TRIO CON MI HERMANA Y MI MADRE (parte 1)

Mi jefe me obliga a hacer un trío con mi hermana y mi madre para saldar mis deudas

Me llamo Oscar, la historia que voy a contar sucedió hace 3 años.

Vivía en Leganés, son mi hermana Sonia y mi Madre Amalia. Nuestra familia estaba deshecha, sobre todo desde que mi padre nos abandonó cuando éramos pequeños. Mi madre empezó a decaer cada vez más hasta llegar a convertirse en una borracha, mi hermana y yo prácticamente nos criamos solos, a consecuencia de ello, Sonia y yo dejamos los estudios, ella a partir de los 19, se empezó a prostituir para poder traer dinero a casa y pagar los gastos pues mi madre estaba además en el paro y se pasaba todo el día frente al televisión bebiendo continuamente y yo era camello.

Los tres habíamos caído muy bajo, y yo ansioso de ganar más dinero para salir de mi asquerosa vida, sin quererlo, lo empeoré aun más.

Se me ocurrió cobrar más cara la mercancía que vendía, para llevarme un beneficio si que mis jefes se enteraran.

Pero como en todo, el que la hace la paga.

Por supuesto mi jefe se enteró.

Una noche, se presentaron en mi casa, mi hermana y mi madre estaban durmiendo y yo en el salón viendo la televisión.

Llamaron a la puerta, y en cuanto vi por la mirilla que se trataba de mi jefe y 4 gorilas negros, me puse a temblar.

Les abrí, casi tiran la puerta abajo.

Me cogieron entre dos, me sentaron en el sofá, y mi jefe sacó una pistola y me apuntó con ella.

  • ¡Por favor Don Conrado (así se llamaba) no me mate!- Grité llorando y suplicando
  • ¡Que no! ¡dame una razón muchacho!
  • ¡Lo siento, sólo quería ganar más dinero, se que estuvo mal! ¡no volverá a ocurrir se lo juro!
  • ¡Encima te lo abras gastado todo!
  • ¡Si lo siento, hare lo que sea!
  • ¡Y que me podrías ofrecer tu! ¡tengo de todo!

De tantos gritos, mi hermana y mi madre se levantaron para ver que pasaba.

  • ¿Qué pasa Oscar? – preguntó mi madre (que casualmente, no estaba tan borracha como de costumbre)
  • ¿Qué voces son estas?- dijo mi hermana
  • ¡Volved a la habitación! – les grité
  • ¡No, no! ¡esperad!- dijo Don Conrado- desde luego chico no se nota la genética, vaya dos hembras tienes aquí.
  • ¡Por favor ellas no han tenido nada que ver!
  • Te creo chico, te creo, pero de algún modo tendrás que pagarme lo que me debes, y no creo que ahora tengas el dinero.
  • ¡Le pagaré, lo juro, buscaré trabajo!
  • Y ¿Quién te va a dar trabajo a ti basurilla?
  • Por favor – supliqué
  • ¡Cierra ya la boca me estás dando dolor de cabeza! ¡te diré lo que haremos chaval! Voy a sacar el móvil y os voy a ver a los tres follando, es decir un trío con tu madre y tu hermana.
  • ¡Está usted loco! – gritó mi madre- ¡eso es incesto!
  • ¡Eso o os mato a los tres ahora mismo! ¡os doy 5 minutos para que os lo penséis, cuando vuelva quiero saber vuestra decisión!

Cuando pasaron esos 5 minutos, los tres decidimos que no nos quedaba otra, por lo que no nos quedó más remedio que aceptar.

  • ¡Así me gusta chico! ¡antes de grabar el vídeo, he pensado que quiero ver como lo hacéis y si conseguís que me excite, te perdonaré la deuda!
  • ¿De verdad?
  • Te doy mi palabra. Eso sí, quiero que lo hagáis como si fuerais actores porno, por lo que si veo algo que no me gusta, o os cortáis por el parentesco, os meto un tiro y se acabó todo ¡entendido!
  • ¡Si! – respondimos los tres

Mi hermana y mi madre se miraron mutuamente, e intuían que yo no arrancaba, así que empezaron ellas para ayudarme.

Se acercaron la una a la otra, y se empezaron a morrear, no se por qué ver aquello me la puso bien dura.

