Trío cerdo

Lo que iba a ser una agradable tarde en la playa, se convirtió en una sesión de sexo sucia y depravada (contiene escenas de sexo con lluvia dorada)

Desde hace un par de años, me atrae especialmente el tema de la lluvia dorada. Se ve que a mi, y a mucha más gente, puesto que rara es la vez que cuando ofrezco "mi carta de servicios" pocos son los que no quieren probar ser meados. A ver, no soy chapero ni puto. Lo de la carta de servicios es una broma que tengo con mis colegas puesto que cada vez que ligo a través de perfiles o, últimamente, a través del smartphone (las apps nos han librado de los eternos y aburridos chats y vamos más a lo directo), las tres preguntas típicas son: ¿foto de cara? ¿sitio? y ¿qué te mola? A esta última pregunta es la que llamamos la "carta de servicios"

Aunque me describí ya en el primer relato, os haré memoria. Versátil más activo, 1,85m, cuerpo proporcionado, 37 años, cara agradable (lo que viene siendo guapete) y un buen rabo de 20cm coronado con un gran capullo.

La semana pasada fue muy calurosa (al igual que esta), así que decidí ir a la playa un rato a partir de las 7. Afortunadamente no me pilla lejos, y en concreto, la zona nudista (y gay) está cerca. Así que cogí la bici y me fui para allá con mi mochila, mi toalla y los auriculares para poder escuchar música mientras me tostaba. Tampoco podría estar mucho tiempo, puesto que a las 9 el sol ya está bajo. En apenas un cuarto de hora llegué a la playa. En las dunas estaban los típicos mirones verdes, tocándose el escroto y exhibiendo panza cervecera y canas por doquier. Llegué a la arena y me puse cerca del agua, donde más fresco se está. Por la orilla paseaban tíos de todas clases y tamaños, aunque la verdad es que abundaban los cuerpos que se han estado machacando durante el invierno para hacernos más agradable la vista en verano. Algunos llevaban bañadores a juego con sus depiladas cejas, y otros (los menos) iban completamente en bolas. Tal cual llegué, me quité las zapas, me bajé los piratas vaqueros junto a los gayumbos y me quité la camiseta. Ya me había dado crema en casa para coger la bici, así que entré en el agua, que estaba bastante fresca.

Después de remojarme salí a tumbarme un rato. Cogí el móvil, me puse a escuchar música y de paso, eché un vistazo a las aplicaciones, a ver quién estaba cerca. Bastantes tíos habían hecho lo mismo que yo, puesto que en un radio de 2km me salían algo así como 30 tíos. Me tumbé y al rato empezaron a entrarme mensajes de tíos pidiendo ver mis fotos privadas (las del rabo, of course), y a preguntar la "carta de servicios". Lo cierto es que no fui a la playa buscando guerra, pero ya que me había puesto en el tema, no iba a desperdiciar la oportunidad.

De entre todos los tíos que me entraron, uno me llamó la atención. 40 años, buen cuerpo, algunas canas, una atractiva sonrisa… aunque ya sabemos que las fotos de estas apps son las mejores que nos podemos sacar (incluso yo lo hago). Se mostró interesado y curioso con el tema de los meos. Estaba cerca, a unos 200m, así que quedamos en vernos. Le dije que se acercara puesto que a mi era más fácil distinguirme ¿Qué otro tío estaba tirado junto a su bici en la orilla de la playa? En apenas 5 minutos lo tenía allí. El tío aún estaba más bueno que en la foto. Un pectoral increíble, con el vello rasurado, moreno de piel, barba de 4-5 días… y un apetecible bulto bajo su bañador blanco. Se sentó a mi lado y sus ojos enseguida fueron a buscar mi polla, que la tenía algo morcillona tras haber estado hablando con él sobre nuestras preferencias sexuales.

Tras invitarme a un cigarro, Ramón, que así se llama, me contó le apetecía probar una sesión guarrilla, con olores corporales, meos, algún lapo, poppers. Ahí es cuando me acabé de poner completamente cachondo y mi rabo se puso tieso.

  • Joder nene, menudo rabo te gastas - me dijo.

  • Bueno, eso es que el tío que tengo delante me pone así.

  • Y cómo podemos hacer para que me metas eso por el culo? - el tío no perdía el tiempo.

  • Tenemos dos opciones, o te follo aquí detrás de las dunas, o nos vamos a mi piso que está a apenas 20 minutos. Tranquilo, vivo solo, y podemos follar el rato que quieras. ¿Qué prefieres?

  • Hombre, por preferir, me molaría que me la metieras ya aquí, pero daríamos mucho el cante con el tema de los meos… Vamos a tu casa. ¿Llevas coche?

  • Vamos a ver, ¿tú crees que voy a estar aquí tirado con una bici y venir en coche?

