Trío con dos chicas. Relato interactivo (cap 9)
Hoy celebramos nuestros dos primeros meses. Creo que las chicas me van a dar una sorpresa, las espero impaciente
SABADO 16:00
Hoy se cumplen dos meses desde que estoy con Aura y Raquel. Este fin de semana estoy solo así que las he invitado a comer en mi casa. Raquel ha dicho que nos va a hacer un regalo muy especial pero no ha querido darme más detalles. Sorpresa.
Durante la comida la he notado como ausente, esto me inquieta un poco. Aura creo que también se ha dado cuenta. En un par de ocasiones la he preguntado si todo va bien y me ha dicho que sí, que no me preocupe. Pero claro que me preocupo.
Después de la comida y la sobremesa, les propongo que nos pongamos cómodos, tenemos toda la tarde para disfrutar de nuestros juegos y nuestra mutua compañía.
-Espera que saco el juguetito que me he traído - dice Raquel mientras saca del bolso un antifaz y unas esposas.
-Así que este era tu regalo. Me gusta, esto no lo habíamos probado.
-Es solo la primera parte, luego vendrá lo mejor. Y adivina quien va a ser la víctima.
-Por como me miráis las dos supongo que yo. Me encanta. A ver qué vais a hacer conmigo.
-Una vez que estés a nuestra merced, lo que queramos - me susurra Aura al oído.
Abro la cama y me tiendo boca arriba siguiendo sus indicaciones. Ellas se abalanzan sobre mí y rápidamente me desnudan. Tirando de los brazos hacia arriba, me los bloquean atandolos con las esposas al cabecero de la cama.
Entonces se despojan de camiseta y pantalones y aparecen ante mí con dos conjuntos de lencería de color negro que incluyen medias y liguero. Están espectaculares.
Solo con verlas tengo mi primera erección acentuada al contemplarme también a mí mismo reflejado en el espejo del techo en pelotas.
-Si te gusta lo que ves, grabatelo en la memoria porque te vamos a dejar ciego - dice Raquel mientras me coloca el antifaz que me impide ver nada más.
-Ahora un poco de aceite corporal para que vayas tonificandote.
Siento cuatro manos aceitosas deslizándose por todo mi cuerpo, masajeandolo en cada rincón con oleosas fricciones. Una de ellas se recrea en mi polla crecida con un movimiento masturbatorio con la suficiente suavidad para que no me vaya antes de tiempo. Tampoco se olvida de los huevos.
Cuando ha concluído el masaje, se retiran, quedo un momento a solas mientras las escucho hablar en voz baja. Oigo también el ruido de prendas que se quitan. Cuando no puedes ver, se agudizan los demás sentidos.
Nuevamente siento diferentes contactos sobre mi cuerpo. Una mano se desliza desde mi cuello a lo largo de mi pecho y va bajando poco a poco. Una lengua me da suaves lametones en el cuello. Mientras, otra mano se desliza por debajo de mi culo y me masajea las nalgas. Es una extraña sensación la de percibir las sensaciones fraccionariamente sin poder concentrarme en ninguna.
Ahora noto una vagina que se posa sobre mi cara rozando mis labios. Saco la lengua y como puedo empiezo a lamerla. Siento su calor, su humedad pero lo que no percibo bien es el olor, me parece distinguir los olores de las dos chicas. supongo que antes se han frotado entre ellas para jugar al despiste. ¿Por qué? Vete a saber pero es apasionante, es como tenerlas a las dos accesibles a mi lengua.
Ahora una mano se posa sobre mi paquete mientras yo prosigo comiendome el sabroso bocado que continúa al alcance de mis labios. La mano juguetea con mi miembro hinchado y mis huevos manteniendo una persistente erección. Unos dedos pellizcan mis pezones arrancándome ligeros escalofríos.
La húmeda vulva que me estaba comiendo se retira. Ahora dos tetas comienzan a frotarse por mi cara y continúan su movimiento descendente. Creo adivinar que son las de Aura. Intento en vano agarrarselas sin recordar que mis manos están bloqueadas.
-Relajate - escucho la voz de Raquel - lo disfrutarás más si no haces ningún movimiento. Nosotras nos ocupamos de todo.
