Trio en la casa abandonada

Este relato sucedió hace un par de años mientras me encontraba de vacaciones con un amigo.

Llevábamos un par de semana de vacaciones y ya estaban llegando a su fin. Estos últimos días íbamos a pasarlos en una pequeña isla, tranquila pero con ambiente. Teníamos organizado un curso de buceo para estos últimos días.

El curso empezaba bastante temprano y como la noche anterior había alargado la fiesta más de la cuenta, a mi amigo le fue imposible despertarme.. Ya que no se  recomendaba ingerir alcohol durante los días que duraba el curso decidí quedarme haciendo el vago en la cama en vez de unirme a la práctica.

Tenía bastante resaca por lo que decidí darme una ducha y me quedé desnudo en la cama con el aire acondicionado puesto y el grindr abierto.

La verdad que no había mucho movimiento en la zona, era una isla pequeña y los gays escaseaban.

Decidí irme a la piscina, a intentar ponerme lo más moreno posible antes de que se acabasen las vacaciones. Después de un baño rápido me fui a la tumbona, ví que tenía notificaciones de grindr.

Un par de chicos me habían hablado, uno de ellos era un compañero de la escuela de buceo preguntando porque no había ido..

El otro era un chico de 31 años, por la foto parecía que estaba bastante bien, alemán, 1,89 pelo clarito, piel bronceada, ojos verdes y un cuerpo bastante definido, tras la típica charla me propuso llevarme a una roca para ver el atardecer desde lo más alto de la isla.

Vino a recogerme a la hora acordada en su moto de alquiler, paramos en un par de puestos callejeros para comprar algo de bebida y comida.

A los pocos minutos llegamos al fin de la carretera y caminamos el sendero boscoso que llevaba al secreto mirador.

Nos sentamos allí, charlamos y contemplamos el espectacular paisaje, creo que es el sitio más romántico que he visto.

Ya habíamos empezado a darnos algún beso pero tuvimos que parar ya que un par de parejitas ya estaban a nuestro alrededor. La verdad que a mí me hubiese gustado quedarme allí para ver lo que hacían..

Ya estaba oscureciendo y como no llegaba nada de luz decidimos irnos a otro sitio. Yo no podía invitarlo a mi habitación ya que la compartía con mi amigo, por lo que pensé que me llevaría a su hotel.

Justo donde se acababa la carretera había una construcción de un resort abandonado, allí me invitó a pasar.

Nos quedamos en una terraza enorme, que tenía unas vistas increíbles a un pequeño río y se podía ver el principio de una playa salvaje.

Extendí una toalla, y nos quedamos abrazados viendo las estrellas que empezaban a alumbrar. Empezamos a desnudarnos mientras nos besábamos, me levanté mientras el de rodillas empezó a chuparme la polla.

En ese punto ya casi no se podía ver nada, escuchamos el ruido de una moto, parecía que había apagado el motor.

Yo me asusté un poco, pero el me dijo que nadie entraría.

A los pocos segundos escuchamos unos pasos, pero yo estaba bastante centrado en follarle la boca. Cuándo me quise dar cuenta puede ver a pocos metros de nosotros lo que parecía un chico que se acercaba.

Yo le saludé y devolvió el saludo, era imposible que no hubiese visto al otro de rodillas, pero de todas formas los lametazos que me estaba los tenía que escuchar.

Se acercó al mirador, justo a mi lado, se quedó mirando el cielo, pensativo.

Yo no le quitaba ojo, había poca luz pero lo poco que podía ver de él me gustaba mucho.

Tenía 23 años, estilo surferillo, vestía un bañador de color amarillo y una camiseta de tirantes blanca.

Apoyé mis manos en la barandilla, rozando descaradamente su brazo, me miró y nos sonreímos.

Le acaricié un pezón y se lanzó a mi boca.

Noté que mi rabo ya no estaba en la boca del alemán, que estaba boquiabierto mirando como nos comíamos la boca. Se incorporó y se unió al beso.

Al surfero pareció no gustarle mucho y se retiró. Aparté al alemán, me puse de rodillas y empecé a hacerle una mamada al surfero.

Tenía una polla perfecta, 17 centímetros, vello recortado y unas bolas enormes que se intuía que llevaba tiempo sin descargar.

El chico alemán se puso de rodillas también y me ayudó a chupársela(aunque no necesitaba ayuda).

Parecía que le estaba gustando tener a dos zorras peleando por su rabo.

Después de un rato compartiendo, empecé a comerle el culo al chico alemán, con un par de lamidas ya tenía el culo super dilatado. Le pregunté al surfero si le apetecía follárselo, pero me dijo que no, que prefería que le siguiese chupando.

