.

M.-Chicos........, me he corrido muchísimo. A sido tremendo, nunca había sido así. Venga ahora os toca a vosotros. Ya sé que estáis a punto, os queda muy poco, quiero que me folleis a lo bestia. Venga Fernando empieza tu, dejadme un sito en el medio.

Marta se bajo de encima nuestro; nosotros modificamos nuestra posición y ella se tumbo boca arriba entre los dos. Fernando jadeaba como un toro, ella abrió sus piernas y él, colocándose entre ellas paso su polla por su chocho acariciando su clítoris, se apoyo sobre sus manos y empezó a presionar su polla contra su chocho. La lubricación de la corrida de Marta era tan grande, que inmediatamente se hundió la polla entera dentro de ella, hasta llegar con los huevos a su culo. Fernando ya sin ningún cuidado, empezó un mete saca a lo bestia, golpeándola en cada envestida con sus huevos en su culo. Yo situado al lado de Marta, la besaba en la boca, chupando la lengua que ella me entregaba y acariciando sus pechos. Ella con una de sus manos meneaba mi polla. Fernando no duro prácticamente nada, a la quinta embestida la saco apresuradamente, se incorporo sentándose encima de su pubis, ella le cogió la polla con su mano, y esta empezó a escupir chorros de esperma sobre el vientre y los pechos de Marta. Ella con la otra mano, la esparcía a lo largo de todo su vientre y por toda la superficie de sus pechos. Cuando ya había acabado, Marta se incorporo ligeramente y se la metió en la boca dándole dos chupadas. Fernando se tumbo a un lado, quedando inmóvil.

M.-Venga Juan, ahora te toca a ti. Follame como Fernando. Si regulas un poco me corro contigo.

J.- Lo intentare, pero estoy demasiado a punto para controlarme. Avísame tu, cuando empieces a correrte.

Me coloque entre sus piernas, cogí mi polla colocándola en la entrada de su chocho; presione ligeramente y mi polla entro suave, tan suave que enseguida estaba toda dentro y mis huevos junto a su culo. Me apoye sobre mis manos y brazos, situados a los costados de Marta, y empecé un mete saca rítmico pero no tan rápido como el de Fernando, intentando controlarme un poco. Marta con una de sus manos empezó a tocarse el clítoris a un ritmo rapidísimo, a la vez que con su otra mano me apretaba mi cadera, marcando mi ritmo de penetración. Yo ya estaba a punto, no hubiera aguanto mas de tres embestidas, y en ese momento...

M.-Me corro, me corro,...., ahora Juan, ahora conmigo, correte.

Efectivamente yo también me corría. Saque mi polla de su chocho y me coloque de rodillas a la altura de su vientre. Ella me cogió la polla rápidamente, me quito el preservativo, me la meneo un par de veces y mi polla empezó a escupir esperma en su vientre y pechos mezclándose con el de Fernando. A la vez ella se corría intensamente mojando el cubrecamas, y con pequeñas sacudidas de su cuerpo. Me tumbe a su lado como Fernando., totalmente rendido.

M.-Dadme un beso los dos. Os quiero tanto.

Los tres nos fundimos en un largo beso. Las tres bocas, labios y lenguas, estaban juntas jugando las unas con las otras, sin diferencia de sexo. El beso se prolongo bastante, descubríamos que nos gustaba besarnos los tres juntos. No existía diferencia de boca, labios, lengua o sexo.

M.-Vamos a lavarnos chicos, ya es muy tarde. Por cierto...., no sabia que erais "maricones", si os descuidáis os coméis a besos

.

Dijo Marta riéndose picaramente, observando nuestra reacción.

F.- No somos "maricones", somos amigos, ?tienes celos Marta?.

Dijo Fernando dándola un beso y un pequeño azote en el culo. Fernando y yo bajamos la escalera hacia el baño y Marta entro en su habitación a coger un camisón. Fernando entro el primero en el baño, se dio un par de manguerazos con la ducha y salió; mientras el se lavaba los dientes, yo entre en la ducha y efectué la misma operación. Salíamos los dos, cuando llegaba Marta.

F.- Yo me subo a dormir, estoy muy cansado. No te espero Marta, perdona, pero no aguanto mas. Hasta mañana.

M.-No te preocupes, es normal, hoy te as dado una paliza conduciendo y follando. Yo me quedare un ratito con Juan, buenas noches mi amor, te quiero mucho. Juan no me dejes sola, espera que me aseo un poco y subimos.

Yo espere a que acabase Marta de asearse, fumando un cigarro y bebiendo un baso de leche, para recuperar fuerzas. Marta salió del baño con un camisón precioso de tirantes, totalmente transparente y que apenas llegaba a taparle el chocho. Ella fue hacia mí y paso sus brazos por el cuello, pegando su pecho al mío a la vez que yo la abrazaba con mucha delicadeza.

