Trilogia del placer

Mi padre hombre muy liberal en sus ideas no le importaba, el que hiciera el amor con mi propia madre, es más se complacía de mirarnos, propiciar las ocasiones, para que suceda.

TRILOGIA DE PLACER

Mi padre hombre muy liberal en sus ideas no le importaba, el que hiciera el amor con mi propia madre, es más se complacía de mirarnos, propiciar las ocasiones, para que suceda.

Mi madre, una hermosa mujer de piel muy blanca y cabellos negros profundos como la noche de ojos almendrados algo achinados, labios rojos carnosos senos grandes, y un rompí, que arrancaba piropos a su paso de tamaño bien proporcionado con su estatura y cuerpo, sus piernas bien torneadas en resumen una apetitosa mujer para cualquier hombre incluso su propio hijo. Una tarde en nuestro hogar, mientras mi madre estaba en su cuarto tomando una siesta, mi padre, se encuentra conmigo en la sala, tomando unas rubias cervezas, ya un poco cansado se retira a al habitación al abrir la puerta, escucho que me llama, acudo y si pasar dentro veo a mi madre en la cama, dormida completamente desnuda, únicamente la media luz de la habitación la cubría con sus discretas sombras pudorosamente algunas partes de su deslumbrante cuerpo, mis ojos se clavaron en ella, sus grandes senos, sus carnosos y blancos muslos y sus torneadas piernas me turbaron unido todo esto a su negro y abundante pelo que en forma inescrutable cubría todo su sexo, sin dejar ver una sola de sus partes.

Te gustaría acostarte con ella me dijo sin más

Pero es que

Es que nada te gustaría, lo sé y tienes y debes complacer a tu padre, yo quiero ver como posees a tu madre

Pero es que

Nada ven me dijo, y tomando mi mano, entramos en la habitación, trancó la puerta diciendo:

Anda desnúdate,

Rápidamente sin titubear me desnude

Acuéstate, me dijo al lado de tu madre,

Sin pensarlo dos veces me acosté a su lado en el preciso momento que ella abre los ojos

Que es esto hijo, tu desnudo a mi lado,

Sí, Nancy, yo se lo pedí esta a tu lado, desnudo como tu porque quiero verte hacer el amor con nuestro hijo

Pero Jorge, estas un poco mal de la cabeza, no Nancy, debes hacer, lo que te pido,

Nunca te he negado nada Jorge, pero esto, me parece

Me parece nada… a mi me parece muy bien, sentirás a tu hijo Jaime dentro de ti, y harás el amor asta el paroxismo del placer, ese placer de estar posesa de tu hijo de sentirlo dentro de ti.

Pero Jorge, Jaime,

Nada, mamá tenemos que hacer lo que ordena papá, su voz es la ley en esta casa.,

Si, Nancy le pedí a Jaime que haga el amor contigo,

Quiero darme el placer de verlos hacer el amor a los dos, creo que me merezco este pequeño placer

No, es pedir demasiado esto Jorge, no Nancy, no es pedir demasiado es tan solo un capricho

Bueno estoy aquí sentado esperando el espectáculo.

Al decir esto Jorge se desnuda y se sienta en un rincón, del cuarto en un cómodo sofá, viéndonos a nosotros denudas en medio de la cama, madre e hijo…como vinieron al Mundo.

No, Jaime no puede ser, esto, esto nada madre, tenemos que obedecer a padre.

Diciendo esto le pongo la mano en su sexo, tocando su abundante monte venusino.

Y encima su punto G, lo noto erecto, y el prominente clítoris retador.

Sin poder contenerme más busco sus labios, su boca y la penetro con mi lengua, como si fuese un cortante estilete veneciano, casi sin sentirlo se coloca ella encima de mi cuerpo, y noto como su mano me toca mi excitado pene ya duro por lo que estoy viviendo.

Entonces sin pensarlo más con su mano en mi pene al centro de su sexo, y dejándose caer pesadamente de un solo golpe se lo introduce completamente dentro de ella, emitiendo un ah, prolongado

Jaime, estas dentro de tu madre, tengo tu pene por donde tu padre me penetró para crearte,

Si mamá, lo se, te siento toda dentro de mi pene, estas caliente y suavecita como un terciopelo.

Sigue, sigue, mamá, así muevete, más rápido así, así ahora, despacio, despacio, poco a poco,

Sin darnos cuenta jorge se ha colocado detrás de mi madre quien me tiene montada como una maravillosa jinetear entre sus muslos y está con mi pene completamente dentro de su cueva caliente y aterciopelada, y tomándola por la espalda, aprovechando uno de sus vaivenes al levantarse y bajarse,

Le introduce de un solo y certero golpe, como una estocada, todo su príapo,

Ay, por Dios, Jorge, me matas, exclama Nancy, al sentirse sorprendidamente atacada pon tu asno por la retaguardia, y ya tomada de sorpresa y completamente penetrada por el príapo de padre.

No no, no puedo más jorge exclama en un solo grito de dolor y de placer, sácamelo, sácamelo

OH, mejor terminemos los tres a la vez, será maravilloso, que acabemos los tres al mismo tiempo

Sincronicemos, nuestros movimientos, para llegar al mismo tiempo.

Sigamos, sigamos moviéndonos sin parar.

As, as, Jorge, Jaime ustedes son mis machos, mis hombres me tienen penetrada y cojida, por los dos flancos, esto es un placer que pocas madres y esposas pueden sentir como yo,

Nancy ¿te gusta verdad? Pregunta Jorge

Me encanta Jorge

Y a ti Jaime hijo que dices,

Nada mamá nada que esto es placer y lo demás cuentos.

Siento el príapo de papá como te da por detrás y se enfrenta con mi pene

Y yo dice Nancy siento a los dos dentro de mis profundidades más intimas,

Sigan, sigan denme duro, duro dentro de mí, así así sigan, quiero sentirme inundada del semen de ambos

Por delante y por detrás

Así, así, ya voy a correrme denme más dura muevanse mis cabrones rápido rápido

Así, eso es ay, ay, aaay, de repente Nancy se mueve como poseída por la epilepsia y siento que un liquido suave, caliente y pegajoso me escurre desde su sexo a mi pene y como empiezo yo a correrme dentro de ese líquido caliente que ella Nancy, ha echado al correrse,

Jaime, Jaime termina, termina que ya Jorge me está mojando por detrás, me esta regando mi culo con su semen, ya terminó, el cabrón de Jorge en mis entrañas, ho, ay. Que placer tan grande.

Diciendo esto caemos los tres en un sopor quedando madre en medio como el jamón de un emparedado.

Empapada del semen de su hijo y de su esposo

Por delante y por detrás.

Fin de este momento inolvidable.