Trío con dos chicas. Relato interactivo (cap 2)
Sigo con el relato y como vengo haciendo desde el capítulo cero, os pido colaboración para seguir adelante
Prosigo no sin antes agradecer vuestros comentarios. Como me habeis sugerido no queda bien poner en los diálogos la inicial de quien habla, por tanto vuelvo al estilo del capítulo 0
VIERNES 21:00
Recibo a Aura. Apenas nos vemos nos fundimos en un fuerte abrazo y nos besamos frenéticamente como si la separación hubiera sido de años.
Ya en el sofá mas calmados, recuesta la cabeza en mi hombro mientras la acaricio suavemente.
- No tienes idea de cuanto necesitaba estar contigo. Nunca había pensado que me pudiera pasar algo así.
-Yo también necesitaba verte. Bienvenida a mi casa y a mi vida.
-He venido antes porque quería estar un ratito a solas contigo y poder hablarte. Estoy muy contenta pero hay algunas cosas que me preocupan.
-No será nada grave, ya lo verás.
-Sí, es solo que tengo miedo de no estar a la altura. Como ya has visto Raquel y yo somos muy distintas. Ella tiene mucho mundo y la lista de sus relaciones es interminable. Y qué decir de tí, te has lanzado de cabeza no por una sino por las dos a la vez. Pero yo soy muy tímida y no tengo experiencia
-No tienes de qué preocuparte, nadie nació aprendido. Lo que no sepas te lo enseñaremos y vamos a ir tan despacio como tú necesites. No hay ninguna prisa. Además a lo mejor no eres tan tímida como crees. En tan poco tiempo te has abierto a una relación y no de cualquier tipo, nada menos que un trío. Pocas mujeres se atreverían a eso.
-Ya, pero solo porque en él está Raquel. Ella me da mucha confianza y estoy encantada de tenerla de compañera en esta aventura.
-Para tí es más que una amiga ¿verdad?
-Sí. Nadie se había portado nunca conmigo como ella. Desde que llegué a Madrid con mi timidez y mi desconocimiento de todo, incluso del idioma al principio. Ella se volcó conmigo. La quiero un montón.
Me tranquiliza oír eso, no tenía muy claro que Aura se hubiera planteado que Raquel formara parte de esto.
-Pues desde ahora tienes no una sino dos personas que te quieren mas que a nada en el mundo. No te preocupes te vamos a apoyar en todo.
-Tengo aún menos experiencia de lo que supones. No se muy bien cómo decirte pero…. soy virgen. A mi edad, imaginate.
Se confirman mis temores pero ahora esto ya no me asusta y conservo el aplomo.
-¿Nunca has estado con ningún chico aunque sea sin sexo?
-Bueno, sí, he tenido algún novio pero nada serio
-¿Te sorprendería saber que a tu edad yo también era virgen? No hay que poner etiquetas por eso, cada cual se estrena a la edad que quiere y puede. Lo único que cambia de esto es que tendré que ir con más suavidad la primera vez.
No hay más palabras. Levanta la cabeza y me besa otra vez.
22:00
Raquel acaba de llegar. Les enseño rápidamente la casa, y pasamos al salón donde ya la cena está servida y el vino blanco descorchado. Sirvo 3 copas y hago un brindis.
-Por nosotros. Que disfrutemos de la noche y que seamos muy felices juntos.
El dulce néctar refresca nuestras gargantas y nos alegra el ánimo. Empezamos a cenar.
-Muy rico el ceviche- dice Raquel - ya me contarás tu secreto.
-No hay mucho secreto. Usar buenos ingredientes y tomarse su tiempo. Para el resto, Google lo sabe todo.
-Jajaja. Anda, echa más vino.
Sobra de todo. Yo soy de buen comer y creo que me he pasado con las cantidades. Así que propongo:
-Si quereis mañana volveis y ya tenemos la cena hecha.
-Buena idea. Así alargamos la fiesta. Aura, entonces mejor es que luego te vengas a dormir a mi casa y así no tienes que volver a Móstoles tan tarde.