Al ver eso, el jefe y sus amigos, se sentaron a observar, y guardó su pistola para nuestra tranquilidad.

Ambas, se acercaron a mi, yo disimuladamente tragué saliva y miré al techo, y para mis adentros dije – dios perdónanos por lo que vamos a hacer-

Empezaron a besarme en el cuello, en los labios, también se turnaban y se besaban entre ellas, yo me dejé llevar aprovechando mi excitación y empecé a tocar sus pechos.

Nos empezamos a quitar la ropa sensualmente, acompañándolo de caricias, besos y pequeños jadeos.

Cuando estábamos completamente desnudos, las dos se pusieron de rodillas y me empezaron a chupar la polla.

Como una piedra se me puso. La chupaban de maravilla, y también mientras una me masturbaba, la otra, me daba azotes en el trasero y también se chupaban entre ellas las teta, se morreaban morbosamente, y yo tenía ganas de reventar, pero me contuve.

Se tumbaron en el sofá y empezaron a follar entre ellas, primero mi hermana bocaarriba, mi madre, la chupaba sus tetas, la masturbaba, se besaban, al tiempo que le hacía cosas a Sonia, se turnaba para pajearme, chupármela y que no se me bajara.

Después fue a por el coño de mi hermana y se lo empezó a comer, yo me estaba poniendo malo, y mientras mi madre se lo trabajaba bien, mi hermana me devoraba la polla como una posesa.

Luego, aproveché la postura de mi madre, me puse detrás de esta, me la empecé a follar por detrás, alternado mi polla entre su mojadísimo coño y su ano el cual ella se había encargado de dilatar mientras al tiempo cumplía con mi hermana y conmigo.

Jamás hubiera pensado que meter mi miembro dentro de mi madre, me daría tanto morbo y placer, sus agujeros eran tan deliciosos, que tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no correrme dentro.

Luego cambiaron de postura.

Mi madre, como buenamente pudo, se puso encima de la cara de mi hermana para que esta le comiera su divino coño.

Al tiempo, empecé a follarme a mi hermana y esta también tenía un chochete increíble, un clítoris que daban ganas de chupar todo el rato, y tanto mis dedos como mi polla entraban de maravilla y lo penetraban enérgicamente y con fuerza.

Estuvimos así mucho rato follando como posesos, excitándonos, ellas se corrían a chorros continuamente, estaban dejando el sofá bien mojadito.

Y cuando ya no podían más, se pusieron de pié, se arrodillaron frente a mi bomba, por que mi plátano quería explotar ya, y empzaron a mamarmela como poseídas, hasta que por fin empezó a salir mi leche, la cual fue a parar a su cara y pecho, y ellas se limpiaron mutuamente comiéndose mi semen y luego me limpiaron bien a fondo la polla.

Lo que no nos dimos cuenta, es que mi jefe y los gorilas, se habían estado haciendo pajas, y lo habían puesto todo perdido.

  • ¡Muy bien familia! Ha sido muy excitante
  • ¿Entonces señor?
  • Si, chico, la deuda, está saldada, pero para compensar, tengo que ganar dinero.
  • ¿Y cómo?
  • Eso muchacho te lo contaré otro día, cuando lo tenga todo organizado. Y vosotras, no me imaginaba que fuerais tan guarras y morbosas. Bueno, os recomiendo que de vez en cuando, veáis películas porno y practiquéis.
  • ¿Por qué dice eso Don Conrado?
  • ¡Deja de hacer preguntas chaval o si no me voy a replantear lo de perdonaros la vida!
  • Está bien señor.
  • ¡Bien chico, ahora vuelve al trabajo, vende con mis precios y ya te avisaré con mis planes! ¡entendido!
  • Así lo hare gracias.
  • No, no me lo agradezcas, j aja ja

Al cabo de un rato se fueron, y nos quedamos más tranquilos, continuábamos desnudos, y estuvimos comentando que aunque no estaba bien, los tres habíamos sentido gran placer y excitación, como nunca, e hicimos caso a su consejo, nos bajamos películas porno y de vez en cuando las poníamos en práctica, unas veces los tres juntos, otras ellas dos, o yo con alguna de las dos.

Jamás hubiera imaginado que follar con ellas nos proporcionaría tantísimo gozo y placer.

Continuará…