M.-Juan deseo estar contigo en tu cama un ratito. Ahora no quiero dejarte solo, seria muy frió. Quiero acurrucarme en tus brazos, que me beses, y que me des un poco de cariño. Hablar de nuestros planes, de nuestras alegrías, de nuestros temores,.....etc. Después me iré a dormir con Fernando que es mi pareja, y le quiero muchísimo, pero ahora quiero darte a ti un poco de mi cariño y de mi misma.

J.- Gracias Marta, realmente eres increíble, no esperaba tanto cariño de tu parte. Pero ahora soy yo quien pone una condición...., nada de camisones, totalmente en pelotas. ?Vale?.

M.-Claro que vale, de alguna forma a ti también te quiero. No te quiero como a Fernando, es diferente, de otra forma, con Fernando me unen muchísimas cosas malas y buenas, lloros y alegrías, y contigo solo me unen cuatro horas, es decir prácticamente "nada". Pero sin ninguna explicación, y sin saber porque, te quedarías sorprendido Juan, si fueras capaz de detectar cuanto cariño te tengo.

J.- Vamos a la cama, anda.

Subimos a la habitación y yo me acosté en la cama boca arriba. Ella se quito el camisón, y se acostó a mi lado. Puso su cabeza sobre mi pecho, su pierna sobre mi vientre pegándose mucho a mi, y me abrazo con ternura besándome la tetilla. Estuvimos hablando de muchísimas cosas durante la hora y media que ella estuvo en mi cama. Hablamos de la familia, de mi mujer, de la época en que yo era mas joven, de mis ilusiones para el futuro. Ella también me hablo de su familia, de su época en la Facultad, de su carrera profesional, de sus ilusiones de tener un hijo mas adelante,....etc. Me hablo mucho de Fernando, de su relación con él, y de lo mucho que se querían; cuando me contaba cosas sobre Fernando y de sus planes de futuro con él, yo notaba como su voz cambiaba, y como alguna lagrima se escapaba de sus ojos sobre mi pecho; no existía lugar a dudas que era el amor de su vida. Ella se levanto, se puso el camisón, me dio un beso en los labios y se fue a su habitación.

Al siguiente dia yo me levante temprano, sobre las 9:00. Me metí en la cocina y comencé a preparar un desayuno para los tres con montones de cosas, café, leche, pan tostado, mermelada, fruta,......., lo fui llevando todo al salón y prepare la mesa lo mas elegante posible. Salí al jardín del chalet y corte algunos capullos de rosas que ya estaban saliendo y algunas flores tempranas. Prepare las flores en un jarrón y las coloque en el centro de la mesa. Mi mente comenzó a trabajar y empecé a ser consciente que estaba preparando una mesa de despedida, empecé a darme cuenta que algo no funcionaba bien en mi subconsciente afectivo, empecé a darme cuenta que un sentimiento de tristeza me embargaba.

Sobre las 10:30 escuche ruidos en la habitación y enseguida bajo Fernando. Me saludo. Llevaba la ropa en la mano y una bolsa de aseo, entro en el baño, se ducho y se aseo. Me comento que Marta estaba preparando las maletas y que bajaba enseguida. Quedo muy sorprendido por la mesa y comento que a Marta la gustaría mucho.

Marta bajo enseguida, venia desnuda y también con su ropa de viaje en la mano, un chándal normal y corriente y unos zapatos de medio tacón. Me saludo y me dio un beso en los labios. Se dirigió al baño y entonces vio la mesa preparada, se quedo parada sin decir absolutamente nada, se dirigió hacia donde yo estaba y me dio otro beso en los labios.

Antes de sentarnos a desayunar, bajamos las maletas y dejamos todo preparado. Desayunamos tranquilos y bastante, todos teníamos hambre. Hablamos de cosas triviales, como el viaje hasta SSSS, de cómo estaría la circulación y poca cosa mas. Habíamos prácticamente terminado y estábamos todos callados. Había algo en el ambiente que no estaba normal, que no funcionaba.

J.- Nos estamos poniendo tristes todos. Ya se que os tenéis que marchar, pero cuanto me gustaría estar otro rato con vosotros, aunque fuera en plan rápido, pero ya se que a Marta eso no la gusta.

M.-Te equivocas Juan, yo estaba pensando lo mismo. Deseo estar otra vez con los dos, aunque solo sea media hora.

F.- Y yo también estaba pensando igual, y 10 minutos mas para sacarle unas fotos a Marta. Marica el ultimo en llegar a la habitación.

Todos salimos corriendo por las escaleras, llegamos a la habitación y nos desnudamos rápidamente. Nos abrazamos los tres, nos besamos, nos empezamos a tocar por todos los sitios como si se acabase el mundo. Marta se echo en la cama boca arriba, y nosotros la seguimos chupando sus pechos y su vientre. Fernando y yo ya teníamos una erección a plena marcha.