Pasamos al postre. Nos sentamos en el sofá y dejamos cerca en un taburete las fresas, nata y chocolate. Aura abre la botella de Oporto y tomamos unos chupitos.
-Delicioso- afirmo - Ya lo había probado antes en la bodega en un viaje que hice. Toma Aura, pruebalo con una fresa
Cojo una fresa, la paso por el chocolate y se la introduzco en la boca.
-Muy bueno. ¿Y la nata?
-Ahora viene.
Me cubro de nata un dedo y se lo ofrezco. Se ríe y lo lame despacito poniendo cara de viciosa. Después hace ella lo mismo y saboreo lo que me ofrece.
-Ahora me toca a mí - dice Raquel mientras me ofrece una fresa cubierta de nata, chocolate y unas gotitas de Oporto. Acerco la boca pero rápidamente aparta la fresa y pone en su lugar la boca con lo que acabamos en un beso robado. Nos damos un morreo y finalmente me da la fresa como recompensa.
Nos recostamos los 3 en el sofá, yo en el medio, Aura a mi izquierda y Raquel a mi derecha. Me giro hacia Raquel y empiezo a desabrocharle los botones de la camisa. Mientras Aura me acaricia el cuello.
Me encuentro con ese precioso par de tetas cubiertas por un sujetador azul. Jugueteo con ellas antes de descubrirlas, voy acariciando con un dedo todo el reborde del sujetador sintiendo como se le eriza la piel. Finalmente le quito el sujetador rápidamente y ambas saltan ante mi vista. Las cubro de besos, acaricio suavemente las areolas, doy mordisquitos a los pezones. Ella tiene los ojos cerrados y se deja llevar a las sensaciones que le provoco.
Creo que me estoy olvidando un poco de Aura, así que me quito la camiseta dejandole a la vista mi robusta espalda, mis hombros, mi pecho y que pueda continuar deslizando sus manos por mi anatomía.
Volviendo a Raquel, dejo la suavidad del primer momento y me empleo mas a fondo, meto las dos manos y le masajeo las tetas con fuerza mientras ella se retuerce de placer.
Voy llevando las cosas un poquito mas lejos. Le desabrocho el pantalón, botón y bragueta y meto mi mano izquierda bajo su tanga tanteando con mis dedos su vello púbico, deslizandolos poco a poco hacia abajo.
Ella abre más las piernas y me deja ir haciendo. Se baja un poco el pantalón para facilitarme la tarea.
Aura se abraza a mí desde detrás. Entonces. le paso el brazo libre sobre sus hombros y empiezo a acariciarle el cuello y los hombros. Lo que sí observo es que no ha empezado a quitarse la ropa, esto me extraña un poco pero no quiero apurarla.
Raquel está a punto de caramelo. Su vagina está completamente mojada. Su clítoris es muy accesible y lo descubro apenas he empezado a abrirle los labios. Quizás por esto está siempre tan caliente. Podría llevarla a un rápido orgasmo si quisiera pero decido frenar y alargar el goce. Dejo de mover los dedos y me limito a ejercer una suave presión.
Ella tiene la cara roja, no se si lo que más influye es el tocamiento o el morbo de estar así, a la vista de su amiga, abierta de patas, mojada y con mis dedos hurgándole en la entrepierna. Puede sentir los ojos de Aura clavados en el coño como alfileres.
Mientras, con mi otra mano acaricio las tetas de Aura, sobre su camisa que aún mantiene puesta. Siento su vibración pero la noto muy tensa. Tranquilidad.
Vuelvo con Raquel. Empiezo otra vez a mover un dedo de forma circular sobre su clítoris. Sé lo que va a pasar sin tardar mucho.
Estalla en un prolongado orgasmo, bajo las yemas de mis dedos la siento palpitar.
Me ocupo ahora de Aura. La cojo la mano y la acerco a mi paquete que como puedes suponer está hinchado bajo mis pantalones. Le cedo la tarea de desabrocharlo y liberarlo de su opresión. Pero veo que no se decide a hacerlo. Entonces interviene Raquel
-Cariño, estás incómoda ¿verdad?