Directamente me clave su polla en lo más hondo de mi garganta, cogí sus manos y las puse en mi cabeza, empezó a follarme la boca despacio, poco a poco, dejando mi barbilla pegada a sus bolas.

Mientras, mi amigo alemán acercó su culazo dilatado y ensalivado a mi rabo.

Se metió mi rabo de un golpe, mientras el otro follaba mi boca cada vez con más caña.

Esa situación me tenía muy caliente, un tío follándose el culo con mi polla mientras el otro me follaba la boca..

El surfero parecía que iba a acabar, por lo que decidí dejar de chupársela y me entretuve un poco en sus huevos, con sus manos seguía agarrando mi cabeza.

Me dijo que iba a tardar poco en correrse. Le pedí que me comiese el culo.

Metí mi polla lo más hondo que pude en el culo del alemán y la dejé ahí mientras el surfero me comía el culo.

Yo ya estaba a punto de correrme también y le dije que me follase. Escupió en su mano, me volvió a meter la polla en la boca para dejarla bien ensalivada y me la metió despacio.

Después de 10 segundos me dijo que se iba a correr y quería llenarme el culo. Solo con esas palabras mi rabo empezó a dar espasmos dentro del culo del alemán que gemía de placer sabiendo que le estaba llenando el culo. Mi culo se contrae con cada espasmo y ya tenía al surfero gimiendo y mordiendo mi oreja. Se quedó dentro de mí hasta que su rabo empezó a relajarse.

El alemán se tumbó en el suelo, pajeándose mientras miraba como el otro seguía abrazado a mi como un koala. Ví que estaba apunto de correrse y con la leche del surfero saliendo por mi culo, decidí sentarme en el rabo del alemán que era mucho más grande y gordo que el del surfero, la metí de golpe ya que tenía el culo abierto y bien lubricado gracias al surfero y no tardó más de 2 minutos en vaciar sus huevos en mi culo.

Los tres nos quedamos relajados, nos limpiamos en la toalla y volvimos a vestirnos.

Salimos los 3 juntos de la casa abandonada charlando.

El surfero nos dijo que había ido con una chica que había conocido por tinder para ver el atardecer a la roca, pero ella no quiso hacer nada con él.

Cómo había visto que la moto estaba aparcada después de irnos de la roca, supuso que estábamos allí buscando algo de intimidad, y se animó a acercarse a ver que hacíamos. Seguro que le hicimos disfrutar más.

Cuando llegué al hotel, mi amigo estaba en la cama, un poco preocupado por todo el tiempo que había pasado. Le pregunté por el buceo, me dijo que los monitores habían preguntado por mí, también me dijo que el chico de grindr de buceo le preguntó por mí y le pidió mi número por que no estaba conectado ni le contestaba por la app.

Mi amigo me preguntó qué había hecho todo el día, me tumbé en la cama pegado a él mientras le contaba el trío en la casa abandonada. Metió un par de dedos en mi culo,para comprobar que estaba dilatado y con restos de leche.

Yo aproveché a tocarle su polla que se veía que estaba a punto de ponerse dura. Se sentó de rodillas sobre mis piernas y bajo mis shorts para empezar a limpiar mi el culo de la leche de los otros dos.

Cuando me lo dejo limpio y lubricado, me dijo que esa noche quería que tuviese mi culo lleno de su leche.

Metió su polla lentamente, ya que el rabo de mi amigo es mucho más largo y gordo que el del alemán, Después de unos cinco minutos consiguió meterla entera.

Me estaba follando despacio, haciéndome disfrutar de cada uno de sus 23 centímetros y mientras me decía lo guarra que era y que la única leche que podía tener en mi culo era la suya. Me pegó una buena follada de más de media hora, mi culo ya se había acostumbrado a su tamaño descomunal.

Noté como se le cortaba la respiración y me follaba cada vez más duro, yo apretaba con mi culo para exprimir y sacarle hasta la última gota.

Se quedó tumbado sobre mi espalda con su rabo metido en mi culo, parecía que no se le bajaba. Estábamos los dos cansados, apagamos la luz, y sin sacar su rabo de mi culo dijo que iba a dormir con la polla en mi culo para que no se escapase ni una gota de su leche.

A partir de ese día siempre que estoy con mi amigo en intimidad, le cuento mis líos sexuales para que se ponga cachondo y acabe llenando mi culo con su leche.

Espero os haya gustado este relato, hace tiempo que no escribía pero lo tenía en mi lista pendiente. Espero seguir escribiendo más a menudo ya que tengo mas experiencias por compartir.

Podeís escribirme a mi email:

yoooo_2@hotmail.com