Trío bestial con mis dos amigos
Mi nombre es Samantha y esta es la historia de cómo acabé follando con mis dos amigos
Bueno antes de todo me voy a presentar, mi nombre es Samantha y he decidido empezar a compartir mis experiencias sexuales con el público de internet ya que considero bastante interesantes y excitantes. Tengo 22 años pero he experimentado mucho con mi cuerpo y digamos que me encanta el sexo de casi todo tipo. Soy una chica extrovertida y para nada recatada. Físicamente considero que estoy bastante buena, mido 1,70, peso 56 kg y tengo las tetas algo grandes. Soy morena y de pelo largo y liso pero lo que más destaca de mi son mis ojos grises. Me gusta mucho cuidarme y voy al gimnasio 4 días a la semana.
Hechas las presentaciones empezaré con mi historia. Mi mejor amigo se llama Dani, es un par de años mayor que yo y está tremendo, viene conmigo al gimnasio y juega al basket, por lo que es bastante alto (1,93) y bueno aparte de sus ojos claros y su pelo rubio lo que más me gusta de él es su enome pene, la tiene de 18 cm y bastante gorda, cosa que hace que me ponga como una cerda cada vez que la noto cerca. Mi amigo Dani y yo nos liamos de vez en cuando, pero no tenemos nada serio. Otro de mis amigos es Raúl, que tiene la misma edad que Dani y con el que tampoco tenía tanta confianza cuando me ocurrió esta historia. Los dos son unos tíos para mojar pan y repetir.
Todo empezó cuando Dani empezó a calentarme por whatsapp diciendome guarradas como que acababa de salir de la ducha y la tenía dura pensando en mi, etc. Así que así con un poco de tonteo me dijo que fuera a su casa a echar un fifa (me encantan los videojuegos) así que allí me planté al rato vestida con unos shorts, una camiseta escotada y con un tanga de encaje negro de lo más sexy. Cual fue mi sorpresa cuando me encontré que Dani no estaba solo, estaba también mi amigo Raúl, Dani me explicó que se había presentado allí sin avisar y que se iba a quedar. Al principio me fastidió un poco porque estaba muy cachonda y no iba a poder tirarme a Dani pero luego empezamos a beber tercios de cerveza y empecé a pasarmelo bien. Cuando nos cansamos del fifa pusimos el GTA V, y claro en ese juego puedes ir a un club de estriptis y que una tia baile para ti, así que Dani me retó a que bailara para él. Como ya iba bastante borracha y tenía un calentón encima que no veas tampoco hizo falta que me lo dijera dos veces, pero en vez de hacerselo solo a Dani se lo hice a los dos que me miraban desde el sofá encantados. Empecé a bailar y a quitarme la ropa poco a poco hasta quedarme en ropa interior. Empecé a hacer locuras y a ponerles las tetas en la cara o restregar mi culo con sus pollas por encima del pantalón (ambos estaban empalmadísimos), pronto empecé a darles muerdos y a quitarme lo que me quedaba de ropa.
Cuando me quité el tanga estaba tan cachonda y empapada que me chorreaba por la pierna, solo de pensar que estaba desnuda delante de dos tios que estaban super buenos me entraban escalofríos de placer (nunca he sido muy pudorosa). Cuando ya estaban que no podían más, le bajé los pantalones a Dani y empecé a besar y dar lametones a su enorme polla. Mientras estaba en el lío Raúl se bajó los pantalones y empezó a pajearse, entonces me giré y le dije que no hiciera mi trabajo. Así me encontré con una polla en la boca y otra en la mano. Iba turnándome para chuparsela a ambos y mientras mi flujo me corría por la pierna y me palpitaba el coño de excitación. Me la metían hasta el fondo de la garganta (tiene mérito meterse una polla de 18 cm) y aunque me dieron algunas arcadas lo estaba disfrutando como una perra.
Al cabo de un rato le dije a Dani que no podía más que me la metiera ya, así que obedeció mientras yo seguía comiéndosela a Raúl como si no hubiera mañana. Dani me la estaba metiendo a cuatro patas y a la tercera o cuarta embestida de ese pollón me corrí (he de decir que soy multiorgásmica). Raúl dijo que él también quería metermela por el coño pero Dani se negaba a privarse del placer que era mi coño chorreando así que Raúl dijo que quería metermela a la vez que Dani y follarme como nunca me habían follado. Acto seguido a que dijera eso me corrí otra vez, me estaba imaginando dos pollas en mi coño y me estaba poniendo mala del placer. Acepté encantada pero al intentarlo no me entraban, tenía el coño demasiado estrechito y prieto, así que Raúl nos contó lo que hacía con las tías vírgenes que se follaba, las comía el coño y les hacía dedos hasta que hubieran dilatado lo suficiente, en mi caso no iba a ser suficiente con los dedos así que Raúl propuso dilatarme con un botellín de cerveza de los de tercio que nos habíamos bebido.
Dani me llevó en volandas a su cama, sacó el lubricante y embadurnó el botellín. Raúl empezó a comerme el coño y fue la mejor comida de coño me que me han hecho nunca, ese tio es un auténtico experto, me chupaba, me absorvía el clítoris, me escupía, me soplaba, me metía la lengua por el coño, me hizo de todo. Cuando estaba a punto de correrme paró y cogió el botellín yo estaba nerviosa por el dolor pero a la vez me excitaba muchísimo, era como volver a perder la virginidad. Empezó metiendo la boca, es decir, la parte estrecha y siguió comiendome el coño, lo metía y lo sacaba con mucha suavidad y mano experta. Mientras Dani se pajeaba ante la escena. Estaba desnuda en su cama, abierta de piernas para que un tio que no era él me comiera el coño y me lo dilatara con un botellín. Cuando empezó a entrar la parte ancha del botellín estaba gimiendo como una puta, era una mezcla de placer y dolor que me encantaba. Dani empezó a darme pollazos en la boca y yo se la chupaba como podía entre gritos de placer. Me pusieron a cuatro patas y me volvieron a meter el botellín hasta que me corrí.
Luego Raúl se colocó debajo mía y Dani por detrás, me la metió primero Dani porque la suya era la más grande y luego poco a poco en cada embestida Raúl y en unos minutos me encontré gozándolo como nunca con dos pollas dentro, yo ya no sabía cuando me corría y cuando no porque el placer era bestial, me corrían fluidos por los muslos y entonces Dani me dijo que ya no podía más que se iba a correr dentro. Yo sentía como dos pollas se chocaban dentro de mi, entraban y salían haciéndo enorme el agujero de mi coño que siempre ha sido estrecho. A los pocos segundos de correrse Dani se corrió Raúl y sentí dentro una cantidad de semen bestial. Estaba llena a rebosar. La sacaron los dos y el semen empezó a correrme por las piernas.
Me quedé así en posición de perrito el rato suficiente para que la mayor parte del líquido cayese. Luego me incorporé mientras Raúl y Dani seguían descansando y sudando por el esfuerzo. Me limpié con una toalla, me vestí, les dí las gracias y me fuí a mi casa.
Fue el mejor trío de mi vida, aunque después de eso tuve que usar mis bolas chinas durante dos días para volver a cerrarme el coño. Mi relación con Raúl ha mejorado mucho desde entonces y seguro que cae algún que otro como ese.
Espero que os haya gustado mi historia. Besos y sexo oral para todos.