-Sí, no se que me pasa. Perdonadme, no me siento muy bien.
Inmediatamente retiro la mano de sus tetas.
-Ya te dije antes que no tenemos prisa. Si no estás preparada lo entendemos. Mañana será otro día. Ahora te voy a llevar a mi habitación, te tiendes en la cama y descansas un poco a ver luego qué tal te encuentras.
La acompañamos a mi cama la tendemos y le ponemos por encima una manta de viaje. Raquel le da un beso en la frente.
-Si no estás a gusto dime y nos vamos a mi casa para que puedas dormir tranquilamente, verás como mañana ves las cosas de otro modo.
-Pero es que no quiero estropearos la noche.
-Para nada - tercio yo - lo hemos pasado muy bien, hemos cenado, nos hemos reído y el resto podemos seguir mañana donde lo dejamos. Ahora lo mas importante eres tú.
-Pero jira como estás - dice señalando a mi abultado paquete - no podemos dejarte así.
-No te preocupes, eso lo soluciono yo en cuanto os vayais con un cinco contra uno.
-De eso nada - dice Raquel - solo faltaba que teniendo dos mujeres tengas que cascártela. Aura, cielo, espera aquí un poco. Voy a ocuparme de esto y luego nos vamos, ¿vale?
Vuelvo con Raquel al salón y me tiendo en el sofá dejándole a ella la iniciativa. Ella se pone de rodillas sobre mí, me desabrocha el pantalón y enseguida salta ante su vista mi inflado cipote. Lo contempla un instante y lo coge con una mano.
-Es aún mejor de lo que imaginaba. Vamos a ver a qué sabe esta golosina.
Agacha la cabeza y empieza a lamerme la punta mientras con la mano sube y baja lentamente. Luego va pasando la lengua alrededor del glande. Cierro los ojos y me dejo llevar. Abre la boca y se lo va introduciendo, centímetro a centímetro. Cuando ya ha engullido la mitad, lo mueve, la miro y veo como con la punta se le deforma la cara.
Continúa bajando. Ya lo tiene entero dentro de su boca. Empieza un lento sube y baja de la cabeza. Yo no intervengo, dejo que vaya a su ritmo.
Siento cómo mi miembro se hincha y ya es inminente el final. Por esta vez decido ser un caballero.
-Estoy a punto de correrme.
Ella se lo saca de la boca sonriente, toma un pañuelo de papel y me lo coloca junto a la polla para recibir en él la corrida.
-Eres un encanto, pero no hacía falta que me hubieras avisado. En la vida he trgado mucho semen y las más de las veces no me avisan, incluso alguno me ha obligado.
Acerca la boca a mi oído y me susurra:
-Además, qué demonios, quiero probar a qué sabe tu leche.
Dicho esto se acerca otra vez a mi rabo, y con la lengua me limpia los restos de lefa.
-Delicioso- dice y acto seguido la beso en la boca sintiendo yo también el sabor de mi semen. Nos quedamos los dos tumbados con la mirada perdida.
Después de 5 minutos de silencio, Raquel se incorpora me acaricia el pecho y me dice:
-Te compro tus pensamientos ¿cuánto pides?
-Te los regalo. Pensaba en Aura. No se que es lo que le ha pasado.
-Supongo que se siente cortada por estar yo delante y por lo mismo ha tenido dudas al desnudarse. Nunca me ha visto en pelotas ni yo a ella.
-Pensaba también en cómo abordarlo mañana. Se me ocurre que podemos organizar algún juego de esos que al perder te vas quitando prendas.
-Me parece una buena idea. Y luego a ver cómo se da la noche.
Se viste, Aura se levanta, nos besamos y nos despedimos hasta mañana. Vendrán a media tarde, así tenemos un poco más de tiempo.
Y AHORA TU OPINION
¿Qué te parece la idea de despelotarnos al ritmo de algún juego de cartas o de dados? ¿alguna sugerencia sobre esto? ¿Luego debería intentar quedarme a solas con Aura a ver si así está más cómoda o le tranquilizará mas la presencia de su amiga?
Como siempre, gracias por tu atención