Trío en el baño

Cinco amigos que llevaban años sin verse, dos de ellos son pareja y arrastran a una tercera a un trio poco convencional.

La cena iba de maravilla. Estaban los cinco en un restaurante al que hacía mucho que no iban, llevaban cinco años sin verse por haberse ido a diferentes universidades y ahora, con veintidós años, habían vuelto a encontrarse para esa cena.

De los cinco que eran, tres eran mujeres y dos hombres, todos se habían ido solteros a la universidad, pero sólo Noelia quedaba soltera. Ane y Joseba habían encontrado pareja en su universidad, y Yune y Daniel habían acabado juntos después de una fiesta de la que no recuerdan demasiado.

Cuando la cena terminó y estaban tomándose unas copas para recordar viejos tiempos Noe tuvo que ausentarse para ir al servicio, no tenía ninguna intención de usar nada más que el espejo para retocarse el maquillaje, pero al entrar en el aseo se mordió el labio para no gritar por la sorpresa que se había encontrado. Yune y Dani se habían disculpado para irse antes, pero aunque todos creían que se habían ido a casa de alguno, estaban los dos ahí.

Yune tenía el vestido subido hasta la cintura y los tirantes caídos hasta medio brazo para dejar sus pechos al descubierto. Daniel los estaba besando y mordiendo avidamente, él tenía los pantalones y los calzoncillos por los tobillos, se movía rítmicamente mientras ahogaba gemidos en los pechos que devoraba, que eran acompañados por unos más sonoros que salían de la boca de Yune.

Noe retrocedió un poco, no queriendo hacer ruido para irse sin que la pillasen, pero la puerta chirrió cuando intentó cerrarla y Dani pudo verla claramente.

—Mi peruana favorita… —Se acercó despacio a Noe mientras se subía los pantalones, sin guardarse la polla dura —. Nos has pillado… ¿Qué vas a hacer? ¿Unirte o salir corriendo?

La recién llegada no podía reaccionar, no fue capaz de decir que no, así que Dani le puso la mano en la cabeza y la empujó hacia el suelo, dejándola de rodillas para acercar su erección a la boca de la nueva. Noe abrió la boca sin pensarlo, dejando que esa dura polla entrase en su boca de una sola embestida.

Mientras veía como su amiga era ahogada por esa polla que tanto le gustaba sacó de su bolso uno de los juguetes que se había traído de casa. Estaban cumpliendo una de sus fantasías juntos y no quería que se estropease nada de eso por una interrupción. Se arrodilló tras su amiga y le levantó la falda para romperle las bragas, viendo como se retorcia para apartarse sin que su novio la dejase. Pasó lentamente el vibrador por su coño, aun virgen según decía, y lo encendió para masajear los labios exteriores de esa preciosidad sin estrenar. Metió la cabeza bajo la falda para lamer ese culo que tanto le gustaba, sintiendo como se retorcia para huir y poder respirar bien, aún ahogada por la polla de su boca, a punto de ser desvirgada del todo. Aprovechó el movimiento que ella misma hacía para meter el vibrador en ella, subiendo la velocidad al máximo.

Fue entonces cuando Noe se dejó llevar por fin, disfrutando de como Yune le comía el culo mientras la estimulaba con el vibrador y daba placer a Dani que se encontraba muy cerca del orgasmo.

Al ver que la morena se dejaba guiar Dani la soltó y se alejó de ella al mismo tiempo que Yune salía de debajo de su falda, cambiando el vibrador del coño al culo de su víctima. Noe intentó levantarse para irse, pero Dani le ofreció unas bragas con mando vibrador, obligándole casi a ponérselas. Cuando se puso de pie seguía sintiendo el vibrador en su culo y Dani la dejó marchar, encendiendo las bragas en el momento en que abandonaba el baño, estimulando su clítoris como nunca.

Tuvo que mantener la compostura ante sus amigos un par de minutos más, excusándose para irse después y en casa poder jugar hasta el éxtasis con los dos juguetes que se había quedado.