M.-Juan, chupame un poco el chocho, y ponme en marcha rápido. Tu Fernando metemela en la boca, deja que te la chupe.

Ella abrió las piernas y yo empecé a chuparle el chocho llenándoselo de saliva. A los cinco minutos estaba inundada de flujos.

J.- Venga Fernando follatela, ya esta a punto. Marta chupamela a mi un poco, antes de ponerme el preservativo.

Fernando empezó a follaserla a fondo, se la metió hasta los huevos de un solo golpe, y empezó un mete saca frenético. Se apoyaba en sus codos y besaba a Marta al lado de sus labios junto a mi polla. Pronto se quedo quieto un instante, y saco rápidamente su polla del chocho de Marta. De rodillas flexiono un poco las piernas de ella y empezó a correrse en su vientre. No tuvo una corrida tan grande como por la noche, pero tenia esperma desde el ombligo hasta el comienzo de su pubis.

F.- Juan, ahora te toca a ti, follatela a tope. Mientras yo bajo y voy preparando la cámara de fotos.

El se vistió y bajo al salón. Yo le saque la polla de la boca a Marta, que chorreaba saliva y liquido preseminal por sus mejillas. Saque un preservativo y me lo puse.

J.- ?Te falta mucho Marta?, ?Te correras conmigo?

M.-Estoy a punto Juan, no me falta casi nada. Pero ahora yo me pongo encima. Te voy a follar yo a ti.

Me tumbe en la cama boca arriba, ella se coloco encima cabalgándome, cogió mi polla, ajusto el preservativo y la acerco a su chocho, la metió entre sus labios y se dejo caer de golpe. Entro toda de un golpe, hasta el fondo, sin quedar nada fuera. Ella empezó a menearse adelante y atrás sin sacársela ni un centímetro, rozando su clítoris contra la base de mi polla y mi pubis. Rápidamente empezó a correrse, se convulsiono un poco y se quedo quieta. Yo al sentir los flujos calientes de su corrida sobre mi polla, note el momento en que ya no hay vuelta atrás. La levante un poco con mis manos, y ella entendió al instante sin hablarnos, saco mi polla de su chocho, me quito el preservativo, y agachándose se la metió en la boca. Me dio dos mamadas en el capullo, y explote en un chorro de esperma en su boca. Rápidamente la saco de su boca, y meneándomela seguí eyaculando sobre mi vientre. Ella subió hasta mi boca, abrió la suya y busco mi lengua; el esperma de su boca paso a la mia y nos besamos con pasión. Ella se levanto y bajo a lavarse mientras yo me limpiaba con una toalla y me vestía. Ella se quito el esperma de Fernando de un manguerazo, y se lavo la boca. Cuando ella salía del baño, yo bajaba por las escaleras.

F.- Juan, baja la ropa de Marta, excepto las braguitas y los zapatos. Marta sube y ponte solo las braguitas y los zapatos, vete bajando despacio por las escaleras, posando, tomando las posturas que tu ya conoces.

Marta empezó a bajar por las escaleras, parándose y tomando posturas diferentes para la cámara fotográfica de Fernando. En el salón también hubo fotos sobre el sofá, apoyada en la mesa,....., después salimos al jardín y la tomo fotos apoyada en algún árbol y sobre el césped. Entramos en la casa y Marta acabo de vestirse. Cogimos las maletas, la cámara de fotos y el bolso de ella. Llegamos a su coche y lo cargamos.

J.- Bueno esto ha llegado a su fin. Me joden las despedidas, y esta me jode mas que ninguna. De alguna manera siento que parte de mi se va con vosotros. Es inexplicable, me invade una profunda tristeza, y no puedo dominarlo. Es la primera vez que pasa algo así.

M.-A Fernando y a mi nos pasa lo mismo. Hoy al levantarnos lo hemos comentado. También hemos percibido que una parte de nosotros se queda aquí contigo. También nosotros estamos tristes. Cuando al levantarme vi la mesa y las flores, después en la ducha se me saltaron las lagrimas. No podía controlarme. Y hacia mucho tiempo que no lloraba.

F.- Las cosas son así, no sigamos con esto o nos pondremos mas tristes. Juan, como hacemos ahora para salir a la autopista sentido Badajoz.

J.- No hay ningún problema, yo también voy a la fabrica a dar un vistazo, y llevo el mismo camino. Me seguís detrás de mi coche, entraremos los dos en la autopista, y en la desviación a Badajoz yo os la indicare.

Le di la mano a Fernando, y él me abrazo, después Marta se abrazo a mi dándome un suave beso en los labios.

J.- Adiós Fernando, adiós Marta.

M.-Adiós Juan, no me será fácil olvidarte.

F.- Adiós Juan.

Cogimos nuestros coches y partimos.

Autor....... Juan ( calleli@ircap.zzn.com )