En este momento una boca aparece contra la mía y me planta un húmedo beso que devuelvo complacido. Mi lengua busca la lengua que se me ha ofrecido y se une a ella en un apasionado abrazo. La boca se retira pronto y en su lugar regresan las dos tetas anteriores recorriendo de nuevo mi cara esta vez en sentido ascendente.
Me da un espasmo. De repente siento unos labios sobre la punta de mi pene. Se van abriendo, engullendo paulatinamente mi inflado miembro, chupándolo con ganas hasta que un minuto después proyecto mi primera eyaculación. La boca que me está haciendo la mamada traga la mayor parte y la lengua termina de recoger los restos.
Se retiran otra vez todos los contactos quedando yo solo por poco tiempo. Nuevamente siento su retorno en diferentes zonas de mi organismo.
Ahora una mano me acaricia la cara mientras otra recorre mis piernas. Mientras tanto recibo un sinfín de besos sobre todo el cuerpo.
La mano que recorría mis piernas se detiene en el perineo, lo frota suavemente mientras me introduce un dedo en el culo. La otra mano me coge la polla y le da suaves sacudidas. Oleadas de placer me recorren el cuerpo hasta la coronilla.
El hecho de no poder controlar nada ni saber lo que van a hacer en cada momento me pone aún más cachondo. Mi polla apunta hacia el techo como mástil de una embarcación. En este momento alguien se arrodilla sobre ella introduciendo la punta en su húmedo chocho y va descendiendo despacio. Los jugos vaginales escurren por mi miembro produciéndole una agradable sensación de calor húmedo. Entre tanto todo su cuerpo se tumba sobre mí, su cálido roce es electrizante y su boca vuelve a unirse a la mía mientras mi polla continúa profundizando hasta que me devora hasta los huevos. Se sienta sobre mí y me cabalga al principio al paso pero cada vez aumenta el ritmo hasta convertirlo en un galope desenfrenado. Ya soy incapaz de distinguir el resto de las acometidas, manos, bocas, yo que sé. Me cuesta concentrarme en tantas fuentes de tan delicioso deleite. Yo ya no puedo resistir más y estalló en un profundo orgasmo. La cantidad y variedad de estímulos previos aumenta la intensidad convirtiendo el orgasmo en un tsunami devastador, un gran río de semen se proyecta hacia el interior de aquella vagina voraz que incapaz de asumirlo entero lo deja caer sobre mí entrepierna.
En medio de ese torbellino de placer se superpone finalmente la voz de Raquel mientras la calma regresa poco a poco.
-Dime Diego ¿Qué te ha parecido?
-Sublime, no tengo palabras para describirlo.
-¿Dirías que hemos superado nuestra propia marca?
-No podría asegurarlo pero creo que sí, que ha sido el mejor sexo que hemos tenido desde que nos conocemos.
-Anda Aura, ya puedes quitarle el antifaz.
Aura me retira la máscara que me cegaba y me suelta las esposas. Tras unos segundos para acostumbrarme a la luz contemplo una imagen que para nada esperaba. Ahora sí que estoy completamente desorientado.
Aura se encuentra tumbada sobre mí, jadeante, desnuda, el pelo completamente desmadejado, cubierta de sudor y semen.
Raquel está sentada en una silla, totalmente vestida, peinada y fresca como una lechuga.
-Pero…. ¿Qué ha pasado aquí? No entiendo nada
-¿Te sorprende saber que todo este placer que tú mismo has descrito como grandioso te lo ha dado Aura, ella solita?
-¿Tú no has participado en nada? - pregunto asombrado.
-Unicamente al principio, entre las dos te hemos untado de aceite. Luego me he retirado y Aura lo ha hecho todo. Con una maestría increíble, te lo aseguro. Hasta me ha sorprendido a mí que ya lo sabía.
No sé qué responder, realmente estoy en shock. Me tomo unos instantes de reflexión mientras acaricio la cabeza de Aura, la atraigo hacia mí y la beso.
-Lo que no entiendo es por qué la has dejado sola.
-Quería demostrarte que ella puede darte todo el placer que puedas imaginar, que con ella tienes todo lo que necesitas y yo soy prescindible.
Esto último que he escuchado me ha causado un sobresalto y noto que también a Aura. Hago la pregunta sabiendo ya que no me va a gustar la respuesta.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Sé que esto va a ser un poco difícil para vosotros pero es el regalo que hoy os voy a dar. Os dejo. Y para mí tampoco es fácil pero creo que será lo mejor.
-Pero Raquel - dice Aura - ¿por qué? Esto no me lo habías dicho.
-Cariño, ¿no te das cuenta? Estáis los dos completamente enamorados y no vais a ser completamente felices hasta que cada uno de vosotros no lo sea todo para el otro. Necesitas a Diego para tí sola. Por favor, sé egoísta por una vez en tu vida. Y él también aunque no quiera admitirlo, basta ver cómo te mira cómo habla de tí y cómo perdona todas tus imperfecciones.
-¿Qué imperfecciones? - respondo yo.
-A eso me refiero, estás tan locamente enamorado que ni las notas.
-Lo admito, la quiero, pero desde el primer día y esto no me ha impedido quererte a tí también. ¿Por qué no podemos seguir como estamos?
-Diego, esto es solo la imagen que tú mismo has querido hacerte para justificar el hecho de estar con las dos pero sabes muy bien que no es así. Vale, por tu parte hasta podría funcionar pero Aura necesita algo más.
-Pero….. - protesto débilmente.
-Voy a ponértelo fácil. Mirame a los ojos y dime que me quieres a mí igual que a Aura.
Apenas lo intento me doy cuenta de que tiene toda la razón.
-Pero Raquel - protesta Aura - yo te necesito. Siempre has sido mi referencia y te quiero muchísimo.
-Y yo a tí también. Pero ahora será Diego quien cuide de tí y tú de él. No te preocupes te aseguro que todo irá muy bien.
-¿Eso significa que ya no vamos a vernos? - dice Aura con los ojos llenos de lágrimas.
-¡Claro que no! Nos vamos a ver cada día ¿tengo que recordarte que soy tu jefa?
Acepto lo inevitable y a poco que lo piense tengo que darle la razón. Cuántas veces he deseado decirle a Aura que la amo más que a nada, que soy solo suyo y no he podido porque esas frases son incompatibles con el hecho de estar con dos mujeres.
-Supongo que tienes razón, pero se nos va a hacer muy duro. Y creo que para tí va a ser aún peor. Especialmente en el sexo.
-Trataré de acostumbrarme. Supongo que desde ahora me permites tirarme a otros ¿verdad? - pregunta burlona.
-Jajaja, eso es evidente.
-Raquel, lo estás haciendo por nosotros - dice Aura - pero ¿Y tu felicidad?
-Sois las dos personas que más quiero en el mundo. Mi mayor felicidad será veros felices a vosotros.
Nos fundimos los tres en un gran abrazo. Raquel nos desea una larga vida juntos y un amor infinito y finalmente nos deja solos. Siento una sensación de vacío pero se difumina en cuanto me acerco a Aura y la doy el beso más apasionado que jamás le he dado.
-Diego ¿quieres que me quede contigo esta noche?
-Quiero que te quedes conmigo todas las noches de mi vida. Te amo.
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A la mañana siguiente mientras Aura remolonea perezosa, salgo a comprar unas naranjas para preparar el desayuno en la tienda de mi vieja amiga Clotilde.
-Chico, hoy te veo la cara más luminosa. ¿A que adivino que hay una mujer en tu vida?
-Tienes razón como siempre. Ya la había pero a partir de hoy vivimos juntos.
-No sabes que alegría me dás, ya te daba por un caso perdido. ¡Es maravilloso! Que Dios me los bendiga y les de una vida hermosa en pareja.
Remata su bendición con un abrazo.
-Gracias Cloti, eso espero yo también.
-Si es la decisión que has tomado con el corazón, verás que todo va a ser perfecto. Y ¿para cuando es la boda? - remarca con una sonrisa taimada.
-Bueno, eso aún no lo tenemos hablado.
Mientras regreso a casa pienso si realmente he tomado la mejor decisión. Supongo que sí, Cloti siempre acierta en asuntos de amores pero no puedo olvidarme de Raquel tan fácilmente.