  • Jajajaja. Hostia, es cierto… Yo he venido con la moto, ¿cómo hacemos? ¿me dices tu dir y te espero allí?

Le di la dirección, y cuando ya nos íbamos a ir le dije…

  • Voy a pasar de quitarme la arena ahora, así sudo mientras voy y guarreamos algo más.

  • Uff tío, eres lo que iba buscando. - Y en ese momento me dio un morreo y me llenó con su saliva la boca.

Cogió su moto, se puso el casco y se dirigió hacia mi piso. Mientras miré mi móvil y vi que tenía 5 mensajes más, uno de ellos de mi colega Pepe, un tío de 22 años al que le iba el mismo rollo guarro. Pepe es moreno, algo de barriga, 1,88 y un pollón gordo de unos 18cm que me he metido por el culo en varias ocasiones. A cambio, yo también le follaba e incluso le meaba dentro del ojal. Le dije a Pepe que un tío iba a venir a mi casa y que no podía quedar, aunque era una putada, porque follar con él es difícil puesto que estudia y vive en un pueblo a unos 20km, aunque ese día daba la casualidad de que estaba por el centro y le apetecía cerdeo.

Me monté en la bici y cuando llegué a la puerta de casa, allí estaba Ramón esperándome fumando un cigarro. Le conté lo de mi colega Pepe y se mostró entusiasmado de poder cerdear con dos tíos. Así que le llamé y le dije que viniera. Subimos los dos pisos andando para sudar un poco más. Cuando entramos en el piso, el tío me dio otro morreo y abrió la boca para recibir mi primer lapo. Buah, puso una cara de placer mientras lo tragaba que mi polla dio un respingo.

Nos quedamos en bolas y le invité a tomarse unas cervezas mientras esperábamos que Pepe apareciera. Pero Ramón estaba muy salido, y mientras yo rebuscaba en la nevera, él cogió una de mis zapas y empezó a olerla. Como había ido a la playa sin calcetos, olía mucho a sudor. Ramón no tenía el rabo muy grande, aunque era tieso y recto. Le pregunté qué le iba (si dar o recibir) y me dijo que era más de dar, como yo.

  • No hay problema, yo soy versátil y Pepe es más pasivo, así que podrás follarnos a los dos.

  • Joder, yo quería que me metieras tu rabo por el culo también.

  • Ah, bueno. Eso no es problema, aunque es grande…

  • Me la suda, con saliva o con lubri, tu me follas.

  • Bueno, tengo poppers para ayudar a dilatar

  • Uffff, sácalo ya y mientras esnifo te la voy comiendo.

Saqué el frasquito de la nevera, se lo pasé y pegó una buena esnifada. Se arrodilló y empezó a lamerme y olerme los huevos. La pena es que no me olían mucho, pero el tío estaba en trance. Yo mientras seguía bebiendo la birra, y se me escapó un eructo. Ramón me miró, abrió la boca y se tragó el rabo hasta los huevos de una sola vez. Ufffffff, aquello era demasiado. El tío tenía unas tragaderas increíbles. Mientras, yo seguía bebiendo para ir llenando poco a poco mi vejiga y poder darnos una fiesta.

Mientras me comía la polla, sonó el timbre. Le dije que fuera a abrir y mientras yo ponía un edredón viejo y unas toallas en el suelo, puesto que nos íbamos a poner hasta arriba de todo. Antes de que entrara Pepe, Ramón pegó otra esnifada al poppers, me lo pasó y me siguió comiendo la polla.

  • Joder, veo que no perdéis el tiempo - dijo el recién llegado. Y empezó a ponerse en bolas. Venía con unas bermudas, una camiseta sudada y unas chanchas tipo hawaianas.

  • Ufff Pepe, tus sobacos apestan, mmmmm.

El levantó el brazo y me enseñó su mata negra con un olor increíble, y empecé a lamerle el sobaco. Ramón había dejado de comerme la polla, se fue hacia los pies de Pepe y empezó a chuparlos.

  • Tu amigo es un guarro… ¿te molan mis pies sucios?

Ramón, que se había metido 4 dedos del pie derecho de Pepe en la boca los sacó y soltó

  • uff tío, que cerdo eres. Tienes bolitas entre los dedos - Y pasó la lengua entre todos para saborearlos bien.

  • Joder, no sé si me dan cosquillas o es placer, pero esta sensación es rara.

Yo me puse a besar a Pepe y a hurgar en su ojete con un dedo lubricado de saliva. Pepe enseguida me abrió su cueva (el tío tenía el culo muy bien entrenado a pesar de su juventud), así que enseguida pude poner dos dedos más.

Ramón seguía haciendo su repaso particular por los olores y sabores del cuerpo. Noté su lengua cerca de mis dedos, así que los saqué y empezó a comerle el culo a Pepe. Yo aproveché mis dedos mojados y empecé a trabajar el culo a Ramón. Su culo se abría más fácilmente de lo que pensaba, así que me decidí. me lubriqué con mucha saliva se la clavé.

  • Joder tío, me vas a partir en dos… menudo pollón tienes hijo de puta.

. Buah, que ojete más prieto tío

Estuve parado un rato mientras él esnifaba y se amoldaba a mi polla, y mientras a mi me venían ganas de mear. Empezó a comerle la polla a Pepe y a culera un poco. Pepe parecía algo celoso puesto que apenas le hacía caso a él, pero le dije

. Tranquilo pequeño, tengo polla para los dos.

Y empecé a mear dentro de Ramón. El tío se estaba haciendo una paja y le quité la mano, no quería que se corriera.

  • ¿Está calentita? ¿Te gusta la meada que te estoy dando, cerrado? Te estoy preñando bien de meos, ¿eh?

  • Si cabrón, ufff, nunca había notado esto…

Le saqué el rabo y le dije que mantuviera el culo cerrado. Me puse detrás de Pepe y se la metí. A éste no le hacía falta ni lubricante ni nada. Tiene el culo como los túneles de Guadarrama. Pepe empezó a gemir y a pedir más rabo, y Ramón se levantó y le ofreció su polla en la boca. La verdad es que daba bastante morbo que un par de tíos ya hechos y derechos nos folláramos a un niñato de ventipocos años. Podríamos ser sus tíos o incluso sus padres.

Pepe es un experto follador, me dijo cuando lo conocí que llevaba follando desde los 12 años. Primero con amigos y con primos, y luego incluso llegó a tirarse a su cuñado y a un tío suyo. Paré de follarle para continuar meando. Le dije a Ramón que se pusiera debajo de nosotros, para que viera de primera mano la follada que metía al chaval y para darle una pequeña sorpresa. Yo había estado bebiendo toda la tarde (del calor, hay que hidratarse), así que tenía mucho meo para dar. Cuando acabé de llenar el ojal de Pepe, le dije a Ramón

  • Prepárate que lo que viene te va a molar.

Y le saqué el rabo a Pepe, que dejó escapar parte de mi meo en la cara y en el cuerpo de Ramón. Éste no se lo esperaba, y como se estaba pajeando, se corrió inmediatamente. Le dio tanto morbo que no aguantó. Parte de la corrida llegó a la mejilla de Pepe, que aprovechó y se comió. Ramón estaba en éxtasis, mojado del interior de Pepe, relajó su esfínter y dejó escapar mi parte de meo que tenía dentro.

  • Joder cabrón, que puto cerdo estás hecho. Me he corrido.

  • Ya, es una putada, porque quería meterme tu rabo tieso en mi culo tío…

  • Bueno, podemos descansar un poco y continuar más tarde, ¿no?

Pepe dijo que él no podía quedarse porque tenía que coger el cercanías y volver a casa. Se supone que había estado estudiando en la facultad, así que le comimos la polla hasta que se corrió, se duchó y se fue, no sin antes darnos su meo.

Ramón y yo nos quedamos charraneo desnudos en la terraza, bebiendo y fumando, hasta que se recuperó y me dijo.. ahora te vas a enterar de cómo es follar. Mojó sus dedos y me los metió por el culo. Yo tomé un poco de poppers para dilatar y me metió su polla superdura hasta el fondo. Estuvo follando más de un cuarto de hora: de pie, a cuatro patas, con mis piernas en sus hombros, sentados en el sofá… hasta que yo ya no pude más y le dije: - ¡Córrete!

Me sacó la polla del culo, se puso delante de mi y me tiró su lefa por la cara. Nunca me ha gustado mucho la leche, así que no hice intención de probarla, pero él se acercó a mi y empezó a pasar su lengua por mi cara para limpiarme. Me dio mucho morbo y me corrí en su tripa y en sus huevos. Cogió mi leche con sus dedos, y también la probó.

Luego nos fuimos los dos a la ducha, estuvimos enjabonándonos y me empalmé, así que se la metí. Me pidió esta vez que me corriera dentro de él, y a mi, cuando me dicen eso, no duro nada y le llené con mi lea (aunque no había mucha, después de la corrida de antes). Le invité a quedarse a cenar y a dormir, aunque no aceptó. Dijo que prefería estar en casa cuando llegaran su mujer y sus hijos, que habían pasado el día en un parque de atracciones. Flipa con el "heterito".

De vez en cuando me escribe, para repetir la experiencia, aunque por su situación es difícil quedar cuando hay algún plan de este tipo, pero él y yo sí hemos quedado un par de veces más, aunque el sexo ha sido